‘CATULO NO LO DIJO’ Y OTROS POEMAS, DE LA NOTABLE POETA GUATEMALTECA ANA MARÍA RODAS

 

 

 

La poeta Ana María Rodas

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar seis textos de la notable poeta Ana María Rodas (Ciudad de Guatemala, 1937). Inició su carrera poética con la publicación de ‘Poemas de la izquierda erótica’ (1973), seguida de ‘Cuatro esquinas del juego de una muñeca’ (1975), ‘El fin de los mitos y los sueños’ (1984), ‘La insurrección de Mariana’ (1993), ‘Recuento’ (1998) y ‘Esta desnuda playa’ (2015). Ha sido distinguida con importantes galardones, entre los que se cuentan: Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” (2000), el Premio “Libertad de Prensa” (1974), otorgado por  la Asociación de periodistas de Guatemala y  el Primer Premio de Poesía en el Certamen de Juegos Florales México, Centroamérica y el Caribe (1990). Fue Ministra de Cultura de su país. Su poesía ha sido traducida al alemán, inglés, italiano y portugués. También es autora de libros de narrativa y entrevistas.

 

  Catulo

 

CATULO NO LO DIJO

 

 

En realidad    Veranio    viajaste hasta los pueblos iberos

 

                                   /buscabas hazañas    una tras otra/

 

y yo sufría porque no estabas

para besarte

para lamerte el sexo

 

Ay Veranio   cuánto tardaste

tuve que entretenerme con Varo

con Lesbia

 

Rodamos entre la arena de los sepulcros

 

Las estrellas contemplaban

los furtivos

                        amores de esta mujer

que pensaba en Veranio

mientras besaba o era penetrada

 

Hasta el agua   Veranio    era dura

                                en tu ausencia

 

 

 

 

VERONESA

 

 

Una inmensa familia

            de la itálica tierra

te trajo cerca

 

Ah primo mío

                        con quien jugamos

            todos los juegos

que habíamos visto en los lechos

de los mayores

 

Nadie excepto yo está seguro

de que tu nombre haya sido Valerio

mas me besabas los ojos

atravesabas mi pubis con tu lengua

 

y al final    cayendo sobre mí susurrabas

 

                        Valeria

 

como yo soy Valerio

 

Te fuiste demasiado pronto primo mío

me has hecho falta siempre

mi piel toda piensa en ti todos los días

 

 

 

 

SUCEDE AL CRECER

 

 

Cuando llegue a tus manos

la primera hogaza del pan de marzo

ya no vendré por ti

                                   Olvídame

busca otra vida

 

Mientras no mostrabas señal de vello en el rostro

eras hermoso y deseable

 

Te tengo que dejar

                                   Olvídame

 

Aquel niño que pasa y viste aún túnica blanca

me agita la pasión que siento por Valeria

por Veranio

 

            tal vez por Lesbia

 

Es éxtasis el que logro  con ellos     muchacho

contigo solo fue sexo

 

 

 

IRRUMARE

 

 

No recuerdo   Valeria   lo que esa palabra

                                   significa

sé que en algún momento Veranio antes de partir

en medio de la gloria del amor la susurraba

 

No la escuché jamás en boca de mujer alguna

ellas decían fellatio

                                   yo me dejaba

 

Es una lástima   Valeria   que ni tú ni Lesbia

sepan tampoco el sentido de esa expresión

será de alguna retórica arcaica?

 

Veranio no regresa todavía

Y la dichosa promesa me hace temblar hasta la lengua

 

 

 

 

CONFIESO FRENTE A TI

 

 

 

Cubierta por la Luna con su luz prestada

eres hermosa      En nada te pareces a Meana

debo admitir que te amo

 

Pero los ojos de Juvencio    que son miel acabada de nacer

me han llevado a soñar  y a otras cosas

 

El encanto de Licinio

             también su inteligencia

me ha hecho dar vueltas y vueltas en el lecho

 

No he sido fiel       no nací fiel

ni moriré siendo fiel

 

Pero Lesbia      habrás de perdonar estas cuestiones

que el amor y la pasión unen más fuerte  que el sexo

 

 

 

 

VIVAMOS VALERIA

 

 

Olvidemos las cosas que dicen

hasta los que en barco han llegado

            del Adriático

            de las Cícladas

            de Rodas

 

Sus lenguas viperinas

que bien podrían ser mejor usadas en trajines de amores

han siseado maldades desde la cumbre del Citoro

 

No    no se atreven a decir tu nombre

solo han murmurado el mío

 

Sienten miedo

son hipócritas

            Yacen con putitas flacas

 se van sin pagar lo justo    que no es mucho

 

Vivamos Valeria

dentro de miles de años

vendrá un poeta diferente

que recordará este amor nuestro

y creará otro carmen

que sonará lleno de pasión

 

            Iremos lejos

            Valeria

            nuestro lecho

serán las estrellas

 

Lectura de Ana María Rodas en el Ayuntamiento de Salamanca (2005, foto de Jacqueline Alencar)

Ana María Rodas (dcha. dela imagen) con los poetas Zurita, Bartolomé, Dobles y Ana Ilce Gómez en la Plaza Mayor

(foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

 

 

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