‘LA CONOCIDA HERENCIA DE LAS FORMAS’, DE JUAN LUIS LANDAETA. RESEÑA DEALBERTO HERNÁNDEZ-

 

 

1 El poeta Juan Luis Landaeta

El poeta Juan Luis Landaeta

 

 

Crear en Salamanca se precia en publicar la reseña que sobre el poemario ‘La conocida herencia de las formas’, ha escrito Alberto Hernández (Calabozo, 1952), poeta, narrador y periodista. Egresado del Pedagógico de Maracay, realizó estudios de postgrado en la Universidad Simón Bolívar (Caracas) en Literatura Latinoamericana. Fundador de la revista literariaUmbra, es colaborador de revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Su obra literaria ha sido reconocida en importantes concursos nacionales. En el año 2000 recibió el Premio “Juan Beroes” por toda su obra literaria. Ha representado a su país en diferentes eventos literarios: Universidad de San Diego, California, Estados Unidos, y Universidad de Pamplona, Colombia. Encuentro para la presentación de una antología de su poesía, publicada en México, Cancún, por la Editorial Presagios. Miembro del consejo editorial de la revista Poesía de la Universidad de Carabobo, Venezuela. Se desempeña como secretario de redacción del diario “El Periodiquito” de la ciudad de Maracay, estado Aragua, Venezuela. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano y al árabe.

 

 

2

 

 

LA CONOCIDA HERENCIA DE LAS FORMAS

 

“La poesía es, en el fondo, una crítica de la vida”

Matthew Arnold

1.-

Buscar el origen, tropezarse con la opacidad del tiempo. Con el mismo origen disuelto en las palabras que lo acosan, lo persiguen. Detener la hora, el instante de donde proviene el deseo de saberse heredero de un reflejo. Saberse conocido en ese reflejo, en las formas que le atañen desde el fondo de lo que se cree conocer.

La poesía, tan viciada de rumbos, tan perpleja en su emocionalidad, o en la falta de ella, rodeada de simulacros, de formas que se agotan. O de cuerpos que se avecinan y se admiten voces irredentas, sombrías, lentas.

Por eso a veces un lector descuida su oficio y se adentra más en las imágenes que en la vida que posee un poema. Todo poema representa una crisis. Es una crítica: una postura portátil o simple capa de lenguaje.

“La conocida herencia de las formas” (Igneo Group / Ciudades insomnes, Miami, 2016) es un libro de poemas. Me arriesgo: son cuatro libros de poemas en los que su autor, Juan Luis Landaeta, se deshace de los excesos para decir y alejarse. Alejarse de él mismo desde el poema. Pareciera estar dispuesto a ser borrado por su propia exigencia: escribir advertido del origen de su laconismo y contención, como lo afirma Adalber Salas Hernández en la presentación.

 

 

3

 

 

2.-

Las cuatro partes del libro son entidades autónomas, aunque el tono las acerca. Pero arriesgo al decir que se trata de cuatro estancias en las que el autor busca desde el origen y desde el cuerpo, en una suerte de símbolo, apegado a voces que abstraen y producen un extrañamiento cercano a la declaración de Miguel Casado, según la cual “El sujeto de los poemas vive, pues, desdoblándose, observándose constantemente…”, y así, “convierte sus gestos y contradicciones en motivo de contemplación…”

La primera parte, un texto breve en prosa habla del orden, de las formas disímiles, que podrían encontrarse repetidas en espejos, en los reflejos donde está el origen, una hermenéutica del pasado, de lo que el autor denomina legado. Titulada “La intermitencia” la lectura abrevia en significados. Es decir, dice de los silencios que no aparecen dichos. De la simulación del origen.

La segunda parte, “Versiones en el origen”, alude a “distancias que unen”, a interrelaciones, al uso del tiempo como instancia pasada y de la lentitud y la inercia.

“El mundo detrás del mundo”, “En el origen no se mide la distancia”. Y desde esta perspectiva lo íntimo, lo oculto de la despedida.

 

 

4

 

 

 

3.-

La heterogeneidad de la lectura es un espejismo: pese a sentirse la presencia de cuatro libros, la impresión se deshace en la presunción de la indagación. ¿Qué busca Landaeta con este libro? La respuesta podría estar en la voz de Mairena: “El pensamiento poético no realiza ecuaciones, sino diferencias esenciales, irreductibles”.

La tercera lectura, titulada “Ritual: Dominio de los cuerpos” representa una fractura con respecto a las anteriores. El cuerpo, un cuerpo, los cuerpos, la concreción de lo físico: “La herida abre otro espacio”. La opacidad develada en los dos primeros se hace ahora sensación. Emoción contenida: el silencio, el mismo tiempo como parte del dolor, de un encuentro, pero también del abandono.

“El cuerpo de la distancia/ reta con su altura”.

El pensamiento onírico, la versión de un desastre. La inacción.

Y la cuarta parte: “Espiral: figura disuelta del encuentro”. La pérdida, gestos en huida. El poema se contrae y se hace sonido, pero un sonido con boca propia, acosada:

“El idioma / que nos persigue / y excluye”.

La prosa cierra como una puerta. Es símbolo. Lectura contra “la costumbre del lector”, según Miguel Casado.

Es una poesía cuyos dispositivos están centrados en la economía verbal, en una poquedad que dice mucho fragmentariamente, en una apreciación casi inmóvil. 

    

 

5 Juan Luis Landaeta

Juan Luis Landaeta

 

Juan Luis Landaeta nació el 29 de diciembre de 1988 en Caracas. Se graduó de Abogado en 2013 en la UCAB. Es Editor Asociado de ViceVersa Magazine en Nueva York. En 2008 resultó ganador del I Concurso de Poesía y Cuento de la Escuela de Derecho de la UCAB con “Comercio Carnal”. En 2009 recibió una Mención de  Honor en el III Premio Nacional Universitario de Literatura por el libro “Destino del Viento”. En 2011 con el libro “La conocida herencia de las formas” recibe una mención especial en el I Premio Nacional de Poesía Eugenio Montejo.  Ha publicado los títulos: “Litoral Central” (Sudaquia Editores, 2015) y “La conocida herencia de las formas” (Editorial Igneo, 2016).

 

Aún no hay ningún comentario.

Deja un comentario