Rasgos de la nueva poesía ecuatorial (II). Aníbal Fernando Bonilla F.

 

Diario El Telégrafo / 17 Jul 2013

La tesitura poética se despierta entre la intertextualidad y transtextualidad como complemento del designio artístico, con frecuencia, en primera persona. El mito forma parte del discurso lírico y las alusiones bíblicas en donde Dios reaparece desde una connotación histórica, para lo cual se erige su imagen cosmogónica y teológica en la paradoja de los nuevos tiempos. Los tótems andinos reaparecen entre el fuego, el viento, el agua y la tierra.
La tendencia poética actual a ratos deviene en la apropiación de términos rebuscados o crípticos, situación que debe ser revisada en la intencionalidad de encontrar la sencillez de lo dicho, sin concesiones a los lugares comunes. Otra característica es la falta de humor negro o sarcasmo fino. El poeta sufre con el oficio asumido, por ello, el rol que cumplen las palabras en la construcción de un ritmo lírico es determinante. Esto implica que el creador(a) se cuestiona sobre su propia existencia terrenal y acomete en el desvelo de las relecturas y de una minuciosa tarea de análisis y reconsideración de los textos. Además, en el fragor de tal empresa, la complicidad del lector(a) es vital en el abrazo estimulante.
Pedro Saad Herrería, en un sesudo ensayo sobre la temática abordada, resalta la abundante producción bibliográfica de las presentes generaciones imbuidas del hálito literario. La irrupción de la pluma femenina. Su dispersión grupal. Su propensión por el lenguaje coloquial. Y, en su estructura, la inclinación por el poema de aliento breve.
No se pone en práctica la rima ni la métrica. Sin que esto desentone en los giros y los tonos rítmicos. Cabe soslayar el retorno a la imagen, como esencia del poema, más allá de los neologismos. La alegoría en el verso brota como mensaje figurado, así como otras figuras literarias, en tanto, la idea inicial permite el desarrollo del contexto de la ensoñación escrita, con la necesaria pausa y la evocación de la memoria.
Al final, cito varios nombres -a riesgo de omitir algunos- que se insertan en la panorámica poética contemporánea de nuestra patria: Marcelo Báez, Xavier Oquendo Troncoso, Cristóbal Zapata, Aleyda Quevedo Rojas, Luis Carlos Mussó, Ángel Emilio Hidalgo, Carlos Garzón, Pedro Gil, Freddy Peñafiel, Ernesto Carrión, Marialuz Albuja, Ana Cecilia Blum, Siomara España, Julia Erazo Delgado, María de los Ángeles Martínez, Patricia Noriega, Gabriela Ponce, Gabriel Cisneros, Alfonso Espinosa Andrade, Javier Cevallos, Juan Secaira, Cristian López, Juan Carlos Morales, Nelson Villacís, Paúl Puma, Christian Chassi, Santiago Caiza, Sonia Montenegro, entre otros(as).

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