OCHO POEMAS INÉDITOS DE LA ESPAÑOLA CARMEN PALOMO PINEL, FINALISTA DEL PREMIO PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

 

 

 

La poeta madrileña Carmen Palomo Pinel

 

 

“Crear en Salamanca” tiene el privilegio de publicar ocho poemas inéditos de la española Carmen Palomo Pinel (Madrid, 1980), doctora con Premio Extraordinario en Derecho Romano, materia de la que es profesora en la universidad CEU San Pablo de Madrid. Compagina su labor docente e investigadora con la escritura poética. Como romanista es autora de una monografía y varios artículos de investigación.  Obtuvo, en 1998, el I Premio de poesía «Miguel Hernández», otorgado por el Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Madrid.  También le han sido concedidos premios de creación literaria de ámbito universitario, como el I Premio de poesía «Ángel Herrera» en 2001 o el I premio de poesía Universidad San Pablo CEU en los años 2002 y 2003. En el año 2006 fue galardonada con el I Premio en el Concurso Internacional de sonetos «Memorial Bruno Alzola».

 

 

Su libro “Glosas al fuego” mereció en 2016 el I Premio Internacional de Poesía «Francisco de Aldana» y fue publicado en edición bilingüe (español-italiano) por Hebel Ediciones, de Santiago de Chile. Se trata de un conjunto de apuntes filosófico-poéticos surgidos al hilo de la lectura de la obra de Friedrich Nietzsche.Ha publicado poemas en revistas literarias como Troquel. Revista de Letras y Crear en Salamanca. También llevado a cabo recitales en cafés literarios y en lugares como el Instituto Cervantes de Nápoles, el XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos de Salamanca, tertulias poéticas como «Esmirna» o «Viernes del Sarmiento», la SGAE, el evento cultural EncuentroMadrid o POEMAD, festival de poesía de Madrid. Diversas antologías han recogido una muestra de su obra: Poemas del Tren (Universidad San Pablo CEU, 2004), Al Hidalgo Poeta. Antología en homenaje a Miguel de Cervantes (Edifsa, 2016), y Antología de Poesía Iberoamericana Actual (Ex libric, 2018).

 

 

 

Su libro “Las costuras del hambre” (Esdrújula Ediciones, 2019) ha resultado ganador del II Premio Esdrújula de Poesía (2018).

 

Carmen Palomo ha resultado una de las 15 finalistas de la VII edición del prestigioso Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro ‘Desnacerse’. Recordar que a dicho premio se presentaron 1017 trabajos procedentes de 26 países. Los poemas aquí publicados, todos inéditos, no forman parte de dicho libro.

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

 

Cuando vuelvas de Ítaca, pide

que el viaje sea corto y no haya atasco.

No dejes que te mientan: no es exclusiva

del hombre burgués esta preocupación

por el estado de las carreteras. El infierno es llegar

y que los niños

ya estén dormidos. Que no te engañe nadie:

no habrá en tus pasos ninguna hazaña épica

más que llegar a casa,

llegar llegar llegar

un día tras un día tras un día.

Dejar en el felpudo el holocausto

(silencioso, brutal y realísimo)

de los hombres que pueden amar solo

de cuatro a seis los fines de semana;

el holocausto

del trabajo que agota y no redime. Seguir siendo

centinela y vigía

de unos ojos que esperan tras la puerta

y, en la palabra adusta que el cansancio

dispara,

asistir cada día al más salvaje

de todos los milagros: el perdón.

 

Foto de José Amador Martín

 

 

Cuido, sano, construyo. El corazón

rebosa y se hace mano;

la mano

rebosa hasta volverse

latiente pez

multiplicado

que nada hasta tu herida

para que se deshiera.

Brilla entonces tu herida

y al punto

se hace gasa para pájaros.

Qué conmoción tenemos que sufrir

para que al fin descienda

como rocío

el enternecimiento,

el hombre abierto al hombre

como granada mansa,

como desnudo fruto

en que el candor ha hundido su escalpelo.

A ver, a ver qué cosa finalmente

podemos hacer con el dolor

(que sea útil,

que sirva,

que sea grande).

Foto de José Amador Martín

 

Ir dejándose aposta los relojes

en las mesas de las cafeterías

así, como tú haces,

es no haber aprendido a perder el tiempo.

Lo cierto es que más bien somos nosotros quienes nos perdemos

y el tiempo nos encuentra,

como si cada segundo sobre nuestra piel fuera cuenta atrás.

Perder el tiempo: aprender la mirada,

saber gastar la suerte

                           en la rifa estelar de un lucernario,

contemplar ya nacida la flor en cada yema

desde antes de brotar,

abandonarse

al dictado del hambre y de la sed

hasta engendrar

                   en cada pérdida de sí

el triunfo

de una aurora.

 

Foto de José Amador Martín

 

No es la luna tan sólo

suave quiste celeste

que se imprime en el fondo de los pozos

para deleite de los insensatos.

La mañana

desierta

no es tan sólo un temblor abierto en abanico

para cobijar tejas;

no es un ala de aciertos desplegada

para anclarnos los ojos

en su revelación.

Donde vemos

no vemos

pero cavamos tumbas para enterrar los ojos

 

(para ver

                            más adentro).

 

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

DOCTA IGNORANCIA

 

Exacerbar la razón para rendirla,

agotarla para volverla música.

Que así se cumpla, lúcido, el destino del sabio,

su íntima vocación:

morder el polvo

para entender que la verdad es curva

mortal

en carreteras secundarias.

Foto de José Amador Martín

 

 

HISTORIA DE UN ALMA

 

Me callo no hago ruido

salí sin ser notada

más que pisada, vuelo

de puntillas

sin huella

sin impronta

y no me oirás llegar

y no te darás cuenta

las alarmas

saltarán

será tarde

no podrás escapar

de la conflagración

no grito

ni hago ruido

mas llevo en mí

las teas del incendio.

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

Intento hablar de la metáfora,

decir algo propio o literal respecto a ella (…)

pero estoy, debido a ella (…) obligado a hablar de ella

more metaphorico, a su modo.

Jacques Derrida

La retirada de la metáfora

 

Todo habla de no-sí

porque todo es metáfora

que no alcanza a decirse:

es falta

y es exceso.

Todo ser es ausencia

(la manifestación se hace desgarro)

y por eso lleva su alegría

sobre el envés

la impronta del dolor.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

La muerte tiene también

su ritual iniciático:

                                  la vida.

Nacer es empezar a despedirse.

Me descubro cartógrafa de mundos invisibles:

creía que los hombres decían las palabras

y era justo al revés,

somos la construcción que ellas pronuncian

y escribiendo

buscamos

escribirnos.

Nos van diciendo larga, lentamente

las palabras, los gestos, los silencios a veces;

nos van creando hombres,

y nosotros

-ingenuos aprendices-

intentando acuñar cada mañana

para la eternidad

un nombre nuevo.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

La poeta Carmen Palomo Pinel

 

 

 

 

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