POEMAS DE WASHINGTON BENAVIDES (URUGUAY), MARÍA CRISTINA CHIAMA (ARGENTINA), L. M. PÉREZ BOITEL (CUBA), CATALINA MARTÍNEZ ESTÉVEZ (VENEZUELA) E ISABEL DÍEZ SERRANO (ESPAÑA)

 
1 Fotografía de José Amador, director de Crear en Salamanca

Fotografía de José Amador, director de Crear en Salamanca

 

 

Crear en Salamanca tiene el placer de publicar a Washington Benavides, participante en varias antologías de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos de Salamanca, así como a cuatro participantes del III Premio Internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’ que se concede en Salamanca. Sus textos van acompañados por obras de pintores de España, Chile, Brasil, Estados Unidos, Italia, Bolivia y Perú.

 

2 Washington BenavidesWashington Benavides

WASHINGTON BENAVIDES
(Tacuarembó, Uruguay, 1930)

 

 

Poeta de premiada obra (Nacional y Municipal de Poesía), cuyos veinte títulos van desde Tata Vizcacha (1955) hasta Los pies clavados (2000), pasando por Las Milongas (1965), Hokusai (1975), Murciélagos (1981), El molino y el agua (1991) o Canciones de Doña Venus (1998). Ha sido profesor de Literatura en la Universidad de la República, habiendo dirigido, en radio, programas musicales y literarios. Entre los cantantes que han dado voz a sus poemas están Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Raúl Ellwanger, Pablo Estramín, Eduardo Darnauchans o Laura Canoura.

Poema inédito para Crear en Salamanca.

 

MARIPOSAS BLANCAS…

Las…
¿Eran varias, eran dos…?)
Maripositas blancas
Que escaparon de los bosques
Del Iporá, y se metieron en mis ojos (los de Pablo)
Y entraron en un libro de poemas.
Siempre silenciosas
Páginas de los secretos de un místico
Que hubiera pecado.
Sábanas de Holanda
Que ningún lecho profanó
Alma de los muñecos de nieve
De otras tierras,
Ilusiones del sueño de los osos polares,
Pañuelitos que buscan

Las mejillas golpeadas
De los niños…
Esas…
Esas mariposas blancas.
Silenciosas como carmelitas descalzas,
Pero aladas,
Volvieron a los ojos de Pablo este verano
En Playa Verde, cerca de Piriápolis,
A centenares de kilómetros
Del balneario Iporá de Tacuarembó.
Las palomitas blancas,
Éstas, muertas de sed, tratando
De desarrollar sus trompitas
En la primera gota de agua, en la primera
Cosa (manzana, vaso derramado, cáliz)
Que poseyera el líquido infalible,
EL que todo beduino añora como a Dios,
En las reiteradas arenas del Sahara
En las ollas para gigantes de Kalahari…
Desarrollar con artes de bombero
La trompita y sorber
Sorber sorber sorber
El icor de los mortales
El licor de los dioses
El elemento fundamental de todo cuerpo humano,
El agua, el agua, el agua…Una perla de agua
Un diamante de agua
Un instante de agua
La bendición del agua
Bajando por la trompita de la mariposa blanca,
bajando por el gaznate de los hombres azules,
transcurriendo largo por la garganta del jornalero
Del ministro
Del peón rural
Del niño de la escuela
Del caído en un campo de batalla de Siria o África
Abrumado por la moscas
Y La Muerte…
¿Y todo eso vez, en esas blancas
mariposas
Silenciosas
Del Iporá
O de Playa Verde…?
(Veo más, pero no quiero confundirte.)

(Washington Benavides. 2016 de Enero.
Montevideo. Caliente. )

 

 

4 María Cristina ChiamaMaría Cristina Chiama

 

 

 

MARÍA CRISTINA CHIAMA
(Buenos Aires, Argentina, 1952)

Reside en Laboulaye, Provincia de Córdoba. Entre sus publicaciones: “Darwin” en Plumas al Viento, Neuquén, 2013; Poemas para afirmar las alas, Chubut, 1988; en la U.N.R.C, 2002; Leer da trabajo, Cba. Año 2006; Antología de poesía. Fundación Victoria Ocampo. 2012. CABA; Cuentos Regionales. Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Ediciones Colihue, CABA, 1994; ¿Cómo leemos literatura en el aula? Editorial Biblos. CABA, 1910. En la Web: Editorial Piso 12, Revista Digital, en http://www.anthropologies.es, 2014, Cita en las Diagonales, marzo de 2015, Celebración de la sangre, nouvelle, Imprecom Editora, RC, 2013, De próxima aparición: Guardia de cenizas, nouvelle, en Edit. Ruinas Circulares.

 

5 Recibió hojas húmedas para ver, de Hippolyta (México) Recibió hojas húmedas para ver, de Hippolyta (México)

 
1
Guardo hojas viejas, húmedas
hasta sin usar,
con los márgenes oxidados.
Entre ellas un gusanito
se recluyó con la astucia
de los que duermen entre cartones
en la calle.
Ese gesto mínimo
con la cadencia de un por favor
me hace cerrar el cajón.

 

 

5a Pintura de Elizabeth López Avilés (Perú)Pintura de Elizabeth López Avilés (Perú)

2

Hace tiempo que descreo de la belleza: esa especia de asfixia que controla y emprolija las hilachas que me van quedando a medida que zurzo como puedo los desmanes suscitados por el embudo de la vida porque hay una diferencia enorme entre lo esperado en el recinto mismo de la espera y la cosa que afloja la vida en sus descuidos.

 

6 Ostra, de Ann Lutz (EE.UU)Ostra, de Ann Lutz (EE.UU)

 

 

3

Las marejadas arrojan caracoles muertos a la playa y también ostras pero no quiero saber nada de un atardecer difícil de retener sobre un mar helado un dado echado al azar sobre una alfombra de miel el viento y su locura de arrojarlo todo por la borda un párrafo borracho de errores perdonables creo que todos y sin embargo insisto soy ostra ruda y lastimada ¿para quién guardo la esperanza de la perla?

 

 

7 Luis Manuel Pérez Boitiel Luis Manuel Pérez Boitiel

 

 

LUIS MANUEL PÉREZ BOITEL
(Remedios, Villa Clara, Cuba, 1969)

Poeta cubano con más de 20 libros publicados entre España, República Dominicana, México, Venezuela y Cuba. Ha obtenido varios premios internacionales como el Casa de las Américas en el 2002, y el Premio Manuel Acuña en su primera convocatoria. Entre sus libros se destacan: Unidos por el agua (1997); Los inciertos dominios del escriba (1999); Bajo el signo del otro (2000); La oración del inquilino (2001); Aún nos pertenece el otoño (2002); Para no quedar en el andén (2002); Nunca preguntes por la gloria (2003); No pidas el perdón (2004); En esta extraña circunstancia (2005); Ciudades del invierno (2005); No llames en la noche (2005); Memorial de invierno (2006); Las naves que la ausencia nombra (2008); Hay quien se despide en la arena (2010); Artefactos para dibujar una nereida (2014) o Un hombre errante, (2015). Colabora con varias Revistas literarias.

 

8 Emily Dickinson, de Pietro Spica (Italia)Emily Dickinson, de Pietro Spica (Italia)

 

 

A EMILY DICKINSON

¡Nadie soy! ¿Quién eres tú?
¿Tampoco eres nadie?
Entonces somos dos ¡Calla!
Ellos nos asustan.

E. DICKINSON

otra vez regreso al jardín, a la magnificencia del jardín.
irremediable son los días mientras me despido.
un adolescente me abraza cuando duermo. descubro
que algo en él existe en mí. en el aledaño escondite
dibujaba sobre el agua su cuerpo. nunca supe
su nombre. en el estanque el sobreviviente nos provee
de raros beneficios. Emily, realmente nadie soy.
con certeza no tendré nada que decir en otro tiempo,
pero ahora estoy frente al jardincillo que impone
la prehistoria. un adolescente cruza por estos acantilados.
me asalta la duda. estaba en el otro extremo mirando
cómo se acumula la dádiva para el benefactor.
el adolescente se despide y no hago nada por detenerlo,
por cruzar esa línea que mis ojos imaginan. deshacer
la línea y llegar a él y ser él por un instante para ocupar
su turno, para robarle la estupefacta imagen y ser otro
en la imagen (en la secuencia de la imagen?) a la entrada
del jardincillo donde ya no me reconocía.

 

LAS NAVES QUE LA AUSENCIA NOMBRA (I)

hijo, hay un milenario bosque de cedro
frente a mí, y solo una ladera
que me impulsa por estas colinas. tú que eres
el primogénito, al que quise llamar Esteban,
tal vez ahora reconozcas el sonido del sándalo,
el reino de Armida, la vorágine de los días que suceden
como naves que la ausencia nombra,
a la deriva (sin saber yo el definitivo refugio?). debes
estar listo ante el dramático discurso de la muerte,
estoy algo cansado frente al olivo y no hay otro mundo
cercano, en el convivio de estas tierras,
en el relente. ten fe por el árbol de los danzarines, y ya
no hables más de eternidad.

 

 

9 Obra de Emilio Sánchez (España)Obra de Emilio Sánchez (España)

 

 LAS NAVES QUE LA  AUSENCIA NOMBRA (IV)

 
 

supongo que ahora te habitará la noche (el vicio de la noche?)
y que el silencio tendría que ver con el vacío, el limbo.
miro el retrato del abuelo, de mi madre, pero no te sé
explicar qué es el tiempo, qué es la nostalgia.
algo afuera se mueve, quizás sea un árbol. la rama
de un bauprés es como un pequeño mundo (su estuario?).
no puedo decir que te dejé por esos senderos, que estoy
distante de la casa, del poema
donde afirmas que eras un paradero
entre la soledad y el hombre. hijo, tendrás que volver
a escribir otros versos. ten fe en que esas naves serán
definitivas, inasibles y que estaré cerca
para cuando haya que brindar un adiós a los marineros,
al horizonte, al país, porque algo de tiempo se deshace
en ese momento breve en que vamos en busca
de lo que fuimos ayer, como un viandante, un vidente,
un prófugo, un juez, algo así,
un hombre mínimo.

 

10 Catalina Martínez EstévezCatalina Martínez Estévez

 

 

CATALINA MARTÍNEZ ESTÉVEZ
(Caracas, Venezuela, 1964)

Es Licenciada en Letras, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas, Venezuela, 1.986). Profesora de Literatura Hispanoamericana y lengua española en los Estados Unidos, donde reside actualmente, y donde recibió el Cervantes Award en el 2.013, otorgado por Nova University. Ha publicado un libro de narrativa y poesía titulado Rompe-Cabezas y otros poemas (2.009); una selección de cuentos en versión bilingüe (inglés-español): Dudosa certidumbre-Doubtful certainty (2.010); y una selección de poemas y narraciones poéticas (3 Kilos de cenizas y 21 gramos de alma, 2.013)

 

11 Zapatos, de Carlos Camacho (Bolivia)Zapatos, de Carlos Camacho (Bolivia)

 

 

Los zapatos del rincón
Esperan la tarde,
Solos, vacíos,
Luciendo su abandono
Con restos de ciudad
De gente y ruido

Cuando las sombras entran
En sus huecos fríos
Se marchan sin mí
A deambular por las calles
A gastarse de miseria.
A pisar sueños de bares.
A drogarse de tristezas.

Los pies, sus pies,
Yacen en mi habitación sin memoria.
Felices.
Desnudos.
Deseando que nunca regresen.

 

 

12 Puesta de Luna, de Marta Moro (España)Puesta de Luna, de Marta Moro (España)

 

 

 

Blanco su rostro
Blanco su cuerpo
En la arena inerte
De venas rompe
Sus sueños de agua.

Y su saliva de cráter
Deja la huella del último beso…

Y cabellos de nubes
Rizan su lánguida mirada.

Y se ensombrecen
De sal sus pechos.

Flota la luna dormida
Sobre su cuerpo de estatua.

 

 

 

13 Mi saxo rojo, de Alejo Lopomo (Chile)Mi saxo rojo, de Alejo Lopomo (Chile)

 

 

 

 

Mientras cientos de pies se cruzan
entre un montón de chasquidos
Disfrazados del lento jazz
Que menea mis ojos de olvido.

Mientras el recuerdo se detenga
En la nota de un saxo abierta
Y mis oídos de la melodía
Su llanto atrapen con fuerza.

Mientras a mi lado te sienta
Y el sonido agrio endulce
Nuestros desafinados labios
Ebrios de calor y néctar.

Mientras, mientras, mientras
Un mientras suspendido
Eterno,
Preciso.

Mientras…
Yo te miro.

 

14 Isabel Diez SerranoIsabel Diez Serrano

 

ISABEL DÍEZ SERRANO
(Sevilla – El Escorial – España)

Poeta. Escritora. Promotora cultural. Crítica literaria. Jurado de certámenes de poesía. Fundadora de Tertulia-talller Príncipe de Asturias y Revista Literaria “Oriflama”. www.oriflama.es. Presidenta Foro de las Letras en El Ateneo Escurialense.Entre sus libros de poesía están: Las horas detenidas; Testigos del amor y la locura; Réquiem por una madre; Desnudo de palabras; Antología de la Poesía Cósmica. México; Antología 1980-2010, prólogo de Juan Van-Halen; Controversia y aplomo; En brazos de la tierra, o La llamaban loca… Entre sus premios y reconocimientos están: I Accésit Fernando Rielo Poesía Mística; I Premio José Gerardo Manrique de Lara, de la A.E.A.E.; Medalla de Oro Premio Vasconcelos 2015.

15 Pintura de Karina Padilla (Perú) Pintura de Karina Padilla (Perú)

 

 

 

 

DE LA BUENA MUERTE

Hay un reloj con hora ya vencida
que no da campanadas ni incomoda,
este reloj marcó quizá nuestra oda,
algo que dio la muerte por perdida.

Mas la muerte no entiende de medida,
nuestro amor no fue en vano, ni fue poda,
fue más bien y por siempre, tornaboda
que nos valió la dicha merecida.

Muerte que no podrás con nuestro arrobo
ni en la tumba podrías desarmarnos
con tus dientes feroces, como lobo.

La eternidad es tiempo para amarnos
nuestro lazo, tan fuerte fue, tan probo
que nuestra muerte decidió olvidarnos.

 

 

16 Continente Aldravista II, de Andreia Donadon Leal (Brasil)Continente Aldravista II, de Andreia Donadon Leal (Brasil)

 

 

 

LA FIEBRE EN EL COSTADO

 

 

La fiebre en el costado y los rebecos
horadando la tarde, que galopa
hacia otras fuentes con caudal de lluvia.
Tras los vitrales, se colorea el mundo
que asoma sus esquirlas tan cercanas
a cicatriz y llanto.

Van pasando los días y la siembra
siempre será cosecha aunque la pisotee el cierzo.
Habrá luces, que quedarán dormidas
(al caer de la noche.
Habrá lunas de Agosto, lágrimas de San Lorenzo
y fiestas y campanas que pisotean sueños,
pero unos y otros no verán lo mismos.
Los ojos del sereno miran ciegos, vacíos
no van a ningún lado.
Y uno se pregunta para qué este destierro,
esta forma invernal de ser tan vivo
si ya mi calavera la enterré junto al roble
que daba sombra vaga y sepulcral silencio.

 

Febrero 2016

17 Pintura de José Carralero (España)Pintura de José Carralero (España)

 

 

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