JESÚS HILARIO TUNDIDOR. SIETE POEMAS DE SU ANTOLOGÍA ‘ELEGÍA EN EL ALTO DE PALOMARES’, DEDICADA Y AVIÑETADA PARA JACQUELINE ALENCAR

 

1 Jesús Hilario Tundidor (foto de Jacqueline Alencar 2015) Jesús Hilario Tundidor (foto de Jacqueline Alencar 2015)

 

Crear en Salamanca tiene el auténtico privilegio de publicar siete poemas del último Premio Castilla y León de las Letras, Jesús Hilario Tundidor (Zamora, 1935). Este destacable poeta, ya en 1962, obtuvo el Premio Adonais, por ‘Junto a mi silencio’. Otros libros suyos son ‘En voz baja’ (1966), ‘Pasiono’ (1972), ‘Tetraedro’ (1978), ‘Libro de amor para Salónica’ (1980), ‘Repaso de un tiempo inmóvil’ (1982), ‘Mausoleo’ (1988), Construcción de la rosa (1990),‘Lectura de la noche’ (1993), ‘Tejedora del azar’ (1995), ‘Las llaves del reino’ (2000), ‘Fue’ (2008) y ‘Un único día. Poesía 1960-2008’. Las 920 páginas de los dos volúmenes que componen esta edición, recogen la selección y la reescritura de toda la obra de Tundidor como él quiere que sea leída. Cada uno de los dos volúmenes en los que está dividida la edición se corresponden con las dos etapas creativas de su autor a lo largo de su vida.

 

 

2
Los siete poemas han sido seleccionados por el poeta Alfredo Pérez Alencart de la antología ‘Elegía en el alto de Palomares’ (Difácil, Valladolid, 2015), que Tundidor dedicó a Jacqueline Alencar, haciendo en Salamanca las 20 ilustraciones interiores, durante la noche y madrugada del 7 al 8 de octubre de 2015, cuando se celebró el XVIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos. También se publica el manuscrito del poema ‘Poética’, dedicado a Jacqueline Alencar en 2002.
3

 

 

 

LA TIERRA QUE MÁS AMO

Esta tierra inmortal, tierra del vino,
tierra del pan, tierra de Campos sola,
otero arriba el mar, la mar, la ola
del cielo azul inmenso sobre el pino.

Otro sueño aún mayor te lleva el sino
y donde el trigo es oro es desconsola¬-
ción la muerte y es doncella la amapola
enamorada por el sol y el trino.

Barcos de luz y pérgolas de azada
navegan el levante de la aurora
tan silenciosamente acompañada.

Y Antonio y Juan de Yepes y Teresa
bajan de Dios y escriben en la prora
el verso blanco de la luz ilesa.

 

 

4 Jacqueline, Jesús y Chari, en Salamanca (foto de A. P. Alencar)Jacqueline, Jesús y Chari, en Salamanca (foto de A. P. Alencart)

 

5

CREACIÓN

 

 

Toda la cercanía: esta sorpresa
de la semántica, ese tejido de las palabras
con que se dan al mundo, reposa ahí, bajo tu mano.
¡Cómo sientes la vibración, el estremecimiento
de la fábula! ¡Y que los nombres sean, y
que los nombres hagan maternidades, limiten
vida…! Labor del signo,
no hay silencio, aun lo callado vive,
como en la fruta así se continúa
el conocer, desde
sí mismo hasta sí mismo, todo
en la recolección que hace el lenguaje
por la yesca del cántico:
poesía esencial,
única, viva, derramada
desde el ser a las cosas, de las cosas
al ser, convertida en pasión, oh, prometida.

 

6 Alfredo Pérez Alencart, Jesús Hilario Tundidor y Antonio Colinas (foto de Luis Monzón, salamanca, 1998)Alfredo Pérez Alencart, Jesús Hilario Tundidor y Antonio Colinas (foto de Luis Monzón, Salamanca, 1998)

 

 

LA VOZ

 

 

Viene
del aire, de la luz, del día.
Pero no hay nada en cada sueño. Sólo
una arena, una arena allá en el fondo tiembla.

Casi una playa,
levemente una playa,
dulcemente una playa donde reposa y muere.
Ella
llega del día,
del abedul, del álamo, del chopo.
Pero no hay nada en la esperanza,
apenas un esfuerzo, una cruz última,
un último sonido de pájaro en la niebla.
Y se derrumba allí, por sortilegio de la tarde, cesa.

Viene
de la piedra o el agua.
Y nadie siente su humedad, su enorme
dimensión. Trae cintas, hojas, hierbas, plantas
olorosas, Nadie la escucha, llega y sucede.

Sucede entonces, cuando
se hace lenguaje el corazón y canta.
7

 

 

8 António Salvado y Jesús Hilario Tundidor (foto de Luis Monzón, Salamanca 2005) António Salvado y Jesús Hilario Tundidor (foto de Luis Monzón, Salamanca 2005)

AL CORAZÓN

Mirad,
ahora lo pongo
sobre mi mano: oídlo,
justifica
una vida. Dentro
de su volumen cabe
la desesperación y la esperanza,
los ríos en tinieblas y la clara
posesión de la luz.

Si lo tuviera
unos instantes más me quemaría
su peso, su ternura, su profundo
misterio. Jamás frente a mis ojos
a tal extensión tuve:
aquí el presentimiento, allá las sombras,
en largo cauce el júbilo, la dicha
mortal y repasada, y ocupando
su contorno o distancia el agua siempre
ávida de entregarse,
el buen amor que nunca
termina concedido.
Honda fue su verdad y es su ceniza.
Bajo
su sencillez de forma,
en el ámbito
luminoso de su noche sonora reposa,
da principio y concluye
el triste sueño humano.

 

 

 

9

 

 

10 Tundidor, Zamarreño y Alencart (foto de Jacqueline Alencar)Tundidor, Zamarreño y Alencart (foto de Jacqueline Alencar)

A UNA ARAÑA

 

 

Pudiera ser un pulpo y es araña.
Pudiera ser dolor y es tejedora,
acompañante de mi vida ahora
en una habitación triste de España.

Pudiera ser que araña que te araña
llegase al corazón, no cavadora
sino hilandera alegre, portadora
de una madeja de oro gris extraña.

Pudiera ser que en el tabique oscuro
del corazón, sobre las cosas viejas,
tejiese allí su urdimbre de bonanza,

y se me hiciese luz hacia un futuro
dorado a paz, sin sombras y sin rejas:
¡Inmensa araña azul de la esperanza!

 

 

11

 

 

12 Tundidor, José Alfredo y Alencart (foto de J. Alencar, Salamanca 1999)Tundidor, José Alfredo y Alencart (foto de J. Alencar, Salamanca 1999)

 

 

 

AQUELLO

 

 

A veces se me ocurre que estoy harto,
que ya no puedo más, y abro la vida:
un hombre en pie, una barca
náufraga camina.

A veces pongo el corazón de nuevo
al aire como un poco de agua y brisa.
Y todo ya absoluta¬-
mente ceniza.

Hay noches que estoy ciego por el vino
de Dios, del Dios que busco cada día.
Y nada tengo y creo
en la mentira.

Ocurre en otras náuseas que me parto,
que me reparto el cuerpo en la desdicha.
Y todo ya absoluta¬mente ceniza.

A veces se me ocurre que estoy triste:
toco mi edad, las cosas, la amplia vida.
Y todo es absoluta-
¬mente ceniza.

 

 

13 Tundidor firmando su antología 'La tierra que más amo', en el antiguo Café di Roma (foto de A. P. Alencart)Tundidor firmando su antología ‘La tierra que más amo’, en el antiguo Café di Roma (foto de A. P. Alencart)

 

 

14 Jesús Hilario Tundidor y José Alfredo Pérez Alencar (Foto de Jacqueline Alencar)Jesús Hilario Tundidor y José Alfredo Pérez Alencar (Foto de Jacqueline Alencar)

 

 

PERFIL DE JULIO

 

 

Tienes un corazón.
Tú tienes un corazón infectado.
Infectado tu corazón tienes
un corazón de corazón lleno.

Tú tienes tu corazón infectado lleno de soledad.
Lleno de corazón tu corazón infectado
llora.

Tienes un corazón,
tu corazón, lleno de corazón
y soledad. Y tú no sabes
que está cansado, que está inútilmente
cansado tu corazón lleno infectado
de soledad.

Y que ahora le duele, ahora mismo le duele
entre tanto despojo, tanta máscara
hirsuta y lentas voces
este cansancio enorme que es la vida.

15 Manuscrito de 'Poética' Manuscrito de ‘Poética’

 

 

 

16 Antología 'La tierra que más amo', a cargo de Alencat. Retrato de portada de Miguel ElíasAntología ‘La tierra que más amo’, a cargo de Alencart. Retrato de portada de Miguel Elías

 

 

 

RETRATO GERMINATIVO DEL POETA TUNDIDOR

 

 

La razón se adapta en las libaciones necesarias o en el laberinto de consciencia que abriga el desasosiego del hombre. Es posible que por ello bien la vea arropándose en la fiebre y en la ternura de un rostro de lugar seguro, descubierto en la perfilada plenitud de sus gestos, como si todas las cosas tuvieran su raíz en esa mejilla sitiada que es aleación de arcilla de páramo y sobrevida, de metáforas empuñadas contra el cielo y noches traspasadas para nombrar olvidos hasta ponerse el sombrero.

No hay más que un Tundidor, y es éste, el que va de cacería a ras del suelo, sin yktraiciones ni miradas erráticas: sus ojos recuperan sabidurías enterradas y saben inmolarse cuando esculpen veraces revelaciones astilladas del desgarrado vivir. Escribe a ciegas porque su brújula está en las entrañas; siente latigazos en el espíritu porque su memoria es un pararrayos que absorbe altas dosis de palabras definitivas. Y quiere a todos los que le acompañan con la cabeza erguida y hacen posible que su mirada comunique la alquimia de un lenguaje imprescindible.

El poeta retratado acredita que ya no le entumecen los relámpagos ni el visible esfuerzo de aquellos que pretendieron tapiar o silenciar su cántico. Lo suyo son vigilias continuas, embriagueces que electrizan la vida hasta tomar el pulso a antiguos encantamientos de donde extrae las justas sílabas para construir una moderna pirámide de duradera poesía.

Raptada para siempre su imagen por las pinceladas vivas del pintor Miguel Elías, ahí lo tenemos en su única presencia, cantando por su cuenta sin abrir los labios, mirando a la izquierda de Dios padre porque le sobra espacio y potencia, porque cuando mira da a luz y nace el deseo y las cerbatanas y el purgatorio de la tristeza más desasida. También la gran temperatura donde las visiones nunca podrán ser decapitadas.

Lo veo en este perfecto retrato -con bigote y pañuelo que no se olvidan- y celebro que su perfil ya esté seguro con el tributo incandescente. Levanto la copa llena de vino tinto del Duero y le digo «salud, Poeta», y le imploro que prosiga lijando las palabras castellanas hasta quitarles el mucho sebo que acumulan.
A.P. Alencart (2003)

 

17 Alencart, Tundidor, Jacqueline Alencar  y Chari SilvaAlencart, Tundidor, Jacqueline Alencar y Chari Silva

 

 

18 Tundidor y Alencart, amigos y hermanos desde que la Poesía existe (foto de Jacqueline Alencar)Tundidor y Alencart, amigos y hermanos desde que la Poesía existe (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

19 Os quiero, mi querida familia Alencart...Os quiero, mi querida familia Alencart…

 

3 comentarios
  • Juan Rivera
    febrero 22, 2016

    Un Poeta con mayúsculas. ¡Bravo! para Crear en Salamanca.

  • Carlos Torrealba
    febrero 27, 2016

    Un grande poeta este Tundidor. No conocía sus versos y, por ello, debo agradecer a Crear en Salamanca por ‘descubrirme’ su obra.

  • Juan C. Martínez Restrepo (Juan Mares)
    mayo 23, 2016

    Magníficos poemas donde se siente circular la sangre, el hervor de un vino que de añejamiento único y la explosión de la palabra a cántaros.

Deja un comentario