Oh, frágil Espíritu Santo, del amor del Padre y del Hijo fruto de aire oculto en puñados de risas y lágrimas. Oh, débil Espíritu Santo, del amor de mujeres y hombres sonido trazado con notas en un pentagrama vacío. Oh, amor frágil, débil, sustenta nuestras cítaras y nuestras plumas para que resulte un mar en el pecho nuestra alabanza, la súplica al Pastorcico colgado de un árbol. Ponemos nuestra miseria en ...
