LITERATURA CRISTIANA: ‘25 ENIGMAS DE LA BIBLIA’, DEL TEÓLOGO MÁXIMO GARCÍA RUIZ. COMENTARIOS DE JUAN JOSÉ TAMAYO Y JUAN ANTONIO MONROY

 

 

 

1 Máximo García Ruíz, durante su intervención

Máximo García Ruíz, durante su intervención

 

 

Crear en Salamanca se congratula en publicar los textos de dos importantes referencia del cristianismo católico y protestante de España, Juan José Tamayo y Juan Antonio Monroy. Las mismas se prepararon para la presentación del libro25 ENIGMAS DE LA BIBLIA, del destacado teólogo Máximo García Ruiz, en un acto celebrado en la Iglesia-catedral de la IERE/Comunión Anglicana de Madrid, el pasado 27 de septiembre. Esta obra hace el número 22 de los libros publicados por García Ruíz, a los que hay que añadir otros 12 en calidad de coautor o editor. Tanto esta nueva publicación como la anterior, Redescubrir la Palabra. Cómo leer la Biblia son, en palabras del propio autor, “un homenaje a la Biblia en tiempos de gran confusión teológica, en la que diferentes formas de fundamentalismo y desvíos teológicos, como la Teología de la prosperidad o la Teología de las emociones, se presentan como barreras para acceder libremente a la Biblia y encontrar en ella la Palabra de Dios”.

 

Con la ausencia del escritor y periodista Juan Antonio Monroy, por enfermedad, que formaba parte de la Mesa de Presentación, los profesores Alberto de la Hera, catedrático emérito de la Universidad Complutense y Juan José Tamayo, Director de la Cátedra Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III, presentados por el obispo Carlos López, completaron una semblanza del autor y desgranaron el contenido del libro presentado, remarcando su belleza literaria y su profundidad teológica, dentro de un lenguaje accesible a cualquier tipo de lector, despojado de tecnicismos.

 

Fotos de MGala y Jacqueline Alencar

 

 

 

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JUAN JOSÉ TAMAYO

 

LEER LA BIBLIA DESDE LA LIBERTAD

Y AL SERVICIO DE LA LIBERACIÓN

 

Veinticinco enigmas de la Biblia

(a la luz de la evolución de la autoridad en la Iglesia),

de Máximo García Ruiz  (Noubooks, Tarragona, 2018).

 

 

 

Agradezco la invitación a presentar este libro que me permite hacer un reconocimiento al excelente trabajo socio-teológico-bíblico que viene haciendo el teólogo Máximo García Ruiz durante casi medio siglo.

  1. Mi relación con Máximo García Ruiz ha venido fraguándose durante más de treinta años y cada vez ha sido más estrecha y se refuerza con la sintonía.

– Tuvimos el mismo director de tesis doctoral. Casiano Floristán Samanes, prestigioso teólogo pastoralista y catedrático durante cerca de cuarenta años en la Universidad Pontificia de Salamanca. Su rigor científico, su sentido crítico y su compromiso social nos marcó a los dos.  Agradezco la invitación.

– Los dos somos miembros de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, conciencia crítica de la sociedad y del cristianismo en España. En ella hemos compartido responsabilidades directivas y organizado buena parte de los 38 Congresos de Teología celebrados ininterrumpidamente desde 1981. 

– Ambos somos teólogos ecuménicos y compartimos una pertenencia crítica a nuestras respectivas confesión, catolicismo y protestantismo. En el Congreso de la institución protestante CLADE V, celebrado en 2012 en San José de Costa Rica, Harold Segura me presentó de este guisa: “Tamayo es más protestante de lo que él cree y sabe”. No le corregí. Quizá llevara razón. ¿Podría decir yo lo mismo del catolicismo de Máximo García, teólogo de la Iglesia Bautista? No lo sé. Leyéndolo lo encuentro protestante confeso y convicto; hablando con él lo veo más cercano al catolicismo. Será su actitud de diálogo, respeto y el objetivo común de construir un cristianismo liberador al servicio de las personas y los pueblos oprimidos. Esa es sin duda la pasión que nos une. A superar o, al menos, a relativizar.

 

  1. El libro que hoy presentamos 25 enigmas de la Biblia (Noubooks, Tarragona, 2018, 248 páginas), ilustrado por su hija Rebeca García Pérez, me parece:

– Literariamente bello, escrito en un lenguaje asequible al público interesado por temas religiosos. Máximo García es un excelente escritor y comunicador. La fluidez de su lenguaje oral se refleja en sus textos: precisión, equilibro en el decir y escribir…

– Teológicamente sólido, bien fundamentado: sabe de lo que habla y habla de lo que sabe. Máximo García es un buen teólogo.

– Bíblicamente, bien formado e informado, documentado y conocedor de los métodos exegéticos para el estudio de la Biblia hebrea de la Biblia cristiana, como demuestra en sus múltiples estudios e investigaciones.

 

Este libro es una nueva prueba de lo que acabo de decir. En él analiza 25 relatos bíblicos de diferentes géneros desde una triple óptica: ciencias naturales, sociales y bíblicas en un bien combinado juego interdisciplinar. Los llama “enigmas”, palabra adecuada que analiza, contextualiza e interpreta, pero no racionaliza. El enigma se mantiene de principio a fin.

 

 

 

 

 

3 Tamayo, de la Hera y García

Tamayo, de la Hera y García

 

 

 

Empezamos a leerlo con cierto morbo. Son textos que conocemos desde nuestra infancia. Nos los contaron en la clase de historia sagrada –obligatoria en la escuela franquista-. Nos llamaron la atención, nos intrigaron y quedaron grabadas en nuestro inconsciente personal y colectivo y vuelven constantemente a nuestra mente: la serpiente del paraíso, la torre de babel, el diluvio universal, la mujer de Lot, la detención del sol y la luna, Sansón, la ascensión de Elías al cielo,  Jonás y el pez, la burra de Balaam, el caminar de Jesús sirve las aguas, la resurrección de Lázaro, el hablar en lenguas, la presencia de ángeles y demonios, el género apocalíptico y su carácter simbólico, el milenio, etc.

 

Todos ellos son fenómenos curiosos, que quizá hoy llamaríamos “paranormales”, muchos de ellos considerados milagros o al menos fenómenos que nos sorprenden e intrigan. ¿Frustra la lectura de cada relato? Depende de la intención con que los leamos:

– Si lo que se busca es la veracidad histórica de lo narrado, es decir, que Dios hace milagros y muta las leyes de la naturaleza, la reacción es la frustración.

– Si lo que se espera es que se nos desvele el enigma, nos va a defraudar. 

– Si lo que buscamos es una información, una reflexión, un sentido e incluso una lección moral, el libro nos satisface plenamente. 

 

  1. 3. Autoridad de la Biblia, criterios de lectura y autoridad de la Iglesia en dicha lectura. Los criterios de lectura, relectura e interpretación de la Biblia que Máximo García utilizar son:

– La libertad “sin tabúes teológicos ni condicionantes eclesiales que limiten el fluir del Espíritu”.

– El reconocimiento de la autoridad de la Biblia frente a la cautividad de la que ha sido objeto por parte de las iglesias.

– La referencia final a Jesús de Nazaret.

– El papel fundamental del Espítiyu Santo, a quien Jesús confía la dirección de la Iglesia.

– La importancia de la asamblea de los creyentes: “Ha parecido bien al Espíritu Sato y a nosotros”.

 

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Máximo entra en el permanente debate sobre la Palabra de Dios y describe las dos tendencias principales: el fundamentalismo y la lectura hermenéutica:

– El fundamentalismo se caracteriza por leer la Biblia en su literalidad, considerando que su único sentido y significado es el literal. Todas las afirmaciones de la Biblia son palabra de Dios y dicen verdad en todos los terrenos. De los textos sagrados del judaísmo y del cristianismo se predica la inerrancia. Yo defino tal actitud como leer la Biblia con los ojos de los muertos”. Uno de los resultados de dicha lectura es el conflicto con la ciencia. La respuesta a tan estrecha y chata lectura la encontramos en la certera afirmación de que “la Biblia nos enseña a ir al cielo, no cómo es el cielo”. 

– La hermenéutica y sus diferentes métodos (crítica histórica, literaria, sociología, antropología social, historia política, historia social, etc,), que contextualizan los textos, estudian sus géneros literarios y van en busca del sentido.

 

En el libro no falta –no podía faltar- la crítica a la interpretación católica dogmática, que lee la Biblia desde el Magisterio y la Tradición, y antepone la autoridad de ambos a la del texto sagrado. En este caso, afirma, “se impone la monarquía absoluta, apoyada en una oligarquía reducida, la Curia romana, quien mantiene secuestrada la voluntad del papa, cuando se sale o pretende salirse de los cauces prestablecidos.” (p. 29).

 

En relación con la autoridad de la Iglesia, establece diferentes modelos de Iglesia: uno, en torno a estructuras fuertemente jerarquizadas; otro, el conformado en torno a estructuras sinodales, asambleas del clero y los fieles, asambleas autóctonas de cada comunidad. El modelo más peligroso es la lectura bajo el sometimiento a grupos oligárquicos y a la legitimación de los mismos. Ese ha sido tristemente uno de los modelos más utilizados en la aproximación a la Biblia a lo largo de la historia del cristianismo. Eso lo digo yo. Pero creo que Máximo García estará de acuerdo. Así lo confirmó en la presentación al referirse a la “teología de la prosperidad”. 

 

¿Cómo leer la Biblia? Respondo con las lúcidas palabras del autor: “Con el espíritu de libertad que se desprende de la Reforma (protestante) y con un profundo respeto a la revelación de Dios sirviéndose de estructuras imperfectas y de canales de comunicación humanos·. (p. 31).

 

Y yo añado: leer la Biblia al servicio de la liberación.

 

Enhorabuena, Máximo, por esta nueva obra.

 

 

 

5 El escritor Juan Antonio Monroy, en la Iglesia Cristiana Evangélica de Salamanca

El escritor Juan Antonio Monroy, en la Iglesia Cristiana Evangélica de Salamanca

 

JUAN ANTONIO MONROY

“25 ENIGMAS DE LA BIBLIA”, por Máximo García Ruíz,

(Ediciones Noubooks, Valls – Tarragona, 2018; 24 páginas.

 

 

Aquí le tenemos de nuevo. El teólogo vivo (gracias a Dios) más importante que le queda al protestantismo español de estos días. Para nosotros, pueblo de la Biblia, la teología es la exposición íntegra del pensamiento de la Palabra. La duda de la moderna teología protestante surge al definir la naturaleza de la Biblia. ¿Cómo debe captarse de modo exhaustivo su contenido: ¿Cómo libro simplemente humano? ¿Cómo revelación divina de interpretación literal? Hay más: ¿cómo debe traducirse el pensamiento bíblico para que se pueda hablar de una teología existencial aplicada al hombre de hoy?

 

Máximo enfrenta estas cuestiones en su libro, de contenido esencialmente teológico. Ya he dicho que Máximo García es teólogo. Todo un doctor en Teología por la Universidad de Salamanca, miembro de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y profesor en la Facultad  de Teología Protestante de la Unión Evangélica Bautista Española. Algunos de sus 21 libros han tenido críticas negativas en España simplemente porque estos autores no han sabido o no han querido distinguir entre el simple expositor de la Biblia y el teólogo como Máximo, preocupado por algunos de los problemas esenciales de la teología bíblica.

 

La inspiración divina constituye la nota más característica y esencial de los libros que componen la Biblia. Pero al lado de esta nota fundamental, la Biblia ofrece otras que han merecido la atención de teólogos protestantes y católicos, pensadores que no conceden al texto bíblico el origen divino que le atribuyen los autores calificados como fundamentalistas.

 

El famoso teólogo dominico francés Henri Lacordaire (1802-1861) eminente orador religioso, autor, entre otros muy leído libros de “Carta a la Santa Sede”, dijo sobre el contenido de la Biblia: “estos libros, por muy imperfectos que sean, comunican el peso del tiempo y el peso del cielo; son una verdad que nace de este origen, aunque haya sido viciada en el camino. Pero si todas las escrituras sagradas no son divinas, si sólo una es la que debe serlo, ¿por qué señales las reconoceremos?”.

 

 

 

6 Tamayo, de la Hera, García y López

Tamayo, de la Hera, García y López

 

 

El formidable libro de Máximo García que estoy comentando se enfrenta a estas cuestiones y las expone de un modo brillante. Porque además de teólogo, Máximo es escritor. Fundador de revistas, autor de centenares de artículos y de 21 libros, como ya tengo escrito, manifiesta en sus obras el interés por los conflictos sociales, por los asuntos humanos, por la problemática religiosa. Su estilo narrativo se caracteriza por la sencillez, buscando la complicidad de lectores que huyen de profundidades incomprensibles. Su propósito es contar más que convencer. Lo hace con una sintaxis bien elaborada, siempre comprometido con sus ideas y convicciones, gusten a unos o disgusten a otros, en un ejercicio de lealtad y honradez que me recuerda a uno de mis ídolos literarios más querido, el francés Alberto Camus, Premio Nobel de literatura en 1957, nacido en la misma tierra africana que me dio a mí la bienvenida al mundo de los vivos.

 

En la presentación de “25 enigmas de la Biblia”, el autor aclara que su intención es “defender la necesidad de aproximarnos a la Biblia mediante una relectura capaz de extraer de ella la enseñanza que encierra, para lo cual es preciso separar el grano de la paja, es decir, hay que saber priorizar unos textos con respecto a otros”.

 

Esta intención la capta admirablemente el autor del largo prólogo, Alberto de la Hera, quien fue Director General de Asuntos Religiosos con el gobierno de Aznar, también Catedrático emérito de Derecho Canónico. Con un toque sentimental De la Hera confiesa: “desde su religiosidad protestante y la mía católica, Máximo García Ruiz y yo llevamos ya muchos años de ininterrumpido e interesante diálogo”. En los párrafos finales del prólogo  confiesa: “el libro es de lectura sumamente amena, está respaldado por un hondo conocimiento de las Escrituras y cada lector podrá obtener de sus páginas muy diferentes frutos”.

 

A todo esto, ¿cuáles son los 25 enigmas de la Biblia que propone Máximo García? A esta pregunta no encuentro mejor respuesta que ofrecer al lector el contenido completo del sumario, sea o no habitual en una crítica literaria. Helo aquí: La serpiente del Edén. La torre de Babel. El diluvio universal. La mujer de Lot. El sacrificio de Isaac. Las plagas de Egipto. El cruce del mar Rojo. El arca de la alianza. Los sueños. El sol y la luna se detienen. La conquista de Jericó. Sansón: un héroe mítico. Elías sube al cielo. Jonás tragado por un gran pez. La burra de Balaam. Jesús anda sobre el mar. Lázaro de Betania. ¿Fue Pablo apóstol? El tercer cielo de Pablo. Glosolalia. Ángeles y demonios. Apocalipsis. La gran ramera. El milenio. La fe, el más grande de los enigmas. Cuidado con los falsos profetas.

 

Al escribir sobre el más grande de los enigmas, Máximo dice acertadamente que “la fe cristiana no consiste simplemente en un acto intelectual de aceptar como verdaderas ciertas afirmaciones. En realidad, se trata de un acto de confianza en Dios, que actúa en Cristo, anulando los efectos del pecado”. En palabras finales, el autor insiste en que “para entender la Biblia hay que hacer una buena exégesis, es decir, esforzarse en extraer del texto su verdadero significado, sin olvidar que algunas palabras tienen varios sentidos no siempre coincidentes entre sí”. “25 enigmas de la Biblia” es el libro luminoso de un teólogo que nos enseña a leer la Biblia profundizando en la interpretación de su contenido.

 

Lo que nos colma de alegría en este libro de Máximo es que no lo presenta como una elucubración especulativa y apologética de la fe cristiana; es la expresión de una lectura a fondo de la Biblia, de la historia sagrada, un proyecto felizmente elaborado y construido desde la cultura teológica. Ante la valoración incorrecta que se observa en algunos círculos del protestantismo, el autor madrileño, a quien Dios guarde muchos años, concluye que es señal de inteligencia mostrarse disconforme con lo que nos han enseñado y que no hemos verificado y abrir la mente a averiguaciones personales. Según título de otro libro suyo, “a redescubrir la Palabra”  y saber “cómo leer la Biblia”.

 

“25 enigmas de la Biblia”, un libro recomendado y recomendable, cuya lectura no resultará estéril para el lector ni para los programas de estudios bíblicos de las iglesias.

 

 

7 Máximo García Ruiz en Salamanca

Máximo García Ruiz en Salamanca

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