POEMAS INÉDITOS DE LA SALMANTINA EMILIA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ. FOTOGRAFÍAS DE JOSÉ AMADOR MARTÍN

 

 

1 Emilia González Fernández leyendo en el Teatro Liceo, durante el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Foto de Pablo Rodríguez)

Emilia González Fernández leyendo en el Teatro Liceo, durante el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos(Foto de Pablo Rodríguez)

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar siete poemas inéditos de Emilia González Fernández (Cantalapiedra, Salamanca). Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y actualmente profesora de Lengua y Literatura en el instituto Torres Villarroel de Salamanca. Ha obtenido diversas distinciones y premios, y en 1983 se le concedió el accésit del Certamen Nacional de Poesía Universitaria convocado por Radio Nacional de España, siendo presidente del jurado Jorge Guillén. Sus libros de poesía son: Microcosmos (1988) y Épica cotidiana (2008). También aparece en varias antologías, como Voces nuevas IX (Editorial Torremozas, 1992) o Poetas en Salamanca (Editorial Amarú, 2000). En 2014 participó en el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos y una selección de su poesía se publicó en la antología “Palabras del Inocente”, coordinada por Alfredo Pérez Alencart para Editorial Edifsa y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.

 

 

2

 

 

AZUL CIELO

 

No sabe bien qué es lo que ve

respirando en el paseo solitario,

mirando simplemente, no entendiendo

tanta transparencia azul

que no es el cielo.

 

¿Cómo habrá que nombrarla?

sólo los pájaros la atraviesan…

pero están

demasiado cerca de nosotros.

Eso azul es sólo gran ventana

que nos hace acercarnos al misterio.

sólo los pájaros…

 

 

3

 

 

ALIMENTAR LA VIDA

 

Sufrir sin quicio,

echar agua en un quicio que no existe,

no tiene ya sentido.

 

Ir contra el viento

contra eso que nos lleva y adónde,

sólo produce heridas,

zarpazos de cierzo que más hieren

en el alma aterida.

 

Hay que ser muy sereno

y dócil frente a la verdad,

y jugar con las cartas que la vida te preste,

porque esquivarla es perder.

 

 

4

 

 

 

¿DÓNDE PEQUEÑA?

 

Ya de niña le amordazaron,

y llenaron su cielo de paños negros

y su fruta de abril fue condenada.

Y tantos siglos llevas ya cautiva,

que no distinguen tu carne del polvo,

ahogo y ninguneo.

 

Sus brazos se quebraron en tareas banales,

no supieron buscarte, y brizarte y besarte mil veces,

porque ibas a engendrar el mundo y parir el amor,

todo tu dolor agarrota nuestro ser;

Te debemos la falsedad de tantos versos,

con que te traicionamos, pequeña.

 

 

5

 

 

CUANDO NACEN LAS FLORES MORADAS

 

Lilas, flores de lys, tulipanes

morados, todos juntos

por el color unidos,

¿Qué te quieren decir?,

¿Y si aparece la morada

mariposa?,

Y ese dolor en tu alma,

¿Qué color tendría?

 

 

 

6

 

 

 

ANTÍGONA SIEMPRE MUERE

 

Tú, la del peplo sin edad

siempre tendrás razón,

Creonte es un esclavo

de la ley, de la política, de las corrupciones,

de la ambición de poder,

del dinero que tizna la mente

porque la reduce a lo  más

perecedero y mentiroso,

a polvo y ceniza.

 

Tú, toda corazón,

toda brisa, toda sol, toda amor,

eres asfixiada, callada,

ninguneada, ridiculizada

hasta la extenuación

tu sangre nos enerva e ilumina,

Demasiada vida para los corruptos y podridos.

 

7

 

 

 

ARCE DE OTOÑO

 

Regalo en la mañana

incendiada de azul,

tus hojas vuelan libres

a los soplos del cierzo;

entonces los colores

van del ocre hasta el fuego,

esplenden con el sol,

y nadie mira,

porque tú arce sales

de la tierra derecho

a eso que llaman cielo.

Hoy espacio de estúpidos

mensajes enlatados,

que te manchan,

con sus eructos feos,

contaminan los espacios del aire,

hasta que ya no haya oxígeno,

ni ojos libres, humanos.

 

8

 

 

ORACION

 

Oh Señor y Señora de los Ámbitos,

Sentido y Luz del mundo,

sé que anduvo perdida en dura estepa,

que demasiado se alejó,

con su yo a cuestas,

ciega y sin norte.

Sé que excavó pozos de dolor,

para justificar su angustia,

pero no hay pozos en el cielo

que ha limpiado el frío de diciembre.

 

Señor, Señora, dioses del Sentido,

ha debido parar agobiada del peso,

con el que se condena cada día,

y nada lleva en realidad

y nada es si así anda loca

con sus raíces arrancadas.

 

Oh Señor, Principio, Dios, no debe andar perdida,

que su yo sea abono

muerto para viva raíz.

 

9 Carles Duarte (Barcelona), Margalit Matitiahu (Israel), J. M. Muñoz Quirós (Ávila), Emilia González (Salamanca), Pío E. Serrano (Cuba) y Maria do Sameiro Barroso (Portugal). Foto de Jacqueline Alencar

Carles Duarte (Barcelona), Margalit Matitiahu (Israel), J. M. Muñoz Quirós (Ávila), Emilia González (Salamanca), Pío E. Serrano (Cuba) y Maria do Sameiro Barroso (Portugal). Foto de Jacqueline Alencar

10 Emilia González vista por Miguel Elías Emilia González vista por Miguel Elías

 

 

 

 

 

Un comentario
  • René Isaías Castro García
    mayo 1, 2017

    Acabo de leer los poemas de Emilia Gonzales, es medianoche al sur del continente latinoamericano. Sin embargo siento el mensaje tan nuestro a pesar que vivo en otras latitudes, sobre todo porque refleja o exuda humanidad, sentimientos, la vida, el dolor, el cielo azul, la flor…

    La humanidad necesita poesía porque nosotros escribimos para todos los lectores del mundo.

    Gracias por compartirme vuestros boletines

    Desde Lima un lector empedernido

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