POESÍA ENVUELTA EN LUZ Y SONIDO. DOCE POEMAS A TERESA DE JESÚS LEÍDOS EN EL CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SAN ESTEBAN Y BAJO “EL CIELO DE SALAMANCA”

 
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Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar los poemas contenidos en el libro “El cielo de Salamanca”, coordinado por Margarita Ruiz Maldonado, catedrática de la Universidad de Salamanca, bajo la organización y amparo de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y saberes. Dicho acto, celebrado el pasado jueves 28 de abril en el incomparable marco del Convento de Esteban, se realiza cada año en lugar distinto de la ciudad para conmemorar la designación de Salamanca como Ciudad Europea de la Cultura (28 de mayo de 1998).

 

 

1a Portada de El Norte de Castilla, viernes 29Portada de El Norte de Castilla, viernes 29

Agradecemos el magnífico reportaje periodístico realizado por el Norte de Castilla,   referencia de la prensa escrita en Salamanca cuando se trata de temas culturales, ámbito donde no tiene competencia. La noticia la cubrió Luis Miguel de Pablos y las fotografías son de Ángel  Almeida, de quien, al final, se muestran algunas de la imágenes captada en esa tarde-noche tan especial.

2 Cola para entrar al acto poéticoCola para entrar al acto poético

El reportaje fotográfico especial para Crear en Salamanca es de Jacqueline Alencar y de Francisco Javier Sánchez (FJS). A ambos nuestra gratitud.

 

 

AÍDA ACOSTA

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DÓNDE ESTÁS QUE NO TE VEO…

“Y el hombre aprieta el paso
y al tiempo justo de llegar a tiempo
doblan la esquina, puntuales, Dios y el tranvía”
Octavio Paz

Dónde estás que no te veo
no escucho tu caminar de pétalos
ni dibujo tu vuelo en los pájaros
como garabato de azucenas líquidas.
Dónde estás.
Me derrumbé en tu brazo
roca dura, tacto evaporado,
un olor a musgo y olvido atormentó mi paso
dónde estás
cielo , nube
mano de barro, la del mendigo
que se deshizo con la última lluvia
por el acantilado de la pobreza,
la cuna vacía de la madre,
el rastro perdido de las niñas,
los niños de viento y arena.
Dónde estás
que alzo tu nombre
y un eco voraz regresa contra mi
me empuja, me derriba
me oprime el mar por los costados
vierto ríos.
Dónde estás
que este vértigo del tiempo
es un azul de campanas
y un olor ácido de crisantemos
embalsama las horas.
Dónde estás que no te veo.
Iníciame en la oscuridad
tarde de faroles apagados
camino de hormiga
amontóname
en tu lecho de estrellas,
dime que existes.

 

 

VERÓNICA AMAT

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CRISTO CON TERESA

¿Fuiste su cazador o fuiste caza
del ave confiada que a tu fuente
llegó y bebió transida el agua pura?

En tus manos comió pan de hogaza
y al vuelo renunció gozosamente
porque atada quedó a tu andadura,
razón a su divino desvarío.

La carne por sí sola no comprende,
no sabe esta locura compartida,
y tarda en aceptar el desafío
del vuelo de su alma que la asciende
para hacer del amor boda encendida.

 

 

ANTONIO BLÁZQUEZ GARCÍA

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ARMAS DE MUJER

Si queréis que esté holgando
quiero por amor holgar;
si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando;
decid dónde, cómo y cuándo,
decid dulce Amor, decid:
¿qué mandáis hacer de mí?
(Teresa de Jesús)

Toda forma de vida y de tener
sacrificio de lucha sin pereza,
alma abrigada en la pobreza
y pluma de látigo por ser mujer.

Por Dios y para Dios te arrebataste
el corazón que en vida le ofreciste,
y en su regazo por siempre te perdiste,
por tu muerte en ofrenda le cantaste.

Constructora de almas y conventos
la oración te enfuerta y, seductora,
conquistas al poder que te hace presa

y regalas a tu Dios firmes cimientos
para ser luz, senda y doctora:
mujer sin tiempo llamada Teresa.

 

MARÍA EUGENIA BUENO

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CON ÉL A SOLAS

Teresa vos sois tierra de granito y tejas,
flor de Castilla plétora de intimidades.
Largos tus inviernos convenidos de palabras
faltos de salud, henchidos de miseria enamorada.
Itinerante de caminos colmados de descalcez
imperiosa de obediencia por la ausencia del Otro,
más horizonte rayano de sol,
ora barro, ora polvo de sandalias viajeras.
Penitente de un alma refugiada en el Amado
ofreciendo manos al mundo pobre y pequeño.
Cuántos días de ribera seca sin aguas para el estío
de lares castellanos con ovejas y polvareda veraniega
que daban paso a embriagadoras tardes
de pluma y papel penitenciario.
Mirada diluida en los cielos de Castilla
Fuera de muros y rejas franqueables.
Levedad del blanco frente al negro humano
Callar y obrar
Padecer y callar
Olvido de todo
para llegar al Todo.
Con Él a solas y para siempre amado
Que el amor sólo vale… si es para siempre.

 

ANA S. DÍAZ DE COLLANTES
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SANTA TERESA DEL ALBA

 

 

 

La luz de aurora escolta
el frío alba castellano y
de la tierra se alcanza
al tanto, la pálida bruma.

El silencio desgrana el jardín,
revela el paciente claustro y
el huerto silente y opaco.
La quietud invade su manto.

Se turba encendida una vela
que acoge la sombra en su halo
y el fervor de unas manos de alondra,
el divino rostro alzado,
vuelto y blanco.

Inflamada e invicta en las sombras
se enarbola una cruz,
un fervoroso canto.

Divina prisión del Cazador Amado
entregada a un Camino de luz, hacia Él alzado,
cáliz cautivo de amor, así inflamado.

Una paloma en el éxtasis coronado,
es Teresa, que así se alza en vuelo,
hacia nuestro Señor, al alba orando.

 

 

ASUNCIÓN ESCRIBANO

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EL CANTO

 

 

Es posible, Señor, que haya alma que llegue a que Vos
la hagáis mercedes semejantes y regalos (…) ¡Y con
cuánta razón las puedo y para siempre cantar!
Suplícoos yo, Dios mío, sea así y las cante yo sin fin…
Santa Teresa de Jesús

Regalos que me hacéis, mi Señor,
Dios mío, que yo pueda cantar
sin aspereza, que os pueda yo alabar
en ellos como en flores
se expresa el universo en primavera.
Esta quietud del alma en desalojo
de las sombras y de fuegos
que no sean el Tuyo, Mi Señor,
que mucho llega al alma
y la bautiza de tanta luz
que centellea en verdadero ser más puro.
Que pueda yo escribir, la humilde,
en melodía, en palabras
que se ofrecen todas en merced
de tu amor y en tu gozo más alzado.
Como tus dones nos concedes
no con grande algarabía
sino en soplos íntimos y mudos
que tan bien hacen al alma.
Que vuele en vuelo raso
sobre la tierra y sus criaturas
y aprenda en obediencia a ser
sabiduría. Y que yo jamás ofenda
a nada de lo vivo.
Que cante tu palabra,
que vuele yo tu vuelo
y me alce como pájaro,
y que encuentre en el centro
en soledad de mi castillo
el sol que me ilumine para siempre.

 
J. M. FERREIRA CUNQUERO

 

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HUELLA INTACTA

 

 

Inspirado en el cuadro de Andrés Alén,
“La fuente de Santa Teresa”

Andariego bregar por los caminos
desentrañando lunas y horizontes,
el corazón ardido en alboradas
junto al sol que caía en las cosechas,
en la órbita crucial de las euforias
cuando en tu pecho no había noche
ni muro elevado que mordiese
el infinito emerger de tu mirada.

Con austero regocijo ha brotado
ardiente tu sombra en los lugares,
en las perspectivas imposibles,
coordenadas de proyectos y aledaños,
tu huella intacta desde siempre
en los adentros misteriosos del camino.

Niebla de apariencias y susurros,
vagas formas diluidas
en el calmo lar de la memoria
o en la celda interior que habita el grito,
la tenaz entrega que enarbola en arrebato
el ámbito espacial del tiempo.

Tu cosmos, este hogar que te recobra
en los recintos parcos que aún esperan,
escuchar tu voz en el destiempo
para que pueble la afonía y tanta ausencia
el cálido rumor de tu palabra.

 

 

LUIS FRAYLE DELGADO

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SANTA TERESA

“Auriga de sandalias de seda y hierro”.
(Carmen Prada)

Es el Amor.

Que, insatisfecho tu corazón de niña adolescente,
en tu inquieta obsesión por las andanzas
metáfora en la aurora de tu vida,
invitas a tu hermano
a la incierta y luminosa aventura del martirio.

Es el Amor.

Que no encuentras en la tierra
y arrastra tu corazón a amor más alto
cual dama joven y mundana delante del espejo
busca al caballero
que calme los ardores de tu alma.

Es el Amor.

Que te deja vacía, amor humano,
y después de búsqueda incesante
te mete en los muros del convento
y comienzan a arder hasta las piedras
con la lumbre de tus ojos,
tu palabra ardiente
y el fuego que estalla dentro de tu pecho.

Es el Amor.

Que trasmites a todos los que amas,
hiere la carne de tu cuerpo
sufriendo sufrimiento interminable
hasta llegar al borde del abismo de la muerte
y aflige tu espíritu enigmático.

Es el amor.

Que no aguanta la vida regalada
y buscas una cruz donde clavarte
con ánimo indomable y cuerpo enfermo y débil
dejando volar tus sentimientos desatados
para alcanzar el más alto desposorio
con tu Cristo tan divino y tan humano.

Es el Amor.

Que te extasía
y te lleva a través del duro invierno
por las tierras y roquedas de Castilla
tragando el polvo que ahoga en los veranos
a fundar palomarcicos bien estrechos a tus monjas.
Es el Amor.

Que no da sosiego a tus anhelos
y, andariega, te lleva bajo la nieve y la tormenta
a dormir en el suelo y en la paja.
Y luego con tu amigo “el medio fraile”
fundadora de tantos monasterios,
carmelitas reformados.

Es el Amor.

Que entre dudas, luchas y trabajos
te levanta a gozos y deleites celestiales
en arrobos y visiones
que tu misma no aciertas a explicarnos,
mas nos dejas en tu “Vida” la memoria de tu alma.

Es el Amor.

Que derrochas en palabra lisa y llana
hablando y escribiendo sin descanso
mientras laboras con la rueca y las cazuelas
que vuelves oración contemplativa.

Es el Amor.

De mujer contumaz en tus propósitos.
Escalas, humilde y aguerrida,
de tu Castillo Interior la séptima Morada.

Y allí tu espíritu encuentra el “grandísimo silencio”
y la “paz” en el “centro de tu alma”
y sientes que en este arrobamiento “Dios solo te basta”.

 

 

JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ

 

 

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UNA PALOMA CRUZA LA MAÑANA

La ciudad es un corazón,
sus calles memoria de tus pasos.
El aire una paloma que cruza la mañana,
que acaricia con sus alas el batir de las horas,
la belleza de los días,
un sentimiento profundo de tu alma.

En tantos pasos,
en tanto polvo en los pies,
en tantas palabras que del papel se fueron
como aves peregrinas
he sentido la pasión de tu alma, tu desvelo,
por amar en Jesús, su rostro hermoso
fuente inagotable de agua viva
que recorrió tú corazón.

Quiero vivir la pasión que enamoró tu alma,
ser peregrino de tú quehacer inmenso,
sentir en la espesura de la sombra,
la luz eternizada de la aurora
de la llama viva que encendida arde
a la lumbre del sol.

De la cálida rosa de tu jardín
sentir el aroma que tu presencia irradia.
Recorrer las calles de esta ciudad hermosa
sentir en la espesura de la sombra,
la luz eternizada de la aurora,
corazón y memoria de tu sentir que es vida.

Quiero sentir… caminar… vivir un sueño
un encantamiento de pasión con la esperanza
de vivir sin vivir en mi que también es vivir
soñar, si soñar, también, es morir con Cristo.

La mañana es eterna en la ciudad o, acaso,
en la ciudad eterna la mañana es sueño,
cuando la luz esculpe las bóvedas del día
y las calles son memoria de tu vivir viajero.

Sol y lluvia, camino y polvo,
recorriendo los paisajes del alma
el corazón del hombre
cuando su sentir acalla la noche fría.

La ciudad del alma,
es la ciudad de Dios
entre el sol que desciende
de las Torres Sagradas
a los rincones oscuros de la verdad del día
hasta hacerse sentir del alma, resplandor callado

Fuiste, Teresa, Cautiva de amor,
Ardiente rosa de apasionada entrega,
junto a tú Amado, Señor, de corazón herido
y traspasado costado,
de callado sufrimiento,
sueño y presencia de tu sentir inmenso.

Acude a la contemplación, el rostro hermoso
en los desiertos del alma
poblados de aleteos de palomas que elevarán
su vuelo hasta tu corazón que iluminó mi noche.

 

 

JOSÉ MARÍA MUÑOZ QUIRÓS
(Texto leído por J. M. Sánchez Terrones)

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TERESA, OTRO PÁJARO SOLITARIO

No he sabido mirar de esa manera incierta
que enmudece las cosas y se esconde
en una duermevela de luz, como una fuente
suave que brotase en la sombra del alma.
No he sabido allanar los caminos
que llevan a la noche, al misterio
que tú rozas con una caricia silenciosa,
encendiendo el modo de habitar los paisajes,
las calzadas, los muros por donde
has avanzado en la espesura,
viviendo sin vivir,
toda llena de un íntimo secreto.
Y desde esa leve presencia de las cosas
he navegado entre las aguas de los ríos del tiempo,
junto al laberinto de las palabras que anuncian
un pálpito sereno revestido de penumbras azules.
Y como la transparencia de las cosas,
he subido hasta el árbol donde un pájaro calla,
misterioso y oculto,
sin más color que la claridad intensa de la mañana.
Y he escuchado su manar de armoniosos silbidos,
su voluptuoso rito de canciones.
Y tú estabas en ese espacio
que la vida nos regala y nos colma,
como otro pájaro solitario que ascendiera
hasta el fondo cristalino de la luz y la noche.

 

 

ALFREDO PÉREZ ALENCART

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TERESA ME SABE A DIOS

Teresa me sabe a Dios
y a máximo sacrificio. Pero ella no está
en peligro,

ni yo tampoco sé de esa lejía
de los de poca fe, estatuas asfixiadas
que no miran a lo alto,
ni sueñan lo que es el cielo
aquí en la tierra,

más acá de las arenas
movedizas, dentro del éxtasis
y las chispas que desatan
veinte milenios.

Teresa es mía y de Él,
y nos sobrevive por el Amor
sin edad,

confianza perpetua en esa mesura
que sólo entienden los locos
por Cristo,
atravesando huracanes
antes y después de la nueva alianza.

Teresa,
Teresita mía y de cualquier heterodoxo,
¡ven de nuevo a tu Castilla

y frota mi corazón
para que procree más luz
tras este silencio

presente en el presente!

 

 

JOSÉ LUIS PUERTO
(Texto leído por Margarita Ruiz Maldonado)

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TERESA DE JESÚS Y LA PALABRA

La palabra que arde
Y que sale del alma
A ti te corresponde,
Teresa de Jesús,
Nuestra santa de Ávila y de Alba,
Por esa vibración
Que late en las entrañas
De sílabas y letras
De todas tus palabras
Que expresan el fervor de quien se entrega,
De quien se pone en marcha
Para fundar un mundo nuevo y alto
Donde el espíritu renazca,
Donde se haga semilla, mariposa
Que en torno de la luz más viva y clara
Da de continuo vueltas,
Pues es Dios el que habita en esa llama.
Vives en las moradas del espíritu,
Vives en el fulgor de tu palabra,
Vives en los lugares que fundaste,
Tú, Teresa de Ávila,
Fundadora, andariega, caminante,
Que creaste un moderno territorio
Para expresar el alma,
Para vivir a solas y en contacto
Con la parte sagrada
Que llevamos muy dentro en nuestro ser,
Amiga del silencio y la palabra,
Investida por la fraternidad,
Por el amor que todo transfigura
Y que hermosea el alma.
Teresa de Jesús,
De Ávila y de Alba,
Inspira nuestro canto
Y dale intensidad y plenitud
E imprégnalo de alma.

15 Público entrando al claustro Público entrando al claustro

 

 

NOTA DE PRENSA DEL AYUNTAMIENTO DE SALAMANCA

 

 

El Ayuntamiento de Salamanca celebró el aniversario de la designación de Salamanca como Ciudad Europea de la Cultura dedicado en esta ocasión a Santa Teresa con motivo de la celebración del V Centenario de su Nacimiento. La actividad se celebró en el Claustro del Convento de San Esteban, lugar en el que se encuentra el confesionario de la santa y que forma parte de “Las Huellas de Teresa”.
En este Convento ya se celebró una edición del Cielo de Salamanca hace nueve años, en 2006, en aquella ocasión estuvo dedicado a Cristóbal Colón y a la relación de los dominicos con el descubrimiento de América.
Este XVII aniversario, que ha sido coordinado por la catedrática de la Universidad de Salamanca Margarita Ruiz Maldonado, ha contado con la participación de doce poetas salmantinos, entre los que se encuentran: Aída Acosta, Verónica Amat, Antonio Blázquez, María Eugenia Bueno, Ana S. Díaz de Collantes, Asunción Escribano, J. M. Ferreira Cunquero, Luis Frayle, José Amador Martín, José María Muñoz Quirós, Alfredo Pérez Alencart y José Luis Puerto.
Estos doce poetas subieron a la balconada del claustro del Convento de San Esteban desde la que leyeron sus poemas dedicados a Santa Teresa. Lo hicieron acompañados por los violines de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca y los cantos gregorianos del coro “Vis Vobiscum”, dirigido por Antonio González.
Además, durante el acto cultural se proyectó el documental realizado por el Ayuntamiento de Salamanca para el confesionario de Santa Teresa, que se encuentra en este claustro.
Todos los asistentes a este acto se llevaron como recuerdo un libro editado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes y que incluye los poemas inéditos de los doce poetas dedicados al padre Cámara, un texto sobre la Santa escrito por Margarita Ruiz Maldonado y que está ilustrado por las acuarelas originales de Michele Mariette.
El Cielo de Salamanca

Para festejar lo que significó la designación de Salamanca como Ciudad Europea de la Cultura el 28 de mayo de 2001 se celebró una lectura colectiva y multitudinaria en la Plaza Mayor. Un año después, en 2002, el homenaje se trasladó a las inmediaciones del río Tormes.
Posteriormente, y con la referencia constante del cielo de Salamanca, de sus poetas y de la sección de metales de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca, los escenarios elegidos han sido la Plaza de Anaya (2003), el Patio de Escuelas Mayores junto a la fachada plateresca de la Universidad (2004), la Plaza Mayor en 2005 coincidiendo con el 250 aniversario de su construcción, el convento de San Esteban (Dominicos) en 2006, el Claustro Barroco de la Pontificia en 2007, el Palacio de Anaya en 2008, el Patio Chico en 2009, las Casa de las Conchas en 2010, la Plaza de Toros en 2011, la Plaza Mayor en 2012, la Plaza de Anaya en 2013 y la Plaza Juan XXIII en 2014.
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SAMSUNG CAMERA PICTURESRuiz Maldonado, Amat, Frayle y Bueno

18 Alencart, Ricardo de Luis, prior de San Esteban y Sánchez TerronesAlencart, Ricardo de Luis, prior de San Esteban y Sánchez Terrones

20 Noticia de El Norte de Castilla, miércoles 27Noticia de El Norte de Castilla, miércoles 27

21 Noticia de El Norte de Castilla, viernes 29Noticia de El Norte de Castilla, viernes 29

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FOTOGRAFÍAS DE ÁNGEL ALMEIDA/ EL NORTE DE CASTILLA

 

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2 comentarios
  • José Ignacio Solórzano (Buenos Aires)
    junio 3, 2015

    Precioso escenario y macanudo homenaje. ¡Felicitaciones a todos los poetas que rindieron homenaje a la admirada Teresa de Ávila!

  • Luisa Pajares
    junio 3, 2015

    Enhorabuena por tan hermoso recital. Pena de estar viviendo en Salamanca, donde cuidan la palabra poética. Gracias por este ejemplo que dan al mundo.

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