
Cada palabra que escribo, cada palabra que callo, me acerca más a la muerte de la que todavía escapo. Cada silencio que otorgo, cada sueño que duermo, me lleva más al borde de la nada en la que todavía no acampo. Palabras, palabras de tinta, de plata, de aire, de agua. Palabras, palabras de siempre, de ahora, de nunca, de mármol. Foto: José Amador Martín.