NUEVO MANIFIESTO FUTURISTA. POR LA POETA MEXICANA YULIANA RIVERA J.

 

 

1 La poeta mexicana Yuliana Rivera J.

La poeta mexicana Yuliana Rivera J.

 

 

 

Crear en Salamanca se complace en publicar este manifiesto y poema de Yuliana Rivera J. (Veracruz, México), quien ha colaborado con reseñas y ensayos en la revista de la Universidad Veracruzana La Palabra y el Hombre desde el 2011 a la fecha. En la búsqueda del sentido y un lugar digno en lo que queda del mundo, estudia actualmente una segunda licenciatura, después de un posgrado, en Lengua y Literatura Hispánicas en dicha universidad. Es profesora de fomento a la lectura y en sus ratos libres intenta escribir poesía. Ella dice: “Ante la desesperanza e infertilidad del porvenir generacional, apremia mirar el pasado como lo han hecho aquellos que han buscando respuestas a lo ignoto. Frente a ello, el hombre se ha sentido indefenso y hoy por hoy lo estamos más que nunca”.

 

 

2 Obra de Filippo Tommaso Marinetti

Obra de Filippo Tommaso Marinetti

Nuevo manifiesto futurista

 

El Futurismo (Italia, 1909) fue una de las expresiones artísticas de vanguardia, las cuales surgieron en 1905, aproximadamente, y culminó hacia 1939. Los grupos artísticos pertenecientes a las vanguardias tenían como propuesta rectora el revolucionar el arte. Algunas de estas expresiones elaboraron manifiestos cuya retórica consistía en negar todo lo concerniente al concepto de arte hasta su momento y desde ese discurso describieron una suerte de Ars Poética. Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944) escribió el manifiesto futurista.

 

En él apelaba, como la mayoría de las vanguardias, por la originalidad y romper con lo precedente (el canon) en forma y temática; es decir, no buscaban la perfección sino la innovación, así como desacralizar el arte a través del cuestionamiento; poniendo en tela de juicio el Estado, la fe y la moral. En este sentido, el Futurismo defendía llevar el arte a las masas en tanto el contenido de sus obras tratara temáticas de su interés; de aquí que se escribieran odas a la modernidad, al progreso, a la realidad tangible. Sin embargo, también fue un movimiento agresivo que justificaba la guerra, asimismo fue financiado por el gobierno fascista y estaban en contra del feminismo en ciernes que luchaba por los derechos de las mujeres. El Futurismo siempre mostró interés por los temas de la muerte y fascinación al peligro.

 

 

3 Severini, Gino. Armored Train in Action

Severini, Gino. Armored Train in Action

Aunque se tiene plenamente identificado este movimiento con las artes plásticas, también se escribió literatura, poesía, sobre todo. Canción del automóvil  (1910) (1), de Marinetti es la estampa de dicha corriente, en cuanto a poesía, así como la obra pictórica de dicho poema Dinamismo de un automóvil, de Luigi Russolo, (1912-1913) (2).

 

Como todo interesado en ejercer un oficio, —en mi caso crear un poema futurista—revisé tal manifiesto y advertí las siguientes reglas para escribir un poema sobre esta base: destruir la sintaxis, los verbos en infinitivo, abolir los adjetivos y en su lugar, colocar  sustantivos contiguos y enlazar ambos con cualquier signo lingüístico; eliminar la puntuación, evitar analogías inmediatas, como las metáforas que se construyen por semejanza. A continuación, mi poema futurista:

 

 

A-D-Mars R-7/ss-2070

 

Dos-cientos-veinti-siete-millones

custodian Febos y Deimos

a veinti-cuatro-millones-seis-cientos

veinte-nueve del: mundo-marte.

 

Colonizar: ¡Nuestra misión!

Destruir: ¡Nuestra convicción!

 

Marsnik 1, Mariner 3, Viking 1

y tú te laureas entre dunas

barrancos, cuencas.

 

¿Acaso será de nuevo en octubre

que te decidas acoger terrícolas?

Cuarta estación de coral.

 

¿Será un martes que venzamos al guerrero

amante de Venus?

 

En tanto, seremos como Apolo sin Dafne

que como vez primera, disfrazado,

ya sea de Sputnik quiso poseerte.

 

 

4 Depero, New York

Depero, New York

El arte se siembra por sentimientos opuestos como la seducción y el desengaño, el deseo y el aborrecimiento hacia algo, incluso por cierto arte. La mitología grecolatina es mi balanza. Un albergue para la impaciencia generacional. Pretérita me llama y me vuelvo desde hoy para intentar conciliar, una vez más, la tradición —el tema clásico— pero con el espíritu aversivo de los futuristas no en relación con el mito como sí lo hicieron ellos. Por el contrario, mi intención responde a la irritación por el presente.

 

La furia viril del hombre por la trasgresión, que tanto elogiaron los futuristas, aún no ha terminado por eclipsarnos. El cortejo del hombre con el universo, especialmente con el planeta Marte, ha sido también un halago al desafío, aunque esté implicada nuestra propia extinción. Por fortuna, la poesía ha dado la espalda a la soberbia humana y se ha instaurado en su nobleza, cayendo en promoción de la paz y el amor automatizando estos conceptos incluso el arte poético. Considero que el poeta debe contraer nupcias con la investigación y el estudio de su arte; de aquí que me halla dado a la tarea de informarme acerca de las dimensiones del planeta y las misiones espaciales que han insistido en conquistarlo, sobre el futurismo, en el afán de innovar, la perfección sería acto soberbio ahora.

 

En el transcurso de la elaboración del poema, tuve que plantearme objetivos a cumplir por lo tanto tomé en cuenta lo que no me gusta leer y lo que sí respecto a poesía. Reflexioné sobre el estado de la poesía actualmente —pensándolo bien— creo que no he leído buenos poetas, y entonces, nuevamente, vuelvo a los clásicos: Quevedo, Lorca, Shakespeare, Borges y el mexicano Bonifaz Nuño, por ejemplo, y advierto que con dificultad alguno de mis contemporáneos se acerca a su calidad poética. En mi introspección observé que comparto con los futuristas (como con los cubistas) ciertas visiones acerca del arte, así como actitudes personales. Estimado lector: Juzgue usted los siguientes párrafos y advertirá lo que acabo de declarar.  

 

5 Balla, Giacomo. Dinamismo de un perro sujeto con correa.

Balla, Giacomo. Dinamismo de un perro sujeto con correa.

 

No me gusta la poesía sentimentalista, la que le escribe simuladamente al amado ausente. Aquella donde lo único ausente son las relaciones principales de la poética: in praesentiain absentia. No me gusta la poesía hecha por mujeres en la que abundan versos dedicados a un sujeto lírico, canalla, además, como único referente del amor. No me gusta que las mujeres siempre escribamos sobre el amor, la maternidad, la muerte y la locura desde las entrañas y no desde la razón. Tampoco me gusta el banal empleo de objetos líricos frívolos como un refresco donde su única pertinencia en el poema corresponde más a la pretensión del poeta por ser «peculiar» que la de expresar siquiera una ideología. Esto no es un tema de interés social. En ambos casos no hay propuesta ni de forma ni de contenido, como sí la hubo con los futuristas. Asimismo, sus temáticas realistas carecen de artificio, de intención autoral, de estilo y un largo etcétera, pues no escriben para la posteridad. ¿Y qué poesía puede emerger de un verso parido de la cólera instantánea de la cotidianeidad?

 

Apuesto por la poesía culta, la que requiere de un lector activo e informado para comprenderla, aquella que no facilite con imágenes mediáticas y sensacionalistas el mensaje al lector, es decir, que pase por el circuito de funciones del lenguaje, sin que por esto se caiga en lo ininteligible. La poesía es todo menos la realidad.

 

La poesía mexicana, no toda pero sí mucha, actualmente, y sobre todo la hecha por jóvenes mujeres tiene un tufo a Natalia Lafourcade más que a Sor Juana Inés de la Cruz. Esto es grave. Más grave aún que sean premio nacional de poesía. Con que, por todo lo expuesto anteriormente, y aunque resulte tautológico, reitero: me arriesgué a la creación de un poema sustentado en el trabajo de investigación, es decir, racional, y con ello distanciarme de los temas pueriles que gustan al vulgo por fáciles, aunque si bien el tema amoroso subyace, éste está articulado desde la intelectualidad, o al menos eso pretendí. Asimismo, quise anular el yo lírico de voz femenina empleando términos y objetos propios del interés de un lector masculino, para lograr cautivarlo y mantenerlo vinculado a la poética mediante el código mitológico y lo febril como el aliento amoroso mediante sinécdoques. En cuanto a la forma, a través de la experimentación sintáctica.  

 

6 Obra de Filippo Tommaso Marinetti

Obra de Filippo Tommaso Marinetti

 

En resumen, quise mantener en un primer plano la información más intelectiva y en un segundo, la emocional, de tal manera que el mensaje sea comprendido en cualquiera de estos dos niveles u otros, según su lector. Aunque, y en esto me despego un poco de la propuesta futurista, sin duda mi poema no fue escrito para que lo entendieran las masas, no ahora. Mi intención autoral fue la de crear un poema sin el sello femenino. En esto último, sí soy futurista.

 

Sin duda, esta experiencia con el género lírico me ha provocado una catarsis más de lo que creí. Escribir un poema futurista ha sido para mí una suerte de elaboración de una Ars Poética-patética-absúrdica-lúdica-personalisadiza. Por lo que no continuaré explicando qué es la poesía para mí o cómo se construye un poema futurista cuando escribo estas líneas desde la posmodernidad donde todo es desechable, donde los títulos son alas de cera. ¡Porque el futuro es incierto y lejano! —Acabo de errar al construir una imagen mediática, como la posmodernidad— ¡Porque el progreso hoy es más una utopía que todas las ideologías reunidas! ¡Porque transitamos un ahora en el aquí pantanoso! Y somos jóvenes paquidermos.

 

Nuestros dioses ya no sancionan, simplemente nos abandonaron por eso estamos desapareciendo una a una. ¡Para dónde hacerse! Si todos los caminos están minados de infortunios y todo está echado a la suerte o a las voluntades del más fuerte y nosotros somos descendientes de Cupido. Nos desvanece el hastío y nos perdemos en los rostros del desencanto al cruzar la avenida. ¡Muerte al arte que se inspira en la grosera cotidianidad! ¿Qué de extraordinario tiene esto? ¡Basta! ¡La poesía como el café en la aurora debe ser sublime! Estas líneas no son sublimes. ¡Este

                                                          texto

                                                                  es un

                                                                         nue-vo-ma-ni-fi-es-to-fu-tu-ris-ta!

 

                 Xalapa, Ver., junio de 2017

 

 

7 Severini, Gino. jeroglífico dinámico del Bal Tabarin

Severini, Gino. jeroglífico dinámico del Bal Tabarin

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

Paris, Eva. «La canción del automóvil, de Marinetti». Papel en blanco.  5 de octubre de 2007. Página inicial. Fecha de consulta: 6 de junio de 2017. «URL»: https://www.papelenblanco.com/poesia/la-cancion-del-automovil-de-marinetti

 

«Dinamismo de un automóvil». Toda la UNAM en línea. (México). Fuente Radio UNAM. fecha de consulta: 6 de junio de 2017. «URL»: http://www.unamenlinea.unam.mx/recurso/82085-dinamismo-de-un-automovil

 

 

NOTAS

 

 

 

 

 

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