BOLÍVAR, POETA. ENSAYO DE GABRIEL JIMÉNEZ EMÁN

 

 

 

1 Simón Bolivar

Simón Bolivar

 

 

Crear en Salamanca se complace publicar este ensayo de Gabriel Jiménez Emán (Caracas, Venezuela,  1950), escritor destacado por su obra narrativa y poética, la cual ha sido traducida a varios idiomas y recogida en antologías latinoamericanas y europeas. Vivió cinco años en Barcelona y ha representado a Venezuela en eventos internacionales en Atenas, París, Nueva York, México, Sevilla, Salamanca, Oporto, Buenos Aires, Santo Domingo, Ginebra y Quito.

 

 

 

2 Volcán Chimborazo, de Rudolf RESCHREITER (1868-1938)

  Volcán Chimborazo, de Rudolf RESCHREITER (1868-1938)

 

EL RAPTO DE UNA REVELACIÓN:

BOLÍVAR YMI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO

 

 

LOS IDEALES DE BOLÍVAR

 

Pienso que las herramientas críticas de acercamiento a un poema debe brindarlas el propio poema; no deberían ser externas a él ni sustentadas por una teoría previa. Al poema se le interpreta mejor con el ensayo, si tomamos de él los elementos no para explicarlo ni racionalizarlo, sino para comprenderlo en su vastedad simbólica y significante.

 

El poema de Simón Bolívar Mi delirio sobre el Chimborazo (1822) ofrece una gama de interpretaciones muy ricas, concatenadas siempre a la vida de Bolívar como hombre de acción y pensamiento, y no sólo como poeta o «autor» interesado en llevar a cabo una obra literaria, sino locontrario: poniendo sus cartas, proclamas o manifiestos al servicio de una causa humana que defendió a capa y espada, crónicas y partes de guerra, informes a los que entreveró sutilmente ideas, para constituir con sus escritos una verdadera filosofía política, donde ingresaron por supuesto fundamentos éticos, estéticos y sociales.

 

Lo primero que hace Bolívar es forjarse un ideal: la libertad y la unidad de América;ideal que había compartido con sus maestros Simón Rodríguez y Francisco de Miranda (no advertimos esta idea muy clara en otro de sus maestros, Andrés Bello) y para ello articuló un pensamiento forjado en las ideas de la Ilustración europea del siglo XVIII, llamado Siglo de las Luces debido a que en éste floreció el conocimiento libre, las Universidades y grandes avances de la ciencia que luego darían origen al Positivismo ilustrado y al concepto de progreso material. Rousseau, Diderot y otros enciclopedistas, naturalistas y geógrafos –como Alexander Von Humboldt– escritores neoclásicos y románticos aportaron ideas al conocimiento científico (Goethe, por ejemplo, forjó una teoría de los colores). Recordemos que la fotografía aún no se había inventado, como tampoco las máquinas, los motores ni la luz eléctrica, aunque la ciencia andaba en ello. Sin embargo las ciencias naturales, con Humboldt y Bonpland a la cabeza, habían alcanzado una reputación mundial; sus descubrimientos impactaron toda la cultura universal, influyendo en Goethe –posiblemente el primer gran humanista de Europa–  y en todo el movimiento neoclásico y romántico  de la época.

 

UNA GRAN MIXTURA DE IDEAS

 

En el caso de Simón Bolívar, sus lecturas filosóficas y científicas se acrisolaron en un ideal americano donde concurrieron elementos de lo aborigen y lo indígena, fundamentalmente, y luego de lo africano: etnias que compartirían en América el lado nefasto del sistema de explotación imperial del feudalismo y la esclavitud por parte de los blancos europeos, atornillados a imperios y monarquías. Cuando Humboldt recorrió las que él llamó regiones equinocciales del nuevo continente –es decir, América– halló aquí algo que ya se había prefigurado desde los viajes de Cristóbal Colón a la Tierra de Gracia, los cronistas de Indias y Tomás Moro en su Utopía: la presencia de un mundo virgen, intocado, dotado de otra flora y otra fauna, de otra organización social, creencias distintas y cosmogonías en las que fundamentaban sus religiones politeístas, lo cual permitía pensar en el nacimiento de una nueva civilización, y por ende de nuevas formas de convivencia social, dados los ya agotados modelos de entonces: matanzas y exterminios de negros y aborígenes propiciados por imperios europeos, y justificados por guerras santas como las Cruzadas. Es difícil ubicarse bien en este complejo contexto histórico, que muchas veces los mismos europeos no entendían del todo. Cuando líderes, políticos y prohombres de América se confrontaron a aquéllos procesos sociales e históricos no pudieron evitar sus contradicciones; las ideas eran tomadas de la civilizada Europa, pero al intentar aplicarse a América, éstas adquirían otros rasgos y se convertían en paradojas de convivencia.

 

Esto lo comprendió perfectamente Bolívar. Pudo hacerlo porque ya tenía el bagaje de la cultura grecolatina clásica, del Siglo de las Luces y de la filosofía «moderna» (una verdadera ensalada de ideas que comprendía a filósofos como Schopenhauer, Kierkegaard,Kant, Schelling, Fichte, Lessing, Nietzsche, Hegel y Marx, entre muchos otros); paradojas que permitían que Marx, por ejemplo, no comprendiera las luchas de Bolívar y arremetiera contra él. Bolívar, que era un hombre culto y versado –como lo eran Miranda, Bello y Rodríguez– había absorbido ideas filosóficas y literarias de la Europa, pero ello no le fue suficiente para comprender su momento histórico ni su lugar en el mundo; era un mantuano caraqueño cuyos padres y esposa habían fallecido siendo muy jóvenes, dejándolo huérfano y solo; amamantado y criado por un aya humilde, la negra Matea; Bolívar niño presencia la humillación de los esclavos negros. Todo ello le hizo tomar conciencia de su momento; un momento crucial para sí mismo, para su país y el resto de los países de América (reflejado ello con claridad en su Discurso de Angostura) con situaciones similares y aún peores que las de la Venezuela colonial de entonces. Cuando digo «colonial» asumo éste término con todas las ambigüedades y contradicciones conceptuales que éste pueda sufrir en el contexto actual.

 

3 Mi delirio sobre el Chimborazo, de Tito Salas

Mi delirio sobre el Chimborazo, de Tito Salas

 

UN POEMA FUNDADOR

 

Dicho esto, puedo iniciar un relativo examen del único poema conocido de Simón Bolívar (el cual padece, de paso, de un complicado y confuso arqueo bibliográfico, que omitiremos aquí),  ya mi modo de ver configura un rapto de revelación producto de una necesidad anímica y espiritual, y no de un mero objeto verbal o literario. Mi opinión es que se trata de una pieza surgida de una urgencia interior, expresada con los mejores recursos de la prosa romántica, –aún sin tener el mismo Bolívar plena conciencia de pertenecer a este movimiento–, pues el Libertador aún se valía de recursos y símbolos del clasicismo para transmitir sus preocupaciones, con una escritura muy suya, un estilo literario muy personal y peculiar. Algún día tendré quizá la ocasión de escribir –como ha hecho Ludovico Silva con Carlos Marx– un estudio sobre la prosa de Bolívar, en la que se dan cita los elementos más audaces: elegancia verbal, concisión, claridad conceptual, ironía, dominio del tema, giros musicales inesperados. Habría que ver quiénes eran sus músicos preferidos y los escritores que más admiró y pudieron haberle influido, para luego intentar explayarse acerca de las características estructurales de su prosa.

 

En este caso nos encontramos frente a un verdadero creador, quien muchas veces dictaba sus cartas acostado en hamacas, colgadas en casonas y campamentos, oen medio de campañas; no pudo permitirse nunca la ocasión de «hacer» una obra literaria, consciente como estaba del rol histórico de su momento, por lo cual tuvo el mayor de los cuidados en el instante de componer sus textos.

 

Esta breve introducción debe servir para prepararnos a la lectura de Mi delirio sobre el Chimborazo, por constituir tal texto una meditación alegórico-simbólica de un hacer político–social, en una suerte de síntesis espiritual de sus aspiraciones como ser humano y como ser histórico. Lo cual no es poca cosa, si tomamos en cuenta la empresa humana que trató de llevar a cabo al lado de su pueblo y de los valerosos militares y humanistas que le acompañaron.

 

La data del poema nos dice que éste fue escrito luego de la victoria en la batalla de Ayacucho, donde ya se había logrado la Independencia de Venezuela del yugo español. El país se encontraba celebrando tal acontecimiento, pero también diezmado por los estragos de la guerra. Las metas militares se han alcanzado; pero hay que lograr la constitución de un parlamento moderno, la aplicación de leyes que permitieran la justicia social y la composición de una sociedad justa y libre. Ese ideal estaría lejos de lograrse, pues las traiciones a su causa tuvieron lugar y le hicieron sentir desamparado: el Libertador debió marchar a Colombia, donde murió pobre, enfermo y entregado por los más allegados.

En su poema, con un lenguaje elíptico y acudiendo a los más atrevidos símbolos, alegorías y recursos de la lengua literaria, sembrada en el primer romanticismo, pues habría que considerarlo un completo representante de este movimiento en su fundación; tanto, que inspiró al mismo Lord Byron le pusiera homenaje al caraqueño.

 

4 Bolívar, por Erwin Esquivel

Bolívar, por Erwin Esquivel

 

UNAS IMÁGENES PODEROSAS

 

Ahora vayamos al texto. El manto del Iris con que se cubre el sujeto hablante del poema es nada menos que la capa celestedel arco iris,tomada del mito griego de Iris, mensajera de los dioses, en este caso de Zeus y Hera, a la cual se adjudica un movimiento muy veloz, pues va dejando a su paso la estela luminosa del arco iris, bajo cuya protección ascendió hasta la cumbre del Chimborazo, una de las montañas más altas e imponentes de la cordillera occidental de los Andes americanos situada en Ecuador, a cuyos pies se encuentra la ciudad de Riobamba,visitada por Bolívar, quien realiza partir de ella un poema donde mixtura simbologías griegas con el mundo americano, para buscar ahí interlocutores de éstas con las deidades nuestras americanas.

 

A una altura de casi 6300 metros –la del Chimborazo– el frío forma sobre los cuerpos una capa de hielo que refracta la luz y crea, en este caso, el particular efecto del arco iris, y el espectro luminoso deja ver en el aire sus impresionantes colores. Esa capa de hielo es la que originaría también, al final del poema, la imagen del gran diamante donde se encuentra acostado el poeta: «quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho», dice. Esta imagen del manto de Iris le permite protegerse antes de su encuentro con los dioses y el tiempo, como veremos en los párrafos siguientes de este poema.

 

Se trata de una imagen poderosa, de un personaje dotado de una fuerza de la naturaleza americana, compuesta por imágenes surgidas del agua y el aire, inyectadas primero con los torrentes de los ríos Amazonas y Orinoco, los más grandes y caudalosos del mundo, que harían palidecer a los de Europa. Tales ríos le conceden al sujeto poético, –voz hablante de este poema– la síntesis elocuente de un Ideal. Nos dice expresamente que «el río Orinoco paga su tributo al Dios de las aguas», esto es, a Poseidón, después de lo cual aspira ascender a lo más alto a objeto de sostener un diálogo con los dioses, en lo que llama la Atalaya del Universo. Para lograr esto, ha seguido las huellas físicas señaladas por Humboldt y Condamine, hasta llegar a los polos, completamente sofocado por el éter de las alturas. Nos refiere, en medio de este delirio, que nadie antes había llegado hasta ahí. Bolívar logra una imagen ecléctica de dos culturas, una simbiosis simbólica a través de un recurso metafórico: se siente dotado para lograr la misión de coronar la cabeza de un Dios que ostenta el dominio de los Andes. Se trata de algo creado por Bolívar para el poema, volviendo a hacer alusión al manto de Iris que lo protege en su recorrido por ríos y mares  hasta «sobre los hombros gigantescos de los Andes». Por fin entra en materia histórica: «la tierra se ha allanado a los pies de Colombia», agregando luego un juicio de valor: «el tiempo no ha podido detener la marcha de la libertad». Inmediatamente después realiza la aseveración concluyente: «Sí podré.»

 

Surge aquí luego la idea central del poema, cuando advertimos que el sujeto hablante decide enfrentar el reto que tiene frente a sí. El texto se vuelve narrativo en la medida en que cuenta una historia que están representando unos personajes; el vehículo ideal para éstos es en este caso la prosa y no el verso. El delirio aparece en el mismo momento en que el sujeto hablante lo increpa, o –mejor dicho– en el instante en que éste reta al tiempo mientras observa al Chimborazo, el cual funciona aquí como un símbolo o como un Dios del tiempo. Ese espíritu divino le conmina a abandonar las huellas que Humboldt le ha señalado con certeza geográfica, para aspirar a otros niveles y «empañan los cristales eternos que circuyen el Chimborazo». Ese empañamiento humano–falible, mortal– provocado por el impulso del Dios,  lo hace desfallecer cuando su cabeza alcanza y roza el cielo, y luego observa a sus pies los umbrales del abismo.

 

5 El Chimborazo en el crepúsculo

El Chimborazo en el crepúsculo

 

Esta última es otra de las imágenes poderosas que contiene el poema, hijas directas todas ellas de la concepción romántica de la creación, y recuerdan a veces a las imágenes del gran poeta francés Víctor Hugo por su grandiosidad, sobre todo al advertir que el personaje central tiene a sus pies nada menos que «los umbrales del abismo». De inmediato, el escritor declara estar poseso de una imaginación delirante y del fuego que la embarga, para luego encarnar tales fuerzas en un dios: el Dios de Colombia, su ideal máximo. La aspiración de Bolívar es nada menos que crear un nuevo Dios para una nueva mitología americana. A ese nuevo Dios le sale al paso, de inmediato,el Tiempo.

 

Bolívar nos presenta aquí el tiempo bajo la forma de una alegoría convencional: ceñudo, calvo, reclinado, piel mustia y hoz en mano; sin embargo es padre de los siglos, depositario de los secretos. Imágenes derivadas del clasicismo y del romanticismo: Arcano de la Fama y el Secreto,  increpa al personaje creado por Bolívar, o acasoes el mismo Bolívar doblado en emisario de los dioses, acosando al Tiempo con las preguntas más inquietantes e inescrutables.

 

Algo notorio aquí es el «terror sagrado» que experimenta el sujeto principal del poema al intentar el ascenso a lo trascendente, –como en cualquier operación sagrada de importancia– sea mística, espiritual o religiosa. Bolívar acude a la simbología general de los arcanos: aquí la Santa Verdad correspondería a la religión, experimentando las debidas sensaciones ante la presencia de lo Infinito. En este instante el poeta alcanza a describir prisiones infernales, astros, soles, espacios, asombros ante la materia, y hasta se atreve a inferir que lee la historia de todo el Pasado y puede vislumbrarlos pensamientos del Destino.

 

UN ADELANTADO DE LA PROSA LÍRICA

 

El ritmo del poema es emocionante porque conduce al lector a una narración simbólica sobresaliente,creando un universo muy sugerente de referencias y conformando un tipo de poema que vindica a la prosa como vehículo de conocimiento lírico, pudiéramos decir, tal como lo previeron Baudelaire, Rimbaud, Nerval, Lautreámont y los surrealistas; en Venezuela tenemos al cumanés José Antonio Ramos Sucre como su principal cultivador. No olvidemos que Mi delirio sobre el Chimborazo es el primer poema en prosa conocido de la literatura venezolana –de tradición occidental, aclaramos– y ello reviste una importancia especial, sobre todo para quienes nos sentimos alejados de las definiciones genéricas y parceladas de la sensibilidad y la imaginación. En este sentido el poema en prosa, la novela lírica y el microrrelato, entre otras formas creativas de la modernidad y la vanguardia, propician más bien los sentidos eclécticos de la creación literaria. El propio Bolívar se alejaba cuanto podía de las expresiones grandilocuentes y exageradas, y experimentó rubor cuando el ecuatoriano José Joaquín Olmedo le dedicó unCanto a Bolívar comparándolo conalgunos dioses del olimpo. Extrañamente, el poema en prosa no ha contado con muchos cultivadores en Venezuela; su ausencia en la mayoría de las antologías de poesía es notable (se le llama eufemísticamente «prosa poética» para justificar tal ausencia, cuando en verdad se trata de ignorancia), cuestión que aún perdura. Pero concentrémonos ahora en el tema central de nuestra aproximación.

 

De súbito, en las próximas líneas de Mi delirio sobre el Chimborazo, Bolívar hace desaparecer a este fantasma, que no había sido referido bajo esta forma a lo largo del poema; entendemos entonces que éste era hijo directo del delirio. Un fantasma posee distintas características; mientras aquí es símbolo y luego puede seruna alegoría cuando incluimos en él al Tiempo: al final encarna enun alter ego, en una otredad que le reclama e increpa. Luego de hacerle estos reclamos, desaparece. Después, vemos al sujeto hablante permanecer yerto, absorto, exánime, tendido sobre un inmenso diamante.

 

Después de este acontecimiento, «la tremenda voz de Colombia» le grita y el poeta resucita, se levanta y abre –con sus propios dedos– sus párpados, volviendo a ser el hombre que era, para poder así referir su relato, su delirio. En ningún momento se nos dice que se trata de un sueño o de una alucinación; se trata más bien de un rapto que le ha hecho delirar para posibilitarle una revelación. El texto está concebido de manera cíclica, redonda; se trata de una revelación espiritual acorde con los tiempos donde es concebida, una voluntad de dimensionar el texto hacia lo futuro: «La tremenda voz de Colombia me grita», dice.

 

 

6

 

COHERENCIA DE PENSAMIENTO

 

Bolívar no permanece encerrado en sí mismo como individuo, pese a su desilusión o su derrota personal, sino que aspira dirigir sus pasos hacia un bien colectivo.Se observa una completa coherencia de pensamiento, desde que hizo su Juramento en el Monte Sacro en Roma en 1805 hasta su postrera proclama de 1830. Sobre las ruinas de Roma y frente a su maestro Simón Rodríguez, evocando sus ilustres letrados, filósofos, poetas y gobernantes, en aquel juramento concluye: » (…)más en cuanto a resolver el gran problema del hombre en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el despeje de esta misteriosa incógnita no ha de verificarse sino en el Nuevo Mundo. Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor, y juro por mi Patria que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».

 

Ya en su última proclama, siete días antes de fallecer en Colombia, nos dice: «Al desaparecer de en medio de nosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.»

 

En Mi delirio sobre el Chimborazo destaca el peso específico de cada palabra en el logro de una pieza unitaria donde se conjugan el mito, el símbolo y la alegoría en un solo movimiento verbal, teniendo como norte una hermenéutica individual que aspira hacerse colectiva, mediante una utopía de unidad pan-americana. Utopía que tiene dos siglos de haber emergido y aún no ha sido posible, debido a la balcanización de las naciones americanas, que ha ido cada una de ellas defendiendo intereses divergentes por distintos motivos, fundamentalmente económicos e ideológicos, propiciados a mi entender por el desarrollo casi grotesco del capitalismo.

 

Después de los aconteceres trascendentes que el texto expresa y hemos glosado aquí brevemente, el autor del texto le recuerda al lector que el ser humano que habita en su interior revela también un universo moral muy notable, donde radica una Verdad. Lo hace empleando el lenguaje como un adelantado en materia literaria, además del genio militar y político que mostró a las naciones del mundo.

 

7 Bolívar, obra del pintor peruano José Gil de Castro (1785-1837)

Bolívar, obra del pintor peruano José Gil de Castro (1785-1837)

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Gabriel Jiménez Emán

 

 

 

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