La poeta Eva Sarrias Rodríguez

 

 

“Crear en Salamanca” se complace en publicar estos textos de Eva Sarrias Rodríguez (Isla Cristina, Huelva, 1972), licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y quien completó los estudios de Lingüística Hispánica y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de La Sorbona (París). Actualmente ejerce como profesora de Secundaria de Lengua y Literatura. Ha publicado los poemarios Memoria del cuerpo (Ed. Círculo Rojo, 2015), Isla interior (Premio de la Fundación María del Villar Berruezo de Tafalla, Navarra, 2016) e Islas artificiales (Accésit del Premio Ciudad de Cáceres 2018). Su primer libro recoge poemas destacados en su trayectoria literaria por los que recibió el primer premio en diferentes certámenes y concursos de poesía: I y II Certamen “Almojábana” (Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla), XVIII Concurso de Poesía “Ciudad de Cantillana” 2013 (Sevilla) y XXIII Certamen de Poesía “Cruz de Piedra” de Huétor Vega 2013 (Granada); así como la Primera Mención de Honor en el II Concurso de Haikus de La  Palma del Condado (Huelva) y el Acéssit del III Concurso de Poesía “Con Esencia de Mujer” (Astorga).

 

 

 

Isla interior e Islas artificiales forman parte de un mismo proyecto poético que plantea la necesidad de volver al origen para intentar recuperar la verdad de nuestra esencia. Los poemas cuestionan la intervención de la mano del hombre en la naturaleza para construir espacios habitables que lo protegen y aíslan ante una sociedad enfrentada entre la verdad o la apariencia, la realidad o el artificio de la imagen y las redes sociales. Finalista en varios concursos nacionales e internacionales, como el XVIII Certamen Nacional de Poesías San Pedro, Puebla de la Calzada (Badajoz), III Concurso de Haiku del Taller de Escritores de Barcelona o III Premio de Poesía “Gertrudis Gómez de Avellaneda” (Sevilla), ha sido recogida en la Revista de las Artes y las Letras: La Traíña (Universidad de Málaga, 1995) y en varias antologías de poesía:  “Cuaderno de Profesores Poetas” (Segovia 2013-19), IV y V “Día Internacional de la Poesía en Segovia”, II “Antología de Poesía” del Centro Canario de Estudios Caribeños, “Anónimos 2.2” (Cosmopoética 2014), “Verdes Escritores y Creadores”, Moguer 2019 y Proyecto Atlántico 2019 de la Editorial Venguerén.

 

 Salamanca, foto de José Amador Martín

 

Eva Sarrias participó en la VII edición del prestigioso Premio Internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’. Su libro  estuvo bien valorado por el Comité de Lectura, quedando ad portas de los 15 trabajos finalistas. Recordemos que se presentaron 1017 libros al concurso. Los poemas aquí difundidos forman parte de sus libros Islas artificiales («Los espejos», «Máscaras» I y II, «Naturaleza muerta», «Tierra quemada» y «Verdad»)  e Isla interior («Isla», «Temores» y «Revelaciones»)

 

 

 

LOS ESPEJOS

 

Mientras nos preguntamos

si es verdad o artificio

la sonrisa del rostro que nos mira,

los espejos descubren en nosotros

temores encubiertos.

 

Como un escaparate de tristeza,

revelan las fingidas madrugadas

por las que transitamos detrás del maquillaje.

Nos devuelven la imagen de atrapados fantasmas

que encarnan personajes huidos de nosotros,

como seres cambiantes que en una mueca falsa

fingen y nos observan:

un teatro de títeres dispuestos a imitarnos.

 

Cuando nadie los mira, proyectan en secreto

las tenebrosas sombras que negamos,

roban del alma el miedo y lo transforman

en la distorsionada imagen que se apropia

de los que se contemplan.

 

En su fondo se abren los abismos

por donde regresamos a la vida

desde ficticios mundos.

 

Desde la superficie artificial

de los espejos

el miedo nos devuelve

la tenebrosa pátina

que el tiempo va imprimiendo en nuestros rostros.

 

Foto de José Amador Martín

 

                      

MÁSCARAS

I

 

Alguien igual que tú te está siguiendo,

imita tus maneras,

las huellas de tus pasos.

 

Imagen de ti mismo, pero que no eres tú,

te libera de todo compromiso,

sonríe por ti, responde a pie de foto

a cada comentario.

 

Y al final de la noche te interroga:

¿Cuántos likes necesitas

para poder creer en cada rostro

que te oculta?

 

 

              

Foto de José Amador Martín

 

MÁSCARAS

II

 

 

Las grietas lo revelan: es fachada tu vida.

 

Te has entregado en cuerpo y alma,

en sílabas contadas

en el nombre de todos los que hablan por ti.

 

Tan solo has esparcido

cenizas en un muro con tus restos,

los restos de un naufragio.

 

La piel que ya no habitas

te despoja de todos los disfraces

cuando nadie te mira, muestra la cicatriz

que abre en dos ese muro.

 

Foto de José Amador Martín

 

 

NATURALEZA MUERTA

 

 

Con los ojos cerrados nos invade

el aroma de la naturaleza,

se libera en dos tiempos

el eterno perfume de las flores

silvestres.

 

Al inhalar

transporta los sentidos a los campos

de la infancia perdida, al exhalar

arañan las espinas de la rosa

entre las manos.

 

Nos llega desde lejos el olor

de la hierba mojada,

el musgo humedecido de la piedra

sobre el barro, la tierra conocida…

 

Se libera en dos tiempos

la nostalgia

desde el impulso eléctrico

del ambientador.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

 

TIERRA QUEMADA

 

 

                                                        Maldito el que profana los lugares sagrados

   como el bosque absoluto

J.A. GONZÁLEZ IGLESIAS

 

La vida se hace incendio,

en el parque dunar el humo envuelve

el cielo de la costa.

Hoy sangran

los caminos del bosque

y se extiende el dolor sobre la tarde:

han quemado la casa de los pájaros.

 

Extinguida la vida en las raíces,

los reptiles celebran la victoria

en suelo urbano.

                             Incalculable pérdida.

 

Valientes los que cuidan la sombra de los árboles,

restaurarán la vida en las cenizas

y harán crecer las plantas sobre el miedo.

 

No es suficiente el agua de la lluvia

para apagar la voz de la conciencia.

 

En las manos de quien negó el origen

huele a tierra quemada.

Foto de José Amador Martín

 

 

VERDAD

                                                                                                                                            

 

Sentimos la distancia. Lentamente

las adelfas dejaron de mirar a la luna.

Con la urgencia

de alcanzar el futuro, las espigas

nunca más traspasaron el tejido

inocente de nuestros corazones.

 

Se perdió en nuestras manos

con todos los secretos de la infancia

y el viento del otoño precintó el paraíso

en las parcelas adosadas de

las urbanizaciones.

 

En el espejo

de los retrovisores, se fue quedando lejos con el mar,

                                                  reducida

a una simple gota,

a finísimas escamas

de flor de sal, disuelta en los cristales

del recuerdo.

 

Pero se fue envuelta en transparencia,

con el brillo fugaz de las Perseidas en agosto,

iluminando islas

y espacios clausurados a su paso

en nuestras vidas.

 

Nos dejó la esperanza de volver

a mirarnos por dentro

hasta encontrarla.

 

 

ISLA

 

 

Hay una isla dentro de cada uno de nosotros.

 

Si nos miramos dentro

corremos el peligro de caer

        hasta el fondo.

 

Naufragar

en aguas

demasiado

profundas.

           

Encontrarnos.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

TEMORES

 

                  

Hay temores ocultos que perviven,

como aprender a oír el silencio de mar,

su retirada,

los lugares exactos donde poder huir.

 

Maremotos, relatos que traspasan

el tiempo de la infancia.

 

Aprender a ser isla: emerger

hasta recuperar los bordes,

tocar la superficie,

caer de nuevo al fondo en tierra firme

y ascender.

 

Tener la sensación

de que una madrugada vendrá a buscarte el mar,

una gran ola.                   

               

Foto de José Amador Martín

 

 

 

REVELACIONES

 

                                                          

Ya no existe el lugar desde el que observa,

ya no es aquel mar,

pero sigue soñando que las huellas

estarán en la arena después de la marea.

 

Es libre

como los pensamientos, la luz y las palabras

que hablan de futuro.

 

Atraviesa los días con la voz luminosa

de las revelaciones que advierten:

No quieras ser naufragio.

 

  Eva Sarrias Rodríguez

 

Foto de José Amador Martín