TRES NOTAS Y UN PRÓLOGO PARA ‘STAŃCZYK’  DE LUIS CRUZ-VILLALOBOS


 

 

Stańczyk. Narrative Poem of a Serious Jester [with original Spanish version] (Independently Poetry, Sima Collection, 2022)

 

 

La primera edición de este libro fue publicada por Kult Editura, en Bucarest, en una versión bilingüe castellano-rumana a mediados de este año. Ahora aparece la versión en inglés, junto al original en castellano, traducida por el Dr. Mark McGraw.

 

El libro puede adquirirse en papel en el siguiente LINK

 

PRELUDIO DEL AUTOR

 

El presente poema narrativo o relato poético fue escrito compulsivamente. El día anterior a su escritura me encontré por primera vez con una reproducción del cuadro “Stańczyk”, del pintor polaco Jan Matejko, realizado el año 1862, que me causó tan honda impresión que me imaginé de inmediato escribiendo bajo la inspiración de aquella potente imagen: un bufón serio, melancólico, reflexivo, sentado solo en el salón de un palacio.

 

No busqué información sobre la obra, tampoco sobre el trasfondo histórico del retrato ni de su protagonista. Solo me puse a escribir la mañana del 9 de enero y no me detuve hasta que el poema-relato estaba concluido. Tal vez transcurrió una hora o dos mientras escribía, pero para mí contó como una vida completa, pues se desplegó un personaje denso y hermoso, triste y luminoso, que se me mostraba amplio y cautivante. Ahora que lo pienso, me imagino al viejo Geppetto al ver su obra forjada en simple madera de pino caminar y saltar por las calles llena de vida. De igual modo, Stańczyk apareció ante mis ojos llevando en su centro la vida de muchas personas, como también parte de la mía, acogiendo el malestar drástico y la alegría sutil que muchos experimentan en su cotidianidad. También la maldad y, al mismo tiempo, el anhelo de justicia.

 

Aquí te comparto, quien seas que te dispones a leer esta pequeña obra, una vida fugazmente imaginada, una vida humana en su esplendor y derrumbe, en su miseria y gracia. Espero que encuentres algo importante que habías perdido en este poema. O bien, que te ayude a olvidar algo que no sea digno de volver a traer al corazón, es decir, recordar.

 

 

Luis Cruz-Villalobos

Verano de 2022 en Casazul, Curicó, Chile

 

 

 

YORICK HABLA

 

En 1896, el escritor francés Marcel Schwob publicó un original libro titulado Vidas imaginarias (por cierto, uno de los seleccionados por el inquieto Borges en su biblioteca personal) La obra consistía en lo que podríamos llamar un experimento biográfico. Se atribuían peripecias y acontecimientos fantásticos y ficticios al desarrollo vital de personajes históricos de mayor o menor importancia, más o menos conocidos. Así, desfilaban por sus páginas: Lucrecio, Petronio, Clodia (la Lesbia de Catulo), el pintor Paolo Ucello, el capitán Kid y la mismísima Pocahontas.

 

Luis Cruz-Villalobos da un paso adelante y lleva este principio creativo de unir personajes reales con sucesos imaginados hasta la poesía. De esta forma, construye unas confesiones poéticas atribuidas a un bufón innominado retratado en 1862 por el pintor Jan Matejko.

 

El poemario Stańczyk (Independently Poetry, 2022) parte de una cita del Aquinate referida al choque entre la legitimidad de origen del poder y la legitimidad de ejercicio del mismo en la que aconseja la desobediencia si dicho poder malversa su fundamento legítimo.

 

Luis Cruz-Villalobos envuelve este problema de ética política en un ambiente de cuento feérico que recuerda a los relatos de los Hermanos Grimm o de Charles Perrault con esas misteriosas conexiones del protagonista con las luciérnagas actuando al modo de hadas madrinas. Símbolos de la luz (y de la justicia).  También es capaz de transformarse imaginativamente el bufón en la madre naturaleza como si fuera Proteo en una suerte de panteísmo.

 

Todo ello demasiado cerca de un poder que solo busca reír basándose en el desprecio de los otros. Solo quiere reír si los otros son inferiores. El poder se goza con la burla. Es el bastardo humor de la tiranía. La risa grosera del eructo que ya detectara Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver. Ante este estado de cosas se alza un Stańczyk justiciero para restaurar el equilibrio del universo por medio de una “broma pesada”.

 

Si Yorick hubiera podido hablar, ¿qué no habría dicho del usurpador tirano Claudio, el tío de Hamlet?

 

Pues bien, en este poemario, Luis Cruz-Villalobos ofrece a Yorick la oportunidad de que sus palabras sean escuchadas por los lectores y quizá sus plegarias atendidas.

 

Dr. Luis M. Iruela

Verano de 2022 en Madrid, España

 

 

 

 

FUGA DE LA TRADUCTORA RUMANA

 

Cuando recibí el poema narrativo Stańczyk de Luis Cruz-Villalobos, dejé todo y empecé a leerlo sabiendo que venía de alguien que, como yo, ama a Cioran (sobre quien escribió y a quien traduje), que es un poeta con quien mi sentimiento es consonante. Y descubrí lo que no buscaba, ni hubiera sospechado, ¡cuánto puedes aprender de un solo poema, cómo puedes obtener una enseñanza salvadora para todo el resto de tu vida!

 

Así como para Luis la escritura del poema fue desencadenada por la mirada de una pintura (madeleine proustiana), escribiéndolo inmediatamente, así para mí la traducción del poema (en una exhalación), después de leerlo (de una inspiración), es decir, de un suspiro. Se me revelaron verdades vividas, pero nunca reconocidas (por escrito) en la metáfora del bufón en la corte…  de cualquier sociedad. Como en el espectáculo de la vida, con actores y espectadores, me encontré, en ambas hipóstasis, al nivel de la vida profesional, desempeñando un papel que no siempre fue digno de mi condición humana, pero también al nivel de la vida privada, el espacio de la libertad y de la convivencia con el yo en la luz de la verdad. La dualidad de la personalidad, que es una realidad que no se puede negar, nos lleva a pendular entre dos mundos, en el que estamos y en el que nos gustaría estar, dos mundos llenos de contradicciones y conflictos internos, de angustias existenciales, que solo se pueden reconciliar tratando de cambiar los papeles.

 

La solución encontrada por el autor al final del relato-poema me hizo pensar en nuestros antepasados romanos, que en la fiesta de Saturnales hicieron precisamente eso -cambiaron sus papeles: los dueños se convirtieron en “esclavos” y los esclavos en los  “dueños” de sus dueños, en un juego aceptado por ambos lados del que cada uno aprendería a cambiarse… Pero el “bufón”,  harto de la vida que vive, quiere acabar con esta careta matando a su rey, no de cualquier forma, sino en la oscuridad (del bosque) en la que ha vivido toda su vida y de la que nunca saldrá a la… Luz. ¡Espléndida metáfora de la luciérnaga!, de la luz (aunque intermitente) en la que viven algunos, que se convertirán en estrellas en la bóveda estrellada de aquellos que fueron y aún perdurarán a través de sus obras.  

 

Me gustaría creer que el lector avanzó rápidamente en la lectura y entendió útilmente el significado de este cuento-poema.

 

¡Bravo, Luis! ¡Felicidades!

Dra. Carmen Bulzan

Invierno de 2022 en Bucarest, Rumanía

 

 

 

PRÓLOGO

 

El presente libro de Luis Cruz-Villalobos, es un poema narrativo, con visos clásicos de estilo y género épico, donde las fuerzas de la naturaleza se manifiestan determinantes, y como en las peripecias de Odiseo en el mar, encarnan la providencia que dirige el destino del protagonista, y el cauce final de la historia.

 

A la vez, el poeta nos ofrece una perspectiva íntima y subjetivista, en una narración en primera persona, donde lo lírico, mediante el despliegue del carácter confesionario, es capaz de asimilar expresivamente, la objetividad narrativa épica.

 

Este poema nos cuenta la historia de la relación entre Stańczyk, el bufón, y Nikt, un rey decadente y corrupto, mediante una descripción fragmentada, de diversos pasajes vitales, que permiten profundizar en el problema abismalmente humano, filosófico, político y psicológico de las relaciones de poder, en particular, entre un vasallo y un rey-tirano.

 

La obra de Cruz-Villalobos, revisita un reino antiguo, profundamente “pre-moderno”, de “obediencias absolutas debidas al rey”, para dotar de discurso y espacio, a un personaje lleno de vida arquetípica, histórica, sociológica y psicológica, justamente, en el marco de un retorno a la modernidad, donde la masa política se reactiva, y el individuo reaparece, ahora, homogenizado, en la búsqueda militante, activista e identitaria del poder político.

 

El Protagonista

 

Stańczyk, es el nombre del cargo de bufón, no conocemos el nombre del personaje. La dimensión social absorbe, cristalizando, en los roles, las relaciones sociales de poder.

 

Tengo zapatos rojos

Pantalón y chaqueta también rojos

Mi gorro de arlequín corona mi miseria.

 

Sin embargo, a modo de contrapunto, el autor presenta una apertura total hacia el personaje, sabemos que es hombre, adulto, soltero, solitario, pobre, misántropo, imaginativo y fantasioso, místico, malvado, compasivo y resentido.

El fascinante mundo interior de Stańczyk, nos permite acceder a la degradación existencial pre-moderna de la condición humana, de tal modo que el bufón solo vive cuando muere, al transformarse simbióticamente con las luciérnagas. Solo puede ser en tanto: “ser otro”.

 

Lloro muy callado

Para no espantar a esas pequeñas portadoras de luz

A esas estrellitas que me abrazan

Y se posan incluso sobre mi cara

Por lo cual intento casi no respirar

Y me he adiestrado en este oficio de parecer un muerto

Pues llevo años en este juego en las penumbras

Juego que me mantiene vivo

 

Stańczyk tiene una dimensión transpersonal, en tanto la expresión pulsional de la relación entre un estatus quo social opresivo, y sus respectivos roles de sobrevivencia y adaptación, con la naturaleza humana, como una salida a auto-realizarse, rota por la forma y estructura del Mundo.

 

Una obra que dialoga con la actualidad

 

El autor propone este poema, justamente en el contexto político y social contemporáneo, tanto nacional como internacional, del desplome institucional, y del auge mítico y titánico en la dinámica socio-cultural, de las fuerzas vengativas y de la masa contemporánea.

 

Sin embargo, Luis Cruz-Villalobos no elige retratar al oprimido sin asperezas, matices, detalles o rincones oscuros, sino que por el contrario, elige desplegar en la obra una policromía axiológica trascendental, creando, por medio de este gesto poético, un personaje que es capaz de serlo todo.

 

Stańczyk es tanto una víctima como un pérfido victimario, un misántropo irritable como un altruista, un triste desposeído como un santo legendario del bosque, elegido por las fuerzas de la naturaleza, llegando incluso, el alma poética del bufón, a generar una división cósmica, pues ante su persona, precisamente, las fuerzas misteriosas y circunstanciales de la naturaleza, se dividen radicales, entre el amor salvífico y el odio.

 

No es posible contentarse ante esta obra con una visión simplificada al extremo de una relación que se configura estrictamente entre opresor y oprimido. Y a la vez, el rey es un vil tirano.

 

Luis Cruz-Villalobos nos invita a pulir nuestro entendimiento, y a abrirnos al misterio del ser humano, por medio, no solo de la reflexión, sino del arte de la narración, como aproximación vital a la persona, aquello que se puede decir, estos cuadros, los recuerdos, los pasajes traumáticos, edénicos, santos y criminales, como un todo irreductible.

 

Justamente, en esta visita a la pre-modernidad, el autor abre una ventana al individuo, por medio de este relato subversivo, evocando, la amplitud de la modalidad existencial humana, por medio de un testimonio que se nos hace más que presente, el de la masa indignada contemporánea, y que al mismo tiempo, en Stańczyk es una totalidad.

 

Stańczyk, de Cruz-Villalobos, nos ofrece un espacio poético lleno de una voz sutil difícil de oír, prudente, que no se apura en emitir juicios, una voz contemplativa, desde la que emerge viviente un hombre, vestido de bufón, vestido de momentos, vestido de atributos, vestido de aquello que puede ser vestimenta, y desnudo, en la naturaleza misma humana.

 

Tomás Lavados

Otoño de 2022 en Santiago de Chile

 

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