ÁLVARO MATA GUILLÉ (COSTA RICA). XXIII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS

 

Álvaro Mata Guillé. Foto de Marcela sánchez

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar estos poemas del costarricense Álvaro Mata Guillé, poeta, ensayista, director teatral. Columnista de la revista Libros y letras, de Bogotá, Colombia. Director del proyecto: Poesía en tránsito-Corredor cultural, que integra festivales de México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, España. Director del Festival Internacional de poesía En el lugar de los Escudos (Estado de México y Ciudad de México y codirector del Festival Internacional Del Norte-Poesía en tránsito, en Monterrey, México. Entre sus libros se encuentran: Ósip, Galería Estampa, Madrid; Un libro sin nombre, antología, El Salvador; Una serpiente sin alas, Colombia; Un país sin nombre, México; Más allá de la bruma, México; La niebla y lo ausente, Argentina; Separata, México; Debajo del Viento, Argentina y Venezuela. Muchos de sus textos se encuentran traducidos al inglés, francés, portugués, italiano, armenio, árabe, entre otros. Dirigió también más de diez obras teatrales con su grupo Baco teatro danza y ha participado como actor en varios cortometrajes.

Mundo Aquí (Pintura de portada realizada por Miguel Elías)

 

Estos poemas serán leídos durante el XXIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, organizado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y que se celebrará en Salamanca del 14 al 20 de octubre de 2020, dedicado a José María Gabriel y Galán. Habrá actos presenciales y virtuales. La lectura del poeta costarricense será en una sesión online y saldrán publicados en la segunda antología del encuentro, titulada “Mundo Aquí”, también coordinada por el poeta peruano-salmantino Alfredo Pérez Alencart, director de estos encuentros desde su primera edición.

 

 

 

 

“ÓSIP”

 

 

“¿Será posible que yo exista realmente,

y que la muerte verdadera llegue?

se preguntaba Ósip Mandelstam,

en un texto transcrito,

no se sabe por quién,

tampoco cuándo,

en una de las paredes del reclusorio,

bañadas por un sol negro,

en espera de la noche,

de las fosas;

 

 

ir y venir

es una ilusión,

otro espejismo,

me decía, 

 

mientras escuchaba sin escuchar la lluvia,

mientras miraba sin mirar los pájaros,

mientras escapaba sin escapar de aquel lugar

sin lugar,

del país de lo ausente,

de los nombres, 

 

mientras la hojarasca,

como nieve,

tintineaba en las piedras,

preguntándole al espejo enclaustrado en el tiempo,

por el abismo,

por el abandono,

por mi muerte;

 

 

 

 

 

 

 

lejos de ahí,

los árboles huían del horror,

tratando de descifrar el canto de los pájaros tirado en la nieve,

mientras Ósip,

seguía entre las fosas,

en la palidez del aliento,

en los dientes secos. El reclusorio

se extendía a las calles,

a las ciudades,

 

llegaba a los pasillos,

a los cuartos,

a las bancas,

se mezclaba al viento. Ósip,

intentaba disimular su mutación en polvo, 

hablando con las nubes,

con los parques,

con otros árboles;

 

 

 

a veces

alucinaban con las gotas reflejadas en el agua,

con un pájaro que trinaba,

el viento en una nube

o con las hojas en el árbol, 

 

pero,

sus ojos acumulaban el vaho de las tumbas,

el frío, 

la ceniza. Su rostro

asomaba entre los dientes,

enflaquecidos los brazos,

las piernas,

el sol

no era el sol,

 

caían algunas ramas,

se acercaba la bruma,

el letargo;

 

Mata Guillé en Castelo Branco (Portugal) Foto de Alexandre Pinto Lobo

 

 

 

 

otras veces,

intentaba describir la opacidad de las gotas en las hojas

acumuladas como polvo en las hendijas,

en los charcos,

en la niebla,

en el orden de las cosas:

 

explicar el miedo,

el acecho, la tortura,

el desaliento,

atrapándolos en un papel derruido,

en las paredes,

en un ladrillo,

en el barro empozado en las asperezas del cemento 

en el suelo. El paso

de una nube,

un pájaro,

el esto, el aquello,

llenaba por momentos la oquedad de sus ojos,

 

la lluvia corroyendo la sangre,

la boca,

los huesos ;

 

 

 

Álvaro Mata Guillé, Pilar Fernández Labrador y Salvador Madrid (Salamanca, 2015. Foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

“¿será posible que exista realmente,

y la muerte verdadera llegue?

 

se preguntaba,

acompañado de algunos pájaros que aleteaban,

 

de las fosas,

de un sol negro

 

 

 

.

 

“Ósip”, del libro “Más allá de la bruma”, recientemente publicado como libro, por la Galería-Editorial Estampa, de Madrid.

 

 

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