PRESENCIA DE LA CULTURA CUBANA EN ESPAÑA. ENSAYO DE MANUEL RODRÍGUEZ RAMOS

 

 

1 Tercer retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018)

 Tercer retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018)

 

 

Crear en Salamanca se complace en reproducir este ensayo escrito por Manuel Rodríguez Ramos (Jatibonico, Cuba, 1953), licenciado en Lengua Española y Literatura General por el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” de la Universidad de La Habana. Graduado del Master of Arts en New Mexico State University de Las Cruces. Ph. D. en University of Arizona, Tucson. Fue profesor titular de Literatura Hispanoamericana en el Instituto Pedagógico “José Martí” de Camagüey, y guionista y realizador de documentales en Cinematografía Educativa (CINED). En 1989 escribió y llevó a escena en la Casa de la Cultura de Plaza, en La Habana, la obra teatral El Rey de las Aves. También en los años 80 tradujo para el Instituto Cubano del Libro una muestra emblemática de literatura brasileña. De 1999 a 2013 se desempeñó en Madrid como guionista, director y productor de documentales. Su filmografía la componen más de treinta títulos, entre los que destacan Lezama, inalcanzable vuelve (1989)Retrato de Gastón Baquero (2013) y Las vivencias poéticas de Francisco Brines (2016). Ha desarrollado también una sostenida labor docente en torno a la dirección, la escritura de guiones y la teoría y la práctica del documental en varias instituciones académicas.

 

Este ensayo se publicó originalmente en la revista digital OTRO LUNES (Berlín, Nº 48, noviembre 2018), que dirige el escritor cubano Amir Valle.

 

 

2 Primer retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018)

Primer retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018

 

 

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PRESENCIA DE LA CULTURA CUBANA

EN ESPAÑA

 

Distinta a otras diásporas de la segunda mitad del siglo XX,la cubana se caracterizópor un decidido apego a las expresiones culturales. Afirmación que puede valer también para otras épocas. Es lugar común afirmar que Cuba siempre ha aportado una excelente literatura de exilio, y para demostrarlo suelen citarse los nombres de algunos escritores emblemáticos del siglo XIX como José María Heredia, Félix Varela, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Cirilo Villaverde y José Martí, y mucho de verdad hay en este criterio. Se trata de una circunstancia que parece innegable. Luego,siempre persistió esta vocación migratoria en artistas y escritores, desde el clímax de los años 60 hasta la fecha. Una diáspora masiva, una especie de explosión que cubre todos los puntos cardinales, todas las geografías, todos los rincones del planeta.

 

Y así en España, uno de sus destinos más frecuentes, esta avalancha migratoria ha intentado desde entonces (no siempre con fortuna, pero sí con denodado empeño) hacerse un espacio en el panorama cultural. Y ha logrado (pese a todas las incomprensiones, superando todos los inconvenientes) una innegable visibilidad a partir del trabajo abnegado de creadores, gestores, divulgadores, instituciones culturales, y la persistencia imbatible del gremio de los editores cubanos.     

 

En los años inmediatamente posteriores al triunfo de la revolución, los exiliados cubanos en España (salvo raras excepciones) tuvieron que enfrentar situaciones adversas que dificultaban su inserción en el contextoaquel. Uno de esos obstáculos era la desconfianza tradicional, xenófoba, chovinista de muchos ciudadanos del mundo hacia lo foráneo; la amenaza que muchos españoles percibían (y perciben a veces)antela presencia del “otro”, pasando por alto la evidencia de que ese (como muchos otros) fue también un país de emigrantes. Otra circunstancia desfavorable, un tanto equívoca, y ambigua, era la comprobada cordialidad del franquismo hacia la revolución cubana, viendo en Fidel Castro (hijo de gallego, como el Caudillo) al vengador de la afrenta española del 98. A esto se sumaba que la izquierda, arrobada, en éxtasis, veía en las actitudes y los agresivos discursos castristas una expresión acabada de su ferviente antimperialismo. Además, para buena parte de la intelectualidad ibérica, resultaba atractivo el coqueteo con posiciones y actitudes antifranquistas. Y así, en buena medida, y en plena dictadura, en el panorama artístico-literario español era notoria la presencia de la gauche pro Cuba revolucionaria. Toda esta suma de circunstancias históricas hizo que la diáspora cubana se viera obligada a enfrentar una especie de doble exilio, que se mantuvo incluso con la llegada de la democracia. España, acogida a la etapa histórica del tercer franquismo (1961-1975), de un notable desarrollo económico, se renovaba, y el ambiente cultural celebraba una cierta apertura y pluralidad, pero desgraciadamente los escritorescubanos exiliados en aquel país seguían sufriendo incomprensiones de toda índole. Una atmósfera de rechazo, creada a partir de la justificación y el apoyo al régimen castrista de buena parte de la intelectualidad, que entorpeció no solo la edición, sino también la divulgación del quehacer literario y artístico de la diáspora cubana en España.

 

 

3 Segundo retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018)

Segundo retrato de Gastón Baquero, por Miguel Elías (Salamanca, 2018)

 

 

 

Gastón Baquero, la figura emblemática del éxodo cubano, quizá sea el caso más notorio en este lamentable panorama de negaciones.Afortunadamente, España y los españoles, (sobre todo algunos jóvenes poetas de entonces como José Hierro, Claudio Rodríguez o Francisco Brines) supieron “reconocer a tiempo la talla del intelectual que tenían como huésped” (Uva de Aragón, 93).Y por fortuna también, con el paso del tiempo, fueron aminorando el radicalismo y la animadversión, y fue precisamente Gastón Baquero el primero en romper el cerco de anulaciones, cuando, “la Cátedra Fray Luis de León de la Universidad Pontificia de Salamanca le rindió un homenaje que lo sacó del olvido y le trajo otros merecidos galardones y la publicación de dos tomos de sus obras completas” (ob. cit. 94). Homenajes, reconocimientos merecidos; pero gracias, en buena medida, a las gestiones de algunos amigos (Alfredo Pérez-Alencart, Pedro Shimose, Blas Matamoro, Pío Serrano, Felipe Lázaro, entre otros) y no a directrices oficiales del gobierno español.

 

 

4 Baquero, Pérez Alencart y Shimose, en la Universidad Pontificia (Salmanca, 1993. Foto de Jacqueline Alencar)

 Baquero, Pérez Alencart y Shimose, en la Universidad Pontificia (Salmanca, 1993. Foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

Y por otra parte, lenta, e inexorablemente, la cultura cubana del exilio fue ganando prestigio mientras aumentaba la nómina de figuras destacadas, como José Mario Rodríguez o José Olivio Jiménez, por citar solo dos ejemplos, y en la medida también en que los creadores y gestores de cultura fueron capaces de enfrentar y superar todos los inconvenientes desde instituciones creadas ad hoc, como “trincheras de ideas” y palabras.

 

 

REVISTAS Y ASOCIACIONES CULTURALES

 

 

Este recordatorio, esta enumeración de algunas revistas del éxodo de la isla en España, es inevitable que comience por Encuentro de la Cultura Cubana.

 

Un caso sui géneris. Una revista sin país, o destinada a ese país virtual que es la diáspora y al país real que le cierra sus puertas y donde casi la mitad de su tirada ha debido circular clandestinamente durante todos estos años. Una revista hecha en Madrid para un público disperso por todo el planeta y un país cerrado. Es, sin dudas, el mayor empeño cultural cubano en el exilio durante este medio siglo y, para muchos, la mejor revista cultural de tema cubano… (Ángel Esteban, 242).

 

La Asociación Encuentro de la Cultura Cubana fue fundada en 1995 por Jesús Díaz, con la estrecha colaboración de varios artistas e intelectuales, como Felipe Lázaro y Pío Serrano, con el propósito de servir de plataforma para la edición de la revista. En el verano de 1996 se publicó el primer número, y desde su inicio, la revista Encuentro…se erigió en explícito referente de la cultura cubana, esforzándose por encontrar un margen de conciliación, optando por el rechazo explícito a ser utilizada como vocero de algún partido, o cualquier tipo de organización política. Encuentro… fue el proyecto más duradero del exilio cubano, el de mayor alcance, y hoy puede ofrecer, a los investigadores interesados en el pasado, el presente y el futuro de Cuba, un muestrario de reflexiones mucho más completo, complejo y variado que cualquier otra publicación periódica del exilio.

 

 

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Una recordación especial merece también la excelente revista Resumen Literario El Puente publicada entre 1979 y 1985 por la editorial La Gota de Agua, de José Mario. Cincuenta números de exquisita factura artesanal, y de alto vuelo literario, donde colaboraron decenas de poetas, escritores y pintores cubanos.

 

Otra importante publicación periódica digna de menciónes la Revista Hispano Cubana (auspiciada por la asociación homónima) que se edita en Madrid desde la primavera1998; una publicación cuatrimestral de política, cultura y arte desde donde se realiza una gran laborde divulgación,dirigida, como asegura su acta de fundación, no solo al exilio cubano, sino también a la sociedad española.

 

Y, en plena actualidad; inmersos en el dinamismo de la era digital; realizando una oportuna labor de difusión; empeñados en darle visibilidad al quehacer cultural de la diáspora, es oportuno reconocer la labor de tres proyectos imprescindibles, que cada vez ganan más en prestigio y lectores: Otro Lunes (que Amir Valle y León de la Hoz sacan adelante con esforzado empeño, y merecidos elogios), Encuentro en la Red (con espíritu similar a la extinta publicación en letra impresa en donde colabora Luis Manuel García, ex Jefe de Redacción de aquella), y Diario de Cuba (que cuenta con Antonio José Ponte y Raúl Rivero en el consejo de dirección).

 

 

EVENTOS CULTURALES

 

Solamente haré mención de dos eventos; solo dos; de poco valor estadístico quizá, pero de notable repercusión y alcance. En primer lugar destacaría los congresos internacionales sobre creación y exilio “Con Cuba en la distancia”. Asambleas de carácter científico, cultural y académico, de reconocido prestigio internacional. Foros plurales y abiertos que se convirtieron, desde su primera edición, en eficaces plataformas de promoción para el pensamiento y la cultura cubana de la diáspora; analizada, escritay divulgada desde la perspectiva y la realidad del exilio.

 

            Y el otro evento a recordar es el puntual y polémico La isla Entera, de 1994. Una proyectada reunión de poetas de ambas orillas, programada desde la Universidad Complutense, y desarrollada en la Casa de América,con la intención de darle una mayor visibilidad a “lo cubano en la poesía”. Un homenaje a la revista Orígenes en su 50 aniversario, lamentablementeplagado de ausencias notables como las de Eugenio Florit, Lorenzo García Vega y Justo Rodríguez Santos, desde el exilio;y desde Cuba,Cintio Vitier y Fina García Marruz. Afortunadamente la presencia de Gastón Baquero, uno de los valedores del encuentro, y el principal homenajeado, salvó a esta reunión de una catástrofe anunciada, y al final el balance fue positivo y dialogante.

 

 

 

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EDITORIALES CUBANAS EN ESPAÑA

 

En un artículo en homenaje a los veinte años de la Editorial Betania, el poeta y también editor Pío E. Serrano afirmaba que, “en la aventura del libro los cubanos también tuvimos que navegar solos durante largo tiempo. Únicamente una enorme voluntad creadora y una autoestima a prueba de la indiferencia y del ninguneo generalizados han sido capaces de generar un cuerpo literario tan vasto, plural y heterogéneo” (112). Porque todo el enorme esfuerzo que significó la creación literaria de la diáspora, enfrentado a los disímiles inconvenientes y frustraciones del exilio, habría resultado estéril si desde los años sesenta y setenta no se hubieran creado vías apropiadas para su publicación y oportuna difusión.

 

Los expatriados cubanos en España han dejado una prestigiosa y nutrida muestra de trabajo editorial; de divulgación de la cultura convertida en libros. Un repaso de esta profusa actividad nos coloca ante una muestra de expresión cultural de primera magnitud; y es justo reconocer que buena parte de la intelectualidad española ha sabido valorar después, en buena medida, este fructífero y porfiado laboreo, aunque el énfasis, y las referencias más demoradas las pondré en las editoriales Betania, Verbum y Colibrí (tres de los empeños editoriales y de divulgación de la cultura y el pensamiento cubanos más importantes de la diáspora en España) quiero hacer previamente un recordatorio infaltable de la valiosa labor de otros proyectos.

 

La primera de estas editoriales se debe al esfuerzo infatigable del poeta cubano José Mario Rodríguez, quien había fundado y dirigido las Ediciones El Puente en La Habana de los años sesenta. Tras su llegada a España en 1968, creó la misma editorial en Madrid en 1970, publicando los poemarios Lenguaje de Mudos, de Delfín Prats y No hablemosde la desesperación, del propio editor. Quedaron en proyecto las antologías Novísima Poesía Española I y Novísima Poesía Cubana. En el año 1973 José Mario creó un segundo sello editorial, La Gota de Agua, donde editó los poemarios Provocaciones de Heberto Padilla, y Águila de hierro (1980) y Banquete (1981) ambos de Isel Rivero, y textos también de Edith Llerena yRoberto Cazorla.

 

Otra importantísima labor de difusión cultural tuvo como centro a la editorial Playor, dirigida por el escritor y político cubano Carlos Alberto Montaner en los primeros años de la década del setenta. Playor orientaba su labor fundamental hacia la impresión de textos didácticos, pero en 1976, para servir de estímulo y divulgación de la obra de autores cubanos, creó la colección Nueva Poesía, dirigida por Pío Serrano. Un excelente muestrario de la obra de autores de primera línea: Armando Álvarez Bravo, Roberto Valero, Juan Abreu, Reinaldo García Ramos y Jesús Barquet, por solo mencionar algunos. Y en Playor destacó también la colección Biblioteca Cubana Contemporánea, con la memorable antología Escrito en Cuba: Cinco poetas disidentes (1978), y el alegato Conducta Impropia (1984), de Néstor Almendros y Orlando Jiménez-Leal.

 

 

 

7 Eugenio Suárez Galbán

Eugenio Suárez Galbán

 

 

Otra importante editorial de estos años fundacionales fue Orígenes, creada también en Madrid, en 1976, por el escritor Eugenio Suárez-Galbán. Extendió su labor hasta 1992, con una notable y sostenida calidad. Su primer libro, haciendo honor a su nombre fue Las cartas de Lezama, que su hermana Eloísa generosamente concedió a la editorial. La diversidad ideológica y cultural fue desde el principio una premisa de este proyecto, y siempre prevaleció en sus colecciones el criterio artístico sobre cualquier otro. Una de sus publicaciones más importantes fue la Antología Nueva poesía cubana: 1966-1986, a cargo de Antonio Merino.

 

Por su parte el escritor y periodista César Leante fundó en 1976, en la capital española, la editorial Pliegos, que comenzó publicando poesía y narrativa, y con los años se fue especializando en el género ensayístico sobre autores españoles y latinoamericanos y, en buena y justa medida, libros de temática cubana de los cuales podemos citar dos títulos valiosos: La cuentística de Virgilio Piñera: estrategias humorísticas de Ana María Hernández, y Versiones y re-versiones históricas en la obra de Cabrera Infante, de Dinorah H. Lima.

 

El escritor y profesor Mario Parajón, miembro del grupo Orígenes, y figura relevante entre los intelectuales cubanos residentes en España, fue otro de los que destacó en la actividad editorial cubana en territorio español con el sello Trópico, y las Obras Completas (1995-1997) de Jorge Mañach como emblema.

 

La profesora y escritora cubana Rosario Hiriart fundó y dirigió en Cáceres las Ediciones Cocodrilo Verde, con varios títulos de excelente calidad, entre los que vale la pena destacar Lo que queda de Eugenio Florit (1995); Dos encuentros y despedidas de Hilda Perera (1997); Meditación de la Noche de Ángel Gaztelu (1997).

 

En 1997 el poeta cubano Alberto Lauro publicó primorosas y artesanales plaquettes en las Ediciones San Roque, y también algunos textos de grandes autores, tales como: La casa del alibide José Lezama Lima y Palabras escritas en la arena por un inocente de Gastón Baquero.

 

El escritor Iván de la Nuez, por su parte, comenzó a dirigir en 1998 la colección Ceiba, de la editorial catalana Casiopea; y ese mismo año dio comienzo a una excelente colección de escritores cubanos, destacando los títulos La isla se repite de Antonio Benítez Rojo; Ala sombra del mar (Jornadas cubanas con Reinaldo Arenas) de Juan Abreu; La balsa perpetua (soledad y conexiones de la cultura cubana) del propio Iván de la Nuez.

 

En el 2003, como una derivación inmediata de los congresos internacionales sobre creación y exilio “Con Cuba en la distancia” el escritor Fabio Murrieta fundó en Cádiz  la editorial Aduana Vieja, que años después trasladaría a Valencia. Una editorial orientada hacia la literatura y el pensamiento iberoamericano, si bien pone énfasis en la promoción de la  literatura cubana, especialmente la del exilio.

 

 

 

8 Felipe Lázaro en Salamanca, durante el homenaje a Gastón Baquero (1993, foto de Jacqueline Alencar)

Felipe Lázaro en Salamanca, durante el homenaje a Gastón Baquero (1993, foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

EDITORIAL BETANIA

 

 

El cubano Felipe Lázaro, además de un excelente poeta (Despedida del asombro, Los muertos están cada día más indóciles) destaca por su larga trayectoria como editor. En 1967 funda en Madrid la revista universitaria Testimonio, y en los años 80 se desempeña como coordinador internacional de la editorial Catoplepas, donde publicó dos importantes antologías de poesía cubana: 9 poetas cubanos (1984) y Poesía Cubana Contemporánea (1986). Al cierre de esa editorial, y de su revista La Burbuja, Felipe Lázaro funda la editorial Betania en 1987, con el claro propósito de estar al servicio de la cultura cubana; de promover y difundir en el ámbito español la obra de autores cubanos exiliados.

 

Betania es, indiscutiblemente, la editorial que de manera más prolongada ha sostenido la presencia de los autores cubanos en España. Aunque se trata de un proyecto dedicado en general a la cultura hispanoamericana, desde sus orígenes quedó claro cuál era su principal objetivo, y en una entrevista concedida a Reinaldo García Ramos para la revista Decir del Agua, Felipe Lázaro confiesa que, “la razón principal fue crear una casa editora en la cual los escritores cubanos exiliados pudiésemos publicar, dejar constancia de esa escritura desterrada y, por lo tanto, servir a la cultura cubana. Me interesa resaltar además que el libro fundacional de Betania fue Conversación con Gastón Baquero” (18).

 

 

 

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En la actualidad, Betania cuenta con once colecciones: Poesía, Narrativa, Ensayo, Teatro, Palabra Viva, Documentos, Arte, Literatura Infantil, Estudios Poéticos Hispánicos, Ciencias Sociales y Antologías. De esta última colección de recopilaciones  vale la pena destacar Poetas Cubanas en Nueva York (1991); Poesía Cubana: La Isla Entera, Al pie de la memoria (antología de poetas cubanos muertos en el exilio, 1959-2003). El grito y otros poemas de José Mario (2000), Herejías Elegidas de Raúl Rivero (2003), Fatiga ser dos sombras de Ángel Escobar (2001), que organizó Efraín Rodríguez Santana, e Indómitas al sol. Cinco poetas cubanas de Nueva York (2011). Muchos son los méritos cultivados por Betania a lo largo de treinta años de labor, sin embargo Felipe Lázaro, en la entrevista citada asegura que,

 

nuestro logro más preciado es el haber publicado a casi toda la nueva generación de escritores cubanos surgidos en el exilio (poetas, narradores, ensayistas, dramaturgos y otros como Carlota Caulfield, Gustavo Pérez Firmat, Lourdes Gil, Rafael Bordao, Roberto Valero, Maya Islas, Elías Miguel Muñoz, Magali Alabau, Alina Galliano, Iraida Iturralde, David Lago González, Robert Lima, Elena Clavijo Pérez y Mercedes Limón (19).

 

También es importante añadir que Betania creó en 2011 la Colección Digital (ebook), y se convirtió de este modoen la primera casa editorial del exilio cubano dispuesta a ofrecer la posibilidad de que lacreación literaria de la diáspora circule libremente, y de forma gratuita, tanto fuera como dentro de la isla. 

 

 

 

10 Aurora Calvino y Pío Serrano, fundadores de Verbum (Salamanca, 2015, foto de Jacqueline Alencar)

 Aurora Calvino y Pío Serrano, fundadores de Verbum (Salamanca, 2015, foto de Jacqueline Alencar)

 

 

EDITORIAL VERBUM

 

El poeta cubano Pío E. Serrano inició sus andanzas editoriales hace más de 30 años. En 1976 comenzó a trabajar como director de publicaciones en la editorial Playor de Carlos Alberto Montaner, y allí permaneció hasta 1990; año crucial para su trayectoria laboral, y también para la cultura cubana en su más amplio sentido. Ese año  “la Editorial Verbum nació en Madrid … bajo la dirección de Pío E. Serrano y de Aurora Calviño, como homenaje y continuación de Verbum, la revista fundada en La Habana, en 1937, por José Lezama Lima y algunos de los integrantes del más tarde conocido como Grupo Orígenes”, según podemos leer en la página web de la editorial.

 

Verbum ofrece colecciones de poesía, narrativa, ensayo, teatro y textos didácticos. El primer libro de la Colección Poesía fue, como no podía ser de otra manera, Poemas invisibles de Gastón Baquero (1991). En Verbum Ensayo, por otra parte,encontramos obras de autores como José Lezama Lima, José Olivio Jiménez, Severo Sarduy y Roberto González Echevarría.Y entre los títulos emblemáticos, además de los Poemas invisibles y de los ensayos de los autores aludidos, podemos citar Poesía Completa de Gastón Baquero (1998); Correspondencia de José Lezama Lima (1998); y Teatro de José Triana (1991), además de poemarios de Reinaldo García Ramos, Orlando Rossardi y Armando Álvarez Bravo, entre otros.En una entrevistaconcedida a Elizabeth Burgos para la Revista Encuentro, Pío Serrano aseguraba que,

 

Verbum es una pequeña editorial independiente, especializada en textos de español para extranjeros y en estudios propios del hispanismo. Una mínima colección de poesía me permite publicar autores, cubanos e hispanoamericanos en su mayoría, imantados por una misma sensibilidad ante el acto poético. Ahí están Gastón Baquero, Lezama Lima, Heredia y Casal, Pedro Shimose y Manuel Díaz Martínez, Orlando Rossardi y Armando Álvarez Bravo, Ricardo Paseyro y Hjalmar Flax, Eduardo Zepeda-Henríquez y Antonio Cillóniz, José Abreu, Noni Benegas y Hugo Gutiérrez Vega, y un puñado de amigos que son mi presunción. (113)

 

 

 

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El catálogo de la Editorial Verbum alcanza casi un millar de títulos; y de una bibliografía tan rica y profusa quisiera recordar ahora (además de los ya mencionados) otros excelentes textos que ponen en su justo lugar, en sitial destacado, a la cultura cubana. En la Colección Narrativa: Un seguidor de Montaigne mira La Habana / Las comidas profundas de Antonio José Ponte, de 2001, y Huir de la espiral de Nivaria Tejera (2010). En la Colección Poesía: Caverna fiel de Reinaldo García Ramos (1993), Cantos y elegías de José Abreu Felippe (1993) y La isla en su tinta (antología), compilada por Francisco Morán (2000). En la Colección Ensayo: Cartas de Severo Sarduy; selección, prólogo y notas de Manuel Díaz Martínez (1996). En la Colección Teatro: Medea en el espejo, La noche de los asesinos, Palabras comunes, de José Triana (1991)

 

 

EDITORIAL COLIBRÍ

 

Víctor Batista Falla, tiene también una larga y fructífera labor como editor, mecenas y promotor cultural en la diáspora cubana. A su esfuerzo, su dedicación, y su interés por la divulgación de la cultura cubana del éxodo debemos dos importantes revistas fundadas en Nueva York: Exilio,publicada entre1965 y 1974, de la que también fue su director,y Escandalar de 1980 a 1985. Dos importantes publicaciones periódicas, infaltables en cualquier referencia bibliográfica del exilio, que crearon las bases para otro gran proyecto de difusión cultural: la editorial Colibrí, que Víctor Batista fundó en Madrid en 1998 para dedicarla en exclusiva a la publicación de ensayos sobre temas cubanos.

 

 

 

12 León de la Hoz, Felipe Lázaro y Víctor Batista Falla

León de la Hoz, Felipe Lázaro y Víctor Batista Falla

 

 

Esta editorial se inaugura con un excelentetexto, que hablaba claramente de su orientación ideo-estética: El arte de la espera. Notas al margen de la políticacubana,de Rafael Rojas. Una acuciosa revisión, y una profunda reflexión sobre la historia política de Cuba.

 

Colibrí es, sobre todo, un proyecto profunda y esencialmente cubano, a  imagen y semejanza del mismo Víctor Batista, que al respecto, hablando de sus intereses personales y de las directrices de Colibrí, le confesaba a Jesús Díaz en una entrevista publicada en Encuentro…:

 

Hombre, lo mío ya era una cosa obsesiva. Yo no aceptaba que me echaran  de      Cuba. Se puede decir que me echaron; yo salí por mis piernas pero me fui        porque sentí amenazada mi libertad personal. Lo de Cuba era una cosa     obsesiva…. Desde el primer momento la intención general era publicar ensayos     sobre Cuba… indagar sobre la identidad cubana, a todos los aspectos… (80)

 

Objetivos estos que la Editorial Colibrí cumplió generosamente en sus años de laboreo. Y una mirada a las últimas páginas de su catálogo remite a títulos que prestigiarían cualquier biblioteca: José Martí, la invención de Cuba de Rafael Rojas (2000). En la esencia de los estilos de Julián Orbón (2000). Fernando Ortiz: contrapunteo y transculturación de Enrique Mario Santí (2002). Los límites del origenismo de Duanel Díaz (2005). Inventario de saldos de Ernesto Hernández Bustos (2005). La gloria de Cubade Roberto González Echevarría (2004). Kaleidoscopio, la poética de Lorenzo García Vega de Jorge Luis Arcos (2013).

 

 

 

 

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Y así concluye este recorrido, este homenaje a la labor de escritores, poetas, gestores, divulgadores y editores de la diáspora cubana que en España se han esforzado por ganarse un espacio y un merecido (aunque demorado) reconocimiento. Un trabajo constante, tenaz, esforzado, que forma parte (en lugar preferencial) de la historia cultural cubana. Una fuente imprescindible para el conocimiento de la memoria, las ambiciones, las frustraciones y los sueños de la transterrada y plural sociedad cubana de la diáspora.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Burgos, Elizabeth. Pío E. Serrano: el pensamiento liberado. Madrid: Revista       Encuentro, verano/otoño, 2007.

De Aragón, Uva. Morir de exilio. Miami: Ediciones Universal, 2006.

Díaz, Jesús. Víctor Batista: retrato de un editor. Madrid: Revista Encuentro,        primavera/verano, 2003.

Espinosa, Carlos. El peregrino en comarca ajena. Colorado: Society of Spanish- American Studies, 2001. 

Esteban, Ángel (Ed.). Madrid habanece. Cuba y España en el punto de mira       trasatlántico. Madrid: Editorial Iberoamericana Vervuert, 2011.

Fuentes, Marta. Editoriales y revistas cubanas en España. Madrid: Revista Hispano

Cubana.1998.

García Ramos, Reinaldo, entrevista a Felipe Lázaro. Miami: Revista Decir del Agua.      (2007).

Serrano, Pío. Veinte años de Betania. Madrid: Revista Hispano-Cubana, no. 24, enero-   marzo, 2007.

 

 

14 Los poetas cubanos León de la Hoz y Lilliam Moro (Salamanca, 2009, foto de Jacqueline Alencar)

Los poetas cubanos León de la Hoz y Lilliam Moro (Salamanca, 2009, foto de Jacqueline Alencar)

 

15 Alfredo Pérez Alencart y Pío Serrano, anunciando el fallo del VIII Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero (Salamanca, 2016)

Alfredo Pérez Alencart y Pío Serrano, anunciando el fallo del VIII Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero (Salamanca, 2016)

 

16 Manuel Rodríguez Ramos

Manuel Rodríguez Ramos

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