POEMAS DEL HAITIANO GAHSTON SAINT-FLEUR. PINTURAS DE LAURENT CASIMIR

 

 

1 Gahston Saint-Fleur y Ernesto cardenal en el Festival Internacional de Granada (Nicaragua)

 Gahston Saint-Fleur y Ernesto cardenal en el Festival Internacional de Granada (Nicaragua)

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar cinco poemas de Gahston Saint-Fleur (Bois-de-Laurence, Haití, 1973), escritor, poeta, traductor y profesor universitario en el área de Relaciones Internacionales. Escribe habitualmente en español, creole haitiano, francés e inglés. Ha publicado ‘Tanbou Kreyòl’ (en creole haitiano, 2009) y ‘Atrahasis o Poemas de sangre’ (español, 2009). Es coautor –con Basilio Belliart- de ‘Palabras sin Fronteras’ (2012), primera antología de poesía haitiana y dominicana, entre otros. Ha traducido más de 7 libros de autores de diversas procedencias del francés, inglés, creole, etc. al español y viceversa. Tiene una licenciatura en Filosofía y maestrías en Relaciones Internacionales (Universidad Católica Santo Domingo; en Dirección de Proyectos (Universidad de Salamanca), Conflictología (UNITAR/UOC) y Administración Pública (London University). Como poeta ha participado en varios festivales internacionales. Estos poemas que ahora publicamos  han sido enviados por el poeta Jesús Losada,  profesor universitario  en República Dominicana.

 

2 Fiesta con danza

  Fiesta con danza

 

CUANDO MUERE UNA FLOR

 

Cuando muere una flor
Dolores de parto recosen las entrañas del bosque
El riachuelo es carcomido por la anemia falciforme
abejas y avispas acuden vestidas de solidaridad
Lo que la tierra preñó con gusto de sus entrañas
ahora amargada, se abre para darlo sepultura.

Cuando muere una flor a flor de edad
No sé cómo decirte, amigo
No hay relleno para el espacio vacío
Mucha es la muerte en el corazón
Muchos los muertos que sepultar
Cuando muere una flor.

 

Crowded Market PAINTINGS Casimir, Laurent Haitian, b. 1928 1972 Oil on masonite 36 x 48 in. Gift of Richard and Erna Flagg (M1991.117)

Mercado lleno de gente

 

HEMOS APRENDIDO

 

Poema sobre el temblor de tierra en Haití

 

Hemos aprendido a degustar de tal o cual manera

a hablar idiomas, ser cultura, ser líderes y seguidores.

a chatear, volar, tener un espacio propio en la casa,

en la iglesia, y una serie de objetos que llamamos personales.

 

Hemos aprendido a erigir edenes y campos de concentración

vivir con los amigos y a apartarnos de los odiosos enemigos

ser hombre y mujer, débiles y fuertes, sumisos y soberanos

tener esclavos para los caprichos y un Führer para rebajarnos.

 

Hemos aprendido a planear en el aire, escalar el espacio

en busca de nuevos planetas como monos en los árboles

de Norte a Sur, acortar distancia entre los hemisferios

tejer cercanía entre polos y distancia entre aves del mismo coral.

 

Hemos aprendido a movernos entre díadas: bien y mal

ángeles y demonios, ser y no-ser, tener para ser y ser para tener

Hemos aprendido a ser valor con cifras al lado del yo número

Milagro de los Templarios, milagro de nuestro sistema bancario.

 

Hemos aprendido a tener una dirección propia

ser altruista y aborrecible, afable e infame, dócil e engreído

Hemos aprendido tantas cosas que luego decimos normales.

andamos con nuestra “cajita de normales” bajo los hombros.

 

Hemos aprendido a condenar y a liberar, cansar y descansar

tantas cosas hemos aprendido y tantas otras que nos faltan

existir se resume en este camino de única vía de aprender,

y en un nocivo instante cae la cajita y todo se derrumba.

 

Se instaura el reino de los contrarios: Trastornos. Insomnio.

olvidamos que fuera de nosotros hay normales desencajadas

frágiles nuestras cajitas. ¡Y si desaprender fuese la vía de instruirse!

Las palabras no esperarían en vano para complacer los oídos acostumbrados.

 

 

4

 

 

DESDE MI MAZMORRA

 

Solo en el cubículo de mi celda

como un alfiler en una caja de cartón.

 

Desnudo en los brazos de la noche oscura

como un ave desvestida que espera

para la celebración de niños festivos.

 

Sirve de poco vocear, gritar

del otro lado del muro

no hay nadie que escucha.

 

Demasiado ruido en el entorno

¡Que una voz humana toque a las puertas de sus oídos!

Es aún más ruido, el mismo ruido de siempre.

 

Entonces, encerrarse en sí mismo y esperar

Procurar el apoyo de los verdugos

para que esto pueda terminar en paz.

 

¡No! 

¡Dígales de venir! Para ellos

como para cualquier otro de su categoría,

traidores que encarcelan el cuerpo pensando recluir los sueños,

para ellos tengo el alma por coraza y la mente por arma.

 

5 Gente del pueblo

Gente del pueblo

 

MI JARDÍN

 

 

Si te vas a mi jardín

no bebas de sus aguas

ni te bañes en sus ríos.

Ríos de agua mezclada con sangre.

 

Sangre, manchas de sangre.

Lágrimas, gotas de lágrimas.

Sangre mezclada con lágrimas

lágrimas mezcladas con sangre.

 

Si te vas a mi jardín

no comas de sus frutas.

Con lágrimas de sangre

se riegan las plantas.

Se sobrellena el riacho.

 

Si estás en mi jardín

no te creas estar en el mundo

¡No! Sólo estarás en mi jardín.

con calvos montes y agostos ríos.

 

Mas si visitas mi jardín

fuera del mundo no estarás,

un mundo tan sólo

de tantos mundos

del mismo mundo.

 

Si te encuentras en mi jardín,

no preguntes por su dueño.

Si me ves, tampoco me pidas por él.

Yo. Mi jardín. Una isla. El mundo.

 

6

 

 

 

SOLEDAD

 

 

“¡Cuiden a mi abuelita y a  los pollitos!” (1)

Últimas palabras de un hombre que se fue.

¿Qué le mató? ¿Quién le mató?

 

¿Quién inventó la muerte

burlándose de lo sempiterno

y haciéndonos vivir a tajos?

 

Para que hagamos menos el amor

muchas cosas fueron  inventadas:

 

El orgasmo se mide por fracción de segundo

el duelo y las desgracias, por añadas

¿qué océano se nutre de los riachuelos

de nuestras lágrimas?

 

El dengue fue inventado

para que ya nadie viva

con sus mierdas sobre las panaceas

¿Qué más le queda pues al hombre?

 

Por su cuenta,

ante sí

ante todos

en medio de tantos.

 

sin un dios que por odio

le brindara un trago de ponzoña;

sin un demonio que por amor propio

se compadeciera de él.

 

Cada quien debe asumir el reto

de ser solo;

no importa que la globalización nos hacine.

 

 

1)Estas palabras fueron pronunciadas por un niño de la provincia de San Cristóbal, República Dominicana poco antes de su muerte por el dengue.

 

7 Ventana circular haitiana

 Ventana circular haitiana

 

8

 

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