POEMAS DE LA GALLEGA HELENA VILLAR JANEIRO. PINTURAS DE MIGUEL ELÍAS.

Crear en Salamanca tiene el auténtico privilegio de publicar (por vez primera en castellano y traducidos por la propia autora) cinco poemas de la notable poeta gallega Helena Villar Jaineiro (Becerreá, Lugo, 1940). Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense, fue profesora de Lengua y Literatura Gallega en Santiago de Compostela, presidenta de la Fundación Rosalía de Castro y miembro del Consello da Cultura Galega (2005-2012). Coordinó las colecciones de poesía Eusebio Lorenzo Baleirón y Poetas con Rosalía. Traducida a diversos idiomas y premiada (Manuel Antonio (19799, Galicia (1981), Chao Ledo (1990), Eusebio Lorenzo (1991), Xacobeo (1994) y Miguel González Garcés (accesit, 1994), esta es su importante obra poética: Alalás (1972), O sangue na paisaxe (1980), No aló de nós (1981), Rosalía no espello (1985), Cabeleira de pedra (1993), Festa do corpo (1994), Álbum de fotos (1999), Nas hedras da clepsidra (1999), Pálpebra azul (2003) y Remontar o río (2013). A estos libros se suman los poemarios para niños: O libro de María (1983), A campá da Lúa (1999), Belidadona (2002), Na praia dos lagartos (2004), O souto do anano (2007) y Señoras cousas (2014)

 

 

1 La poeta Helena Villar Janeiro (Fotopintura digital de Luz Darriba)La poeta Helena Villar Janeiro (Fotopintura digital de Luz Darriba)

 

 

 

Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Universidad de Salamanca, dice: “No escasea la poesía entre los versos de Helena Villar Janeiro: es más, lo que nos ofrece es Poesía con mayúsculas, esplendor liberado para enseñarnos eso de la conmoción necesaria cuando el Verbo impacta de lleno en todo nuestro ser, cuando las palabras arrastran un inventario de Vida transpirada y transfigurada realidad hasta la infancia de prados y manzanas. He leído buena parte de la obra de esta insoslayable poeta gallega, y desde tiempo atrás la aprecio por esas entregas y por su invaluable traducción de la poesía de su admirada Rosalía de Castro. Pero ‘Remontar o Río’ es, sin duda alguna, su mejor tesoro, una veintena de poemas memorables escritos sin estridencias ni impostaciones: fluyen desde el ahora hacia el tiempo primero, remontan, cual salmones, el cauce de la existencia, de ella (de todos), y nos transfieren su gran temperatura. La poesía escrita en Galicia tiene, con este libro, otra muestra incuestionable de su bien ganado prestigio en el continente de las letras iberoamericanas”.

 

POEMAS DEL LIBRO ‘REMONTAR O RÍO’ (Tirar do Fío Edicións, 2013. Ilustraciones de Luz Darriba y diseño de Aymará Ghiglione).

 

 

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AMOR ESA PALABRA

 

Xogando coas palabras nun insomnio
atoparás AMOR.

Amor é a palabra máis grande e misteriosa,
a única palabra para repetir sempre,
a que fixo tremer as paredes dos labios,
a que pode crebar
os diques do teu sangue.

Amor, esa palabra,
que salta áxil do silencio á fuga
e a que fixo imposibles
versos sen elexía.

Foi amor a palabra
que te entregou á luz
para que desfixese todos os teus contornos,
a que aflorou a dor
gardada na esperanza e na beleza.

Amor, esa palabra,
dona de bágoas, risas,
acougo, desconcerto,
desencanto, paixón,
a que converte as lágrimas
en viño metafórico
e o viño en amargura.

Amor era a palabra que escondían
xuntos o vals e a rosa
e que rozou un día
os brancos almidóns e o encaixe virxe.

Amor é a palabra que tamén aparece
pregada entre unha saba ou un mantel,
tinxida color sepia nun retrato,
feita olor na corola dun xasmín
e nas notas do merlo
que abre as portas do día
ou se despide.
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AMOR, ESA PALABRA

 

 

 

Jugando con palabras en un insomnio
encontrarás AMOR.

Amor es la palabra más grande y misteriosa,
la única palabra para repetir siempre,
la que hizo estremecerse la pared de los labios,
la que puede quebrar
los diques de tu sangre.

Amor, esa palabra,
que va desde el silencio a la fuga ágil
y la que hizo imposibles
versos sin elegía.

Fue amor la palabra
que te entregó a la luz
para que te borrase los contornos,
la que afloró el dolor
gardado en la esperanza y la belleza.

Amor, esa palabra,
dueña de risas, llantos,
sosiego, desconcierto,
desencanto, pasión,
la que hace de las lágrimas
un vino metafórico
y del vino, amargura.

Era amor la palabra que escondían
unidos vals y rosa
y la que rozó un día
la blonda virgen y el almidón blanco.

Amor es la palabra que también aparece
doblada entre una sábana o un mantel,
teñida color sepia en un retrato,
hecha aroma en la corola de un jazmín
y en las notas del mirlo
que abre la puerta al día
o se despide.
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NO ESTERCO NACE A ROSA

 

 

Aurum in stercore quaero
Virxilio

Serás aventurada
cando na andaina que te procuraches
se cruce o olor do esterco
que quizabes ata hoxe rechazases.

Cando ula a esterco,
por diante da enganosa fantasía
poñerase a verdade
e farate máis libre e máis humana
uníndote coa terra
e co seu seo.

No esterco nace a rosa, o pan e o viño
porque é a primavera
quen pon a modo os pés na súa calor
para se erguer madura á apoteose
que vai deitando froitas na cesta de Pomona
e flores nos cabelos de fermosas
como as que antigamente procuraban as cervas,
as albas e os amigos.

A Kaiserin Elisabeth
levaba moi cerqueiña das ristras do cabelo
e do sorriso
os efluvios do esterco dos cabalos
e aínda hoxe se pode
unir ao seu recordo onda o palacio Schönbrunn
na cidade de Viena,
a cidade do vals e mais da rosa.

Tamén serás esterco
á final doutra viaxe
que é xa definitiva
e oxalá que por riba dese corpo
que xa foi transmutado para sempre,
floreza unha roseira.
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EN EL ESTIÉRCOL NACE LA ROSA

 

 

Aurum in stercore quaero
Virgilio

Serás aventurada
cuando en ese paseo que buscabas
se cruce olor a estiércol
que quizás hasta ahora has rechazado.

Cuando huela a estiércol,
ante la fantasía deslumbrada
se pondrá la verdad
que ha de hacerte más libre y más humana
uniéndote a la tierra
y a su seno.

En él nace la rosa, el pan y el vino
porque es la primavera
quien coloca los pies en su calor
para elevarse hasta la apoteosis
que va llenando el cesto de Pomona
y de flores cabellos de doncellas
que procuran las albas, las ciervas, los amigos
igual que hacían antaño.

La Kaiserin Elisabeth
llevaba muy cerquita de las trenzas del pelo
y al lado de su risa
el efluvio de estiércol de caballo
y todavía se puede
unir a su recuerdo junto al palacio Schönbrunn
en la ciudad de Viena,
que es la ciudad del vals y de la rosa.

También serás estiércol
al final de otro viaje
que ya es definitivo
y ojalá que frondosos florezcan los rosales.
sobre el cuerpo que ya fue transmutado
para siempre

 

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O SOUTO E A ESPERANZA

Nalgún instante lembrarás o souto
que deras por perdido
aquel en que as boquiñas de ouro dos castiñeiros
se abrían nos menceres do novembro infantil
e eras Carapuchiña
enchendo o caravelo con sorrisas de ourizo
que se baixaban perfumar no orballo

E dentro das carocas centenarias
nas que ti te escondías dos ollos da paisaxe
escoitabas as sagas que contaban os gnomos
mentres sobre a madeira repicaba
a constancia do peto
e os primeiros lagartos tropezaban
coas follas engurradas que venceran
as lamas dos invernos.

O souto segue alí
agardando pereno baixo sol ou chuvia,
espíndose tras dúas estacións
para soltar a folla riba do esterco fúnxico
que florece na terra.

As danzas polonesas de Chopin
no teclado disposto polo aire
fan desa follagada
un baile de salón
que cobre a nube
protexéndoo da chuvia
se o vento é favorable.

O souto é o lugar
onde a chuvia ha caer en dúas veces
e os espellos da auga que se estanca
na cunca remollada das follas que hai no chan
róubanlle a luz ao día para o pintor que soña
escalas de amárelos,
para o poeta que acha
metáforas de vida sobre o outono

O souto agarda sempre.
E ti espirás a psique do seu ruído íntimo,
sacudirás os pés do po do asfalto
coas follas voandeiras
que saen recibirte
marcándoche o carreiro
e terás ese encontro profundo no que o tempo
se amosa iridiscente.

E todas as idades agárdante no souto.
A infancia
xogando á escondedela cos ananos.
A adolescencia
movéndose en glisando como a cobra.
A xuventude
xestando nos amores concibidos.
A madurez
removendo recordos desgranados.
A ancianidade
guiando as emocións que cruzan a galope
os bordes da memoria.
Mais non verás a morte.
Porque o souto
é sempre a alegoría do regreso
no canto dos paxaros.

 

7

 

EL SOTO Y LA ESPERANZA

 

 

Alguna vez evocarás el soto
que creías perdido,
aquel en que las áureas bocas de los castaños
se abrían en las albas del noviembre infantil
y eras Caperucita
llenando el cesto con risas de erizos
que bajaban al rocío a perfumarse.

En los huecos centenarios de los árboles
que te ocultaban a los ojos del paisaje,
escuchabas las sagas que contaban los gnomos
mientras en la madera repicaba
la constancia del ave carpintera
y tempranos lagartos tropezaban
con hojas arrugadas que ya habían vencido
las lamas del invierno.

El soto sigue allí,
aguardando sereno bajo el sol o la lluvia,
desnudándose tras de dos estaciones
para soltar las hojas sobre el estiércol fúngico
que florece en la tierra.

Las danzas polonesas de Chopin,
en teclados dispuestos por el aire,
hacen de esa hojarasca
un baile de salón
techado por la nube
que puede protegerlo de la lluvia,
si el viento es favorable.

El soto es el lugar
donde la lluvia caerá dos veces
y el agua que se estanca como espejo,
en el cuenco remojado de las hojas caídas,
roban la luz del día a aquel pintor que sueña
escalas de amarillos
y al poeta que encuentra
metáforas de vida en el otoño.

El soto espera siempre.
Y tú desnudarás la psique de su ruido íntimo,
sacudirás los pies del polvo del asfalto
con hojas voladoras
que van a recibirte
marcándote el sendero,
y tendrás ese encuentro profundo en el que el tiempo
se muestra iridiscente.

Y todas las edades te aguardan en el soto.
La infancia
jugando al escondite con enanos.
La adolescencia
moviéndose en glisando cual serpiente.
La juventud
gestando los amores concebidos.
La madurez
removiendo recuerdos desgranados.
La ancianidad
conduciendo emociones que cruzan a galope
los bordes del recuerdo.
Mas no verás la muerte.
Porque el soto
es siempre alegoría del regreso
en la voz de los pájaros.

 

8

 

 

 

A ESTATUA DA NENEZ

 

 

A estatua traballada pola dor
que esperanza e beleza disimulan
bórrase pola noite
para que a nena volva no amencer.

Sobre esa estatua nena que levas dentro
apousarán as pombas que, xa cansas,
miran para ningures
mentres esvara o tempo
no rito xiratorio que cumpre o sol
que algunha vez te busca
para brillar e che roubar contornos.

O noso mármol dura o que duremos
aínda que a estatua se erga en primavera
e o verdello do tempo e da humidade
avellenten a pel que ela non cóbre
nas outras estacións.

Nesa roca tallada á nosa imaxe
colgáronse as primeiras
bágoas que se verteron sabendo que choramos
e grávanse as palabras que doeron
pola primeira vez.

Están tamén os bicos que roubamos
e outros que nos roubaron,
a primeira caricia
que traspasou o gozo coñecido
e esa dor temperá que non sabemos ler
en tan incomprensible ortografía.

E desta estatua nena ¡cantas veces
oxeaches paxaros que a procuran
sen notares que volve a primavera!

 

9

 

LA ESTATUA DE LA NIÑEZ

 

 

La estatua cincelada con dolor,
que esperanza y belleza disimulan,
se borra por las noches y la niña
vuelve a nacer al alba.

Sobre esa estatua niña que llevas dentro
se posarán palomas que, cansadas,
miran con ojo errante
mientras resbala el tiempo
en rito giratorio que cumple el sol
que alguna vez te busca
para brillar borrándote el contorno.

Durará nuestro mármol todo lo que duremos
aunque la estatua se levante en primavera
y el verdín de los tiempos y humedades
avejenten la piel que ella no cubre
en otras estaciones.

En la roca tallada a nuestra imagen
se colgaron las lágrimas primeras
que supimos lloradas
y se grabaron palabras que dolían
en su primera vez.

Están también los besos que robamos
y los que nos robaron,
la primera caricia
que traspasaba el gozo conocido
y ese dolor temprano que no sabemos leer
en tan incomprensible ortografía.

Y de esta estatua niña ¡cuántas veces
espantaste los pájaros sin ver
que volvía hacia ti la primavera!
10

LEMBRANZA DO PRACER

 

 

 No existe un paraíso sin un árbol prohibido, sin una vigilancia estricta de los placeres,

sin la amenaza de la expulsión.

Manuel Vicent

 

Precisarás a verticalidade
da gran árbore ergueita como un mastro
ou pararraios que atraia a tormenta
á túa soedade.

Pesa tanto no corpo o silencio da ascese
que esvaecen os membros e a consciencia desexa
entregarse ao universo
cando calquera boca se pronuncie.

Fáltache o paraíso e esa árbore
na que se esconde a bicha e a mazá
faiche elevar os ollos á copa imaxinaria
mentres non chega a noite que convoca
para sorber o acíbar.

Hoxe non hai estrelas. Fuxiu todo
coa cerdeira plantada no teu ventre
aberta en dez mil bocas coloradas.

¿É hoxe a negación do paraíso?

 

 

11

 

LEMBRANZA DEL PLACER

No existe un paraíso sin un árbol prohibido, sin una vigilancia estricta de los placeres,

sin la amenaza de la expulsión.
Manuel Vicent

Precisarás la verticalidad
del gran árbol erguido como un mástil
o pararrayos que atraiga tormentas
hasta tu soledad.

Pesa tanto en el cuerpo el silencio y la ascesis
que se abaten los miembros y la consciencia quiere
donarse al universo
en cuanto cualquier boca se pronuncie.

Te falta el paraíso y ese árbol
por entre el que se esconden la manzana y el gusano
te hace elevar los ojos a su copa
hasta que venga la noche a convocarte
para libar acíbar.

Hoy no tienes estrellas. Huyó todo
con el cerezo plantado sobre el vientre
abierto en diez mil bocas coloradas.

¿Es hoy la negación del paraíso?

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2 comentarios
  • Mariluz Martinez Pedreira
    diciembre 4, 2014

    Talento con maiúsculas!

  • juan manuel
    agosto 19, 2016

    18

    se retuercen parlotean signos que chorrean
    deshaciéndose muertos en vida
    mientras dicen conseguirlo nunca lo logran
    combatiendo a cualquier elegido
    sin reparar en medios con vileza intelectual
    (cita previa)

    ignoran cómo hacerla pasar
    por el aro del tiempo y del fuego
    sin conocer las voces de dominio
    ni restallar el látigo del contexto
    sin conseguir que la fiera idiomática
    se lance con su actitud imprevisible
    exhibiendo todo su poder
    y en un salto aún desconocido
    intuido teorizado imposible
    sin dudas ni la menor herida
    aparece gloriosa al otro lado
    triunfante en su traje de poema

    si lo supieran si la dominaran
    aplaudirían gozosos sus obligaciones
    también gargantas secas de la envidia
    otros la despreciarían con suficiencia
    muchos intentarían prohibirla (¡malditos!)
    habría no obstante sobresaltos y emoción
    respiraciones entrecortadas ante tanto arte
    gritos de esperanza ante tanta maravilla
    mientras los niños alborozados
    la cantan en sus juegos sureales
    y cuentan en sus destinos
    con la casi imposible genial Poesía

    juan manuel
    para Ella os acompaña en la aventura
    el libro dedicado a Jerónimo López-Mozo

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