Luko Paljetak retrata a la hermosa Dubrovnik

 

 

Luko Paljetak retrata a la hermosa Dubrovnik    

 

Crear en Salamanca publica, como primicia en español, la semblanza de la ciudad donde nació el escritor y académico Luko Paljetak (1943). La traducción ha sido realizada por la reconocida hispanista Željka Lovrenčić.  

 

 

 LUKO PALJETAK

LA CIUDAD EN LA PALMA DE LA MANO

 

¿! La ciudad en la palma de la mano?! Verán que se trata de Dubrovnik, la Ciudad que se puede inscribir con mayúscula al tiempo de su historia. Sentirán esta palma de la mano. Es la palma de la mano de aquel santo-patrón que lleva la ciudad en ella, pero también la palma de la mano de la belleza ofrecida al mundo; la palma de la mano abierta, lista para recibir cada mano buena, benévola.

 

¡La ciudad en la palma de la mano! Sí, es Dubrovnik, la ciudad de los cubos de piedra de los que cada uno se encontraba en la palma de la mano de sus antiguos constructores. La ciudad construida a medida humana y de las estrellas. Sentirán esta palma de la mano. La suya también; la palma de la mano con la línea de la vida, del amor y del destino, con la línea de la eternidad. Es la palma de la mano de ofrecer y recibir, la palma de la mano de agradecimiento y de bienvenida. Es como si abriesen la mano para que un pájaro se sentara a su palma. Es como…  ¡Verán: es Dubrovnik – La Ciudad en la palma de la mano!    

 

¡Querido, siempre bienvenidos visitantes! Su elección puede ser diferente: avión, barco o tren, coche, yate o autobús, bicicleta, autostop o por sus propios pies, pero su dirección es sólo una – Dubrovnik.

 

Todo conduce hacia ella, todo lo llevará allá, ustedes sólo decidan cómo y cuándo. Si su decisión es otra, se privarán del placer único, de la insustituible experiencia de la belleza; serán más pobres por no aceptar la riqueza que le ofrece Dubrovnik. ¡No lo permitan! Existen por lo menos diez buenas razones para visitar Dubrovnik:

 

1 – porque nunca ha estado aquí. Y a Usted no le gusta la palabra nunca.

2 – porque ya ha estado aquí. Es muy lindo volver al lugar donde lo ha pasado bien.

3 – porque le gusta viajar. Así es Usted y así quiere seguir: ¡viajar, viajar, viajar!

4 – porque no le gusta viajar. Justo por eso tiene que ir a Dubrovnik. Ella es como creada para Usted; es íntima como su propia habitación, cercana como un salón, como si desde siempre hubiese vivido aquí.

5 – porque le gusta estar acompañado de alguien a quien quiere. Ha elegido el lugar justo – en el quinto lado del mundo – allá donde está el corazón.

6 – porque quiere estar solo. A su soledad, Dubrovnik pronto le unirá la suya.

7 -porque le han convencido que la visitara. Hicieron bien, ¿no es así?

8 – porque le gusta Shakespeare. Todos los caminos de Hamlet llevan a la Fortaleza Lovrijenac.

9 – porque le gusta pasarlo bien. No es el único a quien le gusta y no estará solo en eso.

10 – porque así lo quiso. Usted siempre lo hace de esta manera. ¿Por qué no? 

 

Le espera Dubrovnik. Pregunte a los cosmonautas. Desde la cabina de la astronave, Dubrovnik atrae las miradas con el bolero de la piedra de sus muros. Como el caracol sonoro de la vida, Dubrovnik yace a la orilla de Adriático, en Croacia.   

 

Pueden llegar a Dubrovnik de todos las partes del mundo. Desde ella pueden ir a diferentes países del mundo, pero también pueden volver – siempre – a Dubrovnik. Dubrovnik no es una ciudad para un viaje; ella es el regalo para toda la vida. Dubrovnik reconcilia y une lo clásico de sus formas y el romanticismo de la experiencia de diferentes estados del alma. La historia en ella se transforma en la eterna espiral del laberinto. En el viejo puerto de la ciudad fácilmente imaginarán los antiguos veleros, los siglos pasados de riqueza, poder y fama. Dubrovnik fue una República con mil años de libertad. La cultura, la literatura, la pintura, la arquitectura, la filosofía, la ciencia, la música y la diplomacia de Dubrovnik, son parte irresistible de la herencia cultural de Europa y del mundo. Dubrovnik está bajo protección especial de la UNESCO.

 

En Dubrovnik Usted llegará a ser dubrovniense, ciudadano del Mediterráneo, gente del mar, si ya no lo es. Y sin conocer la lengua, entenderá sobre qué pían los pájaros, sobre qué cantan las klapas de los cantores populares. Comprenderá que Dubrovnik es el amor y la alegría de la vida bajo el sol común.

 

Doscientos cincuenta días al año (quizás un día menos o un día más, no seamos tan pedantes) el cielo sobre Dubrovnik es claro y muy soleado de día. Y de noche está azul y estrellado y el mar repleto de luz de la luna plateada, que con su voz seductora le invita a los rodeos nocturnos. Acepte esta invitación; acepte todo lo que le ofrece Dubrovnik, su cielo, su mar, su piedra y su gente; sus especialidades de la cocina nacional. Mire los espectáculos de los Juegos de Verano de Dubrovnik, escuche los conciertos, visite las exposiciones, ascienda, nade, sumérjase al agua, baile, pesque, saque fotografías, converse, piense, sueñe, ame, haga todo por sí mismo. Se sentirá divinamente, lo mejor, incomparablemente, porque Dubrovnik es incomparable y no hay que compararlo.

 

Quien no visite Dubrovnik, no tendrá qué contar a sus descendientes.   

      

Un comentario
  • Armando Manrique Cerrato
    marzo 28, 2014

    Bello recorrido por una preciosa ciudad a la que, en su día dediqué un soneto que hoy quiero compartir con vosotros.

    Puerta del sur y orgullo de Dalmacia,
    joya escondida entre montaña y mar,
    Ragusa antigua que escribió su andar
    por sendas de cultura y democracia.

    Ilustración, «libertas», diplomacia,
    conformaron su esencia y caminar
    y hoy aquí me estremezco al contemplar
    la foto más famosa de Croacia.

    El furioso batir del oleaje
    en la base de su épica muralla
    trae memoria de sal en su equipaje

    a sus piedras curtidas en batalla.
    Dubrovnik, sobrecoge tu paisaje,
    del Adriático perla y atalaya.

    Aquí os dejo la dirección del enlace donde también podéis ver fotos y un pequeño vídeo:

    http://blogliterarioyfotografico.blogspot.com.es/2012/05/dubrovnik-un-soneto.html

    Un saludo

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