ESPIRITUALIDAD Y POESÍA EN ‘ANTE EL MAR, CALLE’, DE A. P. ALENCART. COMENTARIO DE STEFANIA DI LEO

 

 

 

1 Alfredo Pérez Alencart con su poemario bilingüe (foto de José Amador Martín)

Alfredo Pérez Alencart con su poemario bilingüe (foto de José Amador Martín)

 

 

 

 Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar este comentario realizado por la poeta, profesora traductora Stefania Di Leo, nacida en Nápoles pero que habla y escribe el español como una poeta nacida en Iberia. Ha publicado varios poemarios, entre ellos ”Rosas azules sobre tomillo perfumado”, presentado en Valladolid el año 2011. Esta ciudad castellana es ‘culpable’ de su perfección en nuestro idioma, pues en su Universidad hizo estudios y allí conoció a los poetas Andrés Quintanilla Buey y Araceli Sagüillo, a quienes ha traducido al italiano, además de autores como Jorge Guillén, Lorca, Carlos Aganzo, Alfredo Pérez Alencart, Antonio Colinas, José María Muñoz Quirós, Carmen Palomo y otros, a quienes dio a conocer en la Universidad de Mesina y en el Instituto cervantes de Nápoles. Es asidua colaboradora en revistas y periódicos y pertenece a grupos literarios españoles e italianos. Su obra poética figura en antologías de su patria y en otras aparecidas en España y en América Latina. Ha sido finalista en varios premios italianos y españoles. También ha traducido al español los poemas de sus compatriotas Beppe Costa y Stefanía Batistella. Actualmente Stefania Di Leo preside el ‘Circolo Letterario Napoletano’, entidad que convoca el Premio Internacional ‘Francisco de Aldana’ de Poesía en Lengua Castellana, que el pasado mes de octubre entregó el premio de su segunda convocatoria. En 2016 publicó ‘Antología poética’, donde se recopila todos sus poemas escritos en español.

 

 

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ESPIRITUALIDAD Y POESÍA

EN ‘ANTE EL MAR, CALLE’, DE A. P. ALENCART

 

 

 

Ante el mar callé/ Em frente do mar, emudeci (Editora Labirinto, Fafe, Portugal, 2017, traducción al portugués de Eduardo Aroso), el  poemario de Alfredo Pérez Alencart, es un gran libro de Poesía, cierto, pero también de espiritualidad cristiana. Según Octavio Paz, poesía y religión son realidades distintas. Sin embargo, en este poemario de Alfredo Pérez Alencart tienen mucho en común.

 

Una paloma volvía de su sueño

y era misterio presente, diálogo con la brisa cual voz

enterrando vida en mi corazón,

nutriéndolo para que siempre sea amanecer, alba

o luz temblando por la Playa

de la Claridad.

 

Los versos sugieren una genuina espiritualidad, además del entrañamiento con el paisaje portugués, donde fueron escritos. Y lo que tienen en común es nada menos que su origen y la función que cumplen, en cierta manera, su ser y su finalidad. Al igual que el amor, la poesía y la religión echan su raíz en el ser profundo del poeta: un ser o el ser que está llamado a ser. El  origen y la fuente de esos poemas es la bondad, de un hombre eclético, fraterno, de un excelente poeta. De ahí el libro presenta esa sensación de realidad huidiza, de ser sutil, incluso de irrealidad. Realidad y conocimiento, es lo más real y concreto que existe, que no es abstracción. Sólo el amor, la poesía y la religión conocen lo real en su profundidad y diversidad, en su riqueza, las tres son «tentativas por abrazar esa “otredad” que Machado llamaba la “esencial heterogeneidad del ser”». La «Otredad» está presente el poemario, en el doble sentido de ésta: lo «otro» como dimensión profunda, que realidad y conocimiento percibidos ordinariamente no nos entregan ni nos pueden entregar, y que sin embargo todo y todos somos; y lo «otro», múltiple, variado, heterogéneo, que el conocimiento convencional tampoco puede conocer sin reducir a lo uno, a lo ya conocido, a lo idéntico.

 

 

 

 

3 A. P. Alencart en Cabo Mondego (Figueira da Foz, 2011. Foto de Jacqueline Alencar)

A. P. Alencart en Cabo Mondego (Figueira da Foz, 2011. Foto de Jacqueline Alencar)

 

 

 

 

Para el amor: Cristo llegando

desde sus fronteras, arrastrado por mi sangre después del reposo

de este desvelo nupcial,

mar y vuelo y arcilla a cuestas con la Cruz

entrando al alba.

 

Todos necesitamos de esa Presencia. Amor, poesía y religión son temas que el poeta expresa constantemente Las tres experiencias, cada una de acuerdo a su naturaleza, significan verdaderamente e implican un salto mortal, son dimensión y conocimiento sutil. Y sin embargo, la transformación plena y total que tiene lugar aquí y ahora. En otras palabras, transformación y cambio no están sometidas ni a la materialidad ni al tiempo, no se dan sin ellas, pero las trascienden. Precisamente, porque son sutiles y, como sutiles están liberadas del espacio y del tiempo. Unidad, totalidad y presencia son las características de este poemario, no necesitan de espacio ni de tiempo, sólo de un aquí y de un ahora, del instante, que se torna inmaterial e intemporal y por ello es infinito y eterno.

 

A veces la felicidad está en lo que se adivina,

en el leve movimiento de las hojas, en la aventura

que te hace libre.

 

Así, como sugiere Paz con el triunfo en Occidente del principio parmenideano y su distinción insalvable entre ser y no ser, sobre todo con el advenimiento y endiosamiento de la razón moderna, mística y poesía han vivido una «vida subsidiaria, clandestina y disminuida». Sin embargo en este poemario la espiritualidad siempre brilla y vive en el presente, es un libro de esencialidad, en donde la practica espiritual se eleva hacia el mar. Dios en este poemario aparece como el aliento de todo lo que respira, una teoría que nos remanda a la del poeta Kabir es una de las figuras más interesantes del misticismo hindú.

 

 

 

4 Alencart con los editores y poetas Victor Oliveira Mateus, Joao Artur Pinto y Leocádia Regalo, en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar)

Victor Oliveira Mateus, Joao Artur Pinto y Leocádia Regalo, en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

El libro está empapado de esta belleza inexplicable, que se recibe como alimento para el alma.
Alfredo Pérez Alencart es un poeta que, al levantarse cada día, se pone firme de pies para saludar al universo que le rodea, para celebrar a su amado Portugal, y representa la bondad hacia todo y hacia todos. Excelente poeta de nuestro siglo, Alencart seguirá resistiendo el paso del tiempo y su obra,   inconmensurable, continuará sorprendiendo a generaciones venideras gracias a su inmarchitable poder espiritual y a la asombrosa vigencia que conservan sus atinadas reflexiones acerca de la trascendencia del hombre y de la necesidad que éste tiene de reencontrarse a sí mismo lejos de la órbita consumista que lo cosifica, lo banaliza y lo empequeñece.

 

El aporte de Alencart a lo espiritual consiste en centrarse en el entorno natural específico en el que vivimos y nos movemos, el sendero que conduce a la trascendencia en el lugar donde vivimos; en él no existe una espiritualidad abstracta, la paradoja fundamental que enseñan muchas religiones es que lo absolutamente sublime se halla en lo absolutamente ordinario. La universalidad, tan amada por el espíritu, sólo puede descubrirse en cada localidad.

 

 

 

5 A. P. Alencart con el libro publicado por Labirinto (foto de José Amador Martín)

A. P. Alencart con el libro publicado por Labirinto (foto de José Amador Martín)

 

 

 

¡Mis ojos niños recuerdan un mar que no conocía!

¡Era el Pacífico!

 

Ahora mis ojos adultos contemplan el Atlántico

(hoy no quieren estar en otra parte).

 

¡Tenaz hermosura el de este ahora!

 

El mar revienta contra las rocas. Se pone a bramar ante mí.

Todo es tan real como el ruido del mundo,

como la sombra canalla de los dictadores, como el instinto

de unas manos delicadas.

 

Desde el punto de vista antropológico, un análisis válido del surgimiento de la poesía, vale recordar al filósofo francés Bachelard que propone una fenomenología de la imaginación, identificando la experiencia prelingüística en la que las imágenes poéticas se generan en el alma, y son algo innato, independientes del lugar en el que se encuentre y son ensoñación o rêverie. En los versos de Alencart se habla de forma indistinta de Pacífico o de Atlántico porque su poesía y su espiritualidad son algo que llega directamente por el alma.

 

Alencart, un poeta muy traducido, logra en y con este libro un poemario maravilloso de gran relevancia artística y cultural.

 

 

 

6 A. P. Alencart y Stefania Di Leo, en el Centro de Estudios Brasileños de la Usal (foto de Jacqueline Alencar).

  A. P. Alencart y Stefania Di Leo, en el Centro de Estudios Brasileños de la Usal (foto de Jacqueline Alencar).

 

 

 

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