HOJA DE VIDA Y PROPUESTA ESTÉTICA DEL POETA URUGUAYO CLEMENTE PADÍN. ENSAYO DE JOSÉ PÉREZ

 

El poeta y artista uruguayo Clemente Padín

 

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar este ensayo escrito por nuestro colaborador José Pérez, Poeta, narrador, ensayista, promotor cultural y académico venezolano. Nació en El Tigre, Mesa de Guanipa, el 15 de mayo de 1966. Reside en Pariaguán, estado Anzoátegui. Licenciado en Letras (Universidad de Los Andes, Mérida, 1991). Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo (Asturias, España, 2011). Profesor Asociado Jubilado de la Universidad de Oriente (Núcleo de Nueva Esparta, isla de Margarita) en el área de Lingüística. Pertenece a la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Miembro de la Red Mundial de Escritores en Español, REMES Ha publicado 15 libros, entre los que destacan, en poesía Como ojo de pez (2002), En canto de Guanipa (2006) y La casa de los poetas (2018 y 2020); en cuentos, No lisis no listesis (2000) y Pájaro de mar por tierra (2003); la novela Fombona rugido de tigre (2006) y el libro de ensayos Cosmovisión del somari (2011 y 2013), entre otros. Igualmente, textos suyos han sido publicados en Nueva York, Miami, Lisboa, Madrid, Viena, Ginebra, Italia, Brasil, Colombia, Argentina y Chile.

 

HOJA DE VIDA Y PROPUESTA ESTÉTICA

DEL POETA CLEMENTE PADÍN

 

Cuando se haga la lista definitiva de aquellos hombres valientes que dieron el pellejo y las entrañas por la defensa de la dignidad nuestramericana durante los terribles momentos de la aplicación salvaje y miserable del Plan Cóndor en el Cono Sur de América, tendrá que aparecer el alto nombre y la huella del ser y el hacer de un personaje capital de estas batallas llamado Clemente Padín.

 

Nacido en 1939 en Lascano, provincia de Roca, en Uruguay, el 8 de octubre, para ostentar en su hoja de vida ejemplar la edad de 81 años, lo ubicamos en un contexto de búsquedas y reconocimientos de bardos, intelectuales y prohombres de altos vuelos en nuestro continente dolido y sufrido por el rigor de aquellos desmadres de la opresión, del terrorismo de Estado y del terrorismo imperial del Pentágono, de la Casa Blanca, de la CIA, del FBI, de los títeres presidenciales de esta Suramérica nuestra; que vendieron su conciencia a un plan de dominio y sometimiento de las sociedades locales para satisfacer la injerencia gringa en el “patrio trasero” de sus ambiciones por el control económico, político, militar y geoestratégico (siendo ejemplos recientes los presidentes depuestos, Dilma Rousseff en Brasil y Evo Morales en Bolivia, en 2016 y 2019, respectivamente), después del declive moral que supuso para sus huestes armadas las derrotas en Vietnam y la contundente respuesta en la Sierra Maestra cubana durante los años sesenta.

 

De su obra 16 Poemas sueltos (Montevideo, Uruguay, 1992), que me hiciera llegar por email, es el siguiente poema; cuya significación es abierta a todo entendimiento, a todo vuelo de conciencia, a todo parecer humano, frente al rigor de cuanto sentencia:

 

POEMA CARCELARIO

 

Amor (resto censurado)

(verso tachado)

(indescifrable)

(censura)

(borroneado) creo

(palabras tachadas)

(imposibles de leer) en

(tachado)

(todo censurado)

(ilegible)

 

Clemente Padín sintió en su piel el rigor de la cárcel durante dos años de aquella dictadura militar uruguaya que entre 1973 y 1984 arrostró vejamen, crímenes inolvidables, heridas insalvables, dolor humano, sometimiento de fuerzas de resistencia y muerte impune,  a cambio de una entrega parasitaria del país a la peor alimaña de la hegemonía mundial: el imperio de las águilas del Norte.

 

 

CENSURA

 

Certifico

que hoy,

8 de octubre de 1979,

en mi celda

en el Penal de Libertad,

escribo

este poema lírico.

 

Conste

(sigue firma)

(contrafirma)[1]

 

 

 

Y el delito mayor imputado al valiente poeta Clemente Padín fue “escarnio y vilipendio a la moral de las Fuerzas Armadas”—de aquellas Fuerzas Armadas que, como las de Colombia hoy día, 2021, son triste cohortes de los marines asentados en sus tierras para matar, violar, masacrar y desaparecer connacionales, sin moral ni dignidad alguna, sin respeto y valor alguno ante la propia soberanía; verdaderas vergüenzas continentales—, ante lo cual demostró tener cojones y hombría, sin sucumbir ni dejarse amedrentar. En última instancia, su limitación y encierro fue obligatorio, pero la poesía lo liberó siempre, y nos ofrendó su alto nombre como ejemplo de valor frente aquellas tormentas. El siguiente poema, de su primer libro Los horizontes abiertos (1969), consultado en su segunda edición de 1989, pudiera encuadrarse dentro de ese triste y oprobioso momento de aquellas dictaduras feroces e injustificables:

 

        LIBRE COMO EL VIENTO

 

I

El prisionero triste persigue a hondazos

la gran cometa roja de sus sueños

la flauta dulce de los lentos adagios

las enormes ballenas

de justificar vacíos

el prisionero triste prepara sus tableros

de jugar a ser libre un instante en la prisión

prisión esta pared de tramoya que levanta

prisión esta muerte en la mesa servida

prisión este largo bostezo

                        de inactividad

que la angustia enciende

en su estufa de agitar consuelos

            a las sombras coaligadas

el prisionero triste es libre cuando crea

el prisionero triste es libre cuando ama

el prisionero triste es libre cuando niega.

 

II

Es de miedo esta cárcel oscura

que levantamos

            prisionero triste

castillo de naipes sobre el agua

contra los vientos convulsos:

el viento negro

agorero

anchuroso de sudor

que nos trae la cristalería muda del misterio

y el bajo viscoso de luces malas

            de sapos

            de lenguas

destrozadas a gemidos

y los cuervos

rondando sobre nosotros

bestias desbarrancadas en el miedo,

el viento violeta

                violento

                escendidor de cabezas

que nos trae el trono magnifico de la locura

desarrolladora de vírgenes

y el paso tormentoso de lobizón

sobre los presentes

desamparados de urgencias,

el viento blanco

enconado de sombras

que nos deslumbra

con la cinta anchísima de los recuerdos

volcándose con un cuchicheo de olvido,

el viento amarillo

            arriscado en su polen

y su calor pegajoso de pieles

que nos hunde

            en el sueño blanco

pletórico de abismos

del busto degollado de la desterrada

            que pasea

su amenaza vindicadora de horizontes

            por los cielos

moviéndose como la humedad dentro del muro.

 

III

Entre el miedo

                           que descuelga a grandes bocanadas

su noche

de agitar sombras inadvertidas

y el tiempo que aguza su diente de morsa

de marcar diligencias,

el cuarto,

con el sombrero tumboso de grietas

de estremecimientos fugaces

                        en el follaje de manchas

de rincones fundidos a fuerza de miradas,

fulgura su piel

                        cretinosa de mundos,

aquí resuenan los trombones abollados

enluneciendo la tarde

                        en la boca del muerto

entre arrugadero de sábanas sucias

y poluciones secas

y golpiza de ventanas derruidas

por las que chorrea

                        un cielo de tormenta a lo Vlaminck

                        un galope de mercenarios

                        un buey desollado

exigiendo su moneda de plomo en la lengua;

aquí

un carrancho famélico

con los callos del habitante maculoso

y una gallina tironea

de sus várices ferrugientas

ante la irrisión de las cortinas

                        tiñosas de remiendos

y los vivaqueos de la alegría

que se hunden en las almohadas soporosas

y en los colchones socarrados de voces

                        entre colmenajes de crujidos

                        y enjambradero de asonancias

                        y abejeras de barahúndas inexplicables

que descifrarán absortas las mujeres

buscando el caramelo musgoso del alma.

Bastaría una montonera de relámpagos

un ligero empuje de la penumbra

un resueño endemoniado

para que los gorriones escapen del ropero

                        conflagrando el vacío

                        copioso de encierros

y el cuchillo culto detrás de la cómoda

inicie su danza

                        degolladora de artificios

y el fuego exalte rabiosamente

el aire libre de las alturas

sin sus trucos de ferias de gitanos

ni el herrumbre de sus payasos

                        trajeados a risa,

el aire libre

de los vientos irrefrenables

canturriando en los horizontes abiertos

el ahogo del prisionero triste en su cuarto.

 

IV

Que la mohosa escudilla

incansable de sepultar caídas para siempre

afile sus tenazas

                        de agusanar tobillos:

esa prisión no importa si podemos escapar;

que el tiempo

                        arme sus termómetros

de alimentar pudrideros

                        sobre la nuca del guardián

                        irradioso de sueños:

esa prisión es ilusoria;

prisión somos nosotros

prisión de miedos

                        estas camándulas

                        y estos inútiles tesoros irrenunciables

y este espejo ruinoso

que nos devuelve siempre nuestra imagen

prisión esta cortina apolillada

que corremos sobre la calle

                        y sus dientes partidos

y sobre los vientos

                        obstinadamente convulsos

en abrir su puño de turbonada.

 

V

Prisionero de largas payasadas

                        frente al espejo

                        aherrojado de temblores

                        disco de cadenas

deja que tu codo se suspenda

                        pleno de cuchillos

deja que tu fantasma

                        lime a grandes voces tus rodillas

deja que la noche

                        se retuerza entre tus manos

y se alucinen las calles

                        en configuraciones de algas gigantescas

y revienten las paredes

                        arrabiadamente dislocadas

por el fuego y sus frases delicadísimas

y la casa crezca

hasta ser cielo abierto

                        enroquecido de llamas

porque las estrellas

                        no vendrán a liberarte

y los vientos

                        prisionero triste

                        sólo fueron una argucia

                        una metáfora incierta.[2]

 

 

 

No han sido pocos los reconocimientos otorgados a este notable poeta y artista uruguayo en su larga y bien labrada trayectoria creativa, a saber: Premio de Honor Bernarnd Heidsiek por el Centre George Pompidou, París, Francia, 2019; premio 400 Años de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2015; Bienal de Arte en Tesalónica, Grecia, 2009;  premio Pedro Figari del Banco Central del Uruguay, 2005; Bienal de Cuenca, Ecuador, 2002; Bienal de La Habana, 2000; XVI Bienal de San Pablo, 1981 y Bienales de La Habana, Cuba, 1984, entre otros.

 

Sus exposiciones individuales y colectivas superan los quinientos escenarios en todo el mundo, asistido siempre de la experimentalidad, el estudio de las vanguardias, las nuevas propuestas, la creación libre, la integralidad de los enfoques, la perspectiva abierta y creativa, en la entrega de su ser a todos los vuelos y a todos los horizontes. El performance, la poesía experimental, las nuevas tendencias (entre las que cabe el llamado “arte correo”) y en general el arte visual, le atañen y atan su compromiso ante la vida y lo artístico innovador.

[3]

 

Esta manera de mostrar una voz gráfica, un sentido visual del pensamiento, una abstracción del poema en su más amplia revelación tiene razón de ser por los argumentos que el poeta revela en cuanto a la propia forma de hacer poesía, desde la juventud:

Mis comienzos poéticos ocurren en mi extrema juventud como fruto de desavenencias propias de la edad, como le ocurre a casi todo el mundo.
Por suerte esa inquietud derivó hacia las contradicciones sociales y culturales de mi época, los 60, tratando de imponer mis puntos de vista, por supuesto, en relación a la concepción de mundo y etc. También, por suerte, pude pasar de “imponer” a “proponer”, con lo cual mi relación con el mundo y con la gente mejoró significativamente. Mis conflictos fueron derivando hacia la «crisis generacional» que terminó con la creación de nuestro propio medio de expresión: mi primera revista «Los Huevos del Plata» (1965) que aglutinó a los mejores escritores de mi generación. Era una revista que intentó darse un espacio, porque prácticamente la generación del 45 no nos dejaba respirar puesto que controlaban las grandes editoriales y páginas literarias y no encontrábamos lugar donde publicar nuestros poemas, ni expresar nuestras opiniones. Así creamos esta peculiar revista que pretendió ser una propuesta generacional. Los del 45, sacaban revistas con nombres muy transcendentes como, p.e., “Número”, “Marcha”, etc., mientras que nosotros creamos una revista completamente atípica, no sólo por el propio nombre, intranscendente y compuesto de varias palabras sino, también, por lo dinámico de la diagramación y del cambiante diseño de formatos.[4]

 

Agradezco la colaboración del poeta Eduardo Dalter, quien desde Argentina me señala notas sobre Clemente Padín, con quien intercambiaba libros propios autografiados, dentro de la fuerte ebullición política y literaria que se gestaba en Suramérica y resto del continente, a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta (vivas aún las manifestaciones antimilitaristas, anti represión social y anti materialismo económico de la Generación Beat que integraron, entre otros, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Neil Cassady, Herbert Huncke y Lawrence Ferlinghetti); en la época en que jóvenes poetas se entusiasmaban con los talleres literarios de Nicanor Parra y Gonzalo Rojas (Chile), Antonio Cisneros (Perú), Jorge Enrique Adown (Ecuador), Idea Vilariño e Ida Vitale (Uruguay), El Techo de la Ballena (Venezuela), entre otros movimientos. También desde Brasilia (Brasil) el poeta amigo Antonio Miranda me acerca a Clemente Padín, mientras el poeta Lubio Cardozo, desde Mérida (Venezuela) me lee poemas de algunos libros de Padín, así como las sencillas y vitales dedicatorias que le hiciera en su momento el poeta uruguayo; al tiempo que intercambiamos notas y pareceres sobre este notable creador latinoamericano.

 

 

Los Horizontes Abiertos (Uruguay, 1969 y 1989), Visual Poems (EE.UU,1969), Angulos (Italia, 1972), De la Representation a l´Action (Francia, 1975 y Argentina, 2010), Les Presses du réel/al dante (Paris, 1976), Omaggio a Beuys (RPA, 1975-1976), Peace = Bread (Nueva York, USA, 1986), Action-Works (1983, 1988 y 1992), Art & People, Light and Dust (Wisconsin, U.S.A.,1996), Poesía Experimental (Barcelona, España, 1999), La Poesía Experimental Latinoamericana, 1950 – 2000 (Madrid, España, 1999), PAZ/PAN (Montevideo, Uruguay, 2000. Un poema interactivo en CD Rom); Poems to Eye (Florida, USA, 2002), SpamsTrashes (Montevideo, Uruguay, 2002. Poemas en formado CD-Rom),  Visual Poems (San Peterburgo, Rusia, 2002), La Poesía es la Poesía (Montevideo, Uruguay, 2003), Poemas Visuales (Bahía Blanca, Argentina, 2005. Concepto de libro-objeto); Clemente Padín, la práctica como crítica (Montevideo, Uruguay, 2005), Homage to Square (Irlanda, 2008), 40 Años de Performance e Intervenciones Urbanas (Montevideo, Uruguay, 2009), Poemas Visuales Semánticos (Navarrés, España, 2011), Poseías Completas (México DF, México, 2015), Poemas Visuales Asemánticos (Navarrés, España, 2011), For the Lascano Wetlands (Irlanda, 2018), Rotación poética de una a (Sao Paulo, Brasil, 2018), Vanguardia Poética Latinoamericana y otros ensayos (Buenos Aires, Argentina, 2018), entre otros títulos, conforman el palmarés de este autor hispanoamericano, que tanto en Chile como en la grande Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, encontró espacio y caminos para su andar estético, tan significativo como aquella carpeta de dibujos grabados, perforada por una bala, que publicara en la tierra de Pablo Neruda para significar algún acto de barbarie imperdonable. Dada esta muestra de títulos y obras, cabe suponer, pues, la diversidad de lenguas en las que aparece la obra poética-representativa de Clemente Padín.

[5]

Amplio, interesante y rico contenido expone Clemente Padín en su libro de notas, de estudios y de encuentros titulado Vanguardia Poética Latinoamericana y otros ensayos (Buenos Aires, 2018). Aborda por igual esta obra el “paradigma de acción cultural revolucionaria” de Tucumán Ardé, que las huelgas de arte y su repercusión en América Latina; los recordatorios de Guillermo Deisler, Dámago Ogáz, Ulises Carrión, Edgardo Antonio Vigo y Dick Higgins, que “el stencil en la piel de nuestras ciudades; o “la interacción entre el arte correo y el net art”, las aproximaciones teóricas a la videopoesía, el arte postal, el conceptualismo, la poesía electrónica, y las “dificultades metodológicas en el examen de la poesía experimental”, entre otros asuntos de relevante interés documental y referencial, no sólo en el contexto de Latinoamérica, sino de Europa, Asia y resto del mundo.

 

 

 

Clemente Padín es de nuestros creadores continentales que supo llevar la huella de su arte por muchos horizontes. Obras suyas fueron publicadas en Venezuela, España, Francia, Italia, Holanda, Alemania, Irlanda, Rusia, Estados Unidos y su país Uruguay, algunas merecedoras de hasta cuatro ediciones y mucha aceptación y receptividad, por la madurez de su trabajo, la inteligencia de su estudios formales, sus desafíos y montajes, la abstracción visual y gráfica, el juego de voces y sonidos incluso, dentro de un espectro lúdico-matemático y cierto simbolismo plástico, matizados por colores de viveza innata—conforme al espíritu de su creador y esteta—, que le otorgan a Clemente Padín un sitial de respeto merecido, ganado a pulso, y un reconocimiento que tal vez grita a voces su mejor factura en la literatura contemporánea de este lado del Atlántico. Como artista plástico, también ha ocupado importantes escenarios del mundo, principalmente en Japón, Corea del Sur, Bélgica, Grecia, Perú, Ecuador, Canadá, República Dominicana y México, sumado esto a su creatividad como ensayista, teórico y crítico de arte, notas y artículos diversos, conformando así una destacada trayectoria en su país y allende las fronteras patrias.

 

Fotografías, textos, imágenes, videos con letras, con formas, con música y sugestivos diseños movieron la inquietud de Beatriz Ramírez para crear en 2010 el blogs Club de Fans Clemente Padín de Buenos Aires (CFCPBA), “creado con el propósito de guardar los registros de su obras”, lo cual sale acompañado de un breve manifiesto: “Cuando conocí a Clemente Padín, su obra no estaba lo suficientemente difundida en Buenos Aires y como consecuencia de una broma de su parte «Nombrarme Fanática de Clemente Padín en Buenos Aires» desarrollé este proyecto artístico en varias etapas ya través de casi tres años. Caminar este trecho junto a él, ha sido de inspiración y aprendizaje con mayor razón, cuando conocí su obra «EL ARTISTA ESTA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD» presentada en la XVI Bienal de Sáo Paulo”[6], resaltando igualmente el sentimiento vital (filial-poético) ante la generosidad y carisma del poeta Padín en su interacción con amigos, alumnos y demás público receptor de su trabajo artístico.

 

 

Clemente Padín es un hombre multidisciplinario en el arte. Su hacer abarca el diseño gráfico o grafismo, el performer y networker, la curaduría y multimedia, el video y la acción pública dinámica representada con su cuerpo y otros cuerpos, que suele bruñir con piezas de carne cruda o frutas, pinturas y mensajes de todo orden, mediante cierta necrofilia protestante que se traduce en un lenguaje de rebelión que nos enseña a mirar el mundo social con igualdad, libertad, justicia y bien común. Propósitos éstos que le han dejado no pocos sinsabores como consecuencia de la presión y el rechazo policial, por ejemplo, en sus exposiciones en los Estados Unidos; no así en otros lares donde su voz goza de absoluta aceptación. Por otra parte, ha sido un creador y difusor de valiosas revistas literarias y de arte, entre las que se cuentan Los Huevos de Plata (1965-1969), Ovum 10 y Ovum (1969-1975), Participación (1984-1986) y Correo del Sur (2000-2003).

 

 

Otra imagen de Clemente Padín

 

 

De sus pasos por la literatura latinoamericana, desde el Sur hasta el Norte, el poeta Clemente Padín refiere en algún ensayo suyo su presencia en las revistas argentinas Lagrimal Trifulca, dirigida por Francisco Gandolfo, Mundo Contemporáneo editada por Miguel Grinberg, WC y Diagonal Cero dirigida por Edgardo Antonio Vigo; Ediciones Mimbre, dirigida por Guillermo Deisler, en Chile; La Pata de Palo y El Techo de la Ballena, en Venezuela; El Caimán Barbudo y Signos de Samuel Feijoo, en Cuba; El Corno Emplumado, dirigida por Margaret Randall, en México, entre otras, que resultaron fundamentales como vasos comunicantes para el desarrollo creativo de esos poetas nuestros durante los años setenta.

 

 

 

Son diversas las galerías que dan cuenta de la presencia de este grande artista continental llamado Clemente Padín, a saber. En Uruguay: Galería U, Galería A.C.J., Galería Cinemateca, Centro Municipal de Exposiciones, Instituto Goethe, Marte Upmarket y Espacio Pedro Figari; en Alemania DAAD Gallery y Micro Hall Art Center; en Argentina Galería Liberarte de Buenos Aires; en Brasil Sechiisland´s Micro Gallery (Sao Paulo); EE.UU. Yellow Springs Gallery (Philadelphia), Japón Art Space Gallery; en Corea del Sur Art Dept. Sung Kyun Kwan University; en Bélgica Centre of Arts; en España Galpón Sur y Fundación Joan Brossa (Barcelona); en Italia Serenco-Club Art Gallery; en Canadá Inter Le Liu, entre otros escenarios del mundo.

 

 POEMAS AUTORREFERENCIALES

 

P

expresión artística

de la belleza

 

O

arte de componer versos

 

E

expresar lo bello

por medio del lenguaje

 

S

Cierto indefinible encanto

 

I

Obra de arte

que suspende el alma

infundiéndole

suave y puro deleite

 

 

 

 

De manera muy significativa quiero mencionar un importante trabajo de investigación y estudio para los seguidores del arte experimental, el arte correo, el arte multimedia y toda esa poesía del grafismo, realizado en la Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología, en 2018, por Dovile Kuzminskaite con el siguiente título: De la poesía visual a la performance: Amanda Berenguer, Clemente Padín, Luis Camnitzer, presentado por esta autora como requisito parcial para optar al título de Doctora, bajo la tutela de Esperanza López Parada. Este enfoque generacional de los tres autores uruguayos permite visibilizar aún más los aportes del pequeño grupo a las nuevas propuestas del arte-poesía en todas sus expresiones gráficas, conceptuales y experimentales, dentro del amplio contexto de estas prácticas o tendencias en América Latina, considerando que en Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y Venezuela, entre países, se dio este tipo de búsquedas y expresiones; siempre explorando nuevas vías de comunicación en Nuestramérica y el mundo, más allá del perfil convencional de las palabras.

 

Son diversos los ámbitos de expresión que abarca la obra y ejercicio creativo de Clemente Padín, desde sus trabajos de Net Art, a la poesía concreta, la poesía visiva, la poesía tecnológica, el llamado Poema/Proceso (por ejemplo, el poema-mapa de Suramérica con una curita adhesiva ubicada en el eje Uruguay-Brasil, hecho por el poeta brasileño Oscar Kellner Neto), el espacialismo, el signalismo y fundamentalmente el arte correo, del cual el poeta Padín refiere lo siguiente:

 

Se trataba de mantener al arte en el área del uso, en su irrestricta función social y no en el área del cambio, lo que inmediatamente lo volcaría al mercado y a la búsqueda de ganancias o lucro en función mercantil, al margen o no de su función social. Lo mismo ocurrió con otras formas artísticas alternativas anti-sistema como el video, la performance, el cine underground, los graffitis, los fanzines, el arte callejero, etc. El arte correo recupera el sentido primario del arte en tanto comunicación. La obra de arte es, ante todo, un producto de comunicación y por ello parte inseparable de la producción social. Por otra parte, al igual que el resto de los productos que creamos o producimos, se constituye en auxiliar de esa misma producción (al favorecer o dificultar sus procesos). En algunos contextos prevalecerá su índole “artística” (museos, galerías, etc.), en otros su índole de trasmisor de información y producto de comunicación. Sin duda, ambas facetas son inseparables sólo que arte correo pone el énfasis en el segundo.[7]

 

 

 

Su gran inquietud ante la vida, la poesía, el arte y el destino humano le han llevado a estar presente en diversos encuentros mundiales de orden político-social, artístico y académico de tipo reivindicativo, como por ejemplo el Festival Latinoamericano de Arte en la Calle (Montevideo, Uruguay, 1990), La Literatura fuera de los Libros (Universitat de Barcelona, España, 1999), la Primera Bienal de La Habana, Cuba, «Desaparecidos Políticos de Nuestra América» (1984), Coloquio Internacional Sobre Poesía Hispanoamericana de los Sesenta (La Habana, Cuba, 1994), Concurso Carteles Olímpicos (XXIV Juegos Olímpicos, Seul, Sudcorea, 1987), Arte, Etica y Derechos Humanos (Tucumán, Argentina, 1996), Perfopuerto, Festival de Performances (Valparaíso, Chile, 2002), La Poesía Digital Latinoamericana, ICCI (Barcelona, España, 2004), E-POETRY, Poesía Electrónica, Univ. Saint Dennis (Paris, Francia, 2007), Seminario Poesía Experimental, Bilbaoarte (Bilbao, País Vasco, España, 2007), SOS Tierra II, Parque Hudson, Buenos Aires (Argentina, 2006), Videobardo, III Festival Internacional de Videopoesía 2008 (Buenos Aires, Argentina); En los márgenes del arte. Creación y compromiso político, Centro de Estudios y Documentación MACBA (Barcelona, España, 2009) y Poetas por km², Casa de América (Madrid, España, 2009), entre múltiples espacios de Europa, Asia y América.

 

 

 

Por eso, al reconocer la figura de Clemente Padín en el contexto de nuestros poetas luchadores, rebeldes y soñadores (en medio de tantas utopías y contrariedades de aquel siglo XX cercano e inolvidable) de América Latina y el Caribe, recurrimos a las primeras palabras del prólogo a Los horizontes abiertos, en su edición de 1989 (Montevideo, Ediciones D Uno), escrito por Luis Bravo bajo el título de “Veinte años antes y después, un contexto sin memoria”, para citar sólo su comienzo como cauce para seguir a Clemente Padín: “Ponga un huevo en su futuro inicie la era avícola: Erase el año 1966. Un grupejo de escritorzuelos aceitaron la suela de las rotativas y afilaron la puntería de sus rotativas para diagnosticar: la cultura en estos momentos es un inmenso paralítico que espera el tratamiento poliomielítico que lo rehabilite para ser lo que siempre fue: unidad integradora de las comunidades”….

 

En definitiva, son muchos los seguidores de Clemente Padín en el mundo, y muchas sus huellas abiertas a la imaginación, al sueño, al sentido de vivir en libertad, de crear a placer, de ser verdaderamente, de navegar en redes virtuales como en los ríos del tiempo y el espacio, de volverse pájaro y magnetismo fulgurante, relámpago transcontinental y amigo solidario de toda causa de amor. Por ahí empiezan las claves para la comprensión de su enigmática y simbólica obra poética. Y así lo encontraremos, siguiendo siempre una de sus sabias sentencias: “La obra de arte es, ante todo, un producto de comunicación y por ello parte inseparable de la producción social”.

 

 

Pariaguán, Venezuela, 17 de junio de 2021

elpoetajotape@gmail.com

 

 

 

Foto 11

[1] Clemente Padín. 16 Poemas sueltos, Montevideo, Uruguay, 1992, pág. 2.

[2] Clemente Padín, Los horizontes abiertos (1989, Montevideo, Ediciones D Uno). Prólogo de Luis Bravo.

[3] Fuente: http://www.altamiracave.com/clempoem.htm

 

[4] Clemente Padín, “Algunas historias personales en relación al arte correo, a la poesía experimental y a la performance”, en:  http://hipermedula.org/2011/02/clemente-padin/

 

[5] Fuente: http://www.altamiracave.com/VPoems/lpdt10.gif

 

[6] Fuente: http://clementepadin.blogspot.com/

[7] Clemente Padín, “Algunas historias personales en relación al arte correo, a la poesía experimental y a la performance”. Fuente: http://hipermedula.org/2011/02/clemente-padin/

Vea otros poemas de CLEMENTE PADÍN en:

http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_visual/clemente_padin.html

El poeta y ensayista José Pérez

 

 

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