MARCELO GATICA (CHILE). XXIII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS

 

 

Marcelo Gatica

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar estos poemas de Marcelo Gatica (Cauquenes, Chile, 1976), poeta y doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, con una tesis titulada: “Rodrigo Lira Canguilhem: Una propuesta poética en tiempos de desolación”. Ha publicado los poemarios Historia universal de una trenza (Santiago de Chile, 2020), El extramuro /Väljaspool-müüre (Estonia, 2018), Anclado al Pescador de Mares (2016), Crucial (con Pablo Gutiérrez, 2014), Portafolio. Poemas a Pie de Página (Con Camilo Cantillana, 2014). En Chile publicó Barios buelos: boladas boludas, de Rodrigo Lira Canguilhem (Piélago Casa Editorial, Santiago de Chile, 2016), y en Estonia Vientos del sur / Lounatuuled, antología de poesía chilena seleccionada e introducida por él, con traducción de Carolina Pihelgas, Mariliin Vassenin y Helina Aulis. Tallin, 2015). En su país también publicó el poemario colectivo Taller Literario (2001), el libro de poesía a tres manos A-Trio Poético (2003) y poemas varios en Calíope, revista de poesía (2000-2003), obteniendo el Premio de Poesía de la UMCE (2003). Ha recibido el Accésit del Premio Internacional de Poesía “Luis López Anglada” (Burgohondo, Ávila, 2008) y el primer accésit del Premio González-Warris de Poesía (Barcelona, 2012). Sus poemas se encuentran en una decena de antologías publicadas en España y Portugal.

 

Mundo Aquí (Pintura de portada realizada por Miguel Elías)

 

 

Estos poemas serán leídos durante el XXIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, organizado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y que se celebrará en Salamanca del 14 al 20 de octubre de 2020, dedicado a José María Gabriel y Galán. Habrá actos presenciales y virtuales. La lectura del poeta chileno será en una sesión online y saldrán publicados en la segunda antología del encuentro, titulada “Mundo Aquí”, también coordinada por el poeta peruano-salmantino Alfredo Pérez Alencart, director de estos encuentros desde su primera edición.

 

 

EL MAR YA NO ES

 

 

< descubrir la lengua del mar es seguir la caminata en círculos de los elefantes < quizás no hay conciencia del primer paso < salvo la certidumbre de un oleaje eterno < para descubrir la lengua del mar, primero se aprende a leer el silencio de los padres < la búsqueda de los nombres es un trabajo que cuesta la vida < sabemos a ciencia cierta que la palabra mar no cabe en ningún poema < pero lo escribimos porque es como respirar < si contaramos todas las veces que lo hemos nombrado no habría objeto que lo abarcara < y cuando creo detectar el trayecto de los elefantes < soy roca rota < tomo concienca del último paso, es decir, mi primera palabra en la lengua del mar < mi primera palabra que apenas pronuncio desaparece <

 

 

Desde una terraza con forma de atardecer, febrero, 2XXX.

 

 

 

 

 

 

 

LA SALA DE URGENCIA

 

 

 

< Padre, en la sala de urgencias escarbas sobre la superficie del tiempo < arañas con estrategias de los años setenta < cuando pese a tener tu primer televisor sintonizabas los partidos de fútbol por la radio, < tus ojos cruzan los atardeceres en la lentitud de un pájaro migratorio < sonríes porque un jugador fantasma ha tocado la gloria y escuchas el eco de un estadio vacío < pero tus ojos se llenan de un océano vital de una mueca sonriente donde el tiempo adquiere extensiones insospechadas < cuando el dignóstico es reservado < discutimos los nombres de jugadores fantasmas y confudimos tu infancia con la mía pero no importa, < aun aletea la memoria sobre las paredas blancas de la sala de urgencia , < sobre las ventanas tus palabras son gotas océanicas en mi desierto de interrogantes <

 

 

Desde un pasillo que es lo más parecido a un río evaporado, abril, 20XX

 

 

 

El CHOQUE GENERACIONAL ENTRE LA ORALIDAD

DE MI ABUELO Y MI MUNDO VIRTUAL

 

“  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán».

2 Pedro 3:12 

 

el tiempo sigue siendo un espejismo

numérico

lo decía mi abuelo

profesor de cuántica sagrada

conocedor del caballo y la luna

del movimiento terráqueo

del agua

de la semilla muerta

que da fruto

en el preciso instante de la lengua

abierta

al oxígeno.

 

Aprende a leer el océano

latente

entre las palabras

y los objetos.

 

 

el día llegará en que los meteoritos

fundirán la tierra,

como lo decía el patrono de los

océanos

tal vez, sólo tal vez se mueva

el velo

del mar y podremos

contemplar desnudos lo que

sólo veíamos por sombras.

 

 

 

 

 

APROXIMACIONES AL METEORITO

 

 

 

∩ { mi hermano menor desde la infancia siempre ha tenido la extraña capacidad de pensar en números – dice que la ingeniería en matemáticas es la ciencia del futuro y el que no coma y mastique números será como esas masas amorfas que crucificaron al número 7 } ∩ ∈ ⊆

 

∩ { no cree en los predicadores del fin del mundo pero con toda convicción sostiene que llegará el día que no comeremos pescado y que de seguro en el próximo milenio caerá un meteorito a la tierra } ∩ ∈ ⊆

 

∩ { al final se licenció en matemáticas aunque honestamente siempre he pensado que es una especie de astronauta atrapado en un edificio de una transnacional de seguros especulativos del tiempo } ∩ ∈ ⊆

 

∩ { me mira con unos ojos geométricos y me habla con la tranquilidad de un zapatero, que arregla aquellos balones de infancia que perdíamos en la casa de un vecino fantasma } ∩ ∈ ⊆

 

 

∩ { diseña los modelos proyectivos para las pensiones de los jubilados, conoce la esperanza de vida de cada habitante del planeta y sin escalofríos me dice que con 3 o 4 variable puede proyectar la muerte o el meteorito individual a quien se lo pregunte} ∩ ∈ ⊆

 

∩ { en voz baja concluye que todo cabe en los primeros 10 números pero que cada cierta cantidad de intervalos se dan anomalías como la caída de una estrella a nuestro planeta de agua  } ∩ ∈ ⊆

 

 ∩ { pero mi hermano menor dibuja una fórmula secreta en la arena como un Cristo frente a los religiosos del lenguaje literal } ∩ ∈ ⊆

 

∩ { entonces, veo números y letras expansivas como notas musicales } { pese a la tormenta de meteoritos que como piano desafinado aúllan ciertos profetas } { mi hermano me susurra que todo será en un abrir y cerrar de ojos } { que por fin viajaremos a la velocidad de luz, simplemente porque ya no seremos de agua } ∩ ∈ ⊆

 

 

Marcelo Gatica porMiguel Elías

 

EPITAFIO DE NAVEGACIÓN

 

 

 

La idea de cultivar lo mejor de las personas siempre ha sido responsabilidad de los poetas,

de los filósofos, de los escribas, y el mundo del poder siempre ha tenido un problema con esto. (…).

Las mejores mentes de nuestra generación están por ahí,

pero la mayor parte del tiempo se encuentran aisladas,

escribiendo libros que no van a ser publicados o poesía que nadie leerá.

Se tienen que organizar de nuevo

 

 Rob Riemen Para combatir esta era

 

 

 

Elegimos el silencio

elegimos bajar a los subterráneos

del cuerpo

de la piel

instalamos brújulas de agua por las calles

para capturar

                   ciertos sonidos

ciertas cadencias

                    ciertos latidos

de corazones

                     expansivos

al eco de la poesía en estado puro

en la lejanía de las luces

surfeamos en la madrugada

                          compartiendo horizontes

                          planicies azules

                          a través de un reino invisible

 

 

 

a simple vista

parecíamos indiferentes

leyendo huellas de un naufragio

en los bancos de un otoño amarillo

hipnotizados por el abismo

de una hoja al viento

aletargados por el tráfico de imágenes

ciegos por el esbozo de la luz al tacto

sordos al murmullo de los tertulianos

que hablan sobre lo justo y lo necesario del lenguaje

aparentemente dormidos por el dictado de

repetidas palabras que ya no salan

la carne

pero sabíamos que un poema

            es uno de los organismos vivos

que superará la extinción planetaria de los cálculos     

                             

elegimos un silencio desértico

un paso

             un verso

un sonido de agua

elegimos la sal

             

 

 

 

amasar un viento invernal

anclado a la espalda

                   mientras guardábamos

                   como el tesoro de un niño

                   la palabra mar en nuestros bolsillos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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