POEMAS DE WASHINGTON BENAVIDES (URUGUAY), LILLIAM MORO (CUBA) Y LUIS CRUZ-VILLALOBOS (CHILE)

 

 

 

1 Fotografía de José Amador Martín

Fotografía de José Amador Martín

 

Crear en Salamanca publica con agrado dos poemas inéditos del uruguayo Washington Benavides (Tacuarembó, 1930) y de la cubana Lilliam Moro (La Habana, 1946). También dos poemas del chileno Luis Cruz-Villalobos (Santiago, 1976), extraídos de su nuevo libro de fotopoesía, ‘Mira’, publicado recientemente bajo el sello de Hebel Ediciones, en Santiago de Chile.

 

 

 

WASHINGTON BENAVIDES

(URUGUAY)

 

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EL GORDO LÁPIZ AMARILLO DE CARPINTERO

 

 

No sabe, no recuerda cómo

Llegó a sus manos,

El lápiz amarillo de carpintero.

Verdad que había una carpintería

A pocos metros de su casa.

Pero él no la frecuentaba.

Aunque aspiraba el perfume de la madera

Serruchada;

Perfume que lo trasladaba de un envión

Al monte galería del Tacuarembó Chico, a sus márgenes olorosas.

Pero el lápiz amarillo estaba en su mano izquierda.

No era fácil dominarlo. Su grosor

 Ponía en jaque a sus deditos flacos.

Pero debía arreglárselas.

Manipulaba el gordo lápiz hasta

Que pudo

 Encontrarle el “geito”.

Y ahí mismo se puso a inventar,

En unos cartones de cajas de zapatos,

Cabezas humanas, cuerpos de caballos,

La jardinera del reparto del pan,

El camión con afiches de películas

 Que expondría el Cine-Teatro Uruguay

(mezclaba a Mary Picford con Mona Maris,

A Gardel con Fairbanks, a Bela Lugosi

Con Peter Lorre…)

También entraban en el concierto

Del lápiz amarillo de carpintero,

Las casitas manchadas de humedad,

que se alineaban en la calle que daba al arroyo,

Casitas donde sobrevivían sus amigos del futbol

Del campito. La barra

De la payana, de la rayuela, de los interminables enfrentamientos

de indios, cowboys y soldados…

Costaba hacerle punta a semejante lápiz.

Solicitaba ayuda y era su hermano inmediato, quien rezongando,

Lo hacía. No era fácil. Pero con semejante arma,

El botija se animaba a enfrentársele a Roldán El Temerario

Frank Buck, el explorador de África. (No se atrevía,

Sin embargo, a toparse con el Corsario Negro  o Sandokán…)

Alguien, luego, le regaló una caja de pasteles

 Germánicos. Allí sí, fue el regocijo,

Porque nacía el color en sus dibujos.

El asma lo clavaba en su cuarto azul. Allí escuchaba

Radio, noche y día. Leía su Dickens

Releía  su Verne o su Salgari.

Compartía las aventuras del “Spirit”

O la misteriosa vida de “La Sombra”

El Tit-Bits, su revista predilecta,

Le ponía en trance de “La Hostería Solitaria” de Japer Todd

O los Cuentos del Viejo Sereno…

(Décadas después, leyendo Ulises  de James Joyce,

Se toparía con su antihéroe Leopold Blom

Leyendo, en el excusado, el Tit-Bits que

Le había publicado un cuento, que al autor no le agradaba).

Si el viejo trovador actual lograse un lápiz gordo y amarillo de carpintero,

Como aquel de su niñez, tal vez lo colgaría de su cuello.

Como un amuleto inexplicable para el mirón de turno…

Pero el viejo sabía la razón de ese collar insólito.

 

 

(Washington Benavides. No olvida ese lápiz gordo y amarillo

De su infancia. Julio del 2016. Montevideo).

 

 

 

LILLIAM MORO

(CUBA)

 

3 Reinaldo García Ramos retratado por Miguel Elías

  Reinaldo García Ramos retratado por Miguel Elías

 

 

 

AMIGO

 

Para Reinaldo García Ramos

 

Cuando se dice la palabra

amigo

las letras se entrelazan

y van formando un círculo de luz

que guarda con esmero la historia personal

de cada uno,

los momentos detenidos al borde del olvido,

el olor a un pan crujiente recién hecho

que compartido nuevamente

será la comunión de lealtades,

alguna melodía enroscada al oído

para ser tarareada como entonces

frente al mar de una ciudad que se derrumba.

Siempre que pronunciamos esa corta palabra

se abren de par en par las puertas

y salen las bienaventuranzas,

las sonrisas que se creían perdidas,

la mano imprescindible

que estrechamos como un ritual de iniciación

en estos tiempos tumultuosos

para que nos proteja del olvido.

 

 

 

LUIS CRUZ-VILLALOBOS

(CHILE)

 

4 Portada del último poemario de Cruz- Villalobos

 Portada del último poemario de Cruz- Villalobos

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