Salamanca: la encarnación de un sueño

Presentación de la Antología de Carmen Bulzan

 

Mi mundo español: trajánico, quijotesco y compostelano, también se ha vuelto unamuniano. Y esto es así desde que Miguel de Unamuno (1884-1936) forma parte de mis inquietudes relativas a la lectura y a la traducción de su obra. Una dimensión complementaria que se ha perfilado en cada viaje que he emprendido siguiendo sus pasos: desde Bilbao –lugar de nacimiento, hasta Madrid –lugar de su formación profesional; desde Fuerteventura y Hendaya – lugares de su exilio creador, hasta la Salamanca universitaria, donde fue profesor y rector: rector vitalicio hasta el día hoy. Su figura se ha ido agrandando con el paso del tiempo, pues los hechos cotidianos lo confirman a través de las tesis y libros de ensayos que sobre él cada año se publican.  Y claro, su valía también se reconoce en los homenajes que se le tributan cada 29 de septiembre (día de su nacimiento) o el último día del año (último día de la vida de Unamuno), nombrándolo siempre como “nuestro rector”, confirmando así que él tiene mucha vida espiritual a futuro.

Yo deseaba muchísimo llegar a Salamanca, a la Universidad que conserva viva su memoria, su voz, su obra… Y cuando uno cree fuertemente en su sueño, y lucha por cumplirlo, el sueño más inalcanzable logra cumplirse. Llegué a Salamanca este año declarado como “Año Unamuno” por el Ayuntamiento de la ciudad, pues se cumplen 75 años del paso de la vida de sueño al sueño de la vida de Unamuno. Y lo hice para participar en el XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos, celebrado entre el 3 y el 5 de octubre. En el volumen-homenaje “Di tú que he sido!” [1], cada poeta invitado, sea proveniente de España, Portugal o América Latina, quiso brindar un homenaje lírico al notable poeta vasco-salmantino. Me sorprendió, gratamente, que un texto mío, escrito justamente el 31 de diciembre de 2011, cuando se cumplían 75 años desde el paso del umbral, fue escogido para formar parte de dicha antología. En este espacio iberoamericano también estaba yo representando Rumanía, como lo mencionaron los periódicos salmantinos durante aquellos días: “Rumania aplaude a Unamuno”, y el propio Alfredo Pérez Alencart  al nombrar el volumen de poesía bilingüe Antología poética/Antologie poetică [2], como “la gran puerta de entrada para que Unamuno sea leído en Rumania como poeta” [3].

 

Pragul [4] 

Carmen Bulzan

 

Un an în plus este un an în minus,

doar pragul ne marchează trecerea

cu gândul şi cu pasul, petrecerea;

Fugit irreparabile tempus!…

 

La fel, dar altfel, va fi fost să fie

acel prag din ultima noapte de an,

spre ziua din ruga de şoapte, alean

începutului de sfârşit de-agonie.

 

Din viaţa ca vis, în visul ca viaţă,

înălţat la cer spre-a lui mântuire,

precum el a smuls Cuvântul din ceaţă;

 

fie-i numele în veci pomenire

pe rugul ideilor, jertfă – o faţă:

Un-a-mun(d)o pentr-o întreagă omenire.

 

31 decembrie 2011, Valjevo, Serbia.

El umbral 

Carmen Bulzan

 

Un año más es un año menos,

sólo el umbral nos marca la vida

con pensamiento y paso, la  partida;

Fugit irreparabile tempus!…

 

Igualmente, mas al revés fue un día,

aquel umbral de la ultima noche del año

hacia la otra vida, vida de antaño,

comienzo del final de agonía.

 

De la vida como sueño en sueño de vida,

subido al cielo, al mundo verdadero,

de donde arrancó la Palabra querida;

 

que sea su nombre memorial eterno;

un hombre bálsamo al alma herida:

Un-a-mun(d)o para un mundo entero.

 

31 diciembre 2011, Valjevo, Serbia.

 

En una Salamanca que respira cultura, ciudad patrimonio de la humanidad, ciudad de cultura y saberes, pude ver a gente haciendo cola para escuchar poesía, tanto en la Sala de la Palabra del Teatro Liceo, como en la Casa-Museo Unamuno, durante los tres días dedicados a Miguel de Unamuno. En este segundo recinto, casi sagrado, pude leer para el público español e iberoamericano, varios poemas suyos que traduje al rumano, idioma que él deseaba aprender para leer la obra de Eminescu en su lengua de origen, según confesaba en carta Iorgu Iordan, en ese entonces del director del Instituto de Filología de la Universidad de Iaşi, la misma ciudad universitaria donde ahora se ha publicado la antología del rector vitalicio.

A Unamuno lo estuve buscando en la Universidad donde fue profesor y rector, bien sea por el Aula Unamuno; o en el Paraninfo donde protagonizó el memorable episodio del “venceréis pero no convenceréis” del año 1936; o también en las entrañas de la Biblioteca Histórica, que visitamos como un privilegio porque no se suele abrir al público. Luego lo busqué en las calles por donde le gustaba ir frecuentemente (especialmente por la calle Compañía), o por las el convento de las Úrsulas, donde en otoño caían las hojas doradas. Finalmente fui al cementerio de la ciudad… Pude sentir su presencia por todas partes. Una presencia viva, como un sueño encarnado de su vida; como un sueño hecho realidad gracias a la gente que sabe lo que es el valor humano y lo que también significa el respeto. Lo inolvidable, manifestado por medio de las actividades culturales, la lectura pública, el lenguaje oral y escrito, su inmortalización en la pintura y escultura significa conmemoración, ósea vida eterna, la inmortalidad que anhelaba Unamuno, convirtiéndose en inmortal a través de su obra y de sus hijos, estando vivo.

No ha sido pura casualidad que yo haya estado en Salamanca. Lo que se ha dicho y se ha escrito en la prensa española me lo ha confirmado. También en el prólogo de Alfredo Pérez Alencart: “Si hubiera vivido seguramente se habría alegrado por lo que usted hizo”, “Carmen Bulzan ha hecho en Rumanía lo que Unamuno hubiera deseado: “hacerme, al fin, el que soñé, poeta” [5].

 

Pensando en Unamuno y sintiendo su presencia por todo lugar de la Salamanca dorada (aurită) [6], le dediqué un poema, escrito tras recorrer su casa rectoral. Aquí lo anoto:

 

E aici. Fi-va mereu!

 

Trăiesc? Visez?

O umbră vagăîn casa lui din Salamanca dragămă veghează.

Ideile îmi picură în minte

sensuri noi în Cuvântu-i cuminte,

mă luminează.

 

De ochii îi închid, îl văd

cu pana scriind al său crez

poetic.

Tăcut şi trist, preocupat,

cu privirea senină din chipu-i luminat

angelic.

 

Un sanctuar e casa lui

aici, ca-n templul Domnului,

e-atâta armonie…

Plâng şi mă bucur că şi eu

mă rog la bunul Dumnezeu:

Trăiască-n veşnicie!

 

5.X.2012

Salamanca

Scrisă în Casa-Muzeu Unamuno

Está aquí. ¡Sea para siempre!

 

¿Vivo? ¿Sueño?

Una sombra vivaen su casa de Salamanca queridame acompaña

.Sus ideas gotean en mi mente

nuevos sentidos en su Palabra ardiente –

su seña.

 

Si cierro los ojos, le veo

con su pluma escribiendo su credo

poético.

Callado y triste, preocupado,

con la mirada serena de su rostro iluminado

angélico.

 

Su casa es un santuario

aquí, como en el templo de Dios

hay tanta serenidad…

Lloro y gozo con  fraternal amor,

le ruego a Dios con ardor:

¡Viva por eternidad!

 

5.X.2012

Salamanca

Escrito en la Casa-Museo de Unamuno

 

 

…y otro escrito justamente delante del nicho del cementerio de Salamanca. También os lo dejo:

 

 

Căutând un Om adevărat

 

 Te caut în extreme cum adevărul se caută

printre stele, în cerul – tată,

în ţărâna gliei-mamă

,în zorii vieţii tale: Bilbao de-altădată.

 

Te caut în apus: Salamanca aurită,

în crucea agoniei tale materne,

în visele vieţii eterne,

la fel în familia ta atât de iubită.

 

Te caut zilnic în lectura ce-nvie

admiratul meu poet, don Miguel,

trăim împreună în ţinutul acel

numit Carmen (-is), adică Poezie.

 

Mort din durerea presiunilor grele,

te reînvii acum prin gândurile mele.

 

 

5 octombrie 2012

În cimitirul din Salamanca,

în faţa nişei lui Unamuno.

Buscando a un Hombre verdadero

Te busco en los extremos como se busca la verdad:

por entre estrellas en el cielo-padre,

en el polvo de la tierra-madre

,al alba de tu vida: Bilbao ciudad.

 

Te busco al ocaso: Salamanca dorada,

en la cruz de tu agonía de cada día,

en sueños de tu vida, en tu filosofía,

también en tu poesía tanta amada.

 

Te busco en la lectura de cada día

mi admirado poeta, don Miguel,

vivimos juntos en el mundo aquel

que se llama Carmen (-is), es decir, Poesía.

 

Muerto por dolor de abismales vientos,

te resucito ahora por mis pensamientos.

 

 

5 de octubre de 2012

En el cementerio de Salamanca,

ante el nicho de Unamuno.

 

 

Salamanca, dorada para Unamuno, para mí ha sido -y seguirá siendo- la encarnación de un sueño.

 

Bucarest, 7 de octubre de 2012

 

 

(*) Carmen Bulzan es catedrática de Sociología en la Universidad Ecológica de Bucarest. Es poeta, ensayista y traductora de Unamuno al rumano.

 


[1] “Di tú que he sido”. Este es último verso del poema Salamanca, escrito por Unamuno en 1904. Edición al cuidado y con prólogo del poeta Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Universidad de Salamanca.

[2] Antología poética/Antologie poetică, Edición bilingüe español-rumano por Carmen Bulzan, con un prólogo por Alfredo Pérez Alencart, e ilustración de portada de Miguel Elías, Editorial: Instituto Europeo, Iaşi, 2012.

[3] “La gran puerta de entrada para que el poeta Unamuno sea leído en Rumanía”, en El adelanto de Salamanca,  pág. cultural 29, 6 de octubre de 2012.

[4] Este soneto fue escrito a caballo de los años 2011-2012, cuando se cumplieron 75 años del paso al umbral de Miguel de Unamuno.

[5] Alfredo Pérez Alencart – Prólogo de la Antologia poetică, Editorial Instituto Europeo, Iaşi, 2012, pág. 21

[6] Las piedras en las calles, las construcciones de Salamanca son doradas, el sol haciendo que cambien de matices. Este aspecto típico de la ciudad hizo que Unamuno le dedicara varios poemas, donde la llama Salamanca dorada.

Un comentario
  • Octavian Remus GRECU
    octubre 18, 2012

    Felicidades a la profesora rumana que ha traducido tambien Amor y pedagogia de Miguel de Unamuno. Por estas traducciones sabemos algo mas sobre el filosofo, el profesor, el rector y ahora, como el decia ser reconocido, poeta.
    Gracias a todos!

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