La fuente del desdén

Todavía hay vino azul en la alacena
y frío en los ojos del olvido. Las yeguas
de la niebla revolucionan el bosque y sus estrellas.

Las rodillas protegidas por un manto de nostalgia.
Una fiesta de azafrán en la memoria
y la calma del agua
provocan el deseo de la huida. Los pájaros
del vacío recorren las hogueras de los hombres
a la búsqueda de frutos fermentados.

El corazón del muérdago
sincroniza su latido con el viento
ante el temor de la desbandada.
La herida del bosque ruge en la placenta del arroyo.
Ni borrachas podremos atravesar
esa sombra de infinita melancolía. El miedo
y el silencio, hipnóticos destinos
en la región de las máscaras de labios de platino. Cuchillos,
desafíos, escondrijos para la miel y los gemidos.

Cervatillas extraviadas en la espesura,
olisqueamos la tierra: su alma de lombriz
anuncia la sed de vívidas sustancias.

Islas invernales. X Premio de Poesía Leonor de Córdoba. Colección Daniel Leví, Córdoba 2011.

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