MARGALIT MATITIAHU, SEFARDÍ NACIDA EN ISRAEL´: “EL LADINO ES ALGO MUY CERCANO A LA ACTUAL CULTURA ESPAÑOLA”.

 

1 Margalit Matitiahu en el Colegio Fonseca (Foto de José Amador Martín)

Margalit Matitiahu en el Colegio Fonseca (Foto de José Amador Martín)

 

Crear en Salamanca se complace en publicar esta entrevista que años atrás hiciera Manuel Quiroga Clérigo a la poeta Margalit Matitiahu (Tel Aviv, Israel, 1935), hija de padres nacidos en el destierro griego y cuyos ancestros más remotos habían sido expulsados de León, en 1492. Se licenció en Literatura Hebrea y Filosofía por la Universidad Bar Ilan, dirigió la revista “Entrelíneas” y ha sido Secretaria General de Federación Israelita de Escritores (1986-2008). Entre sus libros publicados están: “Kurtijo kemado” (1987), “Alegrika” (1992), “Matriz de luz” (1997), “Vela de la luz” (1997), “Kamino de tormento” (2000), “Bozes en la Shara” (2001), “Vagabondo eternel” (2001), “Despertar el selencio” (2004); “Asiguiendo al esfuenio” (2005), “Cantón de solombra” (2005) o “Luz cortada” (2015). Ella ha obtenido varios premios, como el Premio de Poesía Ateneo de Jaén (1996) o el Premio de Creación del Primer Ministro de Israel (1999). Pero su máximo premio posiblemente sea el que en 2003 le dedicaran una plaza en Puente Castro (León), el pueblo de donde hace cinco siglos salió su familia.

 

2 Margalit Matitiahu, Manuel Quiroga Clérigo y Cervantes, el 18 de noviembre

 Margalit Matitiahu, Manuel Quiroga Clérigo y Cervantes, el 18 de noviembre de 2017

La entrevista permanecía inédita. La visita que Margalit Matitiahu hizo a Salamanca el pasado 20 de noviembre, para ofrecer -en el Colegio Fonseca de la Universidad de Salamanca- una lectura de sus poemas y comentar sobre sus experiencias creativas y de vida, ha permito el rescate de la misma. Días antes la poeta sefardí estuvo de nuevo con el autor de la entrevista, el poeta madrileño Manuel Quiroga Clérigo.

 

 

3 Margalit Matitiahu leyendo sus poemas (foto de Jacqueline Alencar)

Margalit Matitiahu leyendo sus poemas (foto de Jacqueline Alencar)

 

“EL LADINO ES ALGO MUY CERCANO A LA ACTUAL

CULTURA ESPAÑOLA”

 

Entrevista de Manuel Quiroga Clérigo

 

 

Para los sefardíes del mundo España, su Separad, igual que durante siglos los fue Jerusalem, siempre ha sido una meta tras su desgraciada expulsión de España y Portugal en 1492. Pero si Jerusalem era el símbolo de la Tierra Prometida Sepharad es la patria partida, el solar de sus mayores, el paisaje preferido y anhelado para generaciones y generaciones.

 

Esa es la idea que transmitió desde siempre Margalit Matitiahu, “sabra” que es como se denomina a los judíos nacidos en  Israel, y descendiente de judíos procedentes del antiguo Reino de  León. La denominación de sabra obedece al hecho de suponerles personas ariscas, de difícil trato, igual que a veces puede ser doloroso el acercamiento a las chumberas. Su madre Matilde León hablaba continuamente a Margalit y a sus hermanos de aquella ascendencia que siempre deseó investigar y ella, mujer dialogante e imaginativa, tomó el testigo y se preocupó de llegar a España y a León para conocer la patria de sus mayores.

 

De un encuentro en Estambul data la decisión de ese intento de conocer León, y más concretamente la localidad de Puente Castro, de donde fueron expulsados sus antepasados.  Margalit que lleva el apellido de su esposo, nacido en Alejandría, es una interesante poeta que escribe en ladino y en sus versos muestra una inteligencia y una cordialidad exquisitas. Además, desde su trabajo como Secretaria de la Asociación de Escritores Judíos de Tel Aviv, ha participado en numerosos encuentros, congresos, seminarios y festival literarios y poéticos en todo el mundo, en los cuales ha puesto de manifiesto tanto su creación como poeta como las investigaciones que ha llevado a cabo acerca del pasado español de los judíos, siendo una importante muestra la interesante película que ha realizado en unión de su hijo Jack sobre tan apasionante temática.

4 Trancón, Amador, Díaz, F. Labrador, Frayle, Matitiahu, Colinas y Alencart (foto de Jacqueline Alencar)

Trancón, Amador, Díaz, F. Labrador, Frayle, Matitiahu, Colinas y Alencart (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

El deambular de su familia por toda Europa hasta llegar a Salónica, en la Macedonia griega donde su padre Jack Reytan conoció a su madre, antes de que ésta emigrara con su hermana a Israel, figurando ambas en la memoria de pioneras del puerto de Jaffa, próximo a Tel Aviv, cuando todavía aquello era Palestina.

 

La emoción de Margalit Matitiahu primeramente al poder leer en la cumbre del Puerto de Navacerrada el cartel de Comunidad de Castilla y León y después al llegar a la propia capital leonesa, dice, se cuenta entre la más importante de toda su vida. A partir de entonces, la actuación en Puente Castro, la dedicación de distinciones y homenajes que se le ha deparado y el hecho de haber publicado varios libros con sus experiencias no hacen más que confirmar el valor que para ello, como para muchos otros sefardíes, tiene la España reencontrada. Ello se añade a sus múltiples viajes a Grecia y a otros lugares del mundo, donde su capacidad indagadora le lleva a cumplir el deseo de respirar la cultura que su pueblo tanto amó en sus continuos exilios. Pero si de sus viajes a León, a Gerona, a Toledo, a Córdoba, a Valencia y a tantos y tantos lugares donde existe constancia de la existencia de importantes juderías, se quedan especiales emociones, de su trabajo en los archivos de Salamanca, Madrid o Barcelona ha ido extrayendo datos y asumiendo características que la hacen conocer la modernidad de una cultura y unos modos que, aún, forman parte de su propia historia de escritora.

 

El escritor valenciano Jaime B.Rosa publicó una deliciosa antología titulada “Sepharad 92” con poemas de Margalit Matitiahu, los cuales también han visto la luz en numerosas publicaciones y la autora ha visto editados una porción interesante de poemarios entre los que podríamos destacar “Kurtijo Kemado”, con versos escritos durante un viaja a las comunidades judías griegas en 1986 y que relata todo el dolor que atenazó a quienes se vieron sometidos al exterminio nazi. “De estas poezías- leemos- se aklara la delicadeza de la kaza djudia, con su golor i sus kolores expresados en imajes poetikas ke se acercan a los djeneros literarios uzados en la literatura judeo-espaniola”. “Alegrika”, otro libro, narra una historia más cercana. Es la de una familia diezmada por la tristeza de exilios y de vivencias que, sin embargo, busca una razón de ser en sus relaciones personales donde el afecto forma un entramado de vitales acercamientos.

 

5 Elena Díaz Santana, Margalit Matitiahu y Jacqueline Alencar (Foto de José Amador Martín)

Elena Díaz Santana, Margalit Matitiahu y Jacqueline Alencar (Foto de José Amador Martín)

 

Hasta cierto punto Margalit Matitiahu es, también, una activista comprometida en la búsqueda de una solución al conflicto con los palestinos, muestra de lo cual ha sido su participación durante cuatro o ciento años en los Encuentros que teniendo como fondo la paz y la poesía se han celebrado en la localidad galilea de Maghar, bajo el patrocinio de la Corporación Municipal y la coordinación del profesor y escritor druso Naim Araïdi, y el congreso que con los mismos intereses se celebró en León, con participación de poetas palestinos, drusos, israelíes y españoles.

 

De algunos de estos temas queríamos hablar con tan insigne escritora.

 

¿Existen en Israel publicaciones en ladino actualmente?

 

-Sí existen. Hay una revista, “Aki Yerusalaim”, que se publica cada cuatro o seis meses. También se editan libros, en formato popular, recogiendo cuentos y leyendas además de las publicaciones dedicadas específicamente a la poesía.

 

¿Qué incidencia real tienen los sefardíes en el Estado de Israel?

 

-Es un grupo que trabaja constantemente. Tanto los sefardíes como quienes promueven la lengua y la cultura yidish están tratando, cada uno por su lado, de lograr que el Parlamento les de un reconocimiento oficial. Con ello desean que se conserven estas lenguas y estas culturas y que se puedan publicar textos, logrando las consiguientes ayudas oficiales que faciliten su mantenimiento y su propagación.

 

6 Alfredo Pérez Alencart, Pilar Fernández Labrador, Margalit Matitiahu y Antonio Colinas(foto de Jacqueline Alencar)

Alfredo Pérez Alencart, Pilar Fernández Labrador, Margalit Matitiahu y Antonio Colinas

(foto de Jacqueline Alencar)

 

Dentro de la Asociación de Escritores Judíos, ¿qué porcentaje de ellos escriben en español o en ladino?

 

-En español existen muchos escritores que publican sus trabajos en Israel. Son principalmente los procedentes de Argentina y otros países hispanoamericanos. El porcentaje de los que escriben en ladino es algo menor, aunque siempre tratamos de que mantenga y se haga más extenso.

 

En tu estudio sobre los judíos de Salónica, ¿qué rasgos has podido advertir que se mantienen aún en los Balcanes procedentes de las culturas europeas?

 

-Se recuerda sobre todo la poesía medieval, los romances, figuras como las de Lope de Vega y lógicamente Miguel de Cervantes. Lope era muy bien nombrado y se nos decía que Cervantes mismo usaba nuestra propia lengua, el judeo-español.

 

¿Existen apoyos económicos, o de otro tipo, para la publicación de libros en ladino en Israel?

 

-Si existen. Yo, concretamente, recibí una importante ayuda económica de los supervivientes del Holocausto para viajar Salónica y, a partir de ese viaje, publicar datos y documentos sobre la historia de los judíos en Grecia y en los Balcanes.

 

7 Un momento de la tertulia con Margalit Matitiahu (foto de Jacqueline Alencar)

Un momento de la tertulia con Margalit Matitiahu (foto de Jacqueline Alencar)

¿Cuál ha venido siendo tu trabajo durante estos años, tanto en lo privado como en los aspectos de creación lírica o de investigación?

 

-Como Secretaria de la Federación de Escritores Judíos y como Secretaria del Pen Club de Israel mi trabajo ha sido intenso en determinados aspectos, sobre todo administrativos, de catalogación de trabajos, etc. Además he escrito varios libros en ladino, tratando de modernizar las grafías y las expresiones verbales. Esto es algo que ya inicié en libros anteriores, como “Kurtijo Kemado” o “Alegrika” y en trabajos concretos publicados en diversos medios y revistas literarias de todo el mundo.

 

¿Existen personas que ocupen cargos importantes en los planos cultural y político de Israel y que sean sefardíes o que hablen ladino?

 

-En el Ministerio de Cultura y Educación existen un departamento que lleva a cabo una importante labor de la cultura sefardí y en relación con las publicaciones en ladino. Existen autores que tratan de mantener el folklore, aunque la creación en ladino actualmente es escasa. Sin embargo hay que reseñar un interés enorme en reconocer la capacidad literaria del ladino y seguir transmitiéndolo de una manera viva. En mi caso debo decir que en todos los programas de radio o televisión se me invita a recitar mis poemas en esta lengua, generalmente muy apreciada en Israel.

 

Tras la muerte de Rabín, habiendo desaparecido de la escena Ariel Sharon y sin llegar a claros acuerdos con los palestinos, ¿qué futuro ves a las relaciones, en este caso culturales, entre judíos y palestinos?

 

-La meta de Rabín era, muy claramente, lograr la paz sobre todo mediante acuerdos concretos con los palestinos. El logró la apertura de las puertas y de las fronteras con Jordania y con otros países. Su muerte fue verdaderamente un rudo golpe para Israel. Todo el país estuvo paralizo, atónito, durante varios días a causa de su muerte. Pero los jóvenes salieron a la calle diciendo que no iban a estar callados, que iban a lograr que la paz tuviera un final feliz. “No vamos a permitir que la muerte de Rabín deje resquicios a los enemigos de la paz”, decían. El escritor egipcio Ali Salem vino a nuestra Casa de los Escritores tratando de lograr una colaboración cultural e intelectual más amplia. Este sigue siendo el deseo de una gran mayoría de los escritores judíos. Pensamos, pues, que encuentros de este tipo pueden facilitan también una paz duradera a través de la comprensión que de ellos se puede derivar.

8 Santiago Trancón, Alencart, Jacqueline Alencar, Díaz Santana , Fernández Labrador, Frayle, Matitiahu y Colinas (foto de José Amador Martín)

Santiago Trancón, Alencart, Jacqueline Alencar, Díaz Santana , Fernández Labrador, Frayle, Matitiahu y Colinas (foto de José Amador Martín)

 

 

¿Qué acogida crees que pueden tener en España los escritores sefardíes y sus obras escritas en ladino?

 

– Importante. En mi caso he visto que la recepción del ladino se toma como algo muy cercano a lo actual cultural española. Se trata, creo, de un encuentro en familia, un verdadero retorno a las raíces.

 

¿Qué obras y autores españoles con más conocidos actualmente en Israel?

 

-Hay una revista que se llama “Noah”, y que habla de novedades y eventos de España. Por ejemplo todo García Lorca ha sido traducido al hebreo. Escritores que han magnificado el español como Octavio Paz, Mario Vargas Llosa o Camilo José Cela tienen mucha obra traducida. El poeta José Ángel Valente estuvo en Israel y sus obras son leídas como las de otros escritores actuales. En Jerusalén, Tel Aviv o Haifa existe una importante cadena de librerías con una escogida selección de libros españoles que, en general, tienen buena aceptación.

 

A grandes rasgos, ¿cuál es su experiencia de los infinitos viajes que has realizado al viaje?

 

-Muy agradable. Recuerdo expresamente la invitación de la segunda cadena de TVE donde participé en el programa “El lector” que dirigía Agustín Remesal, ahora corresponsal en Israel, sobre el tema referido a las culturas mediterráneas. He tenido ocasión de ser entrevistada por periodistas de medios como el ABC y de distintas provincias, he participado en importantes encuentros auspiciados por la Asociación de Escritores de la Comunidad Valenciana y en un Congreso Internacional apoyado por el Ayuntamiento de León y he formado parte del comité que recuerda de manera constante a los judíos expulsados de Puente Castro, en la propia capital leonesa, además de otros actos plenos de interés, que son más que un reconocimiento a la cultura sefardí.

 

9 Margalit Matitiahu, Alfredo Pérez alencart y Jacqueline Alencar

Margalit Matitiahu, Alfredo Pérez alencart y Jacqueline Alencar

 

¿Cuál es tu impresión del momento cultural español?

 

-Me hace sentir celos de la cantidad inmensa de encuentros literarios que se dan de continuo en España. Ello supone una atractiva proyección de su vida cultural e intelectual. También es muy aleccionador el programa de los diversos museos e instituciones, como el Museo del Prado o el Reina Sofía, donde conocí la exposición titulada “La sociedad de artistas ibéricos y el arte español en 1925”, que me sorprendió grandemente. Apenas tenía, hasta entonces, conocimiento de la vida y la obra de figuran tan importantes como Juan Grís, Salvador Dalí, Barradas, Benjamín Palencia, etc. Creo que España atraviesa un excelente momento cultural. El “Guernica” de Picasso me ha parecido una maravilla, me emocionó de una manera muy especial. Sentí dentro de mí los gritos que brotan de la pintura y el vértigo que produce la paradójica unión entre el equilibrio y el caos.

 

Nos gustaría que tú misma eligieras una muestra de tus versos para terminar esta conversación.

 

-Elegiría un poema titulado “Desierto” del poemario “Matríz de luz”, que contiene versos de amor, inspiraciones del paisaje, recuerdos líricos, etc:

 

“El disierto infinito,

Las muntanias altas i puntosas,

Araron en mi deseos…

En las paredes de mi kamareta asolada

Trspasaran los espasios de mi disierte interior.

Komo una bayladera descalza i enlokjesida

Ago crecer en lo seko

La fruta salvaje

Del esprito”.

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