POESÍA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

 

 

 

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar 15 poemas escritos por autores de diferentes países en torno a la defensa de la mujer y contra la violencia hacia la mujer. Así aportamos nuestro apoyo para hacer más visible el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

 

 

 

LILLIAM MORO NUÑEZ

(Cuba)

 

 

LA MÁS FERMOSA

 

Ese rostro que ves en el espejo

no es el tuyo.

Mírate bien:

búscate más allá del perfume barato

de la cara pintada,

del afán de agradar;

encuéntrate detrás de las ojeras,

del ojo hinchado,

de la mirada opaca

envejecida antes de tiempo,

de las palabras que arrancaron a tiras

la piel del corazón.

Una vez que te hayas descubierto

abrázate como si fueras la madre de ti misma,

el amante soñado desde la juventud,

el dios que siempre te ve hermosa.

Y rompe los espejos.

 

 

 

ANA CECILIA BLUM

(Ecuador)

 

 

SI FUERA OTRA

 

 

Vestiría formalita

cuidaría bien el maquillaje

los colores al tomarlos

la montura requerida

el encargo roto del estambre.

Si fuera partitura

hablaría suavecito,

filtraría las palabras,

no soltara la risa,

la ironía, los enojos

como trompos de madera

soberanos del asfalto.

Soy yo, no hay estribillo

mujer adentro que se opone al molde

de los días

y no puede omitir

sus ojos fieros

su ardor andante

su lengua en verso

su vuelo su destino su locura.

 

 

 

ANA ILCE GÓMEZ

(Nicaragua)

 

 

LA MUERTE NO ES UNA MUJER

 

La muerte no es una mujer

con el cráneo pelado y una corva guadaña

entre las manos.

La muerte es un hombre que galopa

entre las noches que columpia el insomnio.

Es un varón disfrazado de oscura damisela.

Tiene unas rosas en las manos

y un cordel para colmar el cuello.

Alguien un día dibujó a la muerte

con rostro de doncella. Pero ella es él,

pálido, abyecto,

que en la noche se llega hasta mi sueño

y como un perro fiel

me hace aspirar su aliento de témpano

y misterio

y con fría insistencia se me acerca

y me lame los pies.

 

 

TOMISLAV MARIJAN BILOSNIĆ

(Croacia)

 

LAS VÍRGENES CRUCIFICADAS

 

Mujeres vendidas como petróleo

oferta de muchachas, bienes inmuebles

en fotoshop e internet

Yacen las mujeres desnudas

caras vacías en el escenario

en el catre un corazón forjado

en el yunque de la noche

Las mujeres ejercen su oficio

recogiendo flores entre los látigos;

Las violaron,

llenaron sus panzas con sangre y plomo.

Las vírgenes de Vukovar

Las vírgenes de Srebrenica

con los dolores de los siglos

con el miedo a las palabras, oídos y ojos

En los bordados dorados de Occidente

como cuervos negros

crucificadas

las vírgenes africanas

En los cálices de marfil el sudor

de las vírgenes de India

las cunas de las niñas regadas con la semilla

de cobra

Mil y una noche de miedo

de las vírgenes en Arabia

en Afganistán

de temor entre las paredes

que les arrancarán el corazón

Las mujeres cuyos ojos

nunca verán la estrella del amanecer

las mujeres que desaparecen en el bochorno del verano

entre las sombras

 

Traducción de Željka Lovrenčić

 

People attend a rally against gender-based and sexual violence against women in Madrid, Spain, November 25, 2018. REUTERS/Sergio Perez

 

 

 

ARACELI SAGÜILLO

(España)

 

RESISTIR HASTA EL ÚLTIMO ASALTO

 

 

Hasta que se baje el puente y crucen los latidos,

hasta que el castillo sea cueva sin puertas ni cancelas,

hasta que el fondo se abra y entre la luz de repente.

Deseas una libertad a solas

ser libre en la libertad entera

sin más estaciones que la tuya,

llena de libertad,

libertad ardiendo ,

buscando el río de la libertad,

para refrescar tu vida,

para teñir el agua con el pañuelo rojo,

para teñir tus manos del color del fuego.

Probarás moras negras que teñirán

de sangre tu pie, hasta que llegue el día

de jugar con la nieve.

En ese aire de nada te pierdes,

en esa libertad de mentira

te pierdes.

Pero un día

volverás a tus cosechas perdidas

a tus vuelos, a los lejanos días,

al olivo de oro, al remansado viento.

Nunca huir sin libertad,

mejor la memoria a oscuras

los latidos húmedos, el corazón vacío.

Pronto llegarás a la orilla del mar

junto a la espuma de las olas.

Aprieta esa rosa entre tus manos.

¿Sabes quién la ha traído?

 

 

 

VICTORIA TOBAR FIERRO

(Ecuador)

 

 

MUJER MAÑANA, TARDE, NOCHE…

 

 

Mujer mañana, tarde, noche

ahora te alejas de la lágrima

aunque el océano del dolor

es amenaza permanente.

El pesar se transmuta

entre los dientes,

asoma la sonrisa inmanente,

la esperanza la arrulla

viva en nuevas manos

en nuevos ojos,

en flamantes pieles de colores,

que continúan

el trajín

de condición humana

haciéndose y asiéndose

a futuribles

probables y posibles.

 

 

SERGIO MACÍAS

(Chile)

 

MACHISTAS DEL MARTIRIO

 

 

No se nace para el odio,

sino para el amor,

la ternura y la paz.

La persona agresiva

lleva la herencia de Caín.

Ensucia con sangre

lo que fue amado,

y, a veces, queriendo,

lo que le es negado.

No hay espacio en la humanidad

para el que asesina a su compañera,

y veja la pureza de los sentimientos.

Para quien se convierte en terrorista

de los besos y de la dulzura.

Furiosos machistas del martirio.

Cavernícolas del pensamiento.

Enemigos de la libertad.

Devoradores de las caricias

bajo la luna de las emociones.

Tiranos deshabitados de bondad.

Jugadores de la furia.

Falsos de los propios arrepentimientos.

Mentirosos compulsivos y traidores,

no merecéis nacer,

pertenecer al gozo del día,

a la alegría del sol sobre las espigas,

con vuestra mirada y olor a muerte.

Estáis hechos de arcilla seca,

sin corazón ni alma,

sólo cólera que arrojáis sobre los hijos.

Vuestra existencia no sirve para nada.

Verdugos obsesivos del sexo,

Asesinos encubiertos en los celos.

Destructores de sueños inconclusos.

El mundo os condena al desprecio,

Y a vivir por los siglos… en las sombras.

 

 

ANTÓNIO SALVADO

(Portugal)

EN ALABANZA DE LA MUJER

 

 

La sangre brota de tu rostro puro,

oh madre tan flagelada en todo tu cuerpo –

vivencia del crepúsculo

sin conocer del día comodidad alguna.

Manos asesinas cruelmente encendidas

niegan constantemente tu juventud –

oh vergel de belleza

a quien cortan raíces flores frutos.

Y por el tiempo fuera

has sido la avidez de la tiranía –

oh mártir aguardando el momento

en que resurgirás

de tu vida cual única señora.

 

 

Traducción de Alfredo Pérez Alencart

 

 

 

JUAN CARLOS LÓPEZ

(España)

EL DOLOR QUE NO SE COMPARTE

 

 

Como las mujeres sabias de Alejandría

encontraste en la vida, sin querer,

las palabras que moldean

el rostro del tiempo y el dolor.

El arroyo del alma agota al alba

la certidumbre del recuerdo

para llenarte de angustia y desconsuelo.

Es la rueca del molino del silencio,

de lo que no se comparte y duele dentro,

lo que llama a la memoria perdida

y riega la soledad

de la que ama la tierra que ya no habita.

Ya no emerge en el cauce tu corazón

para beber el calvario de los días.

Te cortaron tus alas de Ícaro

con las que ansiabas volar

hacia la claridad.

Te cortaron tus manos

para escribir Libertad;

sellaron tus labios

para decir Verdad

Te fuiste de este infecundo regreso,

después de haber amado tanto,

inútilmente,

para apagar la lumbre de estos versos,

que son brasa y son fuego

que son llama y ya no son beso.

En tus ojos habita de repente la infertilidad,

lejos ya de la belleza y la luz que sembraste un día

como epopeya de lo sencillo,

de la mujer que buscó ser libre

en los surcos de los sueños

 

 

ELENA DÍAZ SANTANA

(España)

 

DUEÑA DE TUS AMANECERES

 

 

Eras halcón

antes de ser pájaro enjaulado,

eras luz

antes de que la sombra de su mano

tu corazón cubriera.

Resignación es palabra antigua

que no trae rama de olivo

en pico de paloma,

es travesía sin agua,

aceptar la sed.

A ser libre mujer, no temas,

extiende tus alas,

danza en tu vuelo,

deja que música de violines

tu pelo meza

y sea el arco iris

tu vestimenta.

Rompe del miedo las cadenas,

y que la vida deposite,

en el renacido cuenco de tus manos,

solo gotas de miel.

 

 

 

 

ENRIQUE VILORIA VERA

(Venezuela)

 

NI CON EL PÉTALO DE UNA ROSA

 

Eso decían antes

los hipócritas voraces

los devoradores del alma

y del cuerpo de la mujer amada

Verdad era que para laceraciones y rasguños

más efectivas eran las espinas

que los delicados pétalos de la Rosa de Villalba

Hoy, los neohipócritas del siglo XXI

reivindican

 de la boca para afuera

la igualdad de género

el respeto por los derechos que antes eran sólo del hombre

y que hoy reivindica la mujer

Explotadas, exiliadas, humilladas,

cargando los hijos a cuestas

y uno más en la barriga

transitan caminos de desprecio e injusticia

en los que en grandes pancartas

en anuncios del más luminoso neón

se lee

Más ruido hace la hoja del árbol al caer

que la opinión de una mujer.

 

 

 

JACOBO RAUSKIN

(Paraguay)

UNA MUJER EN PELIGRO

 

 

Cruza la calle un hombre de abrigo y sombra que se alarga,

sigue a una joven madre con un niño en brazos.

Nunca podré olvidar la escena.

La he visto desde un taxi, yendo al aeropuerto.

Mañana será otro día.

Mientras tanto, es casi ayer en una calle oscura,

en una ciudad cenicienta, en un país que ya no existe.

 

 

 

JOSÉ AMADOR MARTÍN

(España)

VOLAR

 

El miedo es lo que ausenta el amor

atrapa, asusta,

nos lleva a un telón de abismos

en el que la danza de los días se desgarra

en la soledad de los instantes.

Necesitamos no resignarnos a la esclavitud de las cadenas,

abrazar el instante

cuando acude la soledad

y podemos morir sumidos en el desorden de la incertidumbre,

de la libertad de los demás,

que son las cadenas que someten las voluntades.

Es necesario volar

a los océanos infinitos de la existencia,

para vencer la inercia de todo aquello que nos hunde.

Ser libre, establecer los propios límites.

Amar,

algo tan sencillo y silencioso, tan severo con la dicha.

en silencio, sin angustias,

Despojarse del miedo,

abrirse a la experiencia de la vida,

donde danza el espíritu.

Es necesario no resignarse y ser uno mismo cada día de la vida.

 

 

 

 

DYONISIA KARPOUZIS

(Grecia)

 

MANO QUE SIRVES DE NADA

 

Mano capaz de asesinar,

ahora estás arrinconada

bien adentro de la cárcel

que nos protege de tu mal.

Mano capaz de abofetear,

ahora te detiene la protesta

y el grito en boca de todos.

Mano que sirves de nada,

ahora no hay platos rotos

y solo destilo dignidad.

 

Traducción de María Koutentaki

 

No resignación (Óleo de Miguel Elías)

 

  1. ALFREDO PÉREZ ALENCART
  2. (Perú-España)

 

 

NO RESIGNACIÓN

 

 

Es el mismo reloj que cambia su arena,

mientras se habla y se habla.

 

Olvidemos la historia: No resignación.

 

 

 

 

 

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