EL TEMBLOR DE LO HUMANO: INTRODUCCIÓN A LA OBRA POÉTICA PÓSTUMA “DEL POLVO ES MI NOMBRE”

 

 

Crear en Salamanca se complace en presentar unas palabras del poeta y editor Luis Cruz-Villalobos que introduce el libro, recién publicado desde Chile, Del polvo es mi nombre, de la poeta cubana Bárbara David Ballesteros (1965-2023).

 

 

La autora del libro, Bárbara Solaydee David Ballesteros, nació en Cárdenas, Cuba, en 1965 y falleció abruptamente en Miami en 2023, fue escritora, promotora cultural y locutora. Se distinguió por su espíritu inquieto, su tenacidad y su lealtad en la amistad y las utopías. Su vida se truncó prematuramente en el exilio, pero no sus sueños ni su voz. Este libro rescata sus textos como un regreso simbólico al hogar y un gesto de sanidad para almas heridas.

 

Por su parte, el autor de esta introducción, editor también de la obra, es el chileno Luis Cruz-Villalobos, poeta, psicólogo y académico, autor de una amplia obra poética y ensayística, traducida a varios idiomas y premiada internacionalmente.

 

EL TEMBLOR DE LO HUMANO

 

Del polvo es mi nombre (NoteBook Poiesis, Colección RedLine, 2025) es un descenso y una ascensión. Una travesía por los intersticios del lenguaje breve donde cada palabra pesa. La cubana Bárbara David Ballesteros nos ofrece aquí, de forma póstuma, un pequeño universo de imágenes cargadas de memoria, deseo, heridas y fulgor. Una escritura que busca dar testimonio del temblor propio de lo humano.

 

En estas páginas se observa una estética fragmentaria: versos y escenas como trozos de lo que alguna vez fue una imagen entera, una historia o un vínculo. Pero no se trata de restos vacíos, sino de retazos vivos, vibrantes de emoción y sentido.

 

Aquí la poesía y la narrativa breve logran capturar, en su mínima expresión, la vastedad del sufrimiento, la fugacidad del amor, el desconcierto de la identidad, el asombro del ser. Estos textos duelen y acarician. Son actos de memoria, pero también de presente encarnado. En estos versos el yo poético se esconde y se revela, se fragmenta y se busca. En los relatos breves, lo cotidiano se pliega desde sí mismo y se abre al absurdo, al misterio, a la verdad brutal de lo que somos cuando nadie nos mira.

 

Leer este libro es mirarse al espejo con el rostro de otro. Es abrir una puerta que da a un pasillo de sombras y luces, donde cada texto muestra una emoción oculta, un gesto no dicho, un deseo fallido. En este sentido, el título mismo es una confesión: somos del polvo, no solo por lo efímero, sino porque estamos hechos de restos, de mixturas, de historias acumuladas en las fibras del cuerpo y del alma.

 

Y sin embargo —o precisamente por eso— la belleza emerge en estas hojas. No como adorno superfluo, sino como leve revelación. Como acto poético radical que se atreve a mirar el abismo sin disfrazarlo ni negar el temblor que inspira.

 

Este breve libro requiere detenerse, para volver, para escuchar entre líneas lo que no siempre se puede decir. Estamos, por último, también ante una obra que permite la permanencia de la voz de una poeta cuya vida se detuvo prematuramente.

 

Luis Cruz-Villalobos
Casamarilla, Curicó, invierno de 2025

 

 

Si desea adquirir un ejemplar en papel de esta obra puede acceder al siguiente LINK.

 

 

 

 

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