DOS POEMAS DE VICTOR OLIVEIRA MATEUS TRADUCIDOS POR JACQUELINE ALENCAR

 

 

Victor Oliveira Mateus leyendo su poesía en Castelo Branco,

A la derecha, el editor Joao Artur Pinto (foto Beira BaixaTV)

 

Crera en Salamanca se complace en publicar dos poemas (inéditos en castellano) de Victor Oliveira Mateus (Lisboa, 1952), Premio Eugénio de Andrade, otorgado en 2013 por la Unión Brasileña de Escritores. Licenciado en Filosofía por la Universidad Clásica de Lisboa, poeta y antólogo. Fue profesor de Filosofía y de Psicología. Tiene publicados nueve poemarios, entre los que destacan Nas águas a luz suspensa (1998), Movimento de ninguén (1999), A noite e a voz (2001), Pelo deserto as minhas mãos (2004), Regresso (2010), Negro Marfim (2015) y Aquilo que não tem nome (2018). Tiene poemas, cuentos y ensayos dispersos publicados en Portugal, Brasil, España, Mozambique, México, Italia y Macao.  Oliveira Mateus es Huésped Distinguido de Salamanca (2017) y ha participado en varios de los Encuentro de Poetas Iberoamericanos que se celebran en Salamanca.  Ha coordinado la antología bilingüe “Salamanca, raíz de piedra y letras” (2017), donde cuarenta poetas de España, Portugal y de la América hispana y lusitana rinden tributo lírico a nuestra ciudad. Además, desde 2013 viene editando la antología y revista poética Cintilações / Centelleos, donde ha publicado a más de cien autores de una y otra orilla. Es director de la revista Oresteia, de reciente creación en Lisboa.

 

 

Estos poemas, traducidos en Salamanca por Jacqueline Alencar, forman parte del libro

“uma casa no outro lado do mundo» (Labirinto, Fafe, 2021), que será presentado este 22 de mayo y a las 19 horas, en la biblioteca de la ciudad liusitana de Braga, en cuyo acto acompañarán al autor Alfredo Pérez Alencart , Ángela Gentile ( Argentina), Cláudia Lucas Chéu, Isabel Aguiar,  Marta López Vilar y Pompeu Miguel Martins.

 

 

Pinto, Fernández Labrador, Oliveira Mateus y Alencart en la Sala de la Palabra del Teatro Liceo de Salamanca

(foto de Jacqueline Alencar)

 

AULA PRÁTICA

 

 

identifica os obstáculos

todos os obstáculos

 

ignora o riso fácil das musas

quando em fogo

se acoitam nas bermas e nas praças

 

aprende a repugnância das coisas fáceis

pequeninas insignificantes

que em nada te acrescentarão

 

 percorre o teu tempo

despojado indiferente sereno

 

vira o olhar na direção do sul

sacode o pó das sandálias

 

e

por fim

constrói a tua casa

no outro lado do caminho

nesse lugar onde ninguém passa

 

Victor Oliveira Mateus en Salamanca (fotografía de Jacqueline Alencar)

 

                                           AULA PRÁCTICA

 

 

identifica los obstáculos

todos los obstáculos

 

ignora la risa fácil de las musas

cuando ardientes

se acogen en los arcenes y en las plazas

 

aprende a rechazar las cosas fáciles

pequeñitas insignificantes

que no te harán crecer

 

recorre tu tiempo

despojado indiferente sereno

 

desvía la mirada hacia el sur

sacude el polvo de las sandalias

 

y

finalmente

construye tu casa

al otro lado del camino

en ese lugar por donde nadie pasa

 

 

Víctor Oliveira Materus, miembro del jurado del Premio, con Antonio Salvado,

Pedro Salvado y Carlos d’Abreu, en Salamanca

(foto de Jacqueline Alencar)

 

A CASA

 

 

o poema não é uma casa

onde me instale

com bagagens retortas sufocos

 

 

uma casa com janelas entaipadas

paredes com vidros e pontas d’aço

cadeados de muitas voltas

 

 

o poema é uma casa de planta às avessas

com estacas de plasticina

 

 

nela habitam desejos

fantasmas assombros

que alimento e agasalho

 

 

é uma casa com pedras de muitas cores

nela todos os dias nasço

morro

mas sempre recomeço

 

Despedida de Castelo Branco. Mata, Mateus, Pinto y Alencart (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

LA CASA

 

 

el poema no es una casa

donde me instalo

con equipajes estrujados ahogos

 

una casa con ventanas tapiadas

paredes con cristales y puntas de acero

candados por muchas vueltas

 

 

un poema es una casa de planta al revés

con estacas de plastilina

 

en ella habitan deseos

fantasmas asombros

que alimento y cobijo

 

es una casa con piedras de muchos colores

donde nazco todos los días

muero

pero siempre recomienzo

 

 

 

 

Jacqueline Alencar en Urbino (foto de Gianni Darconsa)

 

 

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