POEMAS DE MARTA LEONOR GONZÁLEZ. FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE GRANADA (NICARAGUA)

 

1 La poeta, periodista y fotógrafa Marta Leonor González

  La poeta, periodista y fotógrafa Marta Leonor González

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar  cinco poemas de la nicaragüense Marta Leonor González (Boaco, 1972), escritora y periodista, con amplia experiencia en medios de comunicación, ha sido editora de periódicos y por muchos años fue la directora de La Prensa Literaria del Diario La Prensa de Nicaragua, fotógrafa y activista en la promoción de la lectura y sus autores. Ha publicado: Huérfana embravecida, (poesía, 1998), La Casa de Fuego (Poesía, 2008). Palomas Equilibristas (Traducción bilingüe al Español y Francés, 2013 y segunda edición en español 2016). Por su trayectoria literaria  obtenido la beca del Programa de la Casa de Escritores y Traductores Extranjeros de Saint-Nazaire, en el 2013. El Versos (Festival de Poesía de Costa Rica, 2015). Es coeditora de la «Antología Poesía de fin de siglo / Nicaragua – Costa Rica» (Ediciones Perro Azul / Revista Fronteras / Revista 400 Elefantes. San José, Costa Rica, 2001). Y del libro Cruce de poesía Nicaragua-El Salvador (400 Elefantes, 2004). Dirige el sitio: https://400elefantes.wordpress.com/ y la editorial, 400 Elefantes. Vive en Nicaragua.

 

Estos poemas han sido seleccionados por A. P. Alencart del libro ‘Palomas equilibristas’.

 

2 Malaquita Moon, de Omar de León

Malaquita Moon, de Omar de León

 

LA CUBRE CON SUS ALAS Y LA ESPÍA

 

 

Debo elegir sobre las semillas que plantará mi ángel.

La tarea es difícil, él tendrá que rociar la tierra con su leche,

engrandecer los pastos y darle de beber a las flores en desiertos.

No sé qué es la vida cuando él bosteza y sus alas me consuelan,

el frío de la tarde que, callado, se pasea por mis pestañas

o el insomnio que me hace imaginar

que al centro entre mis piernas le nacen lirios.

 

Ahí, en ese instante, siento abrigar todo pistilo

para luego mi virginidad entregársela a los gladiolos,

besar la punta del espadillo hasta quedar marchita,

donde rama y tallo penetren el sueño

a la reclinada sobre el somier

que mi ángel rozará en su siesta,

la de espalda arqueada en jota

voluptuosa de máscara en mano

que él acariciará con música de flauta

entre el claroscuro que golpea sus nalgas.

 

 

 

3 Pintura de Omar de León

Pintura de Omar de León

LOS ESPEJOS QUE FUI

 

 

Me reconozco en los espejos que fui

como esas barcas mecidas por rocas,

vigiladas por un faro que anuncia fogatas,

canción apenas escuchada, aprendida en lugares antiguos.

 

A los días les debo vigor

en los colores irrepetibles de los verdes que no veré

en la mano que me abraza y luego es ceniza.

 

No soy ese límite de horizontes que antes buscaba

adiós de eterna belleza,

ecuación que indique la trayectoria de una almeja,

tragaluz de infinitas definiciones, turbado rostro de mujer

herido por la cólera, solera de otros.

 

Del jardín secreto de las flores no sé sus colores

que sé de mi cuerpo cuando la tierra lo devorará

de los amigos que después de mi entierro brindarán por la vida

o copulen a una quinceañera en un motel de sábanas sucias.

 

No soy esa suma de posibilidades, el pozo donde descansa la furia,

el puño en el rostro de mi hermana o descalzada mujer por la locura.

En este espejo soy los cazadores de tesoros,

la madre, el padre, la hija, todos: luz y caverna.

 

 

 

4 Marta Leonor González, con Anastasio Lovo, Blanca Castellón y Roberto Fernández Iglesias, entre otros

Marta Leonor González, con Anastasio Lovo, Blanca Castellón y Roberto Fernández Iglesias, entre otros

 

4A Calle de Granada (foto de Jacqueline Alencar)

Calle de Granada (foto de Jacqueline Alencar)

 

GRANADA EN DOS

 

 

Granada y su sol los devora.

Cuatro ojos

cuatro piernas

cuatro brazos

son el universo.

 

Un pájaro calienta en su nido

se deja abrigar por la tarde y su melena.

 

Un caballito trota

en la colina azul de acantilados amarillos,

ahí, donde verdecen las preguntas,

donde la piedra es pan

y babosas adheridas a los cuerpos

danzan un baile de siluetas profusas.

 

Ahí, donde toda música

fue callada por un golpeteo de pieles,

cuerpos resistiéndose a la tarde

como un cuchillo que corta limones,

como una red vacía

que atrapa el último pez del océano.

 

Así

cuatro piernas

cuatro ojos

se encuentran y caminan

por rumbos diferentes.

 

5 Estatua del fundador de la ciudad, Francisco Hernández de Córdoba

 Estatua del fundador de la ciudad, Francisco Hernández de Córdoba

6 Búho blanco, de Omar de León

Búho blanco, de Omar de León

 

LA NOCHE ES UN PERRO

 

 

Mi noche es un perro y tu silencio es mío.

 

Cómo voy a llamarte,

sombras multiplicadas,

alegría, fogata que calienta.

 

Afilado callar, tibieza

de una mano que es plegaria y aliento.

 

En este minuto seré feliz.
Te daré nombres

la tarde en el lago

la carta que nunca llegó

los peces anidando en el corazón

listones que extinguieron la casa,

levadura

agua que resplandece

ojal secreto en insomnio
hombre quimera.

 

Elijo para vos en silencio un sabor,

cuerpo azul opacado por el fuego

aro de luna que clamo y esclarece.

 

Remotamente ojos no adivinan

húmeda mano que codicio
en la oscuridad reunida.

Nombro para tocarte.

El perro que ladra al espejo de la noche.

A los amantes cobardes.

 

7 Pintura de Omar de León

Pintura de Omar de León

8 Pintura de Omar de León

Pintura de Omar de León

 

 

ROMANZA DE LAS COSAS

 

 

 

Cántale a la camisa. Al pantalón

a la lluvia sobre el tendedero,

ausentes vidas colgadas en armarios húmedos.

 

A la suela del zapato migrante que trasegó con tomates,

a los trenes mudos que ensayan silbar su soledad

su color sacado del musgo,

enraizado corazón de otros días.

 

No fue canto de una sola nota

fuego sepultado entre caracolas

que habló del destierro, de los caminos.

Sobre los focos de ese faro hay un trillo de chelos

huecos ronquidos saliendo del estómago con hambre.

 

Mírate las manos, líneas que nadie conoce

donde trazas calles y rostros

un cofre, una dedicatoria, los números de un teléfono.

 

Sos un radio viejo de 77 estaciones en 1940,

un boleto de barco pesaroso de Jamaica al cielo,

carnes de buitres rojos que picotean enigmas

garza que aletea en el mismo centro

cuadrillas de hormigas cargando inviernos.

 

Alika, en la baldosa hay una canción,

en la campana que te habla, sogas balanceadas

metal de ojo con polvo los domingos.

De ese olor alquitranado de tus dedos

una tarde se congela en una montaña de huesos,

en la concha del caracol terrosa y parda

sin amar, no ceniza, no arena, no sal

interminable laberinto donde te encuentras.

 

De labios zurcidos estás, sola con tu ira

en la luz cambiante y entre los árboles que mudan hojas.

 

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10 Marta Leonor González con otros poetas invitados al XIV Festival de Poesía de Granada (foto de Jacqueline Alencar)

Marta Leonor González con otros poetas invitados al XIV Festival de Poesía de Granada (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

Un comentario
  • Marcos Hernández
    abril 3, 2018

    Excelente poesía. Felicito a la poeta Marta Leonor por toda su trayectoria literaria.

Responder a Marcos Hernández