POEMAS DEL COSTARRICENSE ADRIANO DE SAN MARTÍN. PINTURAS DE MIGUEL ELÍAS.

Crear en Salamanca tiene el placer de publicar siete poemas, a modo de antología, del costarricense Adriano de San Martín (Adriano Corrales Arias: San Carlos, 1958). Poeta, ensayista y narrador. Es profesor e investigador del Instituto Tecnológico de Costa Rica donde dirigió la revista “Fronteras” y el Encuentro Internacional de Escritores. Ha participado en múltiples festivales y encuentros de escritores nacionales e internacionales. También escribe teatro y colabora con varias publicaciones nacionales y latinoamericanas.

 

 

SONY DSCEl poeta Adriano de San Martín

 

 

 

Sus publicaciones son: Tranvía Negro (Poesía,1995); Los ojos del Antifaz (Novela, 1999; La suerte del Andariego (Poesía, 1999); Hacha Encendida (Poesía, 2000); Profesión u Oficio (Poesía, 2002); Caza del Poeta (Poesía, 2004); El jabalí de la media luna (Cuento, 2005); Balalaika en clave de son (Novela, 2006); San José varia (Poesía, 2009); Teatro, Comunidad, liberación e interculturalidad. El proyecto teatral de Rafael Murillo Selva-Rendón (Ensayo, 2011); Samsara (Poesía, 2012); San Lucas, Ciudad Quesada 2011 y otros poemas (Poesía, 2012); Cuaderno de Notas (Ensayos, 2012); Diario del amante (Poesía, 2013) y Todo tiempo futuro (Poesía, 2014). Como compilador ha publicado Poesía de fin de siglo. Antología de poesía nicaragüense y costarricense (2000); Sostener la palabra. Antología de poesía costarricense contemporánea (2007) y Narrativa masculina costarricense (2011).

 

 

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HOGAR DULCE HOGAR

 

Aspiro hondo el olor del pan recién horneado
Las gallinas cloquean y se embuchan el maíz
que madre les ha ofrendado
Un caballo pasa raudo por el potrero
Daga pastorea y ladra fuerte
Padre atiende a los campesinos
Abuelo corta el cabello a Manrique
Otro de mis hermanos dispara un bala U
el pajarillo logra escapar a su puntería
La lluvia regresa y nos arrulla toda la noche
Hasta que despertamos con el bullicio
de las bestias de metal y del wall mart
que instalaron recién en el barrio

 

 

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EN EL FONDO DE LA TARDE…

 

 

En el fondo de la tarde
con la arboleda frutal de cámara verde
recuerdo a Madre pedaleando
sobre esa magnífica estructura
de metales fundidos y maderas preciosas
en cuyo centro de hierro forjado
podíamos deletrear S-I-N-G-E-R

La aguja trazaba veredas de pájaros
estelas de pececillos escarlatas
cantos de ojales decorados
y cuando se salía de su ruta
Ella sin lentes detenía mi lectura
para que le ayudase a pasar el hilo de tiempo
por el orificio de la nada

Hoy que barajo lentamente esas imágenes
mientras mi esposa en el taller
pinta sus figuras obesas de barro y canto
percibo el ronroneo del pedal bajo el escritorio
y las manos de Madre enhebran las palabras
sobre camisas y blusas de otra tarde
en que versos y esculturas son canciones
de una máquina en el viento

 

 

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SAMSARA 1

 

Quien se mira al espejo
No es el mismo que devuelve
El reflejo.

Aquél daguerrotipo
Antes de la infancia
Deteriorado en el papel
De la fotografía
Es otro respecto
De su fisonomía.

Muchos ríos corrieron
Bajo sus plantas
Hacia el ancho mar
De las utopías.

Uno no es uno
Sino la suma de los otros
Resumidos en el retrato
De lo que se ha ido.

Uno más uno
Es otro
Como en el sueño
O la transmisión en diferido.

Uno es todos
En el viaje de rostros
Que se distorsionaron
En el tránsito
Hacia el olvido.

El paréntesis de ser
Lo que no ha sido
Y de morir
Cuando se ha nacido.

 

 

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ADIÓS MARÍA

 

 

Te recuerdo a mis 15 años calentado
Por tu insolente desnudez y el vigor del cabrón Marlon
Que te sodomizaba con mantequilla

Recuerdo tus lágrimas que fueron reales
Fuera del script y del director

Recuerdo muy bien la furia
El encabronamiento con Brando

Es decir los celos

Te recuerdo María Schneider
Ahora que te fuiste de manera discreta
Luego de un largo descenso

Por eso continuás teniendo los veinte años descocados
Que exhibías y que fueron el puerto de salvación
Y al mismo tiempo la condena de Paul
El boxeador exguerrillero exmarido exrebelde y extrabajador

Una pérdida enorme
Dicen las escasas noticias
Para quienes todavía creen en el nudo erótico

Porque allí pueden estar las señales
De una evasiva o extraviada redención
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CASI-DA A FEDERICO GARCÍA LORCA

 

 

Nuestras ciudades enloquecieron con sus guadañas
el humo asfixia a los maricas los peones las pitonisas
los rascacielos los callejones la caravana de gitanos
en el éxodo de los incendios la Danza de la Muerte
con sus harapos sus cadenas su retorcerse
alrededor de este siglo que también se nos muere
por las horas graves de esta tarde en que subís vos
Federico ángel toreador de las estrellas los enjambres

Siempre vos subís por las cinco sangres de la tarde
con Antoñito el Camborio e Ignacio
con el rey de Harlem y el Viejo de las hierbas del Hudson
con una comparsa de negros en búsqueda de su Habana para verte

Subís y bajás y subís por las cinco sangres de todas las tardes
como un son de la murga en la guitarra más ancha y profunda
pletórico de romances saetas valses con tu luna de plata
tu barca amarrada al alma tu caballo anclado en el Alhambra
el puñal abierto y las cartas lanzadas a las esquinas de los amantes

Tras de vos vienen los fusiladores con sus capas de tinta y cera
y todos los que te han matado y te matan sin matarte
pero también vienen Margarita Antonio Pablo Luis Vicente
y los demás poetas con sus cantos y sus olivares de trashumante

Subís hacha de luz con todas las muertes a cuestas
encendido en el baile de máscaras con las páginas abiertas
como las flores en el instante de la primavera

Subís con nosotros en la hora ciega de los alacranes
con todo tu amor en nuestra rabia y en nuestros pesares
para iluminarnos y limpiar el óxido de los altares
la rancia costura de los maestros los empleados los generales

Subís toro torero por este cementerio de plantas y pañales
con tu fuego perpetuo de lluvia para apagar las academias
los anuncios las lámparas de la fama las camas vacías los pedestales

Subís y subís con tu alta raíz de sombras y jaguares
hasta este nombrarte nombrándome en la apuesta más lúcida
de los guernicas las plazas los bosques los labios más lunares
subís y nos subís por la garganta como una procesión fresca de animales
para regresar a la humedad de los collares en el lomo del tiempo
y arrear la bandera negra de tu Andalucía para izar la nuestra
esta funda de sortilegios en la concavidad de todas todas las sangres

 

 

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VIDEO CLIP PARA JORGE LUIS BORGES

 

Yo no miro el oro de los tigres
sino las palabras / tigres que nos devoran
así como el jardín sin los senderos
nos identifican nos ignoran
no el mundo de Morel al alimón
con Bioy Casares tu otro yo en sus alucinaciones

Tampoco es como piensan tus biógrafos
críticos ramplones sin imaginación creativa
que la mirada interior (- que – la – mira – da – al – interior)
el laberinto de los ojos con su Teseo
el podium de los pinochetes con el laurel y la lira
la biblioteca infinita del ratón que se muerde la cola
y roe todos los folios de lo alarmantemente maravilloso

¡Claro que no!

Simplemente este abismo abismándose más
para doblar la esquina y saber lo que hay que saber
que esto no es Buenos Aires ni Ginebra (ni siquiera ron)
sino tigres / palabras que se evaporan y reescribimos infinitamente
como el ciego en una playa antes de la batalla
o el cantor perseguido esquivando la luz
cuando escupe estos pergaminos amarillentos
sin importar el fuego ni las migajas azules del tiempo

 
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PATRIA

 

Nací en este pequeño país. Pero vengo del sol, del viento, del fuego, del socavón en el agua, del arroyo de la sangre. Del barro rojo, de las arenas calcinantes, del vuelo de las primeras aves. De los cráneos que brillaron en la noche de multitudinaria caza o en las innúmeras batallas contra la espada de nuestros contrincantes.
Vengo del África milenaria y renovada en sus tambores. De las estepas del Asia. De las playas, llanuras y montañas de Abia Yala. Y del rayo que no cesa: la cuchillada de la bárbara Europa.
Llevo a cuestas equipajes, siglos, la custodia cubriendo mis espaldas. Traigo la palma, el papiro y el amatl; la vihuela, el laúd y la guitarra; las monedas de la suerte dibujadas en el golpe místico de los dados de la muerte. Llevo un pan y un pescado, tortillas de maíz y casabe. Y el vino en todos los costados.
Despliego dioses tallados en humo y piedra, en las cuentas largas y cortas de las cosechas, en el estallido de la primavera.
Y una tristeza que no se apaga sino en el encuentro con ella, la belleza del tiempo estampada en sus pechos y caderas.
Sostengo lanzas y fusiles que cumplieron la hazaña, armas de la derrota, piélago de la victoria. Porto el talante de lucha y resistencia porque soy guerrero de cabellera larga y mirada tenaz. Libertario de barricada y trinchera.
Un manantial de placeres en el susurro del vendaval.
Y millones de palabras para defenderme cuando mi cuerpo ya cansado traza el itinerario por mi pequeñina comarca, que es la de todos.
Por eso la defiendo chavalita y amplia como el planeta.
Dibujada en mi mano la extiendo por todas las galaxias.

 

 

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2 comentarios
  • libari hunko
    enero 3, 2015

    Bellos poemas excelente ritmo. suena y sabe a mar estos poemas y por eso me gustan.

  • Olga Cruz Corrales
    diciembre 21, 2015

    Eres un ser todo sentimiento. Son poemas únicos, más que hermosos, más que bellos! Escritos con tinta del corazón. Sentidos con el alma. Son parte de tu vida misma! Vivida intensamente. Maravillosos, para leer muchas, muchas veces.

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