CELEBRACIÓN DE LA POESÍA. VIAJE A LA LUZ. 2021

«Crear en Salamanca», con los poetas y artistas gráficos para la Celebración de la Poesía. Año 2021. Un viaje a la Luz

Selección de José Amador Martín

 

Foto José Amador Martín

 

 

PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

Dama de la Cultura y la Poesía

 

El primer hombre , en el primer albor del paraíso, sintió el temblor y asombro del poeta y fue poniendo nombres a las cosas.Ecos sonoros de tu Nombre augusto .

«Bien se que la palabra es hija del silencio . Es verdad que el silencio nos habla sin palabras. Siempre será el silencio el idioma de Dios y el mejor contrapunto al canto del poeta . Debajo del silencio esta escondida la vida y la palabra cristalina . Descubrir su misterio es alumbrar poemas inmortales “

( M. Combarros)

 

Estos versos o cualquiera de los que han compuesto tantos poetas , serían suficiente para ensalzar la poesía . Ellos saben  abrir la vida y al experimentar  su latido , hacen brotar la palabra para hacer realidad los sentimientos . El lenguaje adquiere una estatura soberana con la lírica

Confieso mi  predilección por la poesía . Siempre mostré dicho afecto , que me une al misterio y al faro que relumbra en lo más profundo de la memoria humana . Me confieso “sentidora“de la palabra poética , cuya fuerza siempre me atrajo , como un imàn que  conduce , a través del lenguaje , las mayores potencias del espíritu humano . La palabra, especialmente la poética , tiene la potestad  de , no sólo deshacer nuestro aislamiento sino de completar nuestra humanización .

Sobre la áspera piel  en que nos movemos , ser poeta es algo extraño , casi heroico , pero necesario . Hacen falta utopías , soñadores ,  para poder tener la experiencia de la luz capaz de abrir la conciencia a hermosas realidades ocultas .

“ Cada día  estamos más codificados , cada vez nos cuesta más conocernos con gestos , nombres y apellidos , Se nos numera desde un carnet de identidad , hasta en el NIF, pasando por la historia clínica . Cualquier día vamos a llevar el código de barras incorporado en la frente “ -( Manuel Muiños )

En una sociedad exceptica, que esquiva las rutas del espíritu , sín capacidad para la fascinación , que vive de espaldas a lo esencial , necesita dosis de humanidad. La poesía , a contratiempo , puede ayudarnos, porque es  manifestación de todo lo que atañe al hombre , desde lo más íntimo a lo que sucede en el entono , de su periplo existencial .

Nuestro mundo la necesita …. Los versos no son un refugio para olvidar lo que sucede en la realidad . Todo lo contrario .: desde la verdad de lo personal , están para ayudarnos a levantar ese extremo de anhelo y trascendencia   que lleva implícito vivir. No sólo  están para ofrecer paraísos dormidos , si no para enfrentarnos , con la fuerza de la palabra , todo lo que anula , arrodilla , adocena …

Se considera la poesía como la utopía de la lengua  . Así lo creo . En el poema.  las palabras moldean un mundo perfecto e invulnerable al tiempo , donde logran plenitud de sentido y un cierto destello de eternidad .

No entiendo la vida sin poesía y difícil imaginar el paraíso . Ella “-…es la palabra humeante de infinito ; lenguaje que nos humaniza. Es  palabra cumplida, cosechada en el corazón “- ( A. P. Alencart )

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

ROMÁN ÁLVAREZ

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

 

Creo que era Faulkner el que decía que la literatura es como una cerilla que nos permite percatarnos de la oscuridad que nos rodea, que nos hace pensar, que nos insta a escabullirnos del engaño en el que nos obligan a vivir, y por tanto puede resultar peligrosa. Sostienen voces autorizadas que con motivo de la pandemia se escribe –y se lee— más poesía que en las circunstancias normales precedentes. Desde luego, la sección correspondiente en las librerías da fe de que este tipo de textos ocupa suficientes estantes como para respaldar esta aseveración. Se compran libros de poesía y no solo como regalo de Navidad. Si el mercado sigue siendo supremo juez de tantas cosas, cabe suponer que muchos de esos libros antes o después se acabarán leyendo. Sería interesante indagar acerca de cuáles son las razones que mueven al común de los lectores a degustar una literatura que, a pesar de coyunturales periodos de abundancia, sigue siendo pasto de minorías. Acaso en el subconsciente colectivo anide el sentir del romántico Shelley cuando en su “Defensa de la poesía” afirmaba que, “aunque a la sociedad le costara reconocerlo, los poetas estaban llamados a ser los legisladores del mundo”. Emerson, el poeta estadounidense, exhortaba en un ensayo de 1836 a “estudiar la Naturaleza”, que venía a ser casi como la nueva Biblia para muchos románticos. Si viviera hoy día, seguramente instaría a “estudiar la poesía”, porque ella despierta el espíritu fulgurante que abre las puertas de nuestra imaginación más creativa.

En algún otro lugar he mencionado que me impresionó el discurso que Kennedy leyó en el Amherst College pocos días antes de ser asesinado. Una parte del mismo versó en torno a la función de la poesía. Dijo el presidente norteamericano en el solemne acto en el que, precisamente, inauguraba una biblioteca en honor del poeta Robert Frost: “Cuando el poder conduce al hombre hacia la arrogancia, la poesía le recuerda sus limitaciones… Cuando el poder corrompe, la poesía limpia, porque el arte sienta las bases para esa gran verdad fundamental que sirve de piedra angular a nuestra conciencia”. Mario Vargas Llosa, en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, afirmó que “un pueblo contaminado de ficciones es más difícil de esclavizar que un pueblo inculto”.

Celebramos un año más el Día Mundial de la Poesía. Ojalá se siga conmemorando en el futuro en mejores condiciones y libre de pandemias, porque los poetas, en ese día tan suyo, necesitan verse, tocarse, abrazarse y llorar por los ausentes. Hace poco hemos perdido al doblemente galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y con el Premio Cervantes, Joan Margarit. El confinamiento nos obligó a cancelar su visita a Salamanca, donde le habíamos preparado una Jornada de Estudio en torno a su obra en la facultad de Filología. “Que avance una sonata / mientras en la ventana se oscurece la tarde”, expresó esperanzado en un poema inédito. Que avance su poesía y la de tantos poetas como tenemos en Salamanca. Porque, como escribió el poeta senegalés Léopold Sédar Senghor, también Doctor Honoris Causa por nuestra universidad, “la poesía no puede morir, porque si no ¿quién cantará a la esperanza?”

 

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

ALFREDO PÉREZ ALENCART

LA POESÍA ALCANZA

 

Digamos

que habitamos una tierra ardiente

llamada Poesía,

 

que también es Voz

y es fruta viva

y es tallo

que a diario la gente descubre

creciendo ante sus ojos

 

o sonando cual amoroso violín

cuyas notas ruedan

por el mundo,

ya hechas Palabras

para ser luz en nuestras vidas.

 

Digamos

que en el principio era la Poesía

y que esta nos nutre

y nos alcanza,

 

así pasen dos lustros

o dos Milenios.

 

Foto José Amador Martín

 

 

ANTONIO COLINAS

 HUERTO DE LA FLECHA

 

de En los prados sembrados de ojos.

Siruela. Libros del Tiempo.

 

                                                                                Oh fuente (…)

                   Oh secreto seguro, deleitoso.

                                                                        FRAY LUIS DE LEÓN

 

¿Por qué nos fuimos

y le dimos la espalda

a la fuente escondida?

¿Es que ya habíamos desvelado 

su música con nuestra pobre música?

¿Es que acaso pudimos abrir

la sombra con la luz,

con la luz que traías en tus manos?

¿Es que logramos dar con el secreto 

en la espesura?

¿Es que alguien puede dar en esta vida

con la verdad suprema?

Así que tuvimos que ascender 

pisando el musgo del sendero verde,

serenos más vencidos,

de la umbría a la luz,

de la luz de unas manos 

que me iban conduciendo, guiando a otra luz

que nos pudiese revelar el sueño primitivo.

Y es que todavía éramos humanos

y abordar debíamos la prueba de vivir.

Por eso, regresábamos

de lo hondo a la altura.

En lo hondo quedaba 

la fuente y su murmullo,

la fuente y su secreto:

ese que yo bien sé,

ese en el quizás

esté la salvación.

 

Foto: Lurdes Barrios

 

ASUNCIÓN ESCRIBANO

EL POEMA

 

de “El canto bajo el hielo” (Ediciones Carena, 2021)

 

    “Pero un poema es una criatura verbal hecha de maravillas”

(Juan Antonio González Iglesias)

                                                                      

Los eruditos hablan de artefacto

cuando estudian las líneas del poema 

en su asiduo gesto de inventario.

Nombran sus engranajes previsibles

cual mecanismos estrictos de reloj

donde embridar su furia desatada.

Explican que en ellos se acomodan

las piezas del mecano de la lengua

como un riego previsto exactamente

en el mismo minuto cada día.

Escriben sobre sílabas pautadas,

ritmos computados con metrónomo.

Yo prefiero el nombre desvelado

del poeta que ha penetrado en la fronda

luminosa en desvarío: Criatura,

que comprende la vida y el aliento.

Su corazón de lluvia está repleto

de arterias de llamas que conjugan

la suma insensata de contrarios.

Paradoja la apodan los expertos

sin poder concebir lo incomprensible.

Pero a mí me gusta imaginar 

que es el fulgor de la ebriedad

destilada por locos y por sabios 

que asisten a la unión entre las cosas

cual pájaros radiantes ya sin jaula.

Palabras que hacen de todo lo que

existe firme nudo que disuelve

los ojos del lector en catarata.

No hay otra manera de ascender

sino a lomos del poema y contemplar

el mundo desde lo alto de su cumbre.

Sólo puedo pensar la maravilla

como el lugar de partida y llegada

del fanal milagroso de los versos.

Y puestos a escoger entre prodigios,

elijo aquellos atardeceres lentos,

sus turbios arrabales y desdichas 

que hicieron de la vida del porteño

un abrazo de húmedos zaguanes

e infinitas auroras y ponientes.

También las azucenas en la noche

donde reclinar cansancio y miedo

como hizo ardiente el carmelita.

Los ojos verdes de la de Nevares

donde se podía oír batir el mar.

Las cancelas del cielo de Tarquinia

con su sueño de potros y cervatos.

La ceniza que alzada ante la luz

es proclamada a modo de esperanza.

La gravitación quieta de horizontes, 

la risa confundida con la fuente,

las pequeñas cosas en pañuelos, 

la libertad de estar presa en tu nombre,

Preciosa y su sonaja hecha de luna,

el don que no se halla entre las cosas,

la búsqueda exacta de lo que eres,

el aullido interminable del vivir,

el fruto que es resumen ya del árbol, 

los hombres que con luz van más deprisa, 

la vida que canta y se entrecruza, 

la noche tras el sol tan de repente,

el cansancio de ser y de haber sido, 

el taxi y el amor conjuntamente,

las espinas que no son tan pequeñas…

…Y tantos…, que no son artilugios

sino habla en amor con quien escucha.

No sabría definir que es un poema.

Pero en ellos resguardo yo mi vida

del tiempo, del mundo y su tristeza. 

Como íntima hoguera frente al frío.

 

 

Foto Lurdes Barrios

 

 

SANTIAGO REDONDO VEGA

 

LOCOS DE TINTA

 

Porque un ciento de locos

trocan versos por aire

y hacen piel corazones de libertad y cántico…,

todavía hay futuro.

 

Porque indagan la histeria,

ponen cielo a las nubes

vacunando los mitos que a los cuerdos infectan,

y perviven sin héroes

o atraviesan de ahoras el pretérito aliento

de una emoción sin mácula.

 

Y se sueñan poetas,

aposento de labios de mirada extensísima,

de silencios con alas,

de ternuras sin lacre.

 

Muere dios en el ámbar que trampea la noche

o en el nido de cuco de una emoción utópica,

pero aún nacen y emigran

esos locos poetas por la sed del instinto,

y se ensucian los dedos con la emoción del barro,

y se irritan, y amansan.

 

Porque hay locos de tinta

destejiendo corduras cuando nadie les piensa,

todavía pernoctan

cien sirenas las playas de esta mar decadente,

cien poetas, cien voces.

 

Y en su hatillo de versos

olvidado y raído como un jergón de lunas

se hace inmenso el vacío

que convoca al presente de esta tenue esperanza

 

 

 

Foto: Torcuato Cortés

 

 

ESTER BUENO PALACIOS

 

Con el viento

Con el viento de otoño y

los frutos creciendo en los zarzales,

con un poco de lluvia despistada

que ni moja, ni cala, ni consuela,

yo te digo… ¡adelante!

 

Son extraños los tiempos

y las horas parecen inventadas,

raro rumor venido desde otros continentes, pero digo … ¡adelante!

Lo sé,

te he visto temblar por la mañana.

Son tiempos impacientes y mestizos,

una mezcla de miedo y de dolor de todo,

de tristeza en las cuencas de los ojos que no derraman nada,

con espacios dejados por amigos, innecesarios y estúpidos vacíos.

Pero digo… ¡adelante!

 

Te lo digo y levanto las manos para asirte del alma y que me salves…

y quizás yo te salve.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

SOLEDAD SÁNCHEZ MULAS

 

VOZ

 

 

Los hombres nunca encuentran el camino de vuelta

al fondo de sí mismos.

 

Acallan esa Voz que late en sus penumbras,

que los agita en medio de la noche

y los arrastra frente al espejo crudo

en el que se sincera su esqueleto.

 

Los hombres, sordos,

vadean las verdades como ríos oscuros,

pero se ahogan en sus certidumbres.

 

Y así se encuentran en los cruces vacíos,

mirándose sin verse,

retomando los caminos hollados

y olvidando las sonoras sendas.

 

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

 

J.M. RERREIRA CUNQUERO

 

NO HAY LLUVIA DE MATICES

del libro: Fuego de horas y arraigos

 

 

 

NO HAY LLUVIA DE MATICES

Como inmóvil paisaje adormecido

la calle es un recipiente

helador de pesadumbre,

de reflejos y tristezas cohabitadas

entre retratos de afectos presentidos

y emociones etéreas que asomaron:

remembranzas y recuerdos,

más allá de los cristales.

 

No hay lluvia de matices

que acoplen el caos que va engullendo

el manso sol del mediodía,

ni rosales que infecten el color

en las flácidas rosas que entregaron

a la sequedad de la hojarasca

su estallido de armonía.

 

Foto José Amador Martín

 

 

ARACELI SAGÜILLO

 

POESÍA y PRIMAVERA – 2021

 

 

 

 

Esta primavera la imaginación

sueña con metáforas nuevas,

capaces de recuperar la memoria perdida.

 

El mágico brote de la palabra se hace escarcha,

y duelo, y corazón de nieve, y río,

y corriente nunca más detenida.

 

La imaginación guarda el sueño,

que los poemas de la pena esconde…

 

!La poesía! La poesía es la isla de la ternura, 

la frágil flor dueña del último poema.

 

La poesía se lleva dentro de las palabras,

se esconde entre lágrimas,

esas lágrimas que todos lloramos.

 

Aquél que conoce la suave caricia de la poesía,

ha descubierto la principal razón de la existencia

 

Foto Paz Mateos

 

 

ARANTXA AGUDO

PALABRA

 

 

Dichosa la tierra que recibe el agua como bendiciones pausadas.

 

Que acomoda el campo para acunar al futuro fruto.

Dichoso el que siembra a voleo o mano alzada el grano…

Que traerá la hogaza o alimentará al cordero.

Guiará el arado, romperá el surco, cantará feliz

por el sol, la luz, el trabajo y la senara que espera.

Dichoso el labrador que sembró palabras,

labró el baldío, creó tempero, aguantó el cierzo.

Cultivó el silencio se enredó en la luz y creo un poema.

 

 Hoy le arranco a la muerte la vida que lleva…

 

 Dichoso el…

Que soñó en palabras y siempre las arrimó a la tierra.

 

 

 

Foto Ángel Holgado

 

 

Mª DEL CARMEN PRADA ALONSO

 

ANTE LA JUVENTUD PERDIDA

 

Se atardecen las miradas

 bajo las frentes cautivas

que preparan el azogue

para hacer espejo

de la postdata de la juventud deshojada.

En cada recodo de las heridas,

sangra a escondidas

la desesperanza del otoño.

Pasaron el pan y la miel

 a flor de cantueso

y cae la cadena en la mano

 del enlutado espíritu.

Quedan desnudas las ruinas

sobre las que planean

bandadas de fantasmas

entibiados en nieblas boqueantes.

La anchura de la nostalgia

recupera los verbos

que quedaron sin conjugar,

en una partitura destintada

sin resurrección posible.

¡Qué efímeros los oros!

¡Qué frágiles las riberas!

Toca saldar deudas

con las espuelas calzadas

yendo a los alcances

de los arrepentimientos

encomendados a la memoria.

En el horizonte de la esperanza

el viejo Catón resplandece

en un silencio que gira

preso en el tornado de los años.

Surge el asombro

y llega la pureza de la razón

trayendo la luz rompedora

de las sombras que pretenden

opacar el brillo de la senectud.

Foto Ángeles Rebollo

 

 

LEONOR MARTÍN MERCHÁN

 

DESPIERTEN A LA LUZ

 

 

Despierten a la luz

Las palabras dormidas

El angosto suspiro

Por un grito de victoria

Las manos guardadas

En los bolsillos

Ofrendando lágrimas

Sin secar su herida.

 

Despierten a la luz

Tantas derrotas

Y levantemos la voz por las esquinas.

Los fríos pasiles de la historia

Que silencian diálogos de huida.

 

Despierten a la luz, todas las notas

En el pentagrama de esta nana adormecida

Y pintemos se acuarelas y colores

Las estancias de la vida.

 

Despierten a la luz todas quimeras

Y gana la victoria en tu partida.

Que la cordura y la razón sean tu lema

En la desnuda palabra adormecida.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

 

ISAURA DÍAZ FIGUEIREDO

 

EFIMERA CANDELA

 

 

 

Tibio helecho de luz,

miel impaciente,

fuego herido que al quemar  abrasas.

 

Y pronuncio tu nombre,

y me traspasa, hasta elevarme al cielo,

y en esa hoguera,

que no quema

emprendo vuelo,

y salvo el viento,

tejiendo tormentos.

He de partir,

y aun tremolan mis manos

el ultimo abrazo

y mis pechos amamantan palomas a sus pechos

 

  La tierra te cobija,

y la sombra grita en clemente desamparo

sudario,

lienzo

 velo de pureza…

Humedeceré  tus secos  labios

y ocultando un beso tras la sábana

abrigaré tu caja.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

ANA S. DÍAZ DE COLLANTES

 

EL ÁRBOL DEL AHORCADO

 

Eres el rumor irredimible

estampido inapelable

chaparrón sacramental.

 

Eres un talento funerario

la inquietud invaluable

el fragor universal

 

la epifanía del rayo eres

corsario o desatino oculto

creado por un latido

de maestría en la mar.

 

Foto Ángeles Rebollo

 

 

 

ISABEL BERNARDO

 

FUERA DEL PAISAJE

 

 

Todo parece estar en su lugar.

En el horizonte la nube.

En la charca la garza

y en el silencio de la noche el relente

donde van rompiendo a respirar las larvas.

Todo parece mantenerse en la física

de su materia, dentro de urdimbres y aleaciones

(invisibles a veces)

que desbordan pausadamente sus formas

sobre el pulso ambarino del sol; oscureciéndose luego,

cuando el poniente emprende la fuga

a sus abismos.

Solo nosotros parecemos haber quedado fuera

de este dinamismo de la luz. Solo nosotros detenidos

en aquellas últimas horas del anterior invierno. Solo nosotros

                                                                                                       negando

la incontestable primavera

que ya anuncian las prímulas.

 

 

 

Foto Torcuato Cortés

 

ANNIE ALTAMIRANO

 

Inspirado en ‘Feuilles mortes’, pintura de Remedios Varo

 

 

A veces escribo como si trazase un boceto.

Remedios Varo

 

Envuelta en la penumbra,

devana el frágil hilo de los sueños.

La sombra de la pesadilla y los despojos

fluye

desde el túnel

donde la eternidad toma un nombre.

Recala

su álgebra inútil

que se hunde  en el silencio

sin encontrar el rastro

fugitivo de quien fuera.

El vuelo sosegado de la brisa

no concede tregua

a los instantes que recuerda,

a los nombres que la rondan

desprovistos de materia.

Lo que amó es cosa del pasado,

vigilia o sueño

o memoria en ruinas,

ausencia viscosa

que busca un consuelo extraño

mas allá

de la puerta de Tanhaüser.

 

Foto José Amador Martín

 

JOSÉ ANTONIO VALLE ALONSO

 

SONETO A LA POESÍA

 

 

Te vi llegar cometa, aroma rosa.

Te vi llegar temprana primavera.

Te vi llegar hermosa a mi quimera,

versátil flor, en flor de mariposa.

 

Y revolotear versos y prosa

en mis ensueños de cristal y esfera.

Te vi llegar desnuda, verdadera.

Amor en el amor de cualquier cosa.

 

Te vi llegar sencillamente, mía.

Y seguir el camino con mis pasos

rimando versos por si me perdía.

 

Te vi llegar con luz de terciopelo

y entrar por mi ventana sueños rasos.

Te acariciaron albas de mi anhelo

 

 

 

Pintura de Miguel Elías

 

 

           

JUAN CARLOS LÓPEZ PINTO

 

 

LA POESÍA.

 

 

 

Pon tus ojos, tu oído, en lo que importa

Y atiéndelo despacio,

Con entrega dichosa.

Hasta que su secreto brote en tí.

Así los días.

¿ No ves?

 

Avanza marzo. Pronto abril y la Primavera.

Y florece la rosa en el jardín. Y aparecen flores al borde del camino.

Sin saberlo

Es la vida.

Mírala.

Igual que la Poesia.

Como se abre la luz,

Con cuanta entrega.

Haz tú otro tanto.

Unas cuantas palabras limpias

Y que se abra el poema.

Así los días.

Vívelos con entrega dichosa.

También en las laderas más inclinadas hay caminos. Y senderos. Y una sombra dichosa para los días de sol.

Feliz poesía.

Que se acerquen quienes la maldicen. Que la protejan quienes la quieran.

 

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

ELENA DÍAZ

 

Las estaciones contigo.

 

 

 

 

Hemos visto caer la nieve, tan despacio

sobre la ciudad,

desprenderse de las ramas las hojas

de los árboles,

esmeralda y oro su traje de luces,

humus nutricio cubriendo los suelos

y la sinfonía de color de las flores

y las abejas libando en su cáliz, el néctar.

Hemos sido testigos de cómo abren sus alas

 las chicharras,

rindiendo su música al calor extremo del estío

y los tenues rayos de luz en los espejos

donde se bañan los pájaros,

tras el preciado don de la lluvia.

Todos los sentidos se abren,

al pequeño milagro que nos regala la vida,

cada día.

 

 

 

Foto José Amador Martín

 

MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ

 

El musgo

abre

su mano

en la retícula

afilada

de lo real.

Nudo verde,

diéresis

que el agua

disemina:

espora de lenguaje

hacia lo vivo.

No urge

ningún modo

de sintaxis

o

tallo

para crecer

sobre esta línea

vertical.

Turba tan obstinada:

ligadura.

 

 

Foto José Vicente

 

 

VERÓNICA AMAT

 

MAYOR  QUE AGORA

 

 

Para hacerte un soneto, para hacerte

una ofrenda de rimas y canciones

catorce versos besos en balcones

de palabra tallada para verte.

 

Me miras y me enseñas a mirarte

me adentro y me abraza tu embeleso

de luz avellanada y no ceso

de llevarte en mi voz y azucenarte.

 

Rosa rubia racimo de oro alto

nevándote miradas ¡ cuanta gente!

que en alternos compases se enamoran.

 

De tu ambarina luz y azul cobalto.

aprendida belleza inteligente

universal abrazo en ti, se crece.

 

           

           Foto Victorino García Calderón

 

 

MONTSERRAT VILLAR GONZÁLEZ

 

DESDE EL LETARGO

 

 

Los cadáveres vencidos

se quedaron a las puertas 

de esa primavera incierta

deshojando margaritas.

 

Desde un árbol,

un ahorcado nos observaba

esperando a que alguien

descolgara sus recuerdos.

 

El esplendor verde-azul

que sobrevivió a nuestras desencajadas caras

nos miraba despreocupándose 

de un regreso que significaba

aniquilación insensible.

 

Ahora, ya nadie respira con la certeza

de todo lo que ignorábamos.

Ya no vivimos sin pensar que el mañana

puede clavar en nuestras células

una espada que nos persigue silenciosa

en esta sombra que nos aletarga.

 

(Poema inédito, 2020-21)

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

 

ÁNGEL GONZÁLEZ QUESADA

 

MURMULLOS INCESANTES DE LOS VIVOS

Diálogos (Luciano de Samóstata.)

 

 

Murmullos incesantes de los vivos

despedazan mil soles enterrados

en la súbita nube donde habitan

las más tiernas palabras pronunciadas

 

La arrogancia del cuerpo que las dice

bebe en su rojo vino apostasías

y el recuerdo más crudo de la muerte

se convierte al decirlo en un deseo

 

La palabra es igual que el hierro vivo

tan de carne quemada cual de viento

hiriente espiga al tiempo que caballo

y su ignorado aliento existe siempre

 

Lo lejano no está y el pecho anhela

transmutarse en el agua que lo inunda

para volver después como un viaje

a imperios que en la boca se pronuncian

 

pues se oyeron aquí cien mil murmullos

las hordas que gritaban la venganza

y los ojos insomnes que clamaban

por la fulminación de los sentidos

 

Escuchamos aquí a los derrotados

en su dolor de carne hecha palabra

y supimos que el don que les consuela

es cazador de voces que el destiempo

 

a deshora cumplió; y la esperanza

se nutrió de la voz; y la escritura

se dejó aniquilar por las estatuas;

y nadie dialogó; nadie me hablaba.

 

 

Pintura de Miguel Elías

 

 

JOSÉ MARÍA MUÑOZ QUIRÓS

 

Negación de la sombra

 

1

No es esto.

He deseado siempre escapar,

esconderme, refugiarme en tus ojos.

 

No es esto.

He consumido

en el sorbo frutal de tu mirada

la existencia de un viento estremecido.

 

Lo demás, valle de flores secas,

valle gris donde espero

que pronuncies mi nombre.

2

 

Sé que el lenguaje es un tránsito de claridad,

que a veces es amargo silencio

y otras veces espacio que se escribe

con sílabas desnudas, con adioses.

 

También el cumplimiento del amor

en un bosque de luna,

el paso por donde aprendes a ser libre,

a derramar palomas en los ojos cercados por la niebla.

 

Sé que cada poema es como un ramo de nubes encendidas

en el fiel horizonte donde sueñas.

Foto Lourdes Barrios

 

RAFAEL SOLER

 

                                    

Nunca un escalpelo

 

 

Bastará un lápiz de largo recorrido

carmín en edad de merecer

el junco que dijo conocernos

 

empuñadlo

como quien toma un arma

con esa determinación adolescente

del falso justiciero

 

y apostados ante el folio

tallad de las cercanas

tacón escote y peca

 

de las otras

su calculado desdén

al pregonar otra derrota

 

perseverad cuando alguna

se alce en rebeldía

cierre las piernas baobab

abomine su papel protagonista

 

que nada turbe

vuestro empeño en descubrir

dónde la única primera

 

bañador lycra

vacuna de viruela

 

ne me quite pas ne me quite pas.

 

 

Foto Paz Mateos

 

AIDA ACOSTA

 

 

Del Poemario Sudor de un Paisaje

                                              

 

 

 

Hoy la tristeza es capicúa

se encierra en una torre consumista

llena de garabatos,

su tiempo de deshoras

es la llamada

del silencio,

es la mujer que llora

abriendo su vientre

de pájaros negros,

es el andén

y los pasos que fueron,

es la sonrisa obligada

y los árboles viejos,

el empeño por vivir al desvivirse,

iniciar cada día

una pirámide inversa

que se llena de mar

que se ahoga.

Esta tristeza

lleva piernas largas

y abre senderos

en las manos del olvido.

No quiero hoy

que llegues a casa

con un rastrojo lánguido

de lo que fue ayer

de la tibieza que no hubo

de los besos que olvidamos darnos.

Hay demasiada tristeza, hoy,

demasiada arquitectura

de lo que nunca será.

 

Foto José Amador Martín

 

MARIAN DE VICENTE

 

 

Donde muro, cristal

y hojas donde rejas.

Donde antes cortinas

ahora cielo, tejados,

chimeneas.

 

Ya desciende la noche.

Se han encendido

dos huecos, dos ventanas

bajo las tejas.

Donde las sombras, luz.

 

Donde lo otro, la recreación.

Donde lo ajeno y frío,

lo más íntimo y bello.

Donde la ausencia, vida.

Donde el dolor, amor.

 

 

Foto José Vicente

 

 

JOSÉ MARMOL

 

 

ESQUICIO DEL VUELO

 

 

voy a dibujar un pájaro que es su mismo vuelo. y un vuelo que aún no tiene pájaro. vuelo que se crea con su pájaro. pájaro agotado en los tonos de su vuelo. no voy a dibujar un pájaro volando sino al mismo vuelo dibujándose. y en mi turno de sentirme dios. voy a crear un himno para el viento y la memoria.

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

 

GIANNI DARCONZA

 

POETA

 

De la nada deslumbrada por luces

ficticias, llegaste al mundo,

hijastro de gato callejero,

con ojos más aptos para ver

la oscuridad.

 

 

Foto Ángeles Rebollo

 

ANA CECILIA BLUM

 

 

LEJOS DE LO URBANO

 

Adentro, en el bosque

junto a los lagos, sobre la arena,

despiertas a media noche

bajo el conjuro de la vía láctea,

ves la marea empinada de los astros

abrazando tu cuerpo,

cortando el silencio de tu sueño,

salvando tu existencia.

 

 

Foto Torcuato Cortés

 

 

JUAN ANTONIO MASSONE

 

 

SEGÚN

 

                                                           “Pondus meus, amor meus”

                                                                                San Agustín

 

Según sea el peso del corazón

alcanzan valor las palabras.

Un pájaro sobrevuela, siente alivio

y el anhelo por una mujer

conoce forma tibia, no saciedad.

De ello, lo mismo vale pensar

que sentir si hay encuentro.

Trémulo silencio; deslízanse palabras

en el relieve de los cuerpos

y las caricias conocen el valor

de los resuellos. Estoy triste.

Ahora sigo alegre. Tienes que ver

con las sorpresas de mi ánimo.

 

Todavía lejos queda el alma. Lo siente

el amanecer cuando el primer vuelo

del ave esparce tibiezas de nido.

De acuerdo al peso del corazón

las palabras son menos lejanas.

Que el sueño hable de ti, la forma tibia

descansa; vuelve a ser tuyo el silencio

en los relieves del alba.

 

Este momento sabe algo de eternidad

en la boca. Otra vez digo: te quiero.

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

 

HAROLD ALVA

 

 

UN POEMA

 

 

Escribo un poema,

Lo pateo con el corazón,

Con la túnica que cubre la mañana,

Escribo un poema

Sobre la inseguridad de sus figuras,

De sus recursos idiomáticos

A los que acudo

Cuando los ojos se quedan mudos

Y la tristeza

Tiene el nombre de una calle.

 

Escribo un poema y lo grabo,

Lo publico en los árboles

Con la seguridad de un hacha

Que muerde los tallos para hablarle.

 

Escribo un poema y se sienta,

O se pone de pie frente a la soledad

O frente al agua;

Capturo la combinación

De sus metáforas,

La anáfora con la que solía repetir

La mancha de mi corazón:

Su bosque sembrado de nostalgia.

 

Foto Ángeles Rebollo

 

 

JUAN MARES

 

ESTRENAR LA LUZ DEL DÍA

 

Estrenar la luz del día

Y que dure todo un año

Es estrenar la esperanza

Cada día

 

 

Foto Victorino García Calderón

 

 

JAVIER ALVARADO

 

AJUSTANDO EL PAGO EN LA PENSIÓN DE GÓNGORA

 

 

Ya se habrán inflamado en la pensión

Las antorchas del lenguaje,

Los papeles se apilarían como carbones encendidos

Donde las acusaciones

Delimitarían los fuegos y la imagen, el vapor que dejan las despedidas,

Los sarmientos que evaden la zancada eterna de la tregua,

La lluvia que se dispersa

Entre las espigas y la torre, como si llorásemos derrotados

Bajo las ingles del muro, cuando se vaporiza un espejo

Y la ancianidad consuma en harapos

La mano de otra ausencia,

Los brocados que se suceden

Al arpa

Ante la evocación y las semillas.

El barroco

Nos sucederá temblando.

 

Las Soledades serían como un discurso del gavilán en el invierno,

Una espada que entre en el Duero

O una alucinación de Dios

En la botija.

 

Se iría temprano a acostar

Con la pobreza desnudada hasta los codos,

Con esos letreros de muerte

Que bailan sobre el aire

 

La pensión de Góngora será como la madera

Recién cortada,

Allí no entrarán las cenizas

Que aunque grandes no tendrán sentido

De ese           el otro Quevedo

Que ante la muerte levantará su copa

Para compartir el puesto ante la mesa.

Y así atendiendo a la fuerza innovadora

 

Del amor y la costumbre, de esos panes

Que se adhieren al frescor y a la garganta.

Honradamente pertenecemos al silencio.

 

 

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

BEPPE COSTA

 

 

ESPERANDO QUE YO PUEDA REGAR TU ROSA

 

 

Mientras me reduzco y recorro a duras penas los últimos peldaños del camino

añoro no haber podido vivir cerca del mar y de las flores

cada ola era mi parte musical mientras tocaba ese tiempo útil

pero cada día la vida como un piano sólo tenía teclas blancas y negras

el peso se hace insostenible dentro de mí y respirar es una gran aflicción

atraviesas largas distancias esperando que yo pueda regar tu rosa

aunque sepas que la fuente se ha agotado y sólo puedo darte cartas de amor

 

(Traducción de Gianni Darconza)

 

Foto José Amador Martín

 

 

EMILIO COCO

 

 

JUSTA VENGANZA

 

 

 

Si llegamos los dos a noventa años,

yo medio dislocado y alelado,

y tú sana del cuerpo y de la mente,

derecha como un huso, ello se debe,

 

me dirás con orgullo, a tantas horas

de gimnasio y a largas caminatas,

mientras yo alimentaba el alma mía

con poesía y demás gilipolleces,

 

te pregunto, si juntos alcanzamos,

yo hecho migas y tú como una rosa,

los noventa malditos en cuestión,

 

si por no haber seguido tus consejos

de mí te tomarás justa venganza,

encantada de todos mis achaques.

 

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

JAIME GARCÍA MAFFLA

 

 

BREVE VUELO DE PÁJAROS…

 

 

 

Nadie sabrá

más tarde cómo ha sido

en qué lugar

dejaron tantos restos

quién señaló la puerta

o abrió la trampa para que cayeran

las señales

 

En los bosques quedaron

en los árboles del camino

que nadie cruzara desde entonces

 

 

Pintura Miguel Elías

 

JOSÉ ALFREDO PÉREZ ALENCAR

SIEMPRE FUIMOS UNO

(Para mi madre)

 

 

 

Reescribes la parábola una vez y otra,

dejándome caer entre tus brazos,

esos brazos que siempre parecen eternos

tras cada despedida.

 

Confieso mis errores ante un juez vulnerable,

traigo mis avatares y mis júbilos de la mano,

para no separarlos ante ese instinto

que lo cubre todo.

 

Disfrazo las palabras, pues quiero tu orgullo.

Maquillo mis actos, pues con ello busco

el saludo que me das cuando despierto.

 

Y aunque torpe es mi caminar,

tus lágrimas y sonrisas bañan mi vida.

Pienso en llamarte,

más tú ya respondiste

con un siempre de nuevo.

 

Siempre fuimos uno.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

JOSÉ PULIDO

 

 

LA VIEJA CASA

 

 

 

Bendito Dios.

El tiempo con sus mohos florecidos

tumbas de fuentes rotas bajo los pajonales

las miserias de los amores resquebrajados

ella y los patios macerados con sus pies de niña

los juegos ya tan lisos cara y sello

desgastada memoria ya tan lisa

abraza el frescor de zaguanes santificados

y huele a muñecas de trapo

pero ya no hay nada para su cuerpo arder.

Le gustaría atormentarse con las plumas blancas, verdes,

rojas amarillas 

y que el gallo en perfecto abanico pretencioso

la mire y que la esté mirando

con sus ojos de infierno cuando salte

y se quede en el filo de una cerca. Y si canta que cante.

 

Foto José Amador Martín

 

 

TOMÁS ACOSTA PÍRIZ

 

Presentación

 

 

 

Así me encaro a ti, en este espacio en blanco

para decir:

soy viejo en la antigua medida que nos dieron.

Soy años, horas, minutos,

el volátil segundo de este instante.

Soy palabras encontradas y perdidas

para expresar que fui niño, joven, hombre.

Soy viejo;

cuerdo para gastar la memoria que me queda.

Soy alguna circunstancia que me hace andar, pensar,

comer, aunque tenga los sabores muy cansados.

Callo y hablo mucho, digo nada a cambio de nada.

Si pienso quien soy, no lo sé.

Uno más que atraviesa una calle o plaza,

el que va a la compra o al paseo que llena cualquier tarde.

Sí, ese soy,

el que ha ido llenando espacios con tiempo perdido,

días que una vez romperán el dique lleno.

Sin miedo, seré aire en el tiempo, anegaré el vacío.

Quiero saber quién soy.

Un viejo sorprendido en mi fusilamiento,

sin miedo al pelotón que va a juzgarme.

Sé que partiré para el exilio.

 

 

Foto José Amador Martín

 

BENITO GONZÁLEZ

Oda a la luna

 

 

¡Acercaros, acercaros!

 

Dichosos ángeles de la memoria

que nada detenga el flujo de los sueños.

Que de la antigua caverna

ella con su luz emisora ha llegado.

 

¡Inclinaros, por favor inclinaros!

 

Que sea eterno el murmullo

sobre la faz agavillada de la tierra,

que rezumen savia nueva los ríos

y las blancas cimas clamen fatigosas

al ser que todo lo siembra.

 

¡Alzad, alzad las manos!

 

Con el brío de las aguas de lluvia

en su torrencial viajar

en pos de elevarse a su poder.

 

¡Abrid ventanas, puertas y almas!

 

Que nada quede en la oscuridad,

dejad que os llene con su cantar de ninfa

y cubra de clamor ardiente

los pechos cálidos de los amantes. 

 

¡No huyáis, ni pretendáis olvido!

 

Que las nubes con su lastimero vivir

os marcaran para siempre

con su invencible arma de lluvia.

 

 

 

 

Pintura Miguel Elías

 

 

MÓNICA VELASCO

 

                       

UN INSECTO SE HA POSADO EN MI CUADERNO

(De Llumantia ilíquida.)

 

 

Dejar que la hoja participe de la vida,

que esta la sorprenda; ha sucedido.

Dejó de conocer la mano que urdía

y conoció las patas: seis pequeñas comillas,

rozando, el vientre endurecido,

oronda a cabeza y dos antenas

la cruzan.

No sé si sueña ahora la hoja

con brincar del cuaderno, abrirse,

cercar la lluvia hasta el milagro

que la vuelque toda hasta la tierra.

Fácil será la fusión

de este papel -que anhela

vuelo y transparencia-.

Será solo silencio entre la lluvia,

permeado y confuso.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

SOL DE DIEGO

 

 

VERSOS COMPARTIDOS

 

 

 

Este poema lo he esculpido

con el dolor y la belleza de quererte,

con toda la pasión de la nostalgia,

con el recuerdo de este paraíso perdido

que se sufre en silencio.

 

Desde la soledad de una voz que me llamaba,

desde la dimensión oculta del deseo

con palabras de amor que abrazan la memoria

sintiendo lo que nunca nos dijeron.                                                                               

                                                                              

Con esa comprensión de amigo

que entrega su secreto,

buscamos vivir besos de leyenda 

en los versos de intimidad eternos. 

 

A ti me abrazo

celebrando la tentación de la belleza,

que ya gocé y sufrí en secreto.

 

Anclada a la emoción

para decirte que te amo  

 ofreciéndote el sueño de mi cuerpo.

 

Celebrando los versos compartidos,

así está escrito todo este poema

como el abrazo de un amante eterno.

 

 

Foto Ángel Holgado

 

 

JUAN CARLOS MARTÍN COBANO

 

VIENE CON EL AIRE…

 

 

Viene con el aire,

Trae el olor del perro mojado

Es una ola de pretéritos imperfectos

No hay cómo agarrarlo

Lacera los dedos del hortelano más cínico

Es mi pasado

Es mi pecado

Es mi pared

Es mi verja de alambres y voltios

Digo que no, pero soy yo

Soy yo, inocultable, ni más ni menos

Soy yo, cojo, manco, ciego y mudo

Muerto erguido pertinaz

 

Llega el hálito desde lo alto

Con esquirlas de sol y abrazo

Verdugo de ojalás y subjuntivos,

Las manos marcadas me soportan

Sin alergia a mi médula purulenta

Sin balances, sin recuentos,

Sin debes y haberes en mi plato

Sin la náusea

Es la puerta, es la casa, el salón cordial y hospitalario

La mesa puesta, y huele a pan y café de mañana

La cama hecha, el edredón cálido

Los brazos abiertos

Ropa limpia

Beso de Padre

Lágrimas de dicha

¡Es la gracia!

                       

Foto José Amador Martín

 

 

XENARO OVÍN

 

 

El encuentro del ser

 

I

 

Admiro la asimetría

las proporciones áureas

y la siempre intensa sonoridad.

—¡Qué grande!.

Cuando el aliento atraviesa

la hendidura de la piedra

hasta el encuentro del ser y la nada.

Donde reina el abisal

limpio para encontrar

el crepuscular lenguaje más allá

de una tímida mirada.

—Ya he atravesado la ventana.

 

 

 

II

 

Ellos esperaban al aplastamiento

para ser líquido incandescente.                                                                                                                     No eran nada.

–Tú viste más allá de la piel oxidada.

Sí; y en tu cabeza comenzaron  a nacer

 los cuerpos y las formas.

–Ahora os veo moveros esbeltas

junto al silbo del viento.                                                                        

—Miradas atentas.

Voces infantiles

corretean a vuestro alrededor.                                                                           

Las hojas del Magnolio

coreografían silencios.                                                                                                 

El Arce se yergue con orgullo

escalando la muralla.                                                                                                                                     

–Alguien se detiene y observa

con curiosidad

las ya eternas acrobacias.

Desde el suelo

—cómplices curiosos –

los graníticos verracos     …/…

que custodian el viejo portalón.

En su pedestal, parecen sonreír. 

El Arquitecto del vacío

dota de vida elementos yacentes.

 

 

Foto José Amador Martín

 

 

CHARO ALONSO

 

Poeta fotógrafo

 

 

Ritmo que late en la tensión fecunda

estallido de luz, margen de sierra

Contando las sílabas de pulsión primera.

Lengua que quiere unir, deseo que tiembla,

Un encuentro fugaz de voluntades.

Palabra preñada de luz, forma que quiebra,

es geometría, color, todo belleza,

mirada que nos fija y nos altera

temblor en el papel, plata o poema,

la luz de toda luz que nos contempla.

 

 

Foto José Amador Martín

 

JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ

 

Luz de primavera y la ciudad

 

La luz sube hasta el sol entre árboles de estrellas

la transparencias de la tarde llega hasta tus ojos

la piedra pone una gota de oro en el paisaje

y toda la ciudad es quietud y movimiento.

 

Somos un instante en el espacio

una sombra en el tiempo, flor en la memoria

mientras la palabra atesora un pensamiento

que envío hacia ti, en los sedientos cauces de las horas.

 

Detrás del mundo percibo

los aires de la calle, los pasos hundiéndose en la gris supervivencia

que se oculta en los huecos del silencio

y la ciudad queda extasiada de luz, extasiada de ti.

 

Los árboles recién amados por la lluvia

dibujados en el horizonte azul de mediodía

suben hacia el jardín del sol, hacia ti

en los prodigios eternos de la sola libertad.

 

Salamanca 2021. José Amador Martín

 

 

 

           

 

 

                                  

 

                                                                                                                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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