PARA RECORDAR A PEPE LEDESMA. POEMAS DE JOSÉ AMADOR MARTÍN Y A. P. ALENCART

 

 

1 Pepe Ledesma en Figueira da Foz

  Pepe Ledesma en Figueira da Foz

 

 

Crear en Salamanca publica dos poemas para recordar a José Ledesma Criado (Salamanca, 23-5-1926 – 20-12-2005). Fue finalista del Premio Nacional de Literatura 1978, y obtuvo los premios Ciudad de Guipúzcoa, Provincia de Segovia o Ciudad de Irún. Su obra cultural y poética ha estado vinculada a la Colección Álamo de Poesía (que publicó más de cien poemarios de autores como Gerardo Diego, Luis Rosales o Jorge Guillén), así como a la Revista del mismo nombre, donde publicó su último poema, en el número reciente dedicado a la Plaza Mayor de Salamanca. Entre sus libros de poesía están: Poemas de Salamanca (1966), Biografía de urgencia (1968), Diálogo con España (1969), Cronista de la muerte (1971), Ceremonial (1974), Museo íntimo (1977),  Del amor y el silencio (1981), Piedras albas (1990), Color ceniza el agua (1997) y Memoria de la hiedra (2001). La Diputación de Ávila reunió sus libros en Todas mis palabras. Antología poética 1964-1992 (1992). En vida, recibió un único homenaje en su ciudad, organizado por la SELIH, sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de salamanca, dirigida entonces por A. P. Alencar. Sus últimos cuatro poemas publicados en vida, traducidos al portugués por Antonio Salvado, salieron de imprenta en septiembre de 2005, formando parte del libro Cánticos de la frontera, un magno encuentro entre poetas de Castilla y León y poetas portugueses de la Región Centro, coordinado por A. P. Alencart. Fue el último acto poético en el que participó, feliz con sus hermanos portugueses.

 

 

 

2 Última lectura de Pepe Ledesma (Casa de las Conchas, 2005. Foto de Jacqueline Alencar)

Última lectura de Pepe Ledesma (Casa de las Conchas, 2005. Foto de Jacqueline Alencar)

 

 

Estos dos poemas se publicaron en la Revista Álamo de Poesía,  dedicada a José Ledesma. Apareció el mes de mayo de 2007.

 

“También la lágrima se unía humedeciendo

la lágrima, la voz de las cigüeñas”

(JOSÉ LEDESMA, 2005).

 

 

3 Portada del número dedicado a Pepe Ledesma

Portada del número dedicado a Pepe Ledesma

 

 

 

3A Pepe Ledesma y el poeta peruano Alejandro Romualdo, en Salamanca (foto de J. Alencar)

Pepe Ledesma y el poeta peruano Alejandro Romualdo, en Salamanca (foto de J. Alencar)

POEMA DE JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ

 

 

A JOSÉ LEDESMA, EN EL RECUERDO

 

 

La música fluye por los espacios invisibles de la tarde

y navega de una nube a otra y se refleja serena

como el discurrir sincopado de las horas y es vértice

y laberinto el paisaje de las piedras labradas y los arcos.

 

Y la ciudad, tan densa como siempre, tan pegada

a nosotros, es laberinto en el ir y venir de los paseos

de los jardines que recorremos sin ver todos los días

porque se hacen una parte más de nuestra historia.

 

El discurrir del tiempo entre los campos de la tierra

es nuestro recuerdo asido a la nostalgia por el tiempo

que se pierde prendido en la memoria que se retorna

ausencia, al ponerse el sol en esta meseta castellana.

 

Y los aires que soplan esta noche y todas las noches

entreabren las puertas de la memoria. Los recuerdos

se hacen tan intensos como persistente la lluvia en la ciudad

que deja vacías las calles, los parques y los árboles.

 

Y en le silencio, en el profundo cielo, está el eco de tu nombre

que ayer extrañé al sentir el mudo regurgitar de los silencios.

Me faltó aroma, el nítido espejo de tu mirada y tu palabra,

mientras un contra viento rozaba la noche y su misterio.

 

 

 

4 Pepe Ledesma con el mar de Figueira

Pepe Ledesma con el mar de Figueira

 

 

5 Pepe Ledesma con Figueira y el mar al fondo

Pepe Ledesma con Figueira y el mar al fondo

 

 

POEMA DE ALFREDO PÉREZ ALENCART

 

 

EL POETA JOSÉ LEDESMA, SOBRE UN MASCARÓN

DE PROA QUE LA MAREA ARRASTRÓ

HASTA FIGUEIRA DA FOZ

 

 

Para mirar su cuerpo

hay que rescatar la memoria del mar,

horadar sombras coaguladas

con el filo de una voz que entone

cánticos de sirenas o fados

donde su figura quede proyectada.

 

¿Quién dijo que se había perdido?

¿Acaso los latidos no guardan

las huellas de su carne?

 

Yo lo vislumbro con gorra marinera,

subido a un mascarón de proa,

escribiendo con todo su esfuerzo

para que no lo ahogue

el agua maldita del desengaño.

 

Donde comienza su cuerpo

principian a brotar bellas palabras.

Donde termina el mascarón

sucede otra luz, fruto del voltaje

que acumularon sus versos.

 

Al mar de Figueira dona su perfil.

Al páramo de Castilla

todas sus horas

de tristeza.

 

 

 

6 Alfredo Pérez Alencart, Pepe Ledesma y Andrés Quintanilla Buey (Salamanca 2006, Jacqueline Alencar)

 Alfredo Pérez Alencart, Pepe Ledesma y Andrés Quintanilla Buey (Salamanca 2006, Jacqueline Alencar)

7 Tundidor, Pepe Ledesma, Castelo, Piedra, Molina y Romualdo, en el I Encuentro de Poetas Iberoamericanos (1998)

Tundidor, Pepe Ledesma, Castelo, Piedra, Molina y Romualdo, en el I Encuentro de Poetas Iberoamericanos (1998)

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