‘LOS TIEMPOS DE EROS’ Y OTROS POEMAS DE LEONAM CUNHA PARA EL XXVII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS

 

 

 

Crear en Salamanca se complace en publicar esta muestra de Leonam Cunha (1995), nacido en Areia Branca, Río Grande del Norte, Brasil. Ha publicado cuatro poemarios por la editorial Sarau das Letras: Gênese (2012), Dissonante (2014), Condutor de tempestades (2016) y Para tempos suspensos: poemas selecionados & avulsos (2020). Tiene textos publicados en antologías y revistas, aparecidas en Brasil, España, Uruguay y México, y formó parte de los grupos de poesía Insurgências poéticas y Saliva, junto a los cuales realizaba recitales y performances poéticas. Es asesor jurídico, profesor, licenciado en Derecho (Universidad Federal de Río Grande del Norte-UFRN, Brasil), máster en Estudios de Género y Doctor (Universidad de Salamanca-USAL, España).

 

 

LOS TIEMPOS DE EROS

 

Para Pío E. Serrano

 

Nada Eros sobre los planes

de dos buenos chiquillos.

Nada y se refresca y bosteza.

Entretanto los chiquillos

planifican, calculan, se atosigan.

Mañana quizás es lejos,

un lustro posiblemente lo ideal.

 

Eros solo sabe de lo eventual.

Por ejemplo: ahora mismo

no me apetece arreglar el caos,

pasado mañana es jueves

y el mes que viene quién sabe.

Parte espuma, parte espada.

Parte sabiduría, parte guerra.

 

El reflejo de Eros es borroso.

Y lo que quiere, un reflejo

 

del descansado deseo divino.

Junta a los que se aman si

en gana le viene. Entretanto

los chicos se anticipan frotando

las puntas de sus flechas.

 

 

DESPIERTO

 

Estoy callado

frente al ruido del mundo

José María Muñoz Quirós

 

Me despierto.

 

Me siento al borde del colchón

al borde de este país

al borde de esta galaxia.

 

Qué asombro:

el rostro dorado del día

el piar rizado de los pardales

el aire que penetra mi cuerpo

que mi cuerpo expulsa

para enseguida libarlo de nuevo.

 

Qué espanto es vivir.

Qué maravilla.

 

VERBAL

Como todo

hijo de dios,

del verbo vine.

Digo, desdigo.

Cuando callo,

es igualmente

a fin de decir.

Este mal mío.

Mea culpa.

Verborreico…

No lo digo,

solo por dar

un espacio

al verbo,

un tiempo

al verbo.

El verbo ama

sus tiempos.

El verbo viene,

surge, vertido

sobre la mesa,

en la cara lela

de la familia.

Cae el verbo

para sellar

las bocas,

cae el verbo

para destruir

toda la paz.

Cae el verbo

para alentar

los vacíos,

para superar

los abismos.

De sopetón

sale detrás

de las cortinas,

en lencería,

con el labio

escarlata e

hiriente y dulce

y detestable

y prende fuego

en toda la casa.

Creo que el

verbo ilumina

la desgracia.

 

 

PARA UN CARTEL A LA ENTRADA DEL MUNDO

 

LA VIDA NO CABE EN LA PANTALLA PERO TAMPOCO CABE EN EL PAPEL Y TAMPOCO CABE EN UNA CANCIÓN ASÍ COMO NO CABE EN UNA CASA NI EN UNA CIUDAD UN PAÍS UN CONTINENTE LA VIDA NO CABE EN NINGÚN SITIO LA VIDA REBOSA PORQUE ES VASTA ES TREMENDA ES DESCONCERTANTE Y PORQUE NO SABEMOS LO QUE ES

 

 

PORMENOR EN UN TITULAR

 

A veces me compro

mesas decepcionadas.

O lápices que no eyaculan versos.

A veces me compro una ventana

con vistas a ningún lugar

 

La vida me enseña sobre mis pocos años

y muchos desencantos

 

– Ayer me compré un jarrón que tuvo

como obligación única

caerse y romperse –

 

He sentido mucha afinidad con el jarrón.

 

 

GUSANIDADES

 

Abrí la ventana hacia el amanecer.

El amanecer me aclaró con gusanos.

Los gusanos son esenciales para buscar el agujero de las cosas.

Suelta en el agujero, la palabra vuela.

Para el vuelo de la palabra, no puede haber compartimientos.

Es decir, morfología, sintaxis y otros daños.

Pudiera ser yo pájaro y recogería cada semilla

de bonanza o perdición

y las distribuiría

entre cactus.

 

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