Poemas de Amat, José Amador y Frayle (tres salmantinos). XVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos. Pinturas de Miguel Elías

 


Crear en Salamanca se complace en publicar algunos textos de tres poetas de la ciudad donde encontró reconocimiento (y ciertas animadversiones) Fray Luis de León, extraídos del volumen titulado Decíamos Ayer, antología del XVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos realizada por Alfredo Pérez Alencart, poeta, profesor de la Usal y director del Encuentro.

 

 

 

 

 

 

Luis Frayle Delgado (Valverdón, Salamanca, 1931), es filósofo, poeta, ensayista y traductor. Licenciado en Filosofía y Teología y bachiller en Lenguas clásicas; Catedrático de Latín, se ha especializado en la traducción de obras latinas de Pensadores universales, especialmente del Renacimiento y el Humanismo: ha traducido obras latinas de Dante Alighieri, G. W. Leibniz, Francisco de Vitoria, Juan Luis Vives, Leonhard Euler, Erasmo de Rotterdam y Cicerón. Es miembro de la Sociedad Española Leibniz y colabora en la obra Leibniz en Español (19 tomos). Autor polígrafo, ha publicado una treintena de libros y numerosos ensayos sobre temas filosóficos y literarios en libros realizados en colaboración y en revistas. Y muchos artículos periodísticos.

 

 

 

ÉGLOGA I

 

 

                                     Tu dos pechos como dos cabritos mellizos,

         que están paciendo entre violetas.

                                                       

                                                                           (Cantar de los Cantares, IV, 5.

                                                                            Versión del Maestro León)

 

Los pétalos de rosa                         

esparcidos por el nuestro lecho

y la esencia de jazmines blancos

que aroman el cielo de la alcoba

son alas de mi corazón

a tu mundo de misterio.

 

Tu eres la perla de este mundo

y tu dulce cuerpo

abierto a mis anhelos

se cobija en la fuerza de mis brazos.

Es la nave que navega  entre mis olas

y destila suavemente

tus efluvios de hermosura.

 

Tú, mi Venus,

nacida de la espuma perfumada

de esta mar insondable

te ofreces a mis ojos siempre sorprendidos

y me acoges en tu amoroso seno

para bañarnos en el agua de la vida.

 

Déjame así, Amor, subir por las colinas de tus pechos

a contemplar el paraíso

y bajar a tu frondoso valle

y hundirme para siempre en tu belleza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ÉGLOGA II

 

 

 

                                      Huerto cercado, hermana mía, Esposa;

huerto cercado, fuente sellada.

 

                                                                  (Cantar de los Cantares. IV, 12.

                                                                  Versión del Maestro León)

 

 

    Escucho yo las cuitas

de tu corazón herido

y el lamento del ruiseñor en la anochecida.

El quejido de la espera,

la soledad, la ausencia,

la hora del anhelo de reunirse con su amada.

 

    ¡Ay! Preciosa,

ábreme la cerca de tu alma

y contemple yo tu visión, descendida de los cielos.

Déjame abrirme camino

entre los pétalos rojos de las rosas

y embriagarme con el perfume blanco

de la flor de los jazmines

que cuelgan de los muros sagrados

de tu cuerpo.

 

    Cómo anhelo meterme en las ermitas

del silencio de tu alma

y escuchar de rodillas el suave susurro

de tus íntimas palabras.

Y volver a las hondonadas  de tu valle

a cobijarme en la calidez de tu jardín secreto.

Y, cansado de pastorear luceros,

acogerte en mi regazo.

 

 

 

 

 

 

 

Verónica Amat (1944). Poeta y directiva de la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (SELIH) y colaboradora del Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca (CEIAS). Sus libros de poesía publicados son El poeta ante la cruz (1995), Azulay (2005), Este destino (2007, con prólogo de Andrés Quintanilla Buey) y Sombra que desea ser iluminada (Verbum, Madrid, 2013, con prólogo de José María Muñoz Quirós). Poemas suyos aparecen en las antologías Salamanca, azul y oro (Caja Duero, 2001), Ut pictura poesis. Pintores y poetas desde la Salamanca universal (Verbum, 2002), El mundo al otro lado. Ochenta fotografías para ochenta poetas del mundo (Explorafoto, 2004), Os rumos do vento (Fundão, Portugal, 2005), Los poetas y Dios (Diputación de León, 2007), Habitación de olvidos (Edifsa, 2009), O Divino. Sílabas do Oeste (Sirgo, Castelo Branco, Portugal, 2011) y Sombra Branca (Fundão, 2013) También en revistas literarias como El cielo de Salamanca o Papeles del martes. Durante años formó parte de la sección literaria del Ateneo de Salamanca y de la Tertulia Literaria “Airén”.

 

 

 

DECÍAMOS AYER

 

 

Como si

nada hubiera sucedido,

decíamos ayer:

 

me sobra noche, amigos, 

me sobra urgencia

para arrancar el miedo

a la distancia.

 

Sigo aquí,

en comunión de lirios,

en silencio.   

 

(Julio 2013)

 

 

 

 

 

 

POR EL HUERTO DE FRAY LUIS

 

 

Absorta y de puntillas

voy cruzando dintel 

que lleva al huerto

donde anidan primaveras.

 

¡Oh, enlazada espesura

por alta luz traspasada!

 

Aquí hay rumor de aves

volando la floresta.

Aquí, serenamente, 

llega caudal de agua 

hasta su fuente.

 

De ella beberé ese sabor

oculto, agradecido.

 

Aquí el alma hace cumbre

en el recuerdo.

Aquí habita generosa entrega

en frondoso huerto

que por odio

fue grandeza encarcelada.

 

Medito en su espesura

aquel combate,

entre aromas de incienso

y espigas altas.

 

Me quedare cautiva

paseando bajo el oro

de este otoño recamado.

 

Paseando sobre crujiente hojarasca

con sonido a fino laúd del viento

que hace honor

al mayor Señor

de sus señores.      

 

 

(*) Junto al poeta Alencart y por invitación de su propietario, el doctor Emiliano Hernández Benito, se nos abrió el huerto de Fray Luís de León. La tarde nos abrazó en su silencio por el huerto angosto y solitario, dejando nuestras palabras de agradecimiento en el libro de visitas. Pasamos la tarde con aquella maravillosa familia que, juntos y por separado, recorrimos tan singular paisaje cargado de recuerdos.

 

 

 

 

  

 

 

José Amador Martín Sánchez (salmantino nacido en Elgoibar, Guipuzcoa, 1951). De ancestros castellanos, aquí vive desde los siete años de edad. En Salamanca cursó estudios de Química y aquí trabaja en la enseñanza y en el mundo de la imagen (destacables son sus videos “Salamanca, ciudad interior”, “José Ledesma Criado, poeta”, “Las Batuecas, literatura y mito de un nuevo mundo en Castilla” o “Dí tú que he sido. XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos”, entre otros). Su obra poética se encuentra en el poemario Ciudad XX (con José Luis Matilla y José Luis de Diego) y en numerosas revistas, como Álamo, Río Arga, Mantxa, Artesa, Zurguén… Con Aníbal Núñez, Carmen de Celis y Jaime Siles fundó la revista Base 6. Ha obtenido los premios Guadiana (Ciudad Real), Pit de Roure (Palma de Mallorca), Lodosa (Navarra) y otros. Dirige la revista digital Crear en Salamanca.

 

 

 

INVISIBLE CÁNTICO

 

A Fray Luis de León

 

 

Desciendes a la luz de la mañana,

a la paz silenciosa

de esta ciudad perfecta coronada de luces,

cuando la luz recorre,

en el silencio, las calles  solitarias.

 

Es luz que acaricia,

Luz que es música,

luz que muestra en las almas

la estructura perpetua del instante.

 

Es la infinitud de un cosmos,

que gira con su elevado acento,

en la armonía universal de las esferas.

 

El alma recobra del olvido

los versos serenos,

deseos del alma

en los que permanece el sueño,

en los que toda la belleza nos acecha.

 

El tiempo abandona su reposo,

cuando termina siendo triste llanto

belleza engañadora,

vil sentido de la gloria.

 

Mas cuando recobra su memoria

bajo el aire hermoso  de la luz

y la música celestial,

es aire nuevo

con el que armoniza y goza

de felicidad divina.

 

 

Todos mis sentidos

arden en este bosque

de bóvedas tejidas por el tiempo,

como fuerza interior,

como invisible cántico

de una catarata de luz que nos asciende

hasta los límites del día.

 

Suaves como la aurora

brillan silenciosas nubecillas,

rastros de rocío

solo visibles en la calma

de la paz interior de la Palabra,

 

cuando la palabra es luz,

calma serena

de un jardín de piedra coronado

en elevada sinfonía, en filigrana,

en el murmullo dorado que te asciende

al abrazo, infinito, de la tarde.

 

18 de junio de 2013

 

 

 

 

 

 

 

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