Poesía de Croacia, hoy. «Dulce Libertad» Antología (1ª Entrega)

El próximo miércoles, 17 de abril, se presenta en la Sala de la Palabra el Libro «Dulce Libertad». Antología de la poesía croata de hoy, prologado por Alfredo Pérez Alencart, quien ha tenido la amabilidad de enviar a «Crear en Salamanca» un anticipo de la lectura y sus autores. Seis entregas, hoy la primera, serán una muestra de dicho libro.

 

 

 

POEMAS DE STJEPAN ŠEŠELJ

(De la antología Dulce Libertad,

traducidos por Zeljka Lovrencic)

 

Stjepan Šešelj  (Podgradina, hoy parte de Opuzen, 1947) Se graduó en Derecho en la Universidad de Zagreb. Escribe poesía, teatro y ensayo, especialmente sobre literatura y pintura. Algunas de sus obras son: Škrapa (La grieta, 1970), Očina (El gran papá, 1977), Amerika Croatan Amerika (América, Croatan América, el mapa y el libro poético-gráfico hecho con el pintor Anton Cetin, 1988), Dulo (El manantial, 1991), Škrapa Očina Dulo (La grieta, El gran papá, El manantial, 1997), Hrvatska jest (Croacia es, 1997), Sjuga glasnik (Mensajero del sur, 2006), Dvije smrti i otok (Dos muertes y la isla, 2007) o Približene daljine duhovne Hrvatske (Distancias cercanas de la Croacia espiritual, 2009), entre otros. Ha recibido premios y su obra está incluida en antologías y libros de historia de la literatura croata.

 

 

 

 

CROACIA

(Hrvatska)

 

Croacia.

Croacia es.

 

Croacia es una realidad.

Croacia es una realidad sobre que.

Croacia es una realidad de la que no se.

Croacia es una realidad de la que no se puede dudar.

Croacia es una realidad sobre la que no se puede conjeturar.

Croacia es una realidad sobre la que no se puede negociar.

Croacia es.

Croacia.

 

 

ESTOS AÑOS SANGRIENTOS

(Krvave ove godine)

 

Podría cantarles sobre

países lejanos, sobre

atractivas anécdotas, sobre

milagros, sobre

pájaros multicolores, sobre las

ardillas que comían en la palma de mi mano

o sobre los koalas soñolientos,

¡Oh, cómo podría!,

¡oh, cuánto podría!

 

Estos años sangrientos

no me dejan

olvidar

(¡cómo hacerlo,

cómo podría!)

 

Enmudezco

mientras ellos pasan

por los olivares del paraíso.

Los miro entre los sepulcros.

No puedes junto a.

No puedes cerca de.

No puedes pasar.

No puedes escapar.

El secreto está en sus cabellos,

en el enrejado,

en la piedra lisa enredada.

Quedan ellos,

también olivos junto al mar

y  cartas

humanamente escritas

(algunas con tizón o con raíz).

 

¡Cómo no verlos,

si vienen!

 

 

EN NUESTRO HUERTO 

(U našemu vrtu)  

 

En nuestro huerto es otoño y

y los barcos del sur tienen cada vez más frío,

mientras golpea y espumea

el viento con la lluvia,

mientras los abrigos se hacen

más pesados.

 

Tu estación cercana, con el banco

de niebla sobre el río Kupa

o en el sueño,

como en aquel poema en el que 

subes por escaleras

que no existen,

que en verdad no hay.  

POEMAS DE RUZICA CINDORI

(De la antología Dulce Libertad,

traducidos por Zeljka Lovrencic)

Ružica Cindori (Ludbreg, Croacia,1961). Se graduó en Literatura Comparada y Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb. Publica poemas, artículos y reseñas en revistas y anuarios como Quorum, Republika, Forum, Književna Rijeka, Podravski zbornik, Croatian Government Bulletin, Kontura. Interviene con frecuencia en Radio Zagreb. Ha publicado los siguientes poemarios: Lomače zelenila (Las verdes hogueras, 1984),  Rez nezacijeljen (Corte no cicatrizado, 1989), Krugovi. Udaljenost (Círculos. Distancia, 1997), Ludbreški listopad (Octubre de Ludbreg, 2002),  Strpljivost (Paciencia, 2006) y Grad, šuma, otok (Ciudad, bosque, isla, 2006), Pamučno zvono (Campana de algodón, 2011) y Kasno (Tarde, 2011). Sus poemas  han sido traducidos a varios idiomas (inglés, francés, español, ruso, macedonio y búlgaro).Es secretaria de la Sociedad de Escritores Croatas. 


 

CANCIÓN DE CUNA

            (Uspavanka)

    

Ten paciencia.

La vida pasará

despacio,

como el trineo por

la nieve.

 

Cada dolor

encontrará su lugar.

De la arena

penosamente cernirás

granitos de plomo y oro;

bajo el cielo de arcilla

quemarás

grandes anhelos

y darás una vuelta

por el paisaje desconocido.

 

Será reconocible

sólo la migración

de las golondrinas, como

un amplio impulso

otoñal

hacia el sur.

 

 

EL ARPA

(Harfa)

 

No digo nada

de aquello que debería.

Y cada sonido

me saca de nuevo

a la noche

que arde 

con reflejos cobrizos;

susurrando se anida

en la chimenea vacía,

empapa camisones.

 

El despeinar

disminuye

a medianoche.

Traga su chocolate,

susurra e insiste

que me tienda

de costado.

 

Sólo no te calles,

      no lo hagas,

aquí hay suficientes 

ecos para todos,

siempre alguna campana

tañe

en la lejanía incomprensible,

en el aliento jadeante

de una arpa ajena.

 

 

OLIMPIADA

      (Olimpijada)

 

Desde siempre hemos sabido

que no somos nada más

que  follaje

condenado a la espera del

otoño.

 

Altivamente exigimos

prórroga,

concertamos contratos,

acordamos los años para

un mayor interés de

la juventud.

 

Por  capricho

            buscamos la salvación,

como si sólo por existir

      la mereciéramos.

 

Con la sonrisa

restregada en la piedra

para una suposición posterior.

 

Por todas las calles del mundo,

no sólo en Atenas,

pasan cortejos triunfantes

de vivas estatuas.        

 

 

 

 

COLAPSO

      (Kolaps)

 

Mi cuerpo está

maduro para el dolor.

Hay demasiado dolor

en la tierra. 

 

Por el suelo

extiende sus secas

pecas marrones,

redondea

los bordes de las huellas

de las curiosas plantas del pie.

 

Rebelde.

Se escapó del control

de calabacines y tomates.

Desobediente al ajo

y al melón.

 

Traidor y malicioso

aún se atreve a

desear,

resiste a la razón,

cuelga como la ropa

mojada.

 

Me da náuseas

ese toque que responde

al nombre

de la vejez.

 

 

 


 

 

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