DOS POEMAS INÉDITOS DEL NOTABLE POETA URUGUAYO WASHINGTON BENAVIDES

 

1 El poeta Whasington Benavides El poeta Washington Benavides

Crear en Salamanca vuelve a tener el privilegio de publicar dos poemas inéditos recientemente escritos por el destacado poeta Washington Benavides. Benavides (Tacuarembó, Uruguay, 1930) es autor de premiada obra (Nacional y Municipal de Poesía), cuyos más de veinte títulos van desde Tata Vizcacha (1955) hasta Como un comanche (2012), pasando por Las Milongas (1965), Hokusai (1975), Murciélagos (1981), El molino y el agua (1991), Canciones de Doña Venus (1998) o Los pies clavados (2000). Ha sido profesor de Literatura en la Universidad de la República, habiendo dirigido, en radio, programas musicales y literarios. Entre los cantantes que han dado voz a sus poemas están Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Raúl Ellwanger, Pablo Estramín, Eduardo Darnauchans o Laura Canoura.

Benavides ha participado en las antologías de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos dedicados a Miguel de Unamuno y León Felipe.

 

 

2 Chico leyendo un cuento de aventuras, de N. P. RockwellChico leyendo un cuento de aventuras, de N. P. Rockwell

IMAGINATE…

“La imaginación. Este poder se revela en el equilibrio o conciliación de cualidades opuestas o discordantes: de la uniformidad, con la diferencia; de lo general, con lo concreto; de la idea, con la imagen; de lo individual, con lo representativo; el sentido de novedad y frescura, con objetos viejos y familiares; un estado de emoción extraordinario, con un orden extraordinario; el juicio siempre despierto y la serenidad firme, con el entusiasmo y el sentimiento profundo y vehemente…”.

SAMUEL TAYLOR COLERIDGE
(1772-1834)

Antes de conocerte, en mis excursiones infantiles a la Librería,
y descubrirte en la Antología de Románticos
y Victorianos Ingleses, en el natural torbellino de un niño,
obligadamente erudito (gracias a Madame Asma),
ya ofrecía sus puntas y sus antítesis la frondosa Imaginación.
En ese niño, en tumulto, luchaban por imponerse,
o hacían una tregua como teucros y aqueos (engañosa),
los personajes de las novelas, vueltos, eso sí, seres de carne y hueso:
El Tigre de Malasia, el Capitán Nemo; con los héroes
del cinematógrafo, con Chaplin y Buster Keaton a la cabeza;
los superhéroes iniciales: La Sombra, El Spirit, mezclados con Hokusai
y El Alejaidinho, en el mismo tropel de los tritones
Aparicio Saravia y Leandro Gómez, José Giménez, en su carro
y con su cuervo amigo (antelación de The Raven), Quiroga
con una anaconda de bufanda y descendiendo,
en medio de Misiones, de una motocicleta antediluviana.

 

 

3 El último viaje del capitán Nemo, de Elio Villate El último viaje del capitán Nemo, de Elio Villate

Y Mío Cid desprendiéndose de Jimena como “la uña de la carne”,
y Durandarte, perdido dos veces el corazón: en el amor
y en la batalla, y Villoldo inaugurando el Tango,
y Gardel para saber cómo se canta; el frío terror deslumbrante
del Canto VI de Maldoror:”¡Bello como el encuentro
fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser
y un paraguas!”, que mi coterráneo Isidore Ducasse soltara a volar
sobre el mundo como un raven anticipado y a la par el poema
¿broma? de Mario de Andrade: “en un filme de B. de Mille”:

 

 

“En un filme de B. de Mille
yo vi por quinta vez
la triste vida de Cristo,
Rey de Reyes.

En un mingitorio de San Pablo
leí una vez,
sobre el dibujo de un pene,
Rey de Reyes.”

Y Mario de Andrade en su Manifiesto Pau-Brasil, dice:
La Poesía Pau-Brasil es un comedor de domingo, con pajaritos
cantando en el monte abreviado de sus jaulas.
Un tipo flaco componiendo un vals para flauta y La Maricota
leyendo el diario. En el diario anda todo lo presente.”

 

4 Kubla-Khan Kubla-Khan

O el Diario de la tarde Montevideana con “Crazy Cat” vuelto
gata por aquello de lo diverso…Y el médico de turno: Alfonso Aquino
o Pedro Esteves, para aliviarte con tu padre de los ataques
arteros del asma, ya fuese subir a un aeroplano
o aspirar los terribles polvos del Dr. Himrods en sus latitas verdes
de origen inglés, o los emplastos y las ventosas que se correspondían
a los tentáculos del calamar gigante de las Veinte mil leguas
de viaje submarino, y el futbol del domingo, 0…
en el Parque 25, entre humazones y ventas de empanadas
de dulce de boniato, y el cine, el cine, y los sueños, los sueños;
y los comics y las revistas-magazines donde se filtraba
un relato de Guy de Maupassant o un poema de Poe.
O el pobre Guesa en el Infierno de Wall Street, invención
de Soussandrade sometido por su familia en una clínica de locos…
Y como si todo este “salpicón” cotidiano fuese poco,
estaban los amigos, mirándolo desde la ventana,
la pelota embarrada bajo el brazo…

Sí, E. E. Cummings, la síntesis de jacintos y biscochos,
sí, Hombre de la Campana, venceremos al Snark persiguiéndolo
con tenedores y esperanzas; sí, adolescente genio:
los tres magos: El corazón, el alma y el espíritu,
y las vocales son cada una un arcoíris.
No esperábamos nosotros a los bárbaros, Cavafis;
y sólo amo a las nubes, …a las maravillosas nubes
que van pasando allá abajo…Charles, el dandi desarrapado y único…
Y Mozart, que volvió a visitarme cuando leí el poema
de Manuel Bandeira “Mozart en el cielo”, o cuando vi el retrato
de Apollinaire, vendada su maravillosa cabeza por obra
y arte de un obús germánico..
Nunca fui el Príncipe Enano de Martí, pero fui el negro
encadenado al barco negrero del poema de Castro Alves.

La cadena todavía resuena…

 

5 Samuel-Taylor-Coleridge-001 Samuel-Taylor Coleridge

(De lo que se desprende, querido Coleridge, a propósito:
Visité las ruinas del palacio que erigió el Kubla Khan en tu sueño,
lo que escribiste sobre la Imaginación
tiene un ejemplo en este viejo trovador del Norte.
(Octubre 10 del 2015. Montevideo).

 

6 Sombras, de Marta ZurroSombras, de Marta Zurro

 

TRIPLE SOMBRA

La sugestión partió (cómo nos llega de un sitio tan convencional):
la triple sombra
que acompaña a los actores de un macht de futbol nocturno:
Las figuras se desplazaban proyectando una triple sombra
que agradara a Hoffmann.
(Pero otro que no es
El fantástico narrador y músico, también
Recibió el impacto de la imagen.)
Sí,
desde los Cincuenta con dos sombras adosadas al cuerpo
y desde el Sesenta, ya son tres.

Camino por este vago mundo y de mi cuerpo
surgen y se explayan: tres sombras.
Tres sombras que son del mismo cuerpo.
Que no es el cuerpo mío, sino la proyección de los cuerpos
que acompañan al mío:
Nené, mi compañera;
Pablo, mi hijo y camarada.
(Es probable que otras sombras también provoquen
Sus caminos oscuros desde mi cuerpo.
Las sombras (realidades) de los muchos que sostuvieron
mi bandera de agnóstico y cristiano, de socialista crítico,
de terruñero universal.

Sigo un partido nocturno de futbol que se me vuelve
un mensaje secreto a la pasividad del espectador televisivo.
Allá va un jugador de camiseta indescifrable llevándose
mi triple sombra de arrastrón.
Me vuelvo y miro la fotografía que nos reúne en una fiesta:
Sí, Nené; sí, Pablo, sí
el que suscribe este texto desvaído.
(Washington Benavides 18 de octubre del 2015.
Sorprendiéndose de la sugestión de una imagen.)

7 Colón, luces y sombras, de Ángeles Tovar Colón, luces y sombras, de Ángeles Tovar

 

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