POEMAS DE LA MEXICANA ELBA MARIBEL HERNÁNDEZ MIRANDA. XXII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS

 

 

1 La poeta Elba Maribel Hernández

La poeta Elba Maribel Hernández

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar una muestra poética de Elba Maribel Hernández Miranda (Veracruz, México, 1982), quien reside en Salamanca. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Nuevo León y máster en Políticas Sociales por la USAL. Ha obtenido premios de redacción y oratoria en México. Publicada en el premio de poesía Voces Nuevas (XXIX Selección), Ed. Torremozas, 2016. Coordinadora del VII Encuentro de escritores por Ciudad Juárez (Salamanca, 2017). Ha emprendido diversos eventos sobre literatura y cultura popular mexicanas. Su proyecto privado “ArteconVerso” aúna la creación artesanal de motivos culturales con la presencia de poemas. En octubre de 2018, Ediciones Torremozas publicó su primer poemario ‘Claro del tiempo’.

 

 

 1A Plaza Mayor de Salamanca. Foto de José Amador Martín

  Plaza Mayor de Salamanca. Foto de José Amador Martín

 

 

Elba Maribel Hernández está invitada a participar en el XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que se celebrará en Salamanca del 14 al 16 de octubre.

 

 

 

2 Foto de José Amador Martín

 Foto de José Amador Martín

 

 

SALVÍFICO

 

Salvar el humo que fuera néctar,

como memoria

del fruto que ardió

en la vena combustible:

salvar lo que asciende y gira,

y donde liba aún

ignorante alguna muerte,

 

como adiós que nunca

advirtieras y ya fermentaba

entre tus manos.

 

 

3 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

 

 

 

CONTRAELOGIO DE LA LUZ

 

 

Sabedora de su  fuerza, la luz no cede/ vence allá, en la madera más recia/ pálida ahora, cruje ya sin su misterio./  Lo bello en su papel corrosivo/ luz que fatiga y predispone al desamparo/ exposición que ya nada revela/ luz que no alumbra ni templa./ Donde abunda la luz, algo se destruye/ desaparecen los contornos de la belleza insinuada/ desnudez sin virtud/ extravío: otro  ángulo de la pérdida.

 

 

 

4 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

 

LOBO SUEÑA CORDERO

 

 

Aún limpia la mirada
sin conocer conciencia
-el rincón que te dejaría perplejo,
hogar de qué tribulaciones-.

Todo en ti pareciera intacto
de negritud, de salmo mancillado.

Los ojos no inmundos todavía
niegan el viejo percance del ángel caído.

Pero en el interior del órgano salvador
hay cierto acoso cuando es mirada
dramática comedia vespertina
del lobo en su sueño de corderito.

 

 

 

 

5 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

 

LA SOLEDAD SEGÚN LA PINTAN

 

 

La soledad del campo

sabe lidiar

con la vacilación

del viento en el molino,

las emanaciones que de la flor

permite el lienzo otoñal

ya como idea o presentimiento.

Entonces, yo te pregunto,

estampa lejana igual que un rostro,

¿a nosotros solo pertenece

la soledad? ¿Nos necesita acaso?

Si bien prescindibles,

de otras naturaleza rescatará el pintor

sobriedad y templanza,

soledad más noble y virginal,

sin figura humana como prueba de ello.

 

 

6 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

 

EL HURACÁN

 

Lo que da al huracán

su furia

es la sensación de orfandad.

 

A veces juega a Sansón

con los seres más desprotegidos

de la tierra, otras sueña

entrar en la dinastía

de la mano de Aura, hija del viento.

Es otro desheradado, violento

como el más triste.

 

Tiene cierto aire

al padre de todas mis iras.

 

7 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

VIGILIA

 

Fuera esta vigilia una puerta

por cerrarse, próxima a un sosiego

o víspera que se anuncie

ventura, recompensa…

 

Y algo hiciera cerrarte mis ojos

como en muerte

de lo casi muerto.

Una imagen redentora viniera

desde lo oscuro a renovar la vista.

No aparecieras.

Fueras contorno a la orilla

de lo ciego.

 

Vigilia a semejanza

del humo que vela la ceniza.

 

8 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

 

OVEJA NEGRA

 

Si pasara mi añoranza

como pasa el tiempo.

Destruyera tu silencio un santiamén

o la sangre de una buena vez

se me volviera fría..

 

Nace el día solamente

para saciar todas las hambres

de este tiempo ( y el otro).

 

Memoria presa que es

también depredador.

 

Oveja mía,

de pastoreo perpetuo.

Oveja negra,

del color de la guerra perdida.

 

 

9 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

 

CONTRAODA A LA VENTANA GRANDE

 

Hay un problema con la ventana grande:

la luz entra empuñando su navaja en

las paredes del vacío. Alcanza toda dispersión

de una soledad, entra y ya no sale

sin dejar sobre el polvo la noción del naufragio,

su velo inmisericorde. Aura que alumbra

el tiempo de lo no compasivo.

 

Tanta ventana y para qué, si el ojo

no asoma sino a la envergadura

del animal solitario que solo

a sus adentros es águila..

Inútil tu dimensión, ventana,

contra el paisaje interno.

 

Más valdría una ventana chica.

Para que solo fuera lo que es, objeto

separación del mundo, cristal 

al dominio de las manos.

Y las pupilas pudieran

distenderse en lo pequeño,

llenarse solo del color de la

corta visión de las cosas.

De lo simple iluminado.

 

 

 

 

10 Foto de José Amador Martín

  Foto de José Amador Martín

                                  Impotencia la del dios que no se puede hacer tangible.

                                  Nunca la del humo que me entregas como cuerpo.

 

 

 

11 Foto de José Amador Martín

Foto de José Amador Martín

 

NATURALEZA ADVERSA

 

Ahora que la luz

ilumina el defecto,

y el tiempo -no más inocuo-

es esta arruga y su miseria,

será peor peligro hacer

apología de aquel pasado.

¿En qué limbo vaga la ilusión,

qué desgracia se alimenta…?

Mientras no existía en ti

sensación de podredumbre

y eras tú mismo bravísimo ser de luz,

crédulo arquitecto de tu destino,

naturaleza más estricta te obraba

fuerza menos condescendiente:

invisible te enfilaba

hacia el ojo del desastre.

 

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