CON TERESA DE JESÚS EN ALBA DE TORMES. COMENTARIO Y POEMA DE ENRIQUE VILORIA VERA

 

 

Enrique Viloria (foro de José Amador Martín)

 

Crear en Salamanca tiene a bien publicar este comentario y poema de  Enrique Viloria Vera (Caracas, 1950). Viloria posee una maestría del Instituto Internacional de Administración Pública (París, 1972) y un doctorado en Derecho de la Universidad de París (1979). Hace dos años se jubiló como profesor de la Universidad Metropolitana, donde desempeñó los cargos de Decano de Economía y Ciencias Sociales, y Decano de Estudios de Postgrado, así como el de Director fundador del Centro de Estudios Latinoamericanos “Arturo Uslar Pietri”. Ha sido profesor invitado por las Universidades de Oxford, St. Antony’s College, Cátedra Andrés Bello, (Inglaterra 1990-1991) y por la Universidad de Laval (Canadá 2002). Es autor y coautor de más de cien libros sobre temas diversos: gerencia, administración pública, ciencias políticas, poesía, artes visuales y humorismo. Su obra escrita ha sido distinguida con el Premio de la Academia Venezolana de Ciencias Políticas y Sociales, y con Menciones de Honor en el Premio Municipal de Literatura (Mención Poesía) de Caracas y en la Bienal Augusto Padrón del Estado Aragua. Recibió la Orden Andrés Bello (Banda de Honor) y el Gran Cordón de la Ciudad de Caracas. En 1998, la Universidad Metropolitana le otorgó el Premio al Mérito Académico en el área de Ciencias Políticas, Sociales y Administrativas. Vive en Salamanca desde hace más de tres años, ciudad a la que está vinculada desde 2002 por invitaciones de la Universidad de Salamanca.

 

 

 

 Santa Teresa, pintura de Miguel Elías

 

 

CON TERESA DE JESÚS EN ALBA DE TORMES

 

                                                                                   A María Vaquero Diego y familia

 

Tan lejos pero tan cerca, varias veces intentamos – sin éxito-, visitar Alba de Tormes, esta vez sí lo logramos, y pudimos disfrutar del Museo Carmelitano Teresa de Jesús que alberga las reliquias y el sepulcro de Santa Teresa de Jesús. Las distintas salas, según la información oficial, acogen importantes obras de arte renacentistas y barrocas – todas ellas de temática religiosa de pintura, escultura, orfebrería y mobiliario, entre las que se encuentran lienzos, tallas, retablos, relicarios y marfiles de magnífica calidad.  Y así es, por mi parte destacó las hermosas y envidiables plumas de ganso en oro y plata que rinden homenaje a su condición de poeta comprometida con el amor al prójimo.

 

El museo, indubitablemente, es de índole sacro, donde es posible constatar las tres modalidades de adoración o culto aceptadas y promovidas por la Iglesia Católica, a saber:   

 

Latría o adoración: Culto que sólo se debe a Dios por tener la excelencia absoluta e infinita, y a su Hijo Jesucristo resucitado. Es pródigo el museo en su acervo de imágenes sobre El Redentor, destacamos una escultura de tamaño natural de El Nazareno con su cruz y algunos Cristo tallados en marfil, en especial, una crucifixión en el Gólgota con una dicente calavera a sus pies.

Teresa de Jesús, escribiendo, dibujo de Miguel Elías

 

 

Dulía: Veneración que se hace a los ángeles, a los santos y a los beatos en proceso de santificación, por la excelencia de sus virtudes. Este es, por supuesto, el objetivo del museo, venerar a Santa Teresa, aunque por igual se venera a Santa Inés y a algunos otros santos y santas del largo catálogo de santidades reconocidas por el Vaticano.

 

Hiperdulía: Veneración especial a la Virgen María, considerada el ser más grande en gracia y amor, después de Jesús. Destacamos un par de imágenes: la de la Patrona de Salamanca, la Virgen de la Vega, y una Dolorosa que es puro gemido, congoja y desesperación por la muerte de su hijo empeñado en redimir a los hombres del pecado.

 

No puedo evitar reproducir el poema que escribí a la Santa para celebrar el V Centenario de su nacimiento y que salió publicado en la revista El Cobaya, que tan eficiente y solidariamente, coordina desde Ávila mi fraterno amigo José María Muñoz Quirós.

 

 

  Santa Teresa, pintura de Miguel Elías

 

TERESA LA DESINTERESADA

 

 

         Mire yo a mi Amado y mi Amado a mí;

 mire por mis cosas y yo por las suyas.

 

                                                                                                                   Teresa de Ávila 

 

¿Quién te hizo Santa?

¿La Iglesia, Dios o el pueblo?

              Descalza

con el Corazón de Jesús en los pies

caminaste por encima de las brasas de la Inquisición

 

Terca y perseverante conventos fundaste

 por fervor propio y a pesar de absurdos celos militantes

 

A Dios y al prójimo amaste por encima de todas las cosas

            la oración íntima    el poema místico

dieron renovado atrevimiento a tu no comprendida fe

 

Doctora de la Iglesia

recibiste tu grado de legas manos salmantinas

          Maestra del Amor y del Desinterés

Pablo VI refrendó

lo aprendido por la feligresía de tus cartas libros y poemas:

 

Parezcámonos en algo a nuestro Rey,

que no tuvo casa, sino en el Portal de Belén,

adonde nació y la cruz adonde murió.

 

 

 

 

 José María Muñoz Quirós y Enrique Viloria, escritores (Foto de Jacqueline Alencar)

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