DOS NOVELAS OLVIDADAS DEL SALMANTINO ADOLFO CARRETO. COMENTARIO DE ALBERTO HERNÁNDEZ

 

 

 

1 El escritor salmantino Adolfo Carreto

El escritor salmantino Adolfo Carreto

 

Crear en Salamanca se complace en publicar este comentario sobre el narrador y ensayista salmantino Adolfo Carreto, fallecido en Caracas en 2008, Ha sido escrito por nuestro colaborador Alberto Hernández, poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Reside en Maracay, Aragua. Tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado, entre otros títulos, los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia(1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Nortes (1991),Intentos y el exilio (1996), Bestias de superficie (1998), Poética del desatino (2001), En boca ajena: antología poética 1980-2001 (2001), Tierra de la que soy (2002), El poema de la ciudad (2003), El cielo cotidiano: poesía en tránsito (2008), Puertas de Galina (2010), Los ejercicios de la ofensa (2010), Stravaganza (2012), 70 poemas burgueses (2014), Ropaje (2012). Además ha publicado los libros de ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981) y Notas a la liebre (1999); los libros de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994), Cortoletraje (1999), Virginidades y otros desafíos (2000) y Relatos fascistas (2012), la novela La única hora (2016) y los libros de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999) y Cambio de sombras (2001). Dirigió el suplemento cultural Contenido, del diario El Periodiquito (Maracay), donde también ejerció como director, secretario de redacción y redactor de la fuente política. Publica regularmente en Cervantes@MileHighCity (Denver, Estados Unidos) y en diferentes blogs de Venezuela y otros países. Sus ensayos y escritos literarios han sido publicados en los diarios El NacionalEl UniversalÚltimas Noticias y El Carabobeño, entre otros. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano, al portugués y al árabe. Con la novela El nervio poético ganó el XVII Premio Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana (2018).

 

Fotos del blog ‘Me queda tu palabra’, de Rosario Carreto, y ‘Colores y amores de mi tierra’, de Félix Carreto

 

 

 

2 Adolfo Carreto de joven, cantautor

Adolfo Carreto de joven, cantautor

 

 

DOS NOVELAS OLVIDADAS DEL SALMANTINO ADOLFO CARRETO:

“LOS PECADOS SOBRE LA MESA” Y “¡AY, SAVONAROLA!”

1.-

 

El 12 de abril de 1994 Adolfo Carreto estuvo en Maracay en la presentación de su novela “Los pecados sobre la mesa”, editada por Grijalbo en la colección La tuna de oro, Caracas, 1993. Carreto vino acompañado ese día al Teatro de la Ópera, donde se celebró el evento, de una persona de la Fundación Francisco Herrera Luque.

 

Esa tarde lo conocí.

 

Para saber del autor es bueno acudir a su biografía, dado que es un escritor que, a pesar de su calidad narrativa, ha sido dejado en el olvido.

 

Adolfo Carreto Hernández nació en Salamanca en 1939. Graduado en Madrid en Filosofía y Teología decide, a la edad de 25 años, asentarse en Venezuela. En Caracas estudia en la Universidad Católica Andrés Bello donde obtiene el título de periodista. Trabaja en dicha casa de estudios y fue directivo del Instituto Universitario de Nuevas Profesiones.

 

Deja para los lectores del futuro obras como “Educación, violencia y medios de comunicación social”, “Va a nacer un niño”, “El pecado de ser pobres”, “Danos la paz” y el excelente libro de texto universitario “Lenguaje y comunicación”.

 

Esos títulos podrían no llamar la atención a quienes estamos dedicados a la literatura. No obstante, ellos dejan constancia de la preocupación ética y pedagógica de quien sí escribió dos novelas en este país que, como dije antes, viven en el olvido.

 

 

 

 

3 Adolfo Carreto

Adolfo Carreto

 

 

2.-

 

La primera, “Los pecados sobre la mesa”, es una historia  en la que se reflejan los llamados siete pecados capitales, con los que nuestro autor  ironiza, porque llama a los lectores a hacer de ellos parte de la existencia. Los pecados están allí para cometerlos.

 

Para explayar su talento como narrador, en esta obra Carreto usó la personalidad de Hieronymus Bosch, alias “El Bosco”, personaje que se valió de la divinidad y de los juegos corporales para elaborar su trabajo como pintor. Un artista que andaba en un laberinto empedrado y otro irregular. Pecado y santidad. Dios y el diablo. Belleza y fealdad.

 

He aquí entonces que Carreto personifica la Gula, la Ira, la Lujuria. Pone sobre la mesa el mantel y los que habrán de comer quienes manejan el poder eclesiástico y el poder social de la época de los Borgia. Es un libro que nos atrapa, que deslumbra por la calidad narrativa de Carreto Hernández.

 

“El Bosco” denuncia, se abre como pecador, como manifestante de lo que todo acontece en esa sociedad revuelta, lujuriosa, golosa, hartona, abusiva y desenfrenada. La mesa es la metáfora de este encuadre histórico.

 

Ángel y demonio, el personaje es una expresión que aviva los significados de los siete pecados, tan de uso diario como la disipada santidad de quienes han convertido en iconos de barro a personajes de dudosa reputación.

 

El cuadro de “El Bosco” es una revelación –una develación- de lo que a diario pasa en ciertos conciliábulos políticos, sociales, religiosos y hasta académicos.

 

 

 

4 Adolfo Carreto

Adolfo Carreto

 

3.-

 

La segunda novela de Adolfo Carreto Hernández, también publicada por Grijalbo  en la misma colección, titulada “¡Ay, Savonarola!”, desviste al personaje, lo muestra como es, con todo su ornamento como sujeto a la discusión de quienes lo estudien. Asoma todas sus personalidades, sus perfiles. Edad Media y nuestro presente que ya es pasado son los espacios en los que se mueve el personaje,  donde el discurso forma parte de una poética en la que el desenfreno estimula la lectura de cada uno de los actantes.

 

El bien y el mal, esa manida discusión. Sombra y luz. Las dos caras del ser humano. Hombre de la palestra diaria, político, un apasionado, un ilustrador de argumentos, un demente. Un iluminado, que como advierte el editor podría ser todo y más. Pero la realidad de la lectura nos informa que estamos frente a un personaje novelable, que ocupa todos los estancos psicológicos y literarios. Es un personaje completo, redondo. Un hombre de tarima para estremecer a los espectadores, en este caso a los lectores que subliman, por la calidad de la escritura, a un sujeto “peligroso”.

 

 

 

5 Una de las últimas imágenes de Adolfo Carreto

Una de las últimas imágenes de Adolfo Carreto

 

 

Girolamo o Jerónimo Savonarola, cura dominico, duro crítico de la corrupción política y religiosa, quien fuera evangelizador italiano y confesor de Lorenzo de Médici, gobernador de Florencia, fue el instigador de las llamadas “hogueras de las vanidades”, especie de figura basada en el Eclesiastés, pero desviada de la racionalidad, que consistía en la quema de objetos valiosos y libros, entre ellos los de Giovanni Bocaccio, primitiva imagen que da pie para sospechar que las quemas de libros auspiciadas por nazis y fascistas tuvieron, de alguna manera, origen en ese despliegue dogmático e ideológico de aquel sujeto y de aquella iglesia que, posteriormente, excomulgó al dominico a través del papa Alejandro VI, quien lo encerró en prisión. Tiempo después fue asado en la hoguera por la inquisición romana y su escritura incluida en el “Índice de Libros Prohibidos”.

 

El título de la novela nunca pierde vigencia porque el nombre del advertido puede cambiar en concordancia con los “pecados” políticos o religiosos cometidos por el personaje. Ese ¡Ay! no es sólo para el curita, también cae sobre los hombros poderosos del poder, ese que se ejerce para destruir un país, conciencias, propiedades, afectos y la misma vida ciudadana.

 

De manera que esta obra de Carreto queda como una señal, una marca que debe ser tomada en cuenta por quienes se creen Jerónimo Savonarola y  que no serán castigados con las mismas armas con las que ellos castigaron.

 

 

6 Zarza de Pumareda (Salamanca)

  Zarza de Pumareda (Salamanca)

7 Caracas

 Caracas

8 El escritor Alberto Hernández

El escritor Alberto Hernández

 

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