Poema. Jardín secreto I.

“Jardín secreto”
Fotografía de José Amador Martín Sánchez

 

Jardín secreto I

Aquí y ahora soy signo de dolor.

La carne hollada testimonia el fuego,
la tristeza de las ramas ardidas,
el hambre de la fruta que no fue.

Asciendo
desde el húmedo manto,
goteando silencios
en una savia antigua
que se adhiere a mi piel
y abre el eterno surco
de la muerte.

La altura es solo sed de las últimas lágrimas,
la dureza es mentira,
la raíz, solo polvo debajo de más polvo.

¿No has oído gritar a las nudosas bocas
que sellan mis costados
con su rictus de iglesia?

Huyen dentro de mí,
en mi vacío,
pájaros abrasados de alas córneas,
de oscura envergadura,
de perfumado escombro.

2 comentarios
  • Amando Carabias
    septiembre 28, 2012

    Impresionante, estremecedor, hermoso.

  • Ángel Elices
    septiembre 28, 2012

    Uno de los poemas más bellos que he leído en la red en mucho, mucho tiempo…

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