EL INTENSO “SOL DE LOS RECUERDOS”. COMENTARIO DE FERNANDO AÍNSA SOBRE LA POESÍA DE JUAN RUIZ PEÑA

 

 

 

1 El poeta Juan Ruiz Peña retratado por Miguel Elías

El poeta Juan Ruiz Peña retratado por Miguel Elías

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar un comentario que, sobre la antología ‘Umbrales de la memoria’ de Juan Ruiz Peña, está firmado por el escritor hispano-uruguayo Fernando Aínsa, autor de una amplia obra como ensayista, narrador, poeta y crítico literario. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués, árabe, polaco, rumano, ruso y macedonio. Ha recibido premios nacionales e internacionales en México, Argentina, España, Francia y Uruguay. Su trayectoria abarca tanto el análisis de la literatura y el pensamiento latinoamericanos como la creación propiamente dicha. Pocas personas como Fernando Aínsa se han dedicado en los últimos treinta años a estudiar, reflexionar y elaborar síntesis sobre el pensamiento latinoamericano y las representaciones literarias que han contribuido a construir su identidad en movimiento.

 

 

 

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EL INTENSO “SOL DE LOS RECUERDOS”

 

La poesía es el sueño imposible de la libertad absoluta

Juan Ruíz Peña (3 septiembre 1973)

 

No hay satisfacción más grande para un lector de poesía que la de descubrir en el azar de un viaje a un buen poeta fuera del canon y la lista de autores consagrados local o nacionalmente. Saber de una vida y una obra reconocida en su tiempo y rescatada por el empeño y la labor en favor de su memoria de una hija, profesora y filóloga.

 

Tal ha sido mi caso en Salamanca donde me he encontrado con emoción una voz sensible y madura —para mi hasta ese momento desconocida—, la del poeta Juan Ruiz Peña (1915–1992), nacido en Jerez de la Frontera y viviendo en Burgos y Salamanca, mecido por la nostalgia de la luz sureña en los vaivenes de la guerra civil y la gris posguerra castellana, autor de una obra en la que la orientación inicial de Dámaso Alonso a su paso por Madrid resultó fundamental. Su estancia en Burgos como docente (1945-1963) le permitió vincularse a grupos literarios y revistas y donde pareció emular el destino de Antonio Machado, andaluz de origen y con destino también castellano. En 1963 se traslada a Salamanca, funda la revistan Alamo y se consolida definitivamente como poeta.

 

3 Algunos poetas y participantes del XVII Encuentro de Poetas Iberomamericanos en homenaje a León Felipe y Juan Ruiz Peña, entre ellos Carmen Ruiz Barrionuevo(Fotografía de Jacqueline Alencar)

Algunos poetas y participantes del XVII Encuentro de Poetas Iberomamericanos en homenaje a León Felipe y Juan Ruiz Peña, entre ellos Carmen Ruiz Barrionuevo

(Fotografía de Jacqueline Alencar)

Rescatado por Carmen Ruíz Barrionuevo, su hija, catedrática de la Universidad de Salamanca en una cuidada antología (Umbrales de la memoria, 2015), precedida de un exhaustivo estudio biográfico e introducción a su poesía, me he sumergido en su infancia rememorada en Nudo (1966), en los personajes recuperados en una serie de “romances”, en las Memorias de Mambruno (156), en sus aforismos, en esos versos “Se buscaba por dentro, se buscaba” siguiendo “ciegamente, su oscuro corazón, cueva de lágrimas”, con que inicia “Tarde de otoño en el suburbio” (La misma, 1956).

 

Juan Ruíz nos advierte: “cuidado siempre estuve solo” en “Solo en la noche”, inmensa soledad que cuando se asoma el viento le dice “En tu corazón no hay nadie”. Sin embargo, el poeta no olvida su origen andaluz y son frecuentes sus viajes al Jerez natal, a Málaga y a Sevilla, donde el 25 de abril de 1992 lo sorprende la muerte. Su poesía refleja con intensidad emotiva y expresiva lírica, esa dualidad de afectos. En Andaluz solo (1962) nos sumerge en una realidad panteísta de un sur luminoso, de un “páramo en flor”, cerezos y perales desbordando en una naturaleza espléndida”, donde “va por el bosque temblando/ la alegría” y donde,  pese a todo, está agazapado el hambre “araña tentacular” que “les va chupando la sangre”.

 

El poeta no puede prescindir de la realidad que lo rodea en años de dura represión. En “Parados del sur” canta a los “parado en la plaza hasta el poniente” con sus ojos negros “cual filos de navaja/ un mismo desamparo los aúna,/ callosas manos y sufridas almas”. Sobre ellos, “Iracundo y carmín, el sol brillaba”.

 

4 Portada de la antología de Juan Ruiz Peña. 'Umbrales de la memoria'

 Portada de la antología de Juan Ruiz Peña. ‘Umbrales de la memoria’

 

Rememorando la guerra, los disparos y la muerte, el poeta suplica para que llegue la paz para que “dore la tierra toda una alegría clara/ paz verde como risa/ de rocío en el bosque al nacer la mañana”. En todo caso proclama: “Amé la libertad/ y desde siempre tuve sed de justicia”.

 

Dividido su sentimiento entre su origen andaluz y su madurez castellana, el poeta nos confiesa “Que raíz honda del Sur/ el andaluz lleva dentro”, esa que le permite “vibrar en la blancura de una calleja estrecha/ donde vaga desnuda la indolencia, esa diosa/ que sólo el andaluz adorar ha sabido”. Con el paso de los años descubre que “antes, no sé por qué, la vida/ no me dolía así”, porque en definitiva “recordar es sufrir”.

 

Lectura intensa de su obra que me ha procurado la satisfacción de descubrir a un poeta con el que podría repetir a esta altura de mi vida:

 

 “Nací yo desde adentro

o es que la vida fluye desde fuera

igual que al olmo

se me han caído ya todas las hojas”.

 

O, tal vez, decirme con él, he “saboreado de la desilusión/ la pulpa amarga”, lo que no me impide seguir siendo “iluso como un niño. Por eso escribo”.

 

5 El escritor hispano-uruguayo Fernando Aínsa

 El escritor hispano-uruguayo Fernando Aínsa

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