POEMAS DEL BÚLGARO YORDAN PEEV TRADUCIDOS POR VIOLETA BONCHEVA

 

1 El poeta Yordan Peev

El poeta Yordan Peev

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio publicar cinco poemas inéditos de Yordan Peev (Bulgaria, 1968), quien actualmente vive y trabaja en Stara Zagora, también conocida como “La ciudad de los poetas”. Y es precisamente desde allí que una notable poeta, la hispanista Violeta Boncheva, quien lo traduce y presenta por segunda vez ante los lectores hispanohablantes, en otra muestra de su extrema generosidad con las nuevas generaciones. Peev estudió filología búlgara en la Universidad de Sofía. Allí coincidió con los poetas y escritores Georgi Gospodinov, Boiko Penchev o Plamen Doinov, entre otros. Ha ganado varios concursos nacionales e internaciones de Poesía y colabora en reconocidos periódicos y revistas literarias. Tiene publicado un libro de poemas “Cuando mi muerte abra sus ojos”, además de haber dado a conocer sus versos en revistas y antologías impresas y digitales.

 

 

2 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

BALCȮN

 

 

Bajo mi viejo y pesado balcón

una plaza con vida mi mundo llena

y por eso mi casa silenciosa

delira por la noche

por sus ángulos de color.

 

Yo mismo

como un perro en el balcón

ladro frente a los momentos

idos

y colmo mi silencio de recuerdos

que nunca puede alcanzar.

 

Abajo la vida

como un río multicolor

burbujea y se enamora y se divide

en rumbos diferentes…

Y mi día triste y solitario

se desliza tras los pasos de mujeres

a las que otro tal vez espera

y luego escondido entre cuatro muros

las amo hasta un delirio

casi oscuro.

Con pensamientos de llamadas

que desaparecen

yo cada día vivo y muero

sobre la plaza

llamada ¨Amor¨

sobre  mi viejo balcón

hasta ahora

sin nombre.

 

3 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

3A Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

 

RECUERDO

 

Entre dos muslos

empapados de placer

está mi aliento

sin fuerza

sin nombre…

Y en tu ternura

como en un abismo caigo

donde estás tú

en el fondo invisible.

Por tus pestañas espesas

se introducen chispas

de pasión ardiente

las que mi rayo

en ti enciende

y tú te conviertes

en un mar de lava.

Por tus labios jugosos

se desliza lentamente

un suspiro

y de él bebo

muy sediento

y entre tus muslos

un volcán esputa.

 

4 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

CONSEJO

 

 

 

Seguro que él será mejor que yo

a lo mejor más joven y más fiel

y cada vez ante cualquier desdicha

va a abrir sus palmas sobre ti

como paraguas va a protegerte.

Tal vez será alguien que ha progresado

más fuerte más rico y más tierno

con él el pan sería más y más blanco

que el pan amargo y casi negro

que yo te traigo siempre

cada día.

Te va a preguntar hasta el fin del mundo

cómo viviste tanto tiempo conmigo

y cómo me aguantaste tan gris y aburrido

cómo logré trenzar un seto de tristeza

tras el que ladraba como un perro.

Mucho tiempo él andará asombrado

buscando cualquier motivo

entre las lágrimas tuyas

por mí provocadas.

¿Acaso no ves la belleza suya

y cómo te quiere cuando estás cerca

y que sólo le basta verte para sentirse feliz?

 

Espero

que lo comprendas todo

y antes de que huyas de tu suerte

te aconsejo: si tú me prefieres a mí

en lugar de él –

después te será muy tarde

regresar.

 

5 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

NO RECUERDO

 

No recuerdo las palabras

con las cuales te llamaba

pero sí recuerdo

como sonreías feliz.

Tus labios –dos aves

aterrizadas–

dormían quietos

sobre mi propio pecho.

Sin sentido fueron

las mariquitas

las que yo escondí intencionadamente

en mis ojos.

Estaban llenas de magia.

Entonces una de ellas quiso tomar vuelo

antes del alba

y la otra comenzó a libar

mis lágrimas saladas.

 

6 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

 

 

SIN RUIDOS

 

 

No comprendí

que tú hayas venido a casa

por caminos sin luna

y senderos secretos

y te hayas dormido toda la noche

hablando mucho tiempo

con las sombras.

Y en el mar de tus sueños

como una balsa

yo haya nadado

en el silencio secreto

y enamorado

y mis labios

con tus ojos

se hayan besado.

 

Y cuando las manecillas

del despertador

como una hoz

hayan cosechado en lo oscuro

por el primer estremecimiento

de la mañana

huiste sin ruidos

de mi casa partiste

de mi casa saliste

sin ruidos.

 

 

7 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

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La poeta y traductora Violeta Bonchevav.

 

 

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