POESÍA DE IBEROAMÉRICA EN EL CENTRO DE ESTUDIOS BRASILEÑOS DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA (y II)

 

 

1 Poetas que leyeron en el Centro brasileño

 

 

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar la segunda parte de los poemas que se leyeron en la sesión programada en el salón de actos del Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca. Se realizó el miércoles 25 de octubre.

 

REPORTAJE FOTOGRÁFICO DE JACQUELINE ALENCAR

 

 

2

 

LEONAM CUNHA

(Brasil)

 

 

SIN CEREMONIA

 

Mi oración

Es para que  llegues sin ceremonia.

Mis puertas no tienen cerraduras.

No necesitas orden judicial

Firmada al final de la hoja por el juez que está sentado

En el trono oscilante de la vanidad.

 

Llega sin ceremonia.

Llega como el viento que traspasa la ventana,

Despeda(n)zando (en)las cortinas,

Sin pedir permiso.

 

Traducción de A. P. Alencart

 

3 Leonam Cunha. Alencart y Salvado en la mesa

 Leonam Cunha. Alencart y Salvado en la mesa

4

 

 

PÍO E. SERRANO

(Cuba)

 

EXILIOS

 

Los largos viajes sólo conducen al lugar común,

a la esquina terrible en que te aguardan los rostros conocidos,

al cuarto de estar –el mismo siempre–

donde impecables evidencias

señalan las corrosivas decadencias de los sueños.

Se arriba sólo para conocer –reconocer–

las manos furtivas que perpetúan un saludo,

la voz lastimosa de obituarios

que impregnan las paredes y los gestos,

las páginas ruinosas del libro siempre abierto,

los congestionados rostros cotidianos.

Los largos viajes conducen inexorablemente

al impasible espejo que implacable te aguarda

y que jamás sonríe.

 

 

5

 

6

 

 

 

ARACELI SAGÜILLO

(España)

 

 

NO SÉ SI TUVIMOS SUERTE, PACIENCIA O ACIERTOS

en nuestra historia, si fue o no acertado

escucharnos los unos a los otros, todos vencidos

por metáforas tristes

siempre con la rama de olivo entre los dientes,

rumiando versos paridos en la máquina

de hacer milagros, quedaron los labios ensangrentados

en el lugar sagrado, donde la nieve

nunca se deshace.

No sé si volveremos a compartir el jardín

que juntos descubrimos, el banco de piedra,

el sol entre los árboles, el paseo de los príncipes,

la estatua del poeta, la ciudad con ritmo de compás,

las palabras navegando por el río Amstel…

No sé, porque la imaginación no deja de soñar

y en cada pensamiento brota un deseo.

Vivir y morir, en este lugar casi encantado.

 

 

7

 

ÁLVARO MATA GUILLÉ

(Costa Rica)

DETRÁS DE LA BRUMA

(Fragmento)

 

 

las mariposas,

observaban las calles,

los balcones y las cúpulas detenidas en los techos,

escuchando a las sombras, a los vanos en las gradas,

a los dinteles de las columnas,

junto a las caracolas que bajaban por las ventanas

persiguiendo a una rana que a ratos dormía en una calavera. El allá

volvía al aquí,

en los susurros en la iglesia,

em la luz de la niebla en las farolas,

en las voces murmurando entre el humo,

en el silencio,

en los ladrillos en los callejones,

que conversaban con los muertos

 

 

 

8

 

 

MARÍA TOSCANO

(Portugal)

 

 

LENGUA UNIVERSAL

 

te escribo desde mi espalda huérfana/

como cuando las arenas se ahogan en la mar./

mientras te escribo nuestros árboles verdes y largas/

se vuelven negras no como esas del cuento mágico/

negras ramas del desconsuelo abierto/

por cobardía y manos oscuras y blandas:/

«Verde que te quiero verde/

(…) viento, verdes ramas»./

te escribo callada pues todo el silencio/

es la casa de no importa cual sabiduría/

y no sabrían mis manos, blancas aunque heridas/

 por las esperas y ausencias sin sentido,/

no sabrían mis manos tejer palabras/

en dentro de esta rebozada lengua/

donde encuentro a la vez, deseo y muerte/

si es que el deseo no es en si mismo la muerte oculta/

de lo que se intenta dominar como nos conviene/

es decir, de lo que, al seducirse, queda volando/

al redor, suspenso al redor del que seduce/

y, así, despacio se mata mientras sigue abriendo alas/

ahora para mantener la dependencia/

del que parece fuerte y frágil deviene/

sujeto a la moraleja de Camões:/

«Transforma-se o amador na cousa amada»./

no es mal ninguno para árboles o gentes/

ese vuelo o ala encantada y encantadora./

fíjate que elijo la paradoja/

porque solo el raro sentido me incluye/

y si escribo es para contener a la vida/

y si te escribo es para aceptarte en mi vida./

no sabrían mis manos tejer palabras/

en dentro de esta rebozada lengua/

dije y repito: la más cálida de todas/

nunca dejará de ser lengua de fronteras/

cuando niña acuñada por una abuela/

cuando mujer compartida por piel gitana/

y cuando, ahora, más atrevida hacia al tiempo/

más me alumbra al que vino y camino/

más me enseña el bravo canto y el parpadeo/

sangres de pueblo, poetas del mundo y devociones/

flamencos habitados de rebeldía/

sollozos de irreprochables fuegos rojos/

oteando el puente con el bandoneón de mi cuerpo/

cuando me tocas inocente y sin saberme/

pues nunca mis manos van a saber tuyas palabras/

en dentro de esta rebozada lengua./

por eso te escribo despacio, con mis manos/

y esta lengua universal para ser beso.

 

Porto. Barcarola café. 22 Octubre/2017

(Poema inédito)

 

 

9

 

 

ANÍBAL LOZANO

(España)

 

 

ORACIÓN PARA JOSÉ MARÍA CASAS

 

So long, Marianne, it’s time that we began
to laugh and cry and cry and laugh about it all again.

Leonard Cohen

 

En una noche de Marfil José María Casas sorbió en anís

un fragmento de infinito.

Había un dinosaurio dando cuenta del ábaco,

unas rosas en torno al pintor Segovia

y con la frente marchita

cantaba un tango en hormigón Ángel Mateos.

 

Espectadores del tiempo, ojos en la red,

hasta que paró en la mesa Mary Shelley

vendiendo a Prometeo.

En aquella historia las madrugadas eran inocentes,

versos de una eternidad,

círculos en una canción de Juan Mari Montes

sobre la ciudad destronada,

sin el principio ni el fin.

Caímos ángeles sobre el infierno

de una tienda de antigüedades,

antes del calor,

antes de apagar la luz

el amor de los justos prendía en la fugacidad desnuda.

Mozart disfrazó en una hora el rito

hasta que la cera consumió la voz a ti debida.

 

La voz a ti debíamos,

debimos, deberemos, como en un dictado

las  morfologías de los sentimientos subastan la vida cotidiana.

 

¡Ah! Si no fuera Charo Carril sería habanera.

Ahora, tanto después, recuerdo

el mismo rosario en aurora en la misma hora

que prendíamos la penúltima fase del pálpito.

Si fue verdad aquella noche, Casas,

Si polvo eres más Quevedo y más enamorado,

recuérdame en Manrique contemplando

cómo se pasa vida en  el hielo del vaso.

 

Como quien baila solo frente a las palabras,

como el detective que se llevó a Frankestein

al Sinatra’s

para descubrir un óleo de mujer con sombrero.

Y tú, silbando, Casas y querido, como una sociedad ilimitada

por las soledades sonoras,

largo y triste riéndonos un vals.

 

Carnalidad del frío tituló María Ángeles un día.

En el seno del asfalto de esta Gran Vía,

yacen  invertebrados los ecos y los abrazos,

lo habitado en el alma,

el pantalón cortito de Pepe en otra cena,

lo suspendido y lo incierto

en una noche en Marfil.

Mientras, Haendel apura un final para Saúl.

 

Así pasa, pasaba, pasará la vida en el hielo del vaso.

 

 

 

10

 

 

 

HJALMAR FLAX

(Puerto rico)

 

 

ESTUVE AHÍ

 

Todo lo recuerdo cuando voy al cine, 

cuando leo poemas, cuentos y novelas,

cuando camino por las calles de ciudades

y veo parejas de enamorados

enlazadas las manos o besándose.

 

“Estuve ahí”, me digo. 

Se me ocurre que he sido afortunado,

que mi vida ha sido larga,

interesante y llena de aventuras.

 

Por eso no me explico por qué hoy

se me hace tan difícil precisar

hechos y circunstancias que demuestren

dónde, cuándo y cómo “estuve ahí”.

 

Quizá lo que recuerdo son engaños

y no era el amor sino la vanidad

lo que ocupó mi corazón por tantos años.

 

Quizá no fui agraciado, sino desgraciado,

un vulgar y pequeño y ciego desgraciado,

salamandra de cueva subterránea…

 

Quizá nunca “estuve ahí”.

Quizá por eso se me hace imposible

evocar los momentos,

precisar los detalles,

redescubrir los sentimientos

que me demuestren que amé.

 

 

11

 

EMILIO MOZO

(Cuba)

 

 

 

SETENTA SURCOS

 

setenta surcos
pensados
desde ojeras del olvido
rumiadas pasajeras
instruidas de belleza
decir fueron mías
igual
a sumar y restar
la escuelita de la vida

hacer y rehacerse de esperanzas
cuando sientes que no sientes

surcos
trotar
setenta años instruidos de belleza

 

 

12

 

JOSÉ ANTONIO VALLE ALONSO

(España)

 

 

UN SILENCIO DE ROSALES

 

En este corazón de escalofríos

guardo una soledad acumulada,

la sangre en flor y un ramo de poemas,

y una noche de invierno y una copa

de sueño desvelado. Una nostalgia

creciéndose hacia mí, haciendo nido.

Y una oración, acaso entristecida

por la niebla velándome el recuerdo,

y una herida quemada hasta los ojos,

y un racimo de llamas desgranado

y una boca de llanto en la garganta

y una huella gastada de cenizas.

Y en esta calle adentro hacia el olvido

voy dejando un silencio de rosales.

 

12A

 

 

 

13

 

 

ANTÓNIO SALVADO

(Portugal)

 

 

CUALQUIERA QUE SEA LA SUERTE

 

Cualquiera que sea la suerte u horizonte
que el destino me lleve a recorrer

Cualquiera que sea la tierra o mar donde
me aparten desaires y reveses

Cualquiera que sea el puente vacilante
que tendré que pasar y sin resguardos

Cualquiera que sea el ruinoso encuentro
en la vía de los asombros y sorpresas
ya me sobre tan sólo horas minutos
segundos cediendo fugazmente

(un día que no llega a tener crepúsculo
o noche que no llega al sol que nace)

ha de bastarme unir mis labios a los tuyos
y agradecer porque estés a mi lado.

 

Traducción de A. P. Alencart

 

 

14

 

 

ENRIQUE VILORIA VERA

(Venezuela)

 

 

¿Y USTED QUÉ DICE COMPADRE?

 

¿Qué le parece si nos vamos al Callao

a comernos unas conchitas a la parmesana

regadas con un buen pisco acholado?

 

¿O si mejor vamos a Paris

a degustar unas ostras a la Rockefeller

en la Rue Pigalle

acompañadas de un Chablis bien frío?

 

También podemos ir a Oviedo

en pos de unos buenos fabes con almejas

con su pertinente sidra asturiana

 

Bruselas también puede ser otra opción

no están mal unos mejillones al vino blanco

acompañados con crujientes papas fritas a la belga

 

 

Mejor compadre vamos a Salamanca

y en la Casa de las Conchas

visto el amor que lo atormenta

como si fueran pétalos de una margarita

despegaremos concha por concha

una por una preguntando

¿me quiere… no me quiere?

 ¿me quiere… no me quiere?

 

 

 

15)

 

RAFAEL SOLER

(España)

 

 

METABOLISMO BASAL

DE UN EDIFICIO ADOLESCENTE

 

Nacerás cuando ames

y por amado tomarás posesión de cuanto venga

con esa solvencia del que ignora

que habla por él un ignorante

 

pero ahora

que tiene tu latido

el peso de un discurso

 

ahora que no has pedido nunca prórroga

y no eres todavía un asunto general

un pie de página en cursiva

 

ahora que de glándulas opíparas colmado

te basta con salir al mundo

para salir del mundo

 

y la verdad de un colibrí no es suficiente

 

lánzate escúchate atrévete

cuando enciendan la luz

y justo a tiempo empiece el infinito.

 

 

16

 

 

JUAN CARLOS MARTÍN

(España)

ORO PRO CLADE MEA

 

Reivindico el fracaso,

la gloria de los cartones extendidos en palacios de fango,

los belenes de las aceras, al nivel de las suelas,

los establos de carritos abarrotados,

los horizontes de zapatos.

Bautízanos, Señor, en tu fracaso.

 

Aborrezco las medallas,

la miseria de las palmaditas en la espalda,

los besos con aliento de plata,

los treinta apretones de manos,

el oro sin mirra, el incienso sin llama.

Líbranos, Señor, de los fantasmas.

 

Me enardecen las derrotas,

la verdad que no habita en las espadas,

desesconder las mentiras de los podios,

las guirnaldas del desfallecido,

las lágrimas de su redoma.

Muéstrame, Señor, tu salón de la fama.

 

Acompaño a los caídos,

a los que aran la tierra con sus rodillas,

los que no regalan al suelo un beso condescendiente,

sino que lo muerden,

lo mastican y lo digieren para dar vida.

Derríbame, Señor, para mirarte a los ojos.

 

Reivindico al Carpintero tenaz,

soplos de serrín y Espíritu Santo,

cicatrices de astillas y clavos

estigmas de mi terco estrabismo.

No escatimes, Señor, tu cincel sacro.

 

Reivindico al que conoce

el valor de darse,

de vaciarse,

vaciarse

vaciarse

vaciarse

hasta vaciar su tumba.

 

Aunque no entiendo nada.

Sumérgeme, Señor, en tu misterio

 

17

 

 

LEOCÁDIA REGALO

(Portugal)

 

EL MISTERIO DE LOS DÍAS

 

Todavía no sé

desvelar el misterio de los días.

Paso por caminos trillados

y en ellos presiento

la revelación.

A cada señal

le atribuyo un sentido.

En cada encrucijada

descubro la nubosa

justificación de las cosas.

 

Si me fuera posible

renovar el instante

en que me suspendo

del hilo de las palabras

silabadas en la limpidez primordial

convertiría

en puro magma

la espiral de silencio

que vuelve áureo

en el invisible cristal

de las cosas por nombrar.

 

Traducción de A. P. Alencart

 

 

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