Presentación de «Vento da tarde», de Rizolete Fernandes.Montse Villar, Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca

 Vento da tarde / Viento de la tarde (Coedición Sarau das letras, Río
Grande do Norte – Trilce Ediciones, Salamanca, 2013. Traducción y prólogo
de Alfredo Pérez Alencart)

 

Rizolete Fernandes y Montse Villar (Foto de Pablo Rodríguez Fernández)

Vento da tarde

Es de agradecer en estos tiempos de disturbios sociales, injusticias, protestas,… abrir un libro que, como el viento de cualquier tarde de verano, nos hace respirar con sensatez, mesura, optimismo y esperanza.

Los versos que lo introducen nos asoman a la clarividencia que en el libro, la poeta nos regala:  la vida es fugaz , lo único cierto es la muerte. Y, precisamente, por esa fugacidad de la vida, debemos aprovecharla, respirarla, asirla en toda su belleza, sin que nadie pueda destruir ese bien tan preciado.

Rizolete, hermosamente, construye tres de sus poemas sobre el arte como sentido de vida (Arte), la poesía (Volátil), creadora de belleza, llama, bruma, color… en el mundo más cruel y estéril;  y las diferentes manifestaciones del arte en la pintura (Galería) : modernismo y belleza de Tarsila, Frida Khalo y su dolor y color; y lucidez y sensibilidad de Tomié. Textos que, a mi parecer, son la piedra angular sobre la que gira todo el poemario. Y no se debe a que encontremos en el libro metapoesía, disgresiones sobre pintura, … o no sólo. En el conjunto de poemas que se nos ofrecen para que leamos, olamos, veamos y sintamos, los temas son variados: amor y desamor, fe y creencias (a veces expresadas en un tono místico reconocible), la naturaleza, la realidad, el paisaje, el paso del tiempo, la música propia de la Amazonia,… pero todos ellos parten o dejan traslucir el mundo artístico y sensible desde el que se crean.

Así, el sol se identifica con la vida y ésta, al mismo tiempo, con la sensibilidad en poemas como Vento da tarde, Ouro, … La noche, la lluvia,… se unen al fin del amor, a la separación (Fenómenos, Meteorologia, Varal do pasado),… poemas, sensaciones íntimamente ligadas con, como ya he dicho, con las partes del día y con los fenómenos meteorológicos. Poemas que nos dejan intuir el inicio y fin de relaciones amorosas que son asumidas desde el análisis y la aceptación, sin rencor, pero con la fuerza y determinación de aquella que piensa que la vida continúa y eso es lo importante: (“Cuando anunciaste que te ibas/ inmersos en espanto/ mis ojos supieron a temporales”) “Quando anunciaste que te ias/imersos em espanto/ meus olhos souberam a temporais…”. (En el anochecer en que zozobramos/ se daban puñaladas los sucesos: tú no osabas encontrarme/ yo no te sabía perder) “no lusco-fusco em que soçobramos/ dava-se de punhais a sucessão:/ tu não ousavas me achar/ eu não sabia te perder…

Y se construye una gran metáfora entre lo positivo y negativo de la vida y los elementos que acampan en el jardín ante nuestros ojos.

 

Pero, además, consecuente con el modernismo de corte brasileño (de carácter naturalista, a diferencia del nuestro) la luz, los elementos naturales,… ya sean en poemas de carácter más costumbrista o descriptivos de elementos concretos, nos regalan la tradición, la belleza y grandeza de ese mundo, para nosotros tan exótico. …

Incluso, alguno de esos elementos es utilizado para crear metapoesía o poemas que bajo esa lectura se pueden interpretar: Sem deslize,  ¿poema de amor o metapoema?: se rinde a la belleza humana o a la del verso y su música. Volátil: poema sobre el poder de la propia poesía, poder intangible de creación belleza, fuerza. Escassez, como su título indica, ausencia de inspiración.

En cuanto a la observación de la realidad tangible, obtenemos una visionaria descripción en Cíclica/ Operária: transcurrir de la vida y la rutina vital indisolublemente unido a las estaciones; Certas palavras: reflexión sobre las palabras pronunciadas o silenciadas; Rastros: diferentes maneras de caminar por la vida;… pero vida apasionada: Remissão: Ah, essa mão calmante / qu’alça pedra/ e aponta / a vida amante! (fe en un Dios o en el poema).

En todos los poemas se constata la capacidad observadora de un ser que cree en la necesidad de absorber todo lo que la vida pone delante de sus ojos, sus manos, su espíritu; capacidad de respirar y sentir esa naturaleza que todo lo rodea, la historia y leyendas de su mundo y todas sus características culturales y físicas tan diferenciadoras con otras culturas. Así, poemas como Balata,  Caraúba, Pastoreio, nos acercan a ese ámbito geográfico y cultural desde el que se crean estos versos y a una sensibilidad modelada por todo ello, en que sentimientos universales como el paso del tiempo, la soledad, los deseos, la búsqueda de la perfección, la creatividad,… tienen cabida y expresión propia.

Desde este viejo continente y esta histórica ciudad, respiramos ese Viento de la tarde del otro lado del océano y vivimos un poco más en su color y sus texturas, de sus hipérbatos, pareados y metáforas perfectamente construidas y constructoras. Buen inicio para desear seguir conociendo la poesía de Rizolete Fernandes.

Rizolete , Montse y Soledad Sánchez, en un momento del acto. Foto Jacqueline Alencart


Rizolete Fernandes 

Nacida en Río Grande del Norte. Socióloga residente en Natal, donde se involucró en los movimientos sociales de la zona. Dirigió durante varios años  la ONG feminista Coletivo Leila Diniz. En 2004 publicó el libro “A história oficial omite,  eu conto: Mulheres em luta no RN”; em 2006 “Luas Nuas”, en 2010 “Canción de Abril”. Cuenta com poemas suyos incluídos em varias antologías y ha sido premiada en varias ocasiones por su labor social.

 

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