‘ANÁLISIS DEL AMOR’ Y OTROS POEMAS DEL CUBANO DE JORGE GABRIEL M. VERA

 

 

El poeta Jorge Gabriel M. Vera

 

Crear en Salamanca se complace en difundir tres poemas de Jorge Gabriel M. Vera, contenidos en su libro ‘Anti-nocturnos del Caribe’ (Betania, Madrid, 2021). Vera (La Habana, Cuba, 1984), reside en Madrid desde 2013. Diplomado en Teología por la Universidad de Salamanca a distancia, mediante el Centro Fray Bartolomé de las Casas de los Dominicos (2013). En el año 2014, en Madrid, creó el blog Ágora y Omega que recientemente pasaría a llamarse ANARCOS por CUBA donde publica poesía, ensayos y relatos. Ha colaborado con diversas revistas digitales, entre ellas Cuba Literaria, Ediciones Digitales y la revista VozxCuba. Finalista en I Premio “Nueve Musas Poesía” 2020 con su poemario ‘Los Umbrales y el Tanka sordo’.

 

Betania está dirigida por el poeta Felipe Lázaro, especialmente vinculado con Salamanca y con nuestra revista.

 

 

 

ANÁLISIS DE AMOR

 

Amor, existir a la vida, soñarse un hongo,

renunciar a los umbrales de las expansiones;

quedarse en Edén o salir con Eva del Congo,

huir de la palabra por las significaciones.

 

Amor que convenció al asceta de anular todo;

dialéctica imperial, colonización del modo.

Amor es la mofa que te vende el narrador,

liturgia sin cabeza del cuerpo salvador.

 

Niños que juegan siete instantes de una partida,

circo de la unión entre acuáticos y terrestres.

Paradoja militante, terrible caída

del viaje de la vida en la roca extraterrestre.

 

Amor, ¿por qué entras al rojo vivo a discutir?

No eres asesino, tienes la flor del suicida,

escalas ocultas que no se pueden subir,

una función sublime de la cuenta fallida.

 

Amor es amor, dicho en platónica ficción.

Libertad que te expropia la suela del sentido.

Amor, por ti Patroclo, la caída de Ilión,

será de tus espectros por haberse reunido.

 

Amor, como el lago, que a los pies de la montaña

le detiene sus fluviales, hordas de la hazaña,

para guardar caudal de lágrimas que faltaron.

 

El lago se enfureció creciendo hasta la cima.

Amor cayó. Fue de aquel rayo del que agonizaron;

se quiso ahorcar la cordillera con el clima.

 

Los hijos muertos llueven cada gota de hierro

sobre la herida esférica e infinita del Hades.

Aun el monstruo llora por su celeste destierro

con los ojos del mundo de dos oscuridades.

 

Foto José Amador Martín

 

 

MORDER LAS SINFONÍAS

 

Me aplasta el fin de la noche,

me doblan la costa del amanecer

en un baño de criaturas encadenadas en la caverna…

 

Colapsa la Isla de Pascua…

 

Se roban el arca misteriosa…

 

Disfrazan de caballo a la guerra…

 

Sedientas figuras se cobran la deuda,

alabastros, el semen que los hizo

permitiendo estas presiones de hongos celestes.

Hoy levo la sombra encendida

que oye el tormento,

orquesta de culpa

muerde la sinfonía.

Te vi abandonar la esquina,

agarrar la calle para bajar de prisa…

¿Qué pensarás de los pasos que se han dormido?

 

Ve en la escala que se rompe erguida,

ve en la escala,

ve a morir cada farsa,

rostro, máscara de vida.

 

Las piernas abiertas al mundo…

 

Conciliar desborda…

 

Soplo los años y se acuesta el deseo…

 

Foto José Amador Martín

 

 

 

¿QUIÉN, DE CUBA, ES PROFETA DE LA ESPERANZA?

 

Las cornisas no flotarán ante las caídas

y el malecón sembrará de aguas todo su muro.

Yemayá teje la aurora haciendo olas de huidas,

San Francisco vive el ahora con prisa y apuro.

 

Rayos vuelan violáceos, alas de silbido;

el capítulo de ciegos levanta los días,

sobre un cuerno Eleggua zarandea sinfonías

y al Cristo una rumba se le escapa por descuido.

 

La trigonometría del llanto que se calla

la sencilla ecuación que el resultado no alcanza.

San Lázaro abajo, la paralela, una raya,

otra calle, a veinte calles, llamada esperanza.

 

Foto José Amador Martín

 

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