Entrevista a Maria do Sameiro Barroso. Por Maria Augusta Silva

 

‘Nunca decimos todo cuando estamos ante el silencio’,

 

Crear en Salamanca se complace en publicar en primicia la traducción de una reciente entrevista que hiciera Maria Augusta Silva a la destacada poeta lusitana, aparecida originariamente el pasado 12 de mayo en la revista “Casal de Letras” (http://www.casaldasletras.com/bloco_desenvolvimento_2014.html), conversación motivada especialmente por la presentación que en estos días se hace de las dos obras últimas de la autora, su poemario “La noche tiene las garras de la seda” y el ensayo  “Pedro Tamen, Clasicismo y Modernidad”, reflexiones en torno a uno de los más reconocidos poetas portugueses de hoy. Recordemos que Maria do Sameiro Barroso fue la invitada portuguesa al XVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, celebrado en Salamanca en octubre de 2013 y dedicado a Fray Luis de León.

  

  En el Balcón del Ayuntamiento de Salamanca (foto de Lisete Henriques

 

 

Después de casi tres décadas de escritura poética, ¿cómo aprecia su poesía?

 

Con una gran serenidad, aunque mantengo toda la agitación propia de mi personalidad. Cuando empecé a escribir pensé que el arte es siempre el camino más difícil, pero si la llamada es muy fuerte hay que seguir y tomar decisiones, a veces dolorosas.

 

¿Qué es o qué ha dado la poesía a la médica (que usted también es) y la médica a la creadora de los poemas?

 

Es difícil responder. Durante mucho tiempo, la literatura y la medicina funcionaban en compartimentos estancos. Yo no soy la escritora médica típica que refleja su experiencia médica en la literatura. En una carta que el escritor y presidente de la Asociación Portuguesa de Escritores, José Manuel Mendes, me envió agradeciendo por mi libro “Jardines imperfectos” (1999), me dijo algo que tiene sentido y responde a algunos aspectos de la cuestión: que hay una coherencia científica en mi poesía. Esta observación parece acertadísima. Mi formación científica y la experiencia humana que ofrece la medicina deben reflejarse de alguna manera en lo que escribo, a pesar de no ser consciente de ello.

 

Jamás abandonó la investigación sobre la Historia de la Medicina. ¿El presente y el futuro, incluyendo las ciencias médicas, todavía pueden aprender mucho con el estudio del pasado?

 

Me encanta la historia antigua, hemos aprendido mucho con el pasado y creo que una lectura histórica del mundo nos hace más modestos y sensatos. Hay mucha sabiduría de la vida en las obras de los grandes médicos, así como en la literatura y las enseñanzas religiosas. Por lo tanto, la cultura es nuestro bien más preciado.

 

¿La vida y la muerte representan lo mismo que el médico que para el escritor?

 

No. La muerte para el escritor es a menudo una metáfora de la renovación. No es fácil vivir con todas mis inquietudes. Mi vida está llena de rupturas. Hay mucho que debe morir porque otras cosas necesitan nacer. Es un proceso doloroso pero inevitable. La perspectiva biomédica ayuda, la cohesión científica me da un poco de estabilidad y los medios para hacer frente mejor conmigo mismo. El médico, cuando trata el sufrimiento y mira la muerte de otros, sufre, pero también aprende, se expande y se refuerza. He publicado un libro titulado “Las suturas del Tiempo (2014) que expresa este problema.

 

Su nuevo libro “La noche tiene viene garras de seda”, escrito en forma de crónicas para revisitar las ‘ramas de la vida’, ¿podría considerarse un retorno a sí misma para transmitir mejor su interioridad?

 

Sí, y revisitar mi relación con la literatura. Tal vez he elegido los momentos más significativos de una muy fuerte vocación que tenía que seguir.

 

 

En el libro de poesía “Cuerpo, lugar de exilio”, que recientemente publicó, dice: «El arte del cuerpo es un tiempo / sin limites. ‘ ¿Puede darnos la receta de este arte?

 

No, en realidad no sé por qué lo escribí. Trato de explicármelo. Empezamos con el cuerpo, vivimos en un cuerpo. Pero nos proyectamos en el arte, en el espacio ilimitado.

 

¿La intensidad metafórica que se encuentra en sus versos es un instinto natural o producto del taller de su imaginación?

 

¡Es mi mayor impulso natural y el más indispensable de todos!

 

Tanto lunar y telúrica, ¿su poesía se basa en una ‘herida abierta’ oculta en la palabra?

 

Sí, por supuesto. Durante mucho tiempo no pude hacer frente a este flagelo. Ahora lo acepto y lo develo o transfiguro.

 

¿Es la poesía un ‘decir incompleto’?

 

Nunca decimos todo cuando estamos ante el silencio.

 

¿Usted ha sido distinguida con varios premios como el Premio Internacional “Poesía, Palabra Ibérica”. Esto afila el vértigo de la escritura o lleva a una reflexión serena sobre el ‘significado de los frutos’?

 

Me despierta el apetito para escribir, pero en este vértigo hay espacio para detenerse, disfrutar y reflexionar. Los premios son, por supuesto, muy emocionantes. Este premio me ha abierto las puertas a los poetas españoles que me acogieron muy bien.

 

 

 Barroso, entre Tamura, Daher, Soler y Ovín

 

¿Qué sintió al saber que su libro “Poemas de la noche incompleta” fue uno de los siete seleccionados para el Premio Telecom 2011 en Brasil?

 

Sentí que era algo muy prestigioso.

 

¿Ha coordinado numerosas antologías de poetas destacables, como por ejemplo António Ramos Rosa, Fiama y Albano Martins. ¿La pasión por el trabajo de otros?

 

Sí, es un gesto de homenaje a los poetas que admiro.

 

¿Cuál es la mayor impresión que guarda de Ramos Rosa?

 

Su mirada intensa y pura. Y la libertad interior que caracteriza a los grandes creadores.

 

Y en materia de ensayo acaba de publicar un trabajo den torno a Pedro Tamen. ¿Qué es lo que más le fascina del autor de “El Libro del Zapatero” y del traductor de “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust?

 

Pedro Tamen es un poeta de lo desconcertante y eso me fascina, como se puede ver en algunos de los poemas que estudio en el libro.

 

 

 


Maria de Sameiro también se ha dedicado a la traducción, especialmente de la poesía alemana. ¿De qué poeta alemán se encuentra más cercana?

 

Me siento emparentada con muchos poetas alemanes, en particular, los expresionistas, pero creo que Hölderlin, Paul Celan y Rilke son mis elegidos.

 

Imagínese haciendo una ofrenda floral, ¿qué flores eligiría usted?

 

Me gustan todas las flores, sin embargo prefiero las flores silvestres y exóticas. También las más fragantes: alhelíes, narcisos y lirios.

 

¿Y si se tratara de una guirnalda de los poetas?

 

Elegir poetas que me gustan… Es difícil decir nombres porque no puedo nombrarlos a todos. Elijo lo mejor que marcó mi ruta: Eugenio de Andrade, antes. Después Herberto Helder y António Ramos Rosa. Hubo fases en que elegí a Almada Negreiros, Fiama; después José Agostinho Baptista y Albano Martins. En el liceo y en mis estudios de Filología Germánica, elegí a Camões, Pessoa, Camilo Pessanha y a poetas ingleses y alemanes. También son de mi agrado los poetas surrealistas franceses. ¡Y me encanta Mallarmé!

 

¿Un día del pasado constante en sus recuerdos?

 

Yo diría que dos días para calmar el segundo: Una tarde jugando con mi hermano, en mi jardín, en Braga; y el terrible día en que lo perdí.

 

Cuáles son los ‘paraísos’ que a usted le gusta imaginar?

 

Son paraísos de libertad, la libertad de creación, por supuesto, ¿cómo sino puedo inventar todo, dejar volar mi imaginación y dar más cuerpo a las ideas extrañas que vienen a la mente? Luego lo reviso…

 

 

 Con los poetas Cyro de mattos (Brasil) y Juan Ángel Torres

¿Braga, su cuna: cordón umbilical perenne?

 

Soy ciudadana del mundo pero me siento más completa cuando veo la línea de mi vida desde mi rincón natal.

 

Si usted hoy escribiera un poema de amor, ¿cuál sería el primer verso?

 

Tal vez uno de los primeros poemas que jamás he publicado. Permítanme citar un pequeño fragmento:

 

Si pudiera cambiar algo o alguien,

no cambiaria ni el sol, ni la noche, ni tu cabello.

Me gustaría salir hacia muy lejos.

( … )

El cielo se guarda en la memoria

o en el fondo del mar .

 

 

 

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